—Tengo un nombre hermoso para este bebé, pero quiero que juntos completemos esta etapa, cariño. —empieza a decir Rosalie, sintiendo que ya estaba a pocos días de terminar con el embarazo exitosamente.

—¿Quieres que formemos un nombre especialmente juntas?—dice la mujer tomboy, ya con su melena rubia platinada reluciendo su previa calvicie.

—Si, sería un regalo recíproco. —dice timidamente Rosalie mientras entrelaza sus manos encima del vientre abultado, que parecía ser ya de casi 8 meses y medio de embarazo.

—Iluminadme el camino, mi Rosangel—pide dejando un beso en ese vientre, donde su bebé se anunciaba.

—Bien, quiero ponerle Liam, el nombre proviene del irlandés y significa: "Protección firme...", Y la verdad desde que lo tengo en mi ser, en mi vida y prontamente entre mis manos... Lo hemos protegido y me he sentido así. —explica con cierta exposición a la sensiblería, con los ojos cristalizados por la emoción de compartir sus pensamientos apenada.

—Que sepas que estás aceptando que viene un niño, —sonríe divertido Brunett— uhm... Le falta algo, un nombre que complemente su significado. —dice pensativo y tras unos breves cinco minutos sonríe nostálgico al recordar como quería colocar a su primer bebé aun cuando era humana.

—¿Y esa sonrisa...?—pregunta Rosalie.

—Acabo de recordar como quería llamar a mi primer bebé, claramente en ese tiempo era niña y no era consciente de los cambios hormonales que mi cuerpo tendría años después. —aclara con cierta pena ante su inocencia.

—Eso suena muy tierno de tu parte, ¿Quieres compartirmelo o lo dirás después?—pregunta con gentileza.

La rubia no sabía como interpretar la nostalgia en la mirada, si bien, el pasado de Brunett había sido muy complicado y mucho más cuando admitió que quería ser tomboy, pero aceptando su nuevo aspecto.

—Te lo diré, no puedo ocultarte nada, es más capaz que si lo intento se me escape a las horas de resistir. —admite mientras acaricia distraido el vientre y siente una leve patadita, creando sonrisas emocionadas en la parejita.—Ezrá, procede de la palabra hebrea, y significa "...al que Dios ayuda". Creo que el mensaje que exprese su nombre dará guía a su vida.

Rosalie al escuchar aquello sin poder evitarlo suelta lágrimas, si bien era cierto que habían tenido ayuda de otros seres sobrenaturales para concebir al bebé, pero no había sido del todo mágico sino que también había sido parte de un regalo espiritual. Ella creía fielmente que era gracias a Dios, y que ella redimiría sus pecados enseñando a su bebé a ser mejor persona en el mundo, cambiando ella misma para ser mejor por un mundo sin rencor.

—Q-queda de maravilla... Liam Ezrá Hale, "Protección firme al que Dios ayuda", un mensaje que purifica a nuestras almas pecadoras. —susurra emocionada Rosalie.

Siendo apoyada con la tomboy Brunett, quién se acerca y la atrae hacia su cuerpo, besando su sien. Mientras ambas acarician el vientre abultado.

—Shh... Llora todo lo quieras, que aquí estaremos para conseguir tus sueños. —susurra en consuelo al llanto de su mujer, que no cabía de tanta ansiedad y felicidad por sentir el momento cada vez mas cerca.

El momento del nacimiento estaba cerca, la familia lo sentía, faltaba poco y solo era cuestión de tiempo que el bebé llegara.

—¿Y si llega a ser nena?—pregunta dandose cuenta que tal vez podría ser del reves sus suposiciones.

—Se llamará Salomé, es origen Hebreo que significa: "paz o armonía". Y estaba pensando en ponerle lo que alguna me contaste que pusiste a tu bello ángel...—empieza a decir Rosalie aun entre los brazos de su esposa, sintiendose en intimidad en esa cama matrimonial.— Noor, su origen árabe le dará la exotica y exquisito honor para homenajear a su bebita, el nombre significa: Luz. Mis intenciones son...

—Llamarla Luz de Armonía. Noor Salomé Hale. —susurra en un aliento de voz, conmovida por el gesto de su rubia mas bella del mundo.

Si bien, Brunett en su juventud había quedado embarazada por culpa de una violación por un tío de la familia. Una cuestión que no se llegó a comentar ni a otros familiares por cuestión de credibilidad, por lo que ese motivo justificó su fugada joven a vivir independiente como escritora, pero entre el estrés de conseguir donde vivir, comer y existir, perdió al bebé. Era un trago amargo de su existencia pasada, y Rosalie sabía lo mucho que aquel tema la debilitaba, al igual que dejaba sensible psicológicamente por lo que quería limpiar esa herida de la mejor manera, ¿Y qué mejor que dando homenaje con su primer bebé?

—Gracias por esto... Rose...

—No hay de qué, estamos a mano, ahora y siempre, soldatina.

—Ahora y siempre, Rosangel.

Siendo así, cómo ninguna podría ver venir la sorpresa del día siguiente, después de ese momento emotivo, todo por fin cambiaría para ambas.