viii. stupid fight...




➢ 𝕾tupid fight⌇
CAPÍTULO OCHO ❙ 🔦◄
❝everyone think's that we're perfect❞

A LA MAÑANA SIGUIENTE, DUSTIN Y STACY FUERON EN BICICLETA hacia la casa de Mike. Tenían un plan para que éste y Lucas hicieran las pases y todos volvieran a ser amigos de nuevo, pero tendrían que convencer a Mike antes. Todos sabían que él era un niño muy orgulloso, alguien a quien le costaba decir lo que sentía con regularidad. Era por eso que el dúo de Harrington y Henderson pondrían manos a la obra para lograr que ambos chicos volvieran a unirse para poder continuar juntos con la búsqueda de Will Byers.

Cuando entraron a la casa y saludaron a Mike, rápidamente le preguntaron si sabía algo de Once, pero aparentemente todavía no había rastro alguno de la chica.

—Es que no puedo creer que no haya vuelto.

—Debe andar cerca —aseguró Dustin.

—Dijo que no era seguro. Descompuso las brújulas porque quería protegernos. No nos traicionó —Mike no paraba de caminar de un lado a otro.

—Mike, ya cálmate.

—No debí gritarle. Nunca debí hacer eso.

—Mike, no es tu culpa —le dijo Dustin, en un intento de que el chico lograra tranquilizarse.

—No, es de Lucas.

—Tampoco fue su culpa.

Dustin intercambió miradas con Stacy. Era momento de poner el plan en marcha.

—¿Que no fue su culpa? —Mike miró al ruloso completamente ofendido.

—No —contestaron Henderson y Harrington al unísono.

—¿Y no creen que se excedió?

—Claro, pero también tú —Dustin hizo un gesto con sus brazos.

Aquello era cierto. Tanto Lucas como Mike se dijeron cosas horrendas la tarde anterior, y las cosas fueron al extremo en cuanto empezaron a golpearse.

—Los dos estuvieron mal —dice Stacy, que estaba sentada en el sofá—. Y estuvieron peor cuando llevaron las cosas a los golpes.

—¿Qué?

Mike no podía creer que los únicos amigos que le quedaban no estuvieran de su lado. Él quería que lo defendieran de Lucas, porque a sus ojos, Sinclair había cruzado una línea al insultar a Once de la manera en que lo hizo.

—Y Once también —agregó Dustin.

—¡Oh, por favor! —exclama Wheeler, sin poder creer lo que estaba escuchando.

—No, Mike. ¡Tú, por favor! —el ruloso se acercó al nombrado, señalándolo con su dedo índice—. ¡Los tres se portaron como un grupo de imbéciles! Stacy y yo fuimos los únicos razonables.

Stacy asintió, totalmente de acuerdo con las palabras de Dustin. En realidad, habían ensayado todo eso en casa de Henderson porque él quería decir algo más agresivo, pero Stacy no lo dejaba. Le decía que era demasiado, y que optara por un mejor uso de palabras.

Todo aquel que conocía a Dustin Henderson sabía a la perfección que cuando estaba enojado, maldecía demasiadas veces.

—Pero lo importante es que tú fuiste quien empezó y sabes cuál es la regla. Atacaste primero.

—¡No! ¡Nunca! ¡Nunca me disculparé!

—Mike —el nombrado volteó a mirar a Stacy—. Coopera con nosotros y ve a disculparte con Lucas.

Desde el punto de vista de Mike, Stacy sonaba como si fuera la madre del grupo. Lo que era un tanto irónico, considerando que ella era la más pequeña entre los tres.

—¡No!

«¿No? ¿Acaso se atrevió a decirme que no?». Stacy levantó una ceja, cuestionando la actitud grosera de su mejor amigo.

—¡Te disculparás! —ordenó Dustin.

—¡No, no lo haré!

—No está a discusión. Reglas son reglas —le recuerda Henderson, utilizando ese tono de voz que cada padre usa cuando está regañando a su hijo—. Obedece o te sacamos del grupo. ¿Quieres que te expulsemos?

Mike bajó la cabeza.

—No —respondió más tranquilo.

—Bien.

—¡Así me gusta! —Stacy se acercó a Mike y le dio unas palmadas en la espalda—. Salió justo como lo practicamos.

—Esperen, ¿practicaron todo esto? —el pelinegro la miró como si hubieran hecho la cosa más extraña del mundo.

—En realidad, practicamos muchas versiones. Yo era tú y Dustin era... Pues, Dustin —le explicó—. En todas las versiones te convencimos demasiado fácil. Es porque eres muy predecible.

Mike rodó los ojos.

Dustin se dirigió al sofá y tomó su chaqueta, gorra y mochilas.

—¿Adónde vamos? —preguntó Mike, un tanto confundido.

—¿A dónde crees? Vamos por Lucas. Y luego iremos a buscar a Once.

Mike y Stacy tomaron sus cosas y salieron de la casa de los Wheeler para tomar sus bicicletas y dirigirse a la casa de Lucas, que no quedaba muy lejos. Una vez llegaron, dejaron sus bicicletas a un lado y fueron directo a tocar el timbre. Esperaron por varios segundos hasta que Lucas abrió la puerta.

Cuando vió a los tres ahí parados, los miró con cara de pocos amigos.

—¿Qué quieren?

Dustin golpeó a Mike en el pecho, ya que este no decía nada.

—Yo ataqué primero, así que... —Mike le extendió su mano derecha al moreno para que la estrechara y pudieran hacer las paces. Stacy tenía una sonrisa llena de satisfacción. Claro que esta decayó lentamente para volverse una mueca de incomodidad al ver como Lucas no aceptaba la mano de Mike y solo lo miraba.

Lucas no quiso aceptar su mano, pero si los invitó a pasar.

«Algo es algo», pensó Stacy tratando de ser positiva.

Dustin le explicó que lo querían de vuelta para poder seguir con la búsqueda de Will. Si llegaban a encontrarlo, el pequeño Byers estaría decepcionado de ver a sus amigos peleados solo porque una chica nueva llegó al grupo.

—Okey, lo haré —Lucas se cruzó de brazos.

—De acuerdo —Mike volvió a extenderle su mano y Dustin sonrió enormemente.

—Con una condición —Dustin dejó de sonreír—. Olvidamos a la rara y vamos al portal.

—No hay trato —soltó Mike.

—¡Bueno!

—¡Bueno!

—No, no, no. ¡Nada de bueno! —exclamó Dustin—. Chicos, en serio.

—¡Por Dios! ¡Se comportan como unos niños! —se queja Stacy.

—¡Somos unos niños! —le grita Lucas.

—Sí, se nota muchísimo que lo son —contestó Harrington con sarcasmo.

Dustin hizo que Mike se girara a verlo. Si no hacía las paces con Lucas por las buenas, lo haría por las malas.

—En la saga de Bloodstone, ¿recuerdas lo que pasó?

Mike miró a Lucas y este solo hizo una mueca, haciendo que Mike se encogiera de hombros. Dustin estaba sorprendido de que ninguno entendiera la referencia, así que suspiró con pesadez y decidió explicarles.

—No nos pusimos de acuerdo en qué camino tomar. Nos dividimos y los troles fueron acabando con nosotros. ¡Y todo fracasó! ¡Y ya no teníamos con quién pelear! Así que nos mantendremos juntos, ¡pase lo que pase!

Hasta Stacy arregló su postura correctamente por los gritos de Dustin que le recordaban a los de un padre regañando a sus hijos.

—Sí, estoy de acuerdo —dijo Lucas—. Pero nosotros somos el grupo, los que estamos en este cuarto.

—Ce ya es uno de nosotros —dice Wheeler.

—¿Qué? ¡No, claro que no! ¡Que ni se acerque! ¡Nunca lo será! Es una traidora, una mentirosa...

—¡Solo pretendía salvarnos! —Mike defiende a la niña—. No quería lastimarte. ¡Fue un accidente!

—¿Un accidente? —cuestionó el moreno.

—Bueno, accidente o no, debes admitir que estuvo increíble —comenta Dustin.

—¿Increíble?

—¡Sí! —contesta Henderson—. ¡Te lanzó por los aires con su mente!

Dustin admiraba mucho a Once. Era muy fan de los cómics de superhéroes, y el que uno existiera en la vida real y fuera su amiga era algo que le hacía mucha ilusión.

—¡Me pudo haber matado!

—Por eso la necesitamos. ¡Es un arma! —repite Mike, tratando de que Lucas pudiera entenderlo—. ¿Quieres luchar contra el Demogorgon con una piedra? Es como si R2-D2 enfrentara Darth Vader. No ayudaremos a Will si estamos muertos.

—¡Exactamente! —exclamó Stacy—. Lucas, quieras o no, debes aceptar que necesitamos a Once para esto. No podemos salvar a Will con una honda y varias piedras que encontraste en el jardín de la escuela.

Lucas los miró molesto. ¿Por qué no podían ponerse de su lado?

—Si quieren perder el tiempo con una traidora, adelante. Yo no voy a perder mi tiempo con ella. ¡Jamás! —Stacy se cruzó de brazos. Lucas estaba siendo demasiado inmaduro, pero no podía esperar mucho de alguien que estaba celoso—. Iré al portal. ¡Y encontraré a Will!

Los empujó a los tres para quitarlos del medio y se fue, dejándolos solos. No tenía que decirles que se fueran, el hecho de ignorar su presencia y dejarlos solos era suficiente para que el trío pudiera entender que Lucas no quería hablarles más.

—Debimos practicar esta conversación también —le dijo Stacy a Dustin.

Estaban desanimados al no poder convencer a Lucas de ignorar las diferencias y seguir con la búsqueda de Will.













RATO DESPUÉS, MIKE, DUSTIN Y STACY tomaron sus bicicletas y se fueron de la casa de los Sinclair. No tuvieron éxito al tratar de convencer a Lucas de volver, y aunque no les gustaba la idea de continuar sin él, tenían que avanzar. Debían encontrar a Once e ir en busca del portal que los llevaría al sitio en el que Will estaba ocultándose. Mentirían si dijeran que no tenían miedo de lo que podían encontrarse en el Otro Lado, pero estarían más seguros al tener a Once con ellos.

Solo debían encontrarla.

—Es raro estar sin Lucas —confiesa Dustin.

Estaban en medio de una carretera por el vecindario en el que vivían. No habían autos, así que hasta el momento no corrían el riesgo de ser atropellados, por lo que conducían sus bicicletas libremente.

—Debió darme la mano.

—Solo está celoso.

—Sí, ha estado demasiado irritante desde que conocimos a Once —agrega Stacy, haciendo que Mike la mirara a ella y a Dustin con confusión.

¿Cómo que Lucas estaba celoso?

—¿De qué hablan?

Harrington volcó los ojos y sonrió con burla. Era increíble que Mike realmente no entendiera nada. Dustin lo miró por unos segundos y después devolvió su mirada a la carretera mientras negaba lentamente con la cabeza.

Antes de hablar, dejó salir un pesado suspiro.

—A veces, me impresiona mucho lo distraído que eres —volvió a mirarlo—. Es tu mejor amigo, ¿no?

—Sí. Es decir, no lo sé —el pelinegro dudó por unos momentos. No creía que fueran mejores amigos luego de todo lo que había pasado.

Mike estaba cabizbajo. La verdad era que no sabía qué contestar. Desde la pelea con Lucas, sentía que algo en el grupo se había roto. La amistad entre todos definitivamente no era la misma desde que Will desapareció.

—Está bien, lo entiendo. Yo llegué aquí en cuarto grado —mencionó Henderson—. Tuvo la ventaja de ser tu vecino, pero no importa.

Stacy prestaba suma atención a las palabras del ruloso. Por la forma en que hablaba, ya sospechaba el rumbo que esa conversación iba a tomar.

Dustin fue el último en sumarse al grupo, no llevaba tanto tiempo como Stacy, Lucas o Will, pero eso no quitaba que los amara a todos con todo su corazón. Claro que sabía que por el hecho de que los demás se conocieran por más tiempo, serían más cercanos. Era por eso que no sentía que ellos lo consideraran su mejor amigo.

En la cabeza de Dustin, las personas solamente podían tener un solo mejor amigo. El resto serían solo amigos, pero aquella persona con la que tuviera un lazo más fuerte y fuesen más cercanos sería considerado como el mejor amigo de alguien.

—Lo que importa es que es tu mejor amigo —la voz de Dustin saca a Stacy de los recuerdos en los que estaba sumergida—. Y luego llega esta niña y empieza a vivir en tu sótano. Ya solo le pones atención a ella.

—Eso no es cierto —niega Wheeler.

—Sí, lo es. Lo sabes. Y él también —lo contradice el ojiazul—. Pero nadie dice nada hasta que empiezan los golpes y los gritos, como si fueran duendes descerebrados. Ahora todo está raro.

—Al fin alguien piensa como yo —Stacy celebra el no ser la única que piensa en esas cosas—. No son momentos para que estemos peleados, deberían saber eso. Pero no, dejan que una niña a la que conocemos hace apenas una semana separe el grupo.

—Eso díselo a Lucas —Mike se defiende—. No es mi mejor amigo.

—Sí, claro —Dustin rió.

—Lo es, pero también tú lo eres, al igual que Stacy. Y también Will. Eso creo.

Aquellas palabras le causaron ternura a la pequeña Harrington, pero no lograron convencer a Dustin.

—Sólo puedes tener un mejor amigo.

—¿Quién dice? —cuestiona Mike, que no estaba de acuerdo con esa ideología.

—La lógica —responde Henderson.

Él no parecía estar triste al pensar así, pero de todas formas le dio pena a Stacy. Dustin era uno de los mejores amigos que alguien podría tener, no podía rebajarse de esa forma.

—Tu lógica es una tontería —Stacy asintió, de acuerdo con las palabras de Mike—. Ustedes también son mis mejores amigos.

Henderson y Harrington sonrieron enormemente por las palabras de Mike. Stacy incluso se sintió agradecida de que el pelinegro la incluyera, pues la discusión sobre la amistad era principalmente entre Dustin y el pequeño Wheeler.

—De acuerdo —Dustin finalmente se rindió y aceptó lo que Mike había dicho.

—Eso fue muy lindo.

Mike rodó los ojos con diversión. Era muy poco común que se expresara de esa manera con la gente. Los miembros de la familia Wheeler no solían mostrarse amor entre ellos. Era una familia bastante disfuncional. Karen y Ted nunca se decían lo mucho que se amaban frente a sus hijos o siquiera a solas porque no era algo que en verdad sentían. Era por esto que a sus hijos les costaba mucho poder expresar sus sentimientos hacia otras personas: porque sus padres nunca fueron un gran ejemplo de ello.

Nunca los vieron mostrarse amor o inculcarles que si sentían algo por alguien, lo que debían hacer era reunir el valor suficiente para decírselo. En su hogar todo era muy monótono. La familia Wheeler vivía en una misma rutina siempre. Ante los demás eran la familia perfecta, sus hijos mayores eran excelentes estudiantes con unas calificaciones y una inteligencia envidiable, su hija más pequeña, que apenas era una bebé, era toda una ternura, y según los demás, el matrimonio de Ted y Karen se fortalecía año tras año.

Pero nadie sabía lo que ocurría tras las cortinas del hermoso hogar de aquella familia.

Algo parecido ocurría en la casa de los Harrington. Los padres de Steve y Stacy no hacían nada más que pelear y pelear. Su padre viajaba constantemente por el continente o fuera de este y su madre lo acompañaba porque no confiaba en su marido. Cuando llegaban, otras discusiones se formaban, pero con sus hijos. El señor Harrington presionaba demasiado a Steve, y siempre que tenía la oportunidad de hacerlo sentir menos, lo hacía.

Lo mismo con Stacy.

La menor siempre destacaba en su familia por su inteligencia, sus buenas notas, y el ser una alumna ejemplar en su escuela. Pero su padre nunca estuvo de acuerdo en cuanto a sus amistades. No era un secreto para nadie que Stacy Harrington vivía rodeada de chicos, fue por eso que le dieron la imagen de "chica arrastrada" y otros apodos misóginos desde muy temprana edad.

Claro que los apodos llegaron a oídos del señor Harrington y aquello no le gustó en lo absoluto. No porque insultaran a su hija constantemente, sino por la imagen que esa situación le daba a su familia. A los ojos de los demás, los Harrington eran no solo una de las familias más adineradas del pueblo, sino que también eran la familia "perfecta". Quiso acabar con el asunto al prohibirle a Stacy juntarse con chicos, pero realmente eso no funcionó ya que Stacy no quería separarse de sus amigos solo por lo que la gente pensara de ella.

A medida que la chica fue creciendo, forjó un fuerte temperamento, y los rumores nuevamente corrieron por el pueblo. ¿Qué decían esta vez? Que Stacy Harrington había adquirido conductas masculinas al juntarse demasiado con solo chicos. Incluso la gente llegó a pensar que al ella comportarse "como un hombre" había una posibilidad de que le atrajeran personas de su mismo sexo.

Esto último no era cierto, pero mucha gente se quedó con ese pensamiento durante años.

Su madre no decía nada al respecto, pero le aconsejaba a Stacy que para callar los rumores, debía comenzar a portarse como una señorita y buscar más amistades del género femenino. Stacy no tenía problema alguno en buscarse amigas, lo malo era que ninguna niña de su escuela se le quería acercar a menos que no fuese por interés.

"Stacy, eres tan inteligente. ¿Me ayudas con mi tarea?"

"Stacy, tu hermano es muy guapo. ¿Puedes presentármelo?"

"Justo tenía problemas con la clase de historia. ¿Qué te parece si me ayudas un poco, eh?"

"Escuché que te nombraron la mejor alumna de la clase, ¿no te gustaría juntarte con nosotras?"

A veces incluso se acercaban a ella por su apellido. Ya saben, los Harrington eran conocidos por casi todos en el pueblo. Todos sabían que la familia tenía demasiado dinero en sus bolsillos, y claro, el juntarte con alguno de ellos aumentaba tu popularidad al máximo.

Por estas razones, Stacy prefería pasar tiempo con Mike, Lucas, Dustin y Will. Ellos nunca tuvieron segundas intenciones cuando le ofrecieron su amistad. Y eran de las pocas personas que lograban entenderla a la perfección.

Ellos la protegían y ella los protegía a ellos. Su amistad era más que eso. Ellos tenían una hermandad.

Y lamentablemente las cosas habían cambiado.

Mike, Dustin y Stacy se detuvieron por un momento y llevaron sus miradas a un local cuyas puertas de cristal estaban quebradas y dos de las personas que trabajaban allí estaban hablando con la policía.

—Guao —soltó Mike.

—¿Creen que...? —iba a preguntar Dustin, refiriéndose a una posible visita de Once a la tienda.

—Eso es seguro.

—Once estuvo ahí —dijo Stacy antes de mirar a Mike—. No debe estar muy lejos.

Los tres lo siguieron de largo, al menos con la esperanza de que la niña con superpoderes se encontraba cerca y podrían encontrarla lo más pronto posible para poder continuar con la misión. Mike se sentía arrepentido de haberle gritado, y quería disculparse con ella en cuanto la encontraran.













(editado)

author's note !

¡HOLA, HOLA! NUEVA ACTUALIZACIÓN POR AQUÍ. Este capítulo estuvo fuerte, y todavía faltan unos cinco capítulos más o menos para culminar con el primer acto.

¿Qué opinan de este capítulo? ¿Qué les pareció?

Algo que quería decirles es que mi historia de Steve sale este viernes. Pidan su dedicación por si aún no lo han hecho. En verdad espero que les guste todo lo que voy a estar escribiendo. Me emociona mucho que por fin puedan ver lo que llevo guardando en borradores desde hace un mes.

Gracias por el constante apoyo a la historia.

Nos estaremos leyendo nuevamente en la semana<3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top