22.

Hoy volví a llamarte como todos los días, intentado no perder la fe.

No sabes cuan feliz me hizo escuchar tu voz.

Te escuchabas ronco, asustado y triste, provocando un dolor en mi pecho.

No dudé ni un segundo en preguntarte en donde te encontrabas y contestaste mientras llorabas.

Aunque no lograste decirme completo, pues tu novio había llegado.

Gritos, llanto, una discusión. Todo eso podía escucharlo a través del teléfono.

Con la poca información que pudiste darme fui, sin importar que me tardaría en encontrarte.

Solo quería verte de nuevo.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top