Este año había sido una mierda, lo viera por donde lo viera, Heeseung sabía que este año había sido una mierda. 

Hacia un par de meses había terminado con Jake, su único amor.

Heeseung sabía que había sido su error, no le había prestado tanta atención a su novio y se estaba enfocando demasiado en sus propios problemas tanto que se olvidó de demostrarle afecto a Jake.

Llegó un punto en donde Jaeyun, realmente se hartó y le empezó a reclamar.

Jake odiaba en que se había convertido Heeseung, una persona que no prestaba atención a los demás y actuaba con egoísmo, olvidando que alguien más vivía en su casa y compartía momentos con él.

La antigua relación de Jake había sido justo así.

Y lo que terminó de fregarla todo fue cuando en media discusión Heeseung le dijo a Jake:

—Yo te amo, solo que ahora no tengo tiempo, estoy viendo mis cosas Jake.

Esa misma frase había dicho el ex de Jaeyun.

Palabra por palabra.

Claramente Jake no perdió tiempo y salió del apartamento compartido con Heeseung.

Lee se dio cuenta que la había cagado cuando al día siguiente se levantó y vió que Layla no estaba en casa y que las llaves del apartamento estaban colagadas en el llavero, lo que significa que Jake había ido por la mañana a llevar a Layla a otro lugar y había dejado las llaves para no regresar más.

Los amigos de Heeseung, que también eran amigos de Jake por cierto, le dieron la razón a Jake acerca de la discusión de estos dos.

Riki concordó que todos se habían dado cuenta del cambio repentino de actitud de Heeseung hacia todos.

Jay por su parte, dijo que él también está de acuerdo con Jake, pero que debería disculparse.

Fue cuando le pasaron la data de que Jake había regresado a su antiguo departamento.

Heeseung fue.

Tocó la puerta y esperó.

Jake abrió la puerta y se encontró con un Heeseung con ojeras y un olor apestoso a cigarro y a alcohol impregnado.

Para esto había pasado al menos tres semanas de su separación.

A comparación de Heeseung, Jake se veía recién bañado y con la piel demasiado glowy.

Lee debía admitir que se veía mil veces mejor de a como se encontraba con él.

—Jake...

—¿Qué haces aquí Heeseung? Pensé que te dejé bien claro que no quiero verte nunca más.

—Dejaste esto en casa. —dijo extendiendo una correa de Layla y un juguete de estrella.

—Mmm... gracias, pero lo que dejé ahí lo deje por algo, no lo quiero.

—Vamos... es de Layla, solo acéptalo.

—Sí, es de Layla pero tiene tú casa tallada como ubicación y ni Layla ni yo vivimos ahí ahora, el jueguete, bueno —dijo y lo agarró.—. Bien, adiós.

—¡No! ¡Espera! Yo... mira... quería decirte... lamento todo... lo de estos meses, no me encontraba bien y lo sabes bien, yo no quise... que te afectara tanto... traté de verdad traté de mejorar, con todas mis ganas, traté de no actuar así contigo, lo lamento, fui un mal novio, te hice sentir mal y lo sé, lo siento tanto, pero porfavor dame otra oportunidad, prometo mejorar.

Heeseung se dio cuenta que estaba llorando, no se dio cuenta de cuando comenzó, pero definitivamente su rostro estaba un desastre.

—No, no sirve de nada prometer Heeseung, ¿qué me puede asegurar que vas a mejorar? nada, no tengo garantía. Mi salud mental no va a pagar porque la tuya esté mal, ya traté antes, no lo volveré a hacer otra vez.

—Porfavor... Jake...

—Lo siento Heeseung, pero me amo más de lo que te puedo amar a ti.

Heeseung no recuerda el resto, en realidad no recuerda casi nada de los próximos tres meses, tres meses en donde estuve descuidando su trabajo como bailarin de respaldo.

Realmente estaba muy triste como bailar.

Habían pasado cuatro meses desde que Heeseung y Jake se habían separado.

Heeseung ya no tenía amigos, estaba solo.

El día de hoy era igual a como eran todos últimamente, había comprado una galleta de la fortuna y al momento de abrirla esta decía.

"Vete a casa, ya nadie más te ama"

Él sabía que era verdad, pero aún así era una mierda de galleta de la fortuna.

En la noche fue a un club, tratando de distraerse.

Estaba tomando en la barra cuando se fijó en la pista de baile, era Jake.

Estaba con otro chico, no lo conocía, pero se veía que era guapo y Jake se veía feliz, eso era lo importante, que Jake estaba feliz.

De la nada unas ganas de vomitar aparecieron en él.

No era que le daba asco Jake, era asco por él mismo, Jaeyun, estaba ahora feliz, lo había superado y se veía bien, mientras él, estaba cada vez más estancando en su mierda.

Trató de salir corriendo pero terminó vomitando en la entrada, cerca de la pista.

Algunos se rieron de él y otros lo miraron con asco.

Pero, Heeseung sabe que Jake lo miró, y Jake sabe que Heeseung sabe que él lo vió.

Así que cuando Heeseung llego a su casa, estuvo esperando alguna llamada proveniente del pelinegro, pero nada, ni una sola llamada.

Esa noche, vomitó dos veces más, solo que esta vez nadie más lo vio.

Llegó navidad, y por primera vez en cuatro años, no tuvo un regalo.

Heeseung se había mudado fuera de su ciudad natal hace mucho, por lo que ya no recibía nada de sus padres, por lo que estos últimos años, los únicos regalos bajo su árbol, eran de Jake y de sus amigos.

Realmente apestaba.

Decidió ir a una licorería cercana y ni se fijó en cuanto pagó por las dos bolsas llenas de alcohol con las que se dirigió a casa.

No sabe cuantos días pasó después de eso, porque simplemente se levantó pensando que era el día siguiente, pero no.

Tenía cientos de llamadas, toda la habitación estaba sucia, repleto de alcohol derramado, cenizas, cigarros acabados y ramen instantáneo ya preparado.

Cuando se puso a revisar sus mensajes, se dio cuenta de que estaba despedido.

Había faltado aproximadamente doce días al trabajo, y en la única llamada que contestó a su jefe dijo:

—Me siento demasiado triste como para bailar, porfavor traigan a Jake si quieren que siga trabajando para ustedes.

Así que por primera vez en cinco meses Heeseung se puso a limpiar su casa y a limpiarse él mismo.

Había pasado tres semanas borracho, inconsciente  y estaba completamente sucio.

Después de limpiar su espacio, llamo a su padre.

—Papá, realmente no sé que hacer. —dijo entre lágrimas.

—Cuando salga el sol ya no necesitarás ningún romance, hijo; sabes que tú puedes solo, porque no necesitas a nadie para bailar.

[...]
especial de navidad
(I think?)