╭ ⌂ - Capítulo 22
Maratón 3/4.
Runa a mitad de unos pasos se había devuelto porque se había olvidado de algo, y no hacía falta decir que Emmett se encontraba de brazos cruzados mirando hacia su dirección con una expresión de indignación. Aquel hombre de cabellos negros corto, y ojos dorados casi rojizos la miraba con el ceño fruncido, casi ofendido.
—Perdón, ya sabes como soy al ser responsable con estás cosas. —dice la pelirroja colocándose de puntas y apoyándose en los antebrazos cruzados del hombre pálido, para besarlo en los labios dulce y cortante.—Te lo repondré luego, lo prometo. Por el momento, comportate justo. Adiós.
Y tras ello, la pelirroja vampira de ojos anaranjados rojizos, salta a unos metros por donde vino, mientras en el vuelo del salto se convierte en un hermoso tigre de bengala blanco. Perdiéndose de la vista de Edward, y Emmett. A quién había dejado hambriento con aquel beso, los reyes(Runa+Emmett) eran muy pasionales y cortos besos, solo eran arrebatos que encendían su amor y pasión por cogerse a la de ya.
Menos mal se había marchado la fiera que había encendido al hombre.
—Ugh. Reservate tus pensamientos. No la quiero ver de esa forma. —se queja Edward asqueado.
—Ahora que cuento con tiempo, ¿Cómo es que hemos llegado a esto, Eddie?—pregunta Emmett mientras lo abraza y lleva a su antes favorito lugar de caza.
Ambos hermanos se retiran a esa zona, jugando a empujones como en años pasados lo hacían, aunque Emmett lo hiciera con algo de resentimiento por lo que podría haberle pasado a su mujer por culpa del cobrizo.
Mientras que en la casa de los Cullens el supuesto juicio de muerte se empieza a desarrollar, al menos así sentía la joven esposa de Rosalie. Al estar viendo como la mujer pelirroja había llegado poco tiempo después que ellos a la sala de Carlisle Cullen, quien estaba inspeccionando la situación de Rosalie con tanta maravilla.
—Y bien, Carlisle, ¿Cuál es el veredicto?—pregunta Runa, la Reina del Clan de Volterra, con los brazos cruzados ante la situación extraña ante sus ojos.
Seguía perturbandole el don de la esposa de la rubia, al igual que lo que parecía provenir de su estómago.
—En efecto, parece tener tres meses de embarazo, lo cual es bastante rápido a mi parecer. Es similar al crecimiento de Reneesme en el vientre de Bella, o de Nyl en el vientre de Adhara. —comenta Carlisle limpiando la crema del vientre abultado de Rosalie que había colocado por proceso.
Rosalie estaba con lágrimas que se desarramaban por sus mejillas, Brunett por muy ansiosa y protectora que estuviera con su familia, no pudo evitar sonreír tras el veredicto, le daría lo que su mujer tanto ansiaba tener. Sin embargo no conocía tanto a los bebés de los cuales mencionaba su doctor.
—¿A qué se refiere con eso, Doc?—pregunta Brunett mientras acaricia la mano dorsal de su mujer con tanta delicadeza y amor.
—Que su bebé esta sano, y parece tener mas signos de gestación de vampiro que humano. —contesta Carlisle.—aunque eso no quiere decir que lo será completamente claro está.
Brunett y Rosalie suspiran de alivio ante ello, debido a que vieron como la pelirroja se tensaba de solo pensar que fuera un bebé totalmente inmortal, una idea bastante aterradora.
—Bien, creo que puedo manejar este bebé, al menos han llegado a avisar con previo aviso, lo cual agradezco con mis mas sinceras intenciones de ayudarlas en el proceso. —comenta Runa, tras descruzarse los brazos y levantarse a buscar algo de beber en la heladera, encontrando con bebidas con gas, una coca cola para su fortuna.
Carlisle sonríe suavemente al entender mejor las peticiones que Alice había dejado a Esme como favores a su mejor amiga, el de llenar la despensa con comidas o bebidas, la Reina Runa nunca cambiaba de gustos al parecer.
—Entonces no nos extinguirá por hacer un bebé, eso es lo que significa, ¿Verdad?—pregunta Brunett para estar mas segura de que lo entendió, mirandola con ojos cristalizados y una sonrisa temblorosa.
Runa al ver aquella emoción contenida y muy sensible para su gusto, aquello le dio aburrimiento por defecto. Sin embargo, se abstuvo de decir su frase típica: "podría morir de aburrimiento de tanto drama visto", por respeto.
—Exacto. Me habéis caído bien. Además, no veo cual sería el peligro de dejarlas vivir, además de no haber roto ninguna ley. —dijo Runa mientras se bebía la coca cola.
—¿Inclusive si tomamos decisiones para no tener problemas?—pregunta Rosalie timida, su estado de embarazada la dejaba hormonal y sensible, por ende, menos a la defensiva.
—¿Lo dices por lo del padre de la neofita Bella?—pregunta Runa con una ceja levantada, tras dejar de beberse un rato la coca cola, que estaba bebiendolo despacio para deleitarse con el sabor.
—Si... Nosotros lo transformamos debido a que sospechó de mi esposa, él comprendió el peligro que corría sabiendolo y siendo humano, por la seguridad de su familia: Bella y Brunett, tomó la decisión de ser uno de nosotros. Nuestro plus fue que mi esposa usara su don tras la mordida, y solo así logramos que fuera mitad inmortal. —explica Rosalie, cubriéndose el vientre por frío, mientras iba acariciando a su bebé con protección.
—Lo elegí sin sentirme obligado, lo hice por la protección de mi familia, señorita. Espero pueda verme con buenas intenciones, no soy como mi hija, lamentablemente ella ha seguido pasos malos tras su avaricia de belleza y juventud. —replica Charlie, tratando a acotar algo más.
Runa al ver que los tres se protegían con tanta fidelidad y armonía, no pudo evitar preguntar:
—Creo que comprendo. Entonces vosotros desde la conversión se han vuelto un aquelarre, ¿No es así? O me equivoco.
—Está en lo correcto. Ellas son mi familia, y yo parte de su aquelarre, me adoptaron. —comenta divertido ante la sensación de un minuto de entender al fin a los integrantes de la familia Cullen. «Todos fueron adoptados por Carlisle, debido a que fueron transformados por él, era el tutor y responsable de lo que hizo»pensó.
—Es un instinto natural de quienes transforman a los humanos en la misma raza importal para salvarlos. En mi caso, yo no os podría haber salvado, yo soy vampiro codificado por un pecado y cientificamente por un doctor de la ciencia, no poseo el veneno transmisor. Solo mato con mi mordida. —comenta bastante interesada en hacer esa diferencia.
—Hace bastante tiempo que he querido saber que es usted. Y ahora que lo comenta, creo que con el debido permiso y respeto, ¿le puedo preguntar una duda verdad?—pregunta Brunett.
Rosalie al ver que su esposa de nuevo andaba con curiosidad la abraza como puede, para impedir que se acercara y lograra despertar un instinto de amenaza en la contraria.
—Adelante querida Brunett. —acepta sin ningún problema.
—¿Qué clase de vampiro eres? Dices que provienes de un pecado, ¿Pero cual? Cuán original eres?—pregunta muy curiosa e interesada.
—Soy un servamp, nacido de un pecado capital y otro, entre la Ira y la pereza, tras la fusión sin querer ha salido la reacción de la inmortalidad, pero debido a que ninguno tiene descendencia de vampiro como esencia básica, no puedo generar veneno para transformar solo para matar, porque me alimento para ganar poder de la sangre humana. Aunque esto lo averigüé hace bastante tiempo, mi padre me hacía creer que fui concebida por genes que eran ya vampiros con dicho pecado capital, pero al intentar transformar a alguien, descubrí que no era ni similar a vuestra especie. —comenta reflejando con la mirada el recuerdo que podría ser de antaño, la información dicha.
¿Porqué creían ambas que eso reflejaba? Porque la Reina miraba a un punto perdido detras de ellas, sin tener cabida o intención de enfocar su mirada en ella.
—Pero no por ser diferente, te ha mala. Noto en tu aura que has pasado por situaciones muy dificiles y has resurgido como un fenix entre las cenizas de tu fuego. Y creo saber que usted no se siente menos ni mas que nosotros, nos ve aún así como iguales, por eso siempre tiene como opción el beneficio de la duda, por eso... Nos ha dejado explicarle nuestra situación antes de creerle a la conocida por mas tiempo, que en este caso sería Isabella.—dice Brunett con tanta sabiduría que hizo contener la respiración a la Reina Runa, quién había sentido mucha sinceridad pura en sus palabras.
Un golpe de verdad y alivio para su mortificada alma de sacrificios.
—Tiene usted razón, ¿Pero como lo podría decir todo con tanta verdad?—pregunta Runa, con incredulidad.
—Mi mujer sabe de auras, antes en vida supo de buenas a primeras los colores que presentaba, su muerte cercana había producido en ella un don que pocos logran despertar. —dice Rosalie con tanta seguridad, que hace sentir sed a Runa, que enseguida bebe de su bebida.
—He de acotar una creencia de mis inicios como humano en esta larga existencia, y como fui pastor en otro tiempo, sabía de la posibilidad de que ella como humana, al igual que las creencias religiosas de las épocas biblicas, se logra encontrar el hallazgo de que todos tenemos dones especiales debido a la presencia de Jesucristo y la figura del Todopoderoso Dios, que gracias a estas dos figuras misericordiosas poseemos dones como el de la curación o el de percibir auras, pero solo aquellos que no temen a los demonios, y han visto lo bueno ante la adversidad mala que se presenta en su mortalidad, han logrado desbloquearlo.—explica su conocimiento Carlisle.
Siendo así como Runa queda bastante curiosa e interesada, despertando ganas de seguirla al pie de la letra. Tal vez serían muy útil en ocasiones especiales para el mundo en el que crecía su sol.
—Comprendo, y se que mas decir, esto es mucha información que tragar. Asi que, por ahora estáis bajo mi protección y aceptación. Avisenme cualquier cosa que os de inseguridad, o preocupación, intentaré intermediar o enjuiciar legalmente la situación acorde a lo que se necesite. —dice Runa mientras se acerca lentamente a ambas mujeres, ya que por reflejo Carlisle la había dado espacio para acercarse.
Rosalie no temió, ni Brunett, pero en cuánto la rubia vio las intenciones de tocar su vientre, asintió silenciosamente. La pelirroja mayor, observó el vientre y sin mas, se ensimismó en él, al tocar el vientre pudo percibir muchas cosas pero por primera vez ninguna mala sensación.
"Un varón llegaba a la vida de las mujeres, un varón. Este crecía como un bebé humano, lento, pero conforme mas lo miraba sabía que su crecimiento se detendría en un edad específica, la edad de 38 años, sería el primer bebé que podría tener una inmortalidad aceptable y no ser enjaulado en un cuerpo juvenil para siempre."cerró sus ojos tras aquella visión tan deliciosamente hermosa y tranquilizadora.
Un futuro cierto y cercano.
—¿Qué has visto, Lady Runa?—pregunta Carlisle con cautela.
—Nacerá sano, y su crecimiento se quedará varado a los 38 años, para seguir estar con vosotras por una larga eternidad. El bebé no causará ningun problema. —dice la pelirroja alejandose con cuidado de la pareja.
—¡Si! He ganado, ¡Te lo dije!
[...]
¿Quién de las dos quería que el bebé fuera varon? Quien conteste, si encuentra respuesta, ¡Hará que publica el 4/4 de la maratón!
Perdón por recién publicar esta parte, se me había olvidado que ya lo tenía listo.
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