1. Messenger

Aruna tomó la iniciativa al ver que su padre no decía nada y mucho menos se movía, sus dedos se movieron veloces por el teclado tratando de escribir una respuesta como su padre lo haría... o no.

Izu
Hola, ¿Todoroki? ¿Este es tu perfil o me estoy confundiendo?

Shouchan
¡Por supuesto Izu! ¿Por que tardaste tanto en escribir?

El cursor parpadeó al final de la oración, su padre le dio un manazo antes de que presionara enter y borró todo el mensaje.

— ¡Ouch! —se quejó sobando el dorso de su mano—. ¿Qué te ocurre viejito? Trato de hacerte un favor.

—Yo nunca diría eso —rodó los ojos y jaló el aparato para acercarlo más a él, como si eso le fuera a ayudar a contestar.

Aruna observó atenta los dedos índice de su padre moverse por el teclado, le desesperaba un poco y estuvo a punto de quitarlo para escribir ella, cuando el mensaje fue enviado.

Shouchan
Hola.

La muchacha casi se lanza por la ventana, mil años de espera para eso.

— ¡Ni siquiera respondiste su pregunta! —se quejó de nuevo, empujando la silla de su padre y dejando que rodara hasta topar con el ventanal que daba luz a todo el estudio.

—Lo iba a hacer, deja de interrumpirme.

—Está bien —rodó los ojos y jaló la silla abandonada junto a la ventana del otro lado—. Pero yo escribo, tú eres muy lento.

Shouto masajeó sus sienes y suspiró resignado, prefería no discutir con su pequeño demonio.

—Si, soy Todoroki.

Aruna observó a su padre un par de segundos y comenzó a escribir.

—Por supuesto que soy el amor de tu vida —refutó ella, como si corrigiera lo que el mayor había dicho.

— ¡Aruna!

—Dale emoción, Shouto, a este paso va a creer que no quieres hablar con él.

La forma tan repentina en que se había impulsado en la silla para volver al lado de su hija fue estruendosa y torpe, también asustó a la menor pues nunca había visto a su padre actuar así.

— ¿Qué digo entonces?

Hizo una mueca, pensando que era lo mejor, mientras borraba el escueto mensaje de su padre. Debía encontrar un punto medio entre lo que ambos querían decir para no asustar a Izuku. Se enderezó cuando finalmente su cabeza se iluminó y comenzó a escribir tan rápido que Shouto no pudo detenerla de mandar el mensaje sin revisarlo esta vez.

Shouchan
Claro que soy Todoroki, pero si es a Shouto a quien buscas entonces estás en el lugar correcto.

Papucho

— ¡Aruna!

— ¡Es broma! —se rió borrando el último mensaje, jamás había visto el rostro de su padre tan rojo.

Izu
Es bueno ver que conservas el buen humor, aunque Kacchan dijo que estabas más serio que de costumbre.

Shouchan
¿Eso dijo?

Izu
Bueno, usó otras palabras, ya lo conoces

Izu
¿Cómo has estado? ¿Qué hay de Momo? Supe que tuvieron una hija.

Padre e hija quedaron en silencio, en dieciocho años había temas que evadían al máximo y todos sus cercanos los sabían, como el tema de Yaoyorozu. Pero no podían enfadarse con Izuku cuando seguramente no sabía nada si estaba preguntando.
Aruna comenzó a escribir, detenida de inmediato por su padre quien borró toda la oración.

—Aruna, te he dicho que respetes a tu madre.

—Decirle que ella come tierra no es mentira, los dos lo pensamos.

Suspiro y sonrió, era gracioso que se comportara como niña algunas veces... y que escribiera justo lo que pensaba, pero no podía decir eso en voz alta.

—Quedamos la última vez que no íbamos a hablar mal de tu madre.

—Bien —rodó los ojos y se cruzó de brazos—. Digámosle que es una santa y que la canonizaron por eso.

—Tampoco vamos a mentir, digamos que ya no estoy con ella y punto.

Bufo y aceptó lo dicho por su padre, volviendo a escribir, esta vez con más prisa aparente en el teclado.

Shouchan
Ella y yo nos separamos hace mucho.

Shouchan
Tengo una hija, Aruna, de dieciocho y es la mejor hija de...

—Ahora estas exagerando —Shouto quería reírse pero se mantenía serio en su lugar.

— ¿Exagerando? Soy la mejor hija del mundo y no puedes negarte.

—Puedo y lo estoy haciendo, borra eso.

—No me dejas divertirme —bufó de nuevo y borro el mensaje—. Cuando me conozca dirá que soy la mejor hija del mundo.

Shouchan
Aruna tiene dieciocho ya, el tiempo pasó muy rápido.

—No me veas así —se defendió antes de que su padre le reclamara de nuevo—, a veces hablas como viejito, Midoriya debe saber la verdad.

La pequeña ventana parpadeando les detuvo antes de que siguieran discutiendo.

Izu
Lamento haber preguntado, debe ser un tema difícil para ti.

Izu
¿Dieciocho ya? Debe estar tan hermosa como Fuyumi y tu mamá.

—Midoriya me agrada, hay que quedárnoslo —dijo la muchacha, jalando la manga de su padre como cuando era niña y suplicó por su perrito.

—No es una mascota, Aruna.

El sonido de un nuevo mensaje les interrumpió, de nuevo.

Izu
¿Aún estás en Tokio?

Shouto suspiró y se enderezó, debía empezar a contestarle él, no podía tener a su hija pegada a su lado toda la conversación.

—Muy bien, hora de que te vayas.

— ¿Qué? —saltó en su lugar y se aferró al reposa brazos cuando su silla fue movida lejos del escritorio—. No puedes hacerme esto, yo te hice el perfil... y es mi computadora.

—Te la devolveré cuando terminemos de hablar.

— ¡Esto es traición!

—Dijiste que saldrías con Eth y ya se te hizo tarde, te devolveré tu computadora más tarde.

—Bien —se puso de pie cuando estuvo cerca de la puerta—. Pero si no me cuentas qué pasó entraré a tu cuenta a averiguar.

—Como digas.

—Volveré por la noche, pa —besó su mejilla y le sonrió—, reconquistas a papá Izuku en mi ausencia —agregó, guiñando un ojo antes de cruzar la puerta, huyendo antes del regaño.

Shouto suspiró y se pasó una mano por el cabello, volvió a su escritorio y se acomodó frente a la pantalla de la laptop, estaba terminando de mentalizarse para poder escribir con coherencia, ignorando la extraña sensación en su estómago.

Cuando en sus sugerencias de amigos salió el perfil "Shouchan" sin foto pero con Kiri como amigo en común, sintió un pinchazo en el corazón, primero no supo cómo tomarlo y después se dio cuenta que su cabeza le gritaba contactarse con él, aún si no estaba seguro todavía de que fuera esa persona.

Para cuando se decidió a mandarle una solicitud, su perfil desapareció y tuvo una notificación nueva en las solicitudes de amistad, su corazón saltó de nuevo y quiso gritar cuando vio el perfil en espera de que aceptara ser su amigo. Esta vez no perdió el tiempo y dio clic en aceptar, la pequeña leyenda confirmando que eran amigos le provocó un severo rubor en sus mejillas.

Se mordió el pulgar al ver que estaba conectado y tardó casi dos horas debatiéndose entre mandar el primer mensaje o esperar a que le mandara un mensaje primero. Jugó con sus dedos, tamborileándolos contra el sillón y cambiando de ventana de forma ansiosa, sin decidir del todo que debía hacer.
Finalmente hizo la pequeña mesa de lado y se puso de pie, comenzando a dar vueltas por el loft, subiendo y bajando las escaleras con ansiedad, engañándose a sí mismo que había olvidado algo en su cama.

Eraser le observaba desde su pequeña hamaca en la altura, el gato negro movía su cola de lado a lado, muy despacio y analizando la situación; Izuku se preguntó si aún trataba de cazar a All Might, su conejo -quien dormía a pierna suelta en su enorme jaula-, esperando que se descuidara para volver a mordisquear su pata.

Caminó hasta el pequeño rincón donde era su cocina y se sirvió un vaso de agua, murmurando todas las posibilidades de una posible conversación. Su portátil había sido trasladada de la pequeña mesa donde trabajaba en la sala a la barra de la cocina, la ventana del chat de Shouchan aún estaba abierta y él seguía conectado, era como si estuviera esperando que le hablara... se preguntó entonces si estaba en el mismo dilema que él... o si estaba demasiado feliz con Yaoyorozu, no, con la señora Todoroki como para recordarlo siquiera.

Se pasó una mano por el cabello y quiso tomar en brazos a su gato que se acercaba buscando comida.

— ¿Qué debería hacer, Eraser? —preguntó cuando el felino se sentó en la barra junto al portátil—. Estoy muy cansado para seguir jugando a las citas y muy viejo para esperar que él aún sienta algo por mí.

El gato maulló y comenzó a lamer su pata, casi con elegancia.

—Tienes razón, no estoy tan viejo pero aún así, no tengo edad para estar jugando.

Un maullido más corto y ronco le contestó, el animal se estiró y rodeó la máquina para empujar su plato hacia su dueño con una pata.

—Bien, tienes razón —se enderezó y sacó un sobre de alimento para vaciarlo en su plato—, le hablaré yo —murmuró pasando una mano por su cabeza para acariciarlo mientras comía.

Izuku volteó a lavar sus manos y el vaso que recién había desocupado, volvió la vista a la pantalla para acercarse y escribir un mensaje rápido, algo que no sonara desesperado.

Presionó enter y se mordió el labio, de inmediato apareció la leyenda visto y la hora, luego aparecía que estaba escribiendo... ¡estaba escribiendo de vuelta! ¡Qué nervios!
De inmediato se sintió arrepentido y quiso borrar todo, bloquearlo y quemar su laptop, pero ya era muy tarde... de igual forma se sintió un poco extraño cuando no llego nada luego de unos cinco minutos, tal vez se había arrepentido porque ya no lo recordaba, el solo pensamiento le partió el corazón.

Miro el reloj y la hora le desalentó un poco, serian pronto las ocho de la mañana y no había dormido ni un poco, hizo cuentas y calculó que en Tokio fueran casi las cinco de la tarde; se estiró con flojera y bostezo, lo mejor era dejar eso por la paz e ir a dormir. Apagó y cerró la computadora, comenzando a apagar las luces, debía descansar bien si quería rendir otro turno nocturno en el hospital.

Eraser le siguió de cerca cuando comprendió que irían a dormir y le gano a llegar a la habitación, subiendo a su pequeña y mullida cama, listo para tener su merecido descanso. Izuku se cambió la ropa de hospital y se puso la pijama, dejándose caer en la cama soltando un enorme bostezo en el proceso. Cerró los ojos después de enredarse en sus cobijas y justo cuando su cansancio comenzaba a ganarle, el celular le hizo abrir los ojos. Tenía un mensaje de messenger.

Se enderezó con prisa y desbloqueó el teléfono que casi salió volando de entre sus manos, leyendo con prisa el escueto mensaje. Un simple hola y él podía sentir su corazón brincando de nuevo, ya no sabía si era por las desveladas o real emoción. Llego otro mensaje un par de minutos después y tragó saliva cuando sintió sus mejillas rojas.

Shouchan
Claro que soy Todoroki, pero si es a Shouto a quien buscas, entonces estás en el lugar correcto.

Mordió su labio inferior y se dio cuenta de una sonrisa boba que tenía en el rostro, haciendo que le dolieran las mejillas. Era estupido, pero podía presumir que Shouto solo le había mostrado su sentido del humor a él.

Izu
Es bueno ver que conservas el buen humor, aunque Kacchan dijo que estabas más serio que de costumbre.

Escribió con prisa, dejándose caer en la cama de nuevo pero con el celular en la mano. Recientemente había hablado de nuevo con sus viejos amigos de la escuela y fue grato saber que todos estaban bien, pero de los únicos que no sabía nada, eran Shouto y Momo, él creía que querían su privacidad... y pensando en ello se recordó que no podía ilusionarse demasiado... ellos tenían una familia bien hecha y él no tenía derecho a entrometerse.

Shouchan
¿Eso dijo?

Izu
Bueno, usó otras palabras, ya lo conoces

Izu
¿Cómo has estado? ¿Qué hay de Momo? Supe que tuvieron una hija.

Suspiró, su corazón le dolió al preguntar pero pensó que era lo mejor dejarlo todo platónico. No debía cruzar la línea. La respuesta tardó más que las otras, noto que había escrito y borrado varías veces y repentinamente no supo cómo sentirse.

Shouchan
Ella y yo nos separamos hace mucho.

Shouchan
Aruna tiene dieciocho ya, el tiempo pasó muy rápido.

Dejó el celular de lado, se cubrió la cabeza con la almohada y soltó un grito que esperaba sus vecinos no escucharan. Cuando se quitó la almohada se mordió el labio inferior, sonrió levemente y buscó el teléfono, se sentía horrible como ser humano pero estaba feliz, aunque no debía hacerse falsas ilusiones.

Izu
Lamento haber preguntado, debe ser un tema difícil para ti.

Izu
¿Dieciocho ya? Debe estar tan hermosa como Fuyumi y tu mamá.

Escribió con prisa, miro el reloj y sabía que debía dormir pero era como si todo el cansancio se hubiera esfumado. Se apresuró a escribir el siguiente mensaje, con sus dedos un poco torpes.

Izu
¿Aún estás en Tokio?

De nuevo la respuesta demoró y se preguntó si estaría haciendo algo importante. Tal vez trabajo... o manejaba... o tenía alguna pareja y él sólo le quitaba el tiempo.

Shouchan
Sí, ¿y tú?

Suspiró y se recostó de lado, enredándose más en las sábanas.

Izu
Ahora vivo en Londres, y algunos meses trabajo en un hospital en Paris.

Releyó su mensaje, ¿había sonado muy pretencioso?
No quería eso, sólo era sincero.

Shouchan
Déjame adivinar, ¿pediatra?

Sonrió y mordió su labio inferior, joder, siempre lo conoció mejor que él mismo.

Izu
Sí, al final tenias razón y me decidí por esa.

Shouchan
Lo sabía, te va mejor que Psiquiatría, siempre fuiste muy blandito.

No pudo evitar soltar una carcajada, se cubrió la boca cuando Eraser alzó la cabeza con molestia por haber sido despertado y sintió sus pómulos calientes.

Izu
¿Qué hay de ti? ¿Como va el diseño?

Shouchan
No termine esa carrera.

Mordió su labio inferior y bajo la mirada, no supo si era correcto preguntar o no.

Shouchan
Momo se embarazó a la mitad de mis estudios y tuve que salirme para trabajar en la empresa del viejo, así que al final estudié negocios como él quería para darle a Aruna lo que necesitaba.

Suspiró y soltó un bostezo, el cansancio estaba volviendo poco a poco y temía quedarse dormido dejando la conversación a medias.
Mojó sus labios y comenzó a escribir despacio, para comprobar que el mensaje estuviera bien escrito.

Izu
Estoy seguro que eres un buen padre, Shouto.

Shouchan
Significa mucho que lo creas.

Esbozó una suave sonrisa y se acomodó en su almohada, más que contento.

Izu
Shou, tengo que dejarte ahora, tengo el turno nocturno y debo dormir... pero, ¿podemos hablar después?

Se mordió el labio, suplicando al cielo que recibiera una respuesta positiva.

Shouchan
Perdona, no quiero molestarte

Izu
No me molestas, al contrario, estoy muy feliz de hablar contigo.

Shouchan
Ve a dormir, espero que podamos hablar antes de que yo deba dormir.

Izu
Así será.

Dudo un poco pero al final no quiso poner un adiós o hasta luego, quería dejar la conversación con ganas de fluir, quería abrir los ojos y hablarle... quería marcarle pero también sabía que tenía un límite, era muy muy pronto.

Conectó el teléfono y se removió entre las cobijas, cerró los ojos y se abrazó al pequeño conejo de peluche que descansaba a su lado... el único regalo de Shouto que aún conservaba.

Dibujos por: corgi-makaroni
Denle amor uwu

Hey y'all!

Aquí Rave con el primer cap, hoy estoy on fire y soy bien malvada por estar actualizando en el trabajo xD peeeero no importa, ya casi salgo de vacaciones y es tiempo de recompensarles mi ausencia.

Mil gracias por leer, votar y comentar!
Lof, smooches y galletitas!

Rae Septoxic

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