Patee una piedra con agresividad, había vuelto al comienzo otra vez, había estado llorando todas las noches por Dabi, solté un grito de frustración mientras volvía a patear la piedra con agresividad mandándola lejos y perdiéndola de vista.

—Maldición. —Me abracé a mi misma mientras sentía las lágrimas acumularse en mis ojos una vez más, las limpié con algo de fuerza y empecé a caminar a paso veloz hasta mi casa, no dejaría que me vieran llorar.

Al llegar a la puerta del departamento introduje las llaves en la cerradura, abrí la puerta, me quité los zapatos y caminé hasta mi habitación para poder llorar en paz pero me lleve una sorpresa al entrar en mi cuarto.

Ahí estaba el dueño de mis lagrimas leyendo las notas que había escrito para él, sentí mi corazón estallar al momento en que me vio.

—¿Tu escribiste esto? —Me mostró el cuaderno de caratula roja, intenté arrebatárselo pero me lo impidió alejándolo.

—E-es p-p-privado. —Mi voz no salía correctamente, en cualquier momento mis lágrimas iban a estallar y terminaría llorando enfrente de él.

De ninguna manera me veras llorar.

Era lo único que podía pensar pero mi cuerpo decía otra cosa, iba a terminar soltando lo que tenía desde hace semanas atorado.

Pero no quería, no quería parecer débil frente a él.

El pelinegro buscó entre las hojas hasta detener en es pagina en específico, me la mostró.

Pero no quiero dejarte ir a ti.

Era lo que había escrito anoche antes de ir a dormir.

—¿Eso es verdad? —Él dejo la libreta a un lado y avanzó hacia a mí, retrocedí.

—¿Y que si es v-verdad? —Intentaba parecer firme pero mi voz temblorosa me delataba.

—Porque yo tampoco quiero dejarte a ti.

Sin previo aviso las lágrimas salieron de mis ojos, corrí hasta Dabi y lo abracé al instante en el con sus manos rodeo mi cadera y besó mi frente.

—No quería dejarte, en serio, no quería. —Susurraba en el hueco de mi cuello y hombro mientras intentaba acercarme más a él.

—Eres un idiota, un verdadero idiota.

Tal vez no era tan buena en las despedidas.

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HEY, HEY, HEY

Me encanta Bokuto de Haikyuu, perdon:( 

Bueno la verdad es que esta historia iba a ser sobre empoderamiento femenino "deja el toxico" 

Pero me dije a mi misma "Hidaka, si a ti te llama el toxico vas a ir corriendo" así que no pude escribir sobre eso:((((. 

Les dejaré ese final abierto para que saquen sus conclusiones, iré a escribir sobre Haikyuu bai las amoo.