╭ ⌂ - Capítulo 25

Rosalie se encontraba mirando a su esposa convivir con Nessie, esta niña parecía que le encantaba el don de su mujer, tal vez porque se sentía comprendida por ser extraña en la familia, o tal vez le gustaba tener mas tías a quién hablar, que no sean siempre de nuevas ropas (Alice).

-¿Entonces puedes comer helado como yo? Tengo mucho en la nevera, ¿Comemos?-preguntó la niña de cabellos enrolados.

La mirada de su esposa tras esa pregunta ya tenía un brillo de felicidad en el reflejo de sus ojos, Brunett amaba el helado con su alma.

-Invitemosle a tu Tía Rose también, ¿Se puede? -pregunta la joven Brunett de tatuaje en los brazos.

La pequeña Reneesme conecta la mirada y piensa en la pregunta, luego mira hacia la rubia, tras eso sonríe. Se suelta de las manos de Brunett y se dirige hacia ella.

Rosalie no entiende sus decisiones, pero en cuanto la tiene cerca, se queda quieta al sentir la mano de temperatura curiosa sobre su mano y seguidamente escuchar con un tono de vergüenza mezclado con timidez: «¿Tía Rose... Quieres un poco de helado?»

-Me encantaría comer helado juntas. Además mi bebé y yo debemos saber cuáles son tus sabores favoritos, ¿No?-pregunta con una sonrisa tan deslumbrante de plenitud al ser invitada y también compartir tiempo con la niña. Ya que en algún momento su bebé tendría ese aspecto y debería saber que hacer al respecto.

-¡Si! -estalló de felicidad la niña, y poco después se sonrojó todita al darse cuenta que habló muy fuerte.

Brunett soltó una ligera carcajada al ver aquello, la niña era un espejo abierto en estos momentos pero al menos estaba viviendo un momento bueno, después de la ausencia de su figura materna. Podía ver el aura de tristeza que aun emitía la pequeña.

-Vayamos entonces, pequeña Reny -dijo la joven de cabellos cortos, alzandola sorpresivamente entre sus brazos, logrando una risa en la niña.

-Vamos, tía Rose, tía Brunett... ¡Vamos!

La timidez ya no era tan evidente, cuando Rosalie y Brunett estaba juntas todo el ambiente era sano, feliz y divertido como si ambas habían nacido para ambientar con una vibra sanadora así todo quién estuviera a su alrededor.

Sin embargo, Edward se encontraba mirando desde el segundo piso todo lo que ocurría en dirección a su hija, estaba atento a Reneesme, ahora sólo él era responsable de ella y Bella, de ella no sabía nada. Había un hueco en su mente, en su espacio físico como si ya estuviera acostumbrado a su presencia pero, se acababa de dar cuenta de algo en particular con dicha escena vista.

Con Bella este tipo momentos no se sentía ameno, se sentía incómodo, como si todo afecto fuera muy superficial, como si la vergüenza y timidez de su hija fuera normal, aunque ella hasta el momento no le llamara como tal: papá. Reneesme sabía que era él era su padre, pero gracias a los sentimientos que Bella había tenido, las confusiones y cariños malinterpretados, había logrado confundir a la única hija de sangre en esta vida, su conexión había sido muy mala desde el primer momento, pero ahora que notaba a la parejita de chicas que tenía en frente, cómo se comportaban, cómo se complementaban, cómo hacían feliz a su hija. Lo estaban haciendo repensar en su forma de actuar, en sus decisiones y cómo podían encontrar una solución para que su hija pudiera ser feliz a su lado.

Ya no quería que la incomodidad fuera parte de su vida, cada vez que alguien lo tocase, o él diera una muestra de afecto a quién creía ser su pareja. No quería que su propia hija le tuviera vergüenza de hablar en confianza, y solo utilizara su don para comunicarse.

Edward se empezaba a dar cuenta, que tal, solo tal vez ... Había utilizado a Bella para obtener algo que no estaba listo aun de tener, que no estaba listo para tener propiamente. Y más que nada, que tal vez Bella, no era su compañera como creía que lo era tras su conversión. Realmente estaba muy confundido.

Por eso, aprovecharía estos dos meses que las mujeres del Clan Rosette se quedaran cerca de ellos, a petición de la Reina Runa hacia Carlisle, quién debía certificar todo el proceso del periodo de embarazo de este Clan para no caer en ningún caos. Aprovecharía este mes para pedir consejos y mejorar.

Esperaba que en el momento que Bella terminara el trabajo comunitario en la guardia, pudieran solucionar sus problemas que tenían entre ellos, pero por su parte... Trabajaría en él, en su comportamiento, carácter y actitudes para que la vivencia de su hija sea la más llevadera y feliz, era no tenía la culpa de los errores que ellos habían cometido antes y durante su creación.

[...]

4to mes ×> DE EMBARAZO.

Rosalie ya empezaba a sentir mas ansiedad, su pancita no era mucho aún, pero sentía más cosas nuevas todos los días. Siempre había deseado estar embarazada, y ahora que lo estaba se sentía en la plenitud de la vida.

Aunque habían momento en que quedaba bastante incomoda debido a que sus pechos y la pancita no la dejaban dormir como podía tras el don de su esposa. Estaba mas sensible, sus pechos dolían cuando no se las masajeaba; en este caso, su mujer aprovechaba las noches para disfrutar de tentarla, hacer el amor y darle la plenitud del placer. Ambas siempre con cuidado de no dañar a su bebé, por lo que el sexo con lentitud las enloquecía y lograba en ambas un arrebatador orgasmo que las dejaba extasiada cada vez que ocurría.

Menos mal, ambas habían prometido que vendrían a la revisión del embarazo junto a Carlisle cada vez que se necesitase, pero ellas vivirían en su propia casa. No querían incomodar ni sentirse incómodas con otras personas, además que ninguna era tranquila, su vida era más pasional en intimidad.

Por lo que tras una semana solas, y otra de visita a Reneesme, se turnaban a estar compartiendo tiempo con el Clan Cullen, Brunett había tenido unas cuantas incompatibilidades con Alice lo cual había hecho que esta fuera mas cautelosa en la hora de involucrarse en el futuro de las mujeres en relación al bebé, ya que esta quería comprar un muchas cosas para el momento, todo el próximo bebé en la familia, quería decir el futuro, pero ambas mujeres le gritaron que no. Y aquello por primera vez, logró intimidar a la vidente, Alice.

Mientras que Reneesme era quien disfrutaba de la compañía de las mujeres, quienes la aconsejaban y guiaban para tener una relación sana con su padre, al igual que ayudarlo a sanar juntos. Aunque le era difícil, debido a que Jacob hacía a veces incomodo muchos momentos, con su protección lobil o con sus celos de atención, logrando enojar un poco a la niña, quién poco a poco aprendía lo que se sentía correcto y no.

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