CAPITULO 5
Sam.
-Sam, Sam despierta-dijo Fatima moviéndome bruscamente.
-¡¿Eh?!-me senté-. Fatima, son las 4 de la mañana.
-Te buscan abajo.
-¿Qué?
-Mejor baja.
Me levante rápidamente y baje descalza detrás de Fatima.
-¿Jessy?
-Sam...
-¿Qué carajos haces aquí?-me acerque a ella.
-Calma, vengo en son de paz. Mis padres me corrieron de la casa.
-¿Cómo?
-Es que... Estoy embarazada.
-¿Eh?-dije con la mayor sorpresa que jamas habia visto en mi vida-. ¿Embarazada? ¿De quién?
-No puedo decirte.
-Entonces largate de aquí.
-No, no, Sam no puedes correrme, soy tu hermana, no tengo a donde ir.
-¡Eso no es asunto mio, Jessica!
-Por favor, solo unos días, mientras veo que hacer.
-¿Piensas abortar?
-N-no lo sé... No sé.
-Bien, solo dos días, luego quiero que desaparezcas de mi vida.
-¿Por que el odio?
-Siempre te has sentido superior a mi, no entiendo porque venir a pedirme ayuda.
-Porque no tengo a nadie más.
-... Bien-empece a subir las escaleras-. No es problema mio donde te quedaras. Ahí esta ese sofá.
-Sam, estoy...
-Ya sé que estas embarazada pero yo no te mande a acostarte sin protección con algún desconocido.
-No fue un desconocido.
-Entonces dime con quién fue.
-No puedo.
-Como quieras-subi al segundo piso y me encerré en mi habitación. Joder, ahora tengo que cargar con Jessica.
-Vaya-dijo Fatima, entrando-, que cruel fue eso.
-No la soporto, la odio, que agradezca que se quedara.
-Ya veo... ¿Quién crees que sea el padre?
-No sé y la verdad no me interesa.
-Y si... Si es alguien que conoces. La vi muy nerviosa cuando le preguntaste quién era. No sé tú, pero presiento que lo conoces.
-Si es así no tardare en averiguarlo. Bueno, debo despertar a Alonso y arreglarme, tú haz lo mismo.
-P-pero... No dejaremos a esa loca aquí sola ¿cierto?
-¿Por qué no?
-Freddy duerme en la habitación de huéspedes, que tal que lo viola.
-No hará eso, Fatima.
-A la salida vendré aquí con Bryan.
-Bueno, pues cuando vayan a follar le dices que se vaya. Asunto resuelto.
-Es que...
-Fatima, solo serán dos días. Creéme que yo tampoco la quiero aquí.
-Bien, pero si veo sus ojos en el trasero de mi novio se los saco con un tenedor.
-reí-. Vale. Ahora puedes ir a arreglarte.
Rodeo los ojos y salió del cuarto. Llame a Alonso, se tardo en contestar lo cual me dio a entender que si durmió hoy.
-¿Hola?-dijo una voz adormilada.
-Despierta, mi amor-dije riendo-.
-¡No!-escuche mucho movimiento, por que calcule que se puso la almohada en la cabeza.
-¡Alon!
-¡Cinco minutos!
-No, porque esos cinco minutos se transforman en horas.
-Hoy ni hay examen... ¿por qué mejor no vienes a mi casa en dos horas?
-¿Qué?-dije riendo-. ¿Y tus papás?
-Saldrán todo el fin de semana a partir de hoy-lo escuche ya mas despierto-. ¿Qué dices?
-mordí mi labio inferior-... Te veo en dos horas.
Su risa me despidió y colgué luego de él. Me metí a la ducha a darme un baño de agua caliente.
*
Baje las escaleras luego de arreglarme. Ya le había dicho a Fatima que no iría a la escuela aunque seguía en la cocina comiendo.
-¿Sigues aquí?
-Si-hablo con la boca llena-, Bryan aun no llega.
-Bueno, yo me voy.
-Si quieres espera y te dejamos de paso. No tarda en llegar.
-Mm... Vale.
Me senté con ella en la barra luego de calentar un pedazo de pizza del día anterior. Jessy salio del baño y se acercó a mi.
-¿Quién es el chico de cabello ondulado?
-Mi primo-dijo Fatima a la defensiva-, reglas para quedarte en mi casa. 1) No toques nada que no sea tuyo, eso incluye a Freddy; 2) No mires donde no debes, eso incluye a Freddy-rei ante su comportamiento-. Y 3) ningún hombre bajo este techo debes ver, eso incluye a Freddy, a mi novio y a su novio-me apunto-, y a cualquier parte de ellos. Si rompes una de esas reglas tú y tu "bebé" se van.
-Ya entendí-aunque no prometo nada, a tu novio lo conocí mucho antes que tú, le llevo un regalo a Sam hace tiempo, como encargó de Alonso, es un adonis, ¿verdad? Cuerpazo de 100, esos labios -se paso su lengua por los labios-, y como no hablar de ese trasero.
Un fuerte golpe me hizo voltear de golpe. Jessy estaba tirada en el suelo sujetando su mejilla y llorando.
-¡Te lo dije perra!
-¡Calma!-el timbre sonó y fui a abrir llevando conmigo a Fatima. Era Bryan.
-¿Todo bien?
-Si, vamos-tome nuestras cosas y saque a Fati de la casa-. Antes de que Fatima mate a mi hermana.
Subimos a la moto de Bryan como pudimos. De mi casa no estaba lejos la de Alonso, así que solo seria una incomodidad de minutos.
-Gr-gracias-dije bajando de la moto, desatorando mi pantalón de esta-. ¡Ay!-grite en cuanto caí al suelo.
-¿Estas bien?
-Si-me levante rápido para que nadie me viera-. Gracias por el aventon. Literal. Los veo luego.
Camine hacia la casa de Alonso y toque el timbre. Segundos después la puerta se abrió dejando ver a Alonso riendo.
-¿Qué es tan gracioso?
-Tu gran llegada.
-Joder, ¿me viste?
-Con el alboroto que traían quién no.
Rode los ojos y Alonso me hizo pasar abrazándome por los hombros.
-Rente un par de películas y pedí comida china y pizza.
-Vale, vamos a engordar.
-Tú, yo no engordó.
-Me quieres engordar para que luego nadie me quiera-me acerque lentamente subiendo mis manos por sus hombros-. No prefieres comer otra cosa-mordi mi labio-.
Sonrió pícaramente y tomo mis labios levantándome del suelo. Sentí sus manos en mis muslos, acariciando y apretando. La verdad, tenia mucho que no hacíamos el amor. Estábamos sedientos el uno del otro.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top