CAPITULO 24
Sam.
-¿Fiesta? ¿De qué es la fiesta?
-Es de... Bueno... Es una pasarela en primer lugar, luego viene la fiesta, la agencia lanzara una nueva línea de ropa y... Me gustaría que asistieras.
-¿No le molestara a Larissa?
-No... Al contrario...
-No logro entenderte... Pero esta bien, iré.
-Es mañana...
-Alonso no tengo ropa pudiste avisarme con tiempo...
-Supuse que dirías eso... Vamos, yo mismo te comprare ropa.
-¿Qué? Claro que no...
-Claro que sí... Son las cinco, anda vamos.
-Alonso...
-¿Qué?
-Nada...
No podía. He pasado por mucho para volver a verlo como un amigo a pesar de sentir lo que siento. No iba a arruinarlo ahora que nos llevamos tan bien.
Condujo hasta el centro comercial en busca de vestidos para mí. Le insistí tanto en que no fuera algo caro pero como si fuera a hacerme caso. Llegamos a una tienda enorme en la que tenia miles y miles de cosas caras, estuve a punto de salir corriendo pero Alonso no me lo permitió, obvio.
-A ver-decia mientras pasaba de vestido en vestido junto a una chica que se ofreció a ayudarnos-... ¿Este?-saco uno color plateado, demasiado corto-... Mm... Nop.
-Tenemos una linea especial de vestidos hechos por una diseñadora de Francia... Puedo mostrárselos si gusta.
-Pues que esperas, traelos-la chica se fue corriendo y desapareció tras una puerta.
-Te ves más emocionado que yo por comprar ropa-se sentó a mi lado y se quedo viéndome-. ¿Qué?
-Solo... Estaba recordando...
-¿Algo en especial?
-Todo era especial antes...
-Podría volver a serlo...
-negó-. No es posible...
-¿Por qué...?
Estaba por tocar su hombro con mi mano cuando se puso de pie alejándose de mi hacia un estante de joyería. ¿Qué le pasa?
La chica volvió con una gran cantidad de vestidos color negro y rojo.
-Uff... Todos son perfectos...-dirigió su mirada a mi y a los vestidos.
-No los compraras todos.
-Buh... Pruebate este-me dio uno rojo con una abertura en el pecho. No era de mi gusto pero era bonito. Entre al probador y me lo coloque. Me mire al espejo y la verdad no me gustaba demasiado-. Puedes salir...
-Vale-abri la puerta y me mostré frente a él. Me miro de arriba abajo, hizo que me diera vuelta y así por unos minutos.
-Nop...-se puso a ver los demás. Me paso varios vestidos más haciéndome probar y modelar cada uno de ellos. Ya estaba muy cansada.
-Debo informarte que no soy otra de tus malditas modelos-dije lanzando el ultimo vestido que me había pasado hacia afuera quedando en ropa interior. La puerta se abrió mostrándome a Alon con un vestido negro largo que tenía plateado y algo de encaje en la parte de abajo y en el escote.
-Prueba con este. Aunque no me molestaría llevarte así como estas.
-Sal de aquí, pervertido-le lance mi zapato y tome el vestido colgándolo en la puerta para apreciarlo mejor. Era muy bonito a decir verdad. A juzgar por el escote decidí quitarme el sostén para lucirlo mejor y me lo coloque, con algo de dificultad ya que era algo pesado. Me mire al espejo y, vaya que se notaba la diferencia con los demás vestidos.
-¿Sam? ¿Necesitas ayuda?
Abrí la puerta y mire a Alonso sentado en el suelo con el celular en sus manos. Me reí algo bajo llamando su atención, se puso de pie inmediatamente, tropezando hacia mi.
-Oye, cuidado.
-Este es... Te ves hermosa.
-Lo sé...
-Señorita, ¿tiene zapatillas para ese vestido?
La chica asintió y se retiró en busca de los dichosos zapatos. Me metí nuevamente al probador a cambiar el vestido por mi ropa. Al salir, Alon me hizo probarme los zapatos que había elegido y después fuimos a la caja. Casi me caigo al escuchar el total de un simple vestido y unas zapatillas aunque a Alonso le apareciera una ganga.
-Guarda tu dinero para la vejez.
-Seguramente cuando sea viejo tendré mas dinero que ahora.
-Presumido.
-Aquí tiene, gracias por su compra.
-Gracias-tono ambas bolsas y salimos de la tienda-. Vamos a cenar, muero de hambre.
-Que raro.
Caminamos hasta un restaurante y nos dispusimos a cenar. Conversamos y reímos, incluso Alonso discutió con dos chicos de otra mesa y terminaron por echarnos a los cuatro.
-Bravo Villalpando.
-¿Qué?
-Nada... Vámonos a casa.
*
-¡Sam, ya es tarde!-grito Jos desde la planta baja. Él y Logan habían venido a hablar conmigo y sin embargo no habían dicho nada extraño, aunque sobre su manera de actuar no podía decir lo mismo.
-¡Ya voy!-termine de abrocharme las zapatillas y me mire por última vez al espejo. Tomé mi bolso y salí de mi habitación.
-Oye... ¿estas bien?-escuche hablar a Jos.
-Si, ¿por qué no habría de estarlo?
-Por... Ya sabes... ¿no fui muy brusco contigo?
Oh por dios...
-Solo lo suficiente-se acerco y lo beso-, fue increíble.
-¡No es cierto!-baje corriendo las escaleras-. ¡Ustedes... Ustedes ya...!
-Shh, no digas nada.
-¿Cómo quieres que no diga nada si me voy enterando que tuvieron sexo?
-Callate... No le digas a Alonso.
-¿Eh?
-Puede decirle a Larissa y... Enloquecería.
-Oh, entiendo, no te preocupes pero... Quiero detalles.
-Te contare cuando seas grande niña, ahora vamos a la estúpida fiesta.
-Oye...
Me sacaron a empujones de la casa para subir luego al auto, lugar donde mi boca no no dejo de hablar en todo el camino.
-¡Ya callate Sam!
-Uy, perdón.
Ambos bajaron del auto y Logan me abrió la puerta y ayudo a bajar. Habíamos decidido venir luego de la pasarela, Alonso dijo que sería aburrida. Entramos y lo primero que vi fue a Larissa lanzarse a brazos de Alonso. Muy buena primera impresión.
-Jos... Iré a tratar de hablar con mi hermana.
-¿Sobre qué?-dije, curiosa.
-Asuntos... Familiares. Ahora vuelvo.
-Han estado actuando muy extraño todo el día Jos, ¿esta todo bien?
-Lo esta...
-Sam...-me gire a ver a Alonso, se veía muy, pero muy guapo.
-Hola Alonso...
-Quiero hablar contigo... Vamos a mi oficina...
-¿Oficina? Esta bien.
Subimos al elevador alejándonos por completo del ruido de abajo. Alon se veía nervioso, acaso tenia que ver con la actitud de Jos y Logan.
-Algo tienen los elevadores-dijo de repente...
-Malos recuerdos.
-Ni tan malos.
Bajamos en el ultimo piso, que era donde estaba su oficina y caminamos en silencio por el pasillo hasta entrar a esta.
-¿Sobre qué querías hablar?
-Sobre nosotros.
-¿Nosotros? ¿Después de tantos meses quieres hablar de eso?
-Estas preciosa hoy... Siempre lo estas.
-Alonso...
-Lo siento...
-¿Por qué?
-Por haberte hecho pasar malos ratos, por decir que ya no te amaba, por haberte hecho llorar repetidas ocasiones y...
-¿Y?
Se acerco tomándome por la nuca para besarme, me sobresalte ante eso, me estaba besando, me estaba confundiendo más de lo que ya estaba, aun así, no quería desaprovechar la oportunidad de sentirlo cerca de nuevo. Retrocedimos hasta el sofá que había en su oficina y me recostó en él mientras bajaba sus manos por mi cuerpo hasta mis piernas, las cuales fue descubriendo del largo vestido, acaricio mi intimidad por encima de mi ropa interior mientras besaba mi cuello.
Quite su saco y lo deje en el suelo, desanude su corbata y desabroche su camisa lográndole paso a acariciar su pecho y abdomen. Bajo mis bragas sin dejar de besar mis labios, cuando las tuve en los tobillos se alejó para desabrochar su pantalón, lo bajó un poco junto con su bóxer y se tumbo nuevamente sobre mí entrando al mismo tiempo en mí. Ahogue un gemido en mi boca ayudándome de sus labios mientras comenzaba a moverse lento y después mas rápido. Lo oía gemir bajo en mi oído mientras aceleraba sus embestidas, en ocasiones mordía mi cuello sin dejar marcas en él, o eso intentaba.
Minutos después, llegamos al orgasmo juntos, Alonso recostó su cabeza en mi pecho para recuperar la calma y después salio de mí. Arreglamos nuestra ropa y nos quedamos en silencio por un largo rato más.
-¿Esto qué quiere decir?
-Nada... Solo que te amo y... Debo volver a la fiesta.
-¿De nuevo me amas?
-Nunca deje de amarte.
Estuve por decir otra cosa pero él prácticamente salio huyendo de ahí. Fui al baño a retocar mi peinado y maquillaje, cuando entro Larissa, se sorprendió de verme ahí pero no me dio mucha importancia, se acercó al espejo a mi lado.
-Me alegra que vinieras-dijo-, espero que después de esta tarde ahora si dejes a Alonso en paz.
-Creo que después de hoy menos dejaré a Alonso en paz.
-¿Qué dices?
-¿De dónde crees que vengo? Estaba con Alonso.
-¿De qué hablas?
-Estábamos juntos... Muy juntos, tengo que explicártelo ¿en serio?
-Ah eso... Te diré algo niña, para que no te sientas la gran cosa...
-¿Qué vas a decirme?
-Alonso y yo vamos a tener un hijo.
Eso no me lo esperaba. Cayó sobre mí como balde de agua fría. ¿En serio?
-Disfruta la noche.
Tomo sus cosas y salio de ahí dejándome preocupada y con la duda. Alon no me dijo nada... Quizá no lo sabia, quizá planea dejarla y entonces ella le dirá eso y... Carajo.
Salí del balo y me dirigí al salón de fiestas de nuevo. Llegue al lado de Jos y Logan, estaban muy atentos al discurso de Alonso, ¿qué decía?
-Larissa, ¿puedes subir aquí?-de pronto la vi a su lado en el podium-. Cariño, ante todos aquí quiero... Quiero pedirte que te cases conmigo.
Sentí las piernas flanquearme, de no ser por Logan sosteniendo mi cintura me habría caído de espalda. Se va a casar con ella. No puede ser, entonces si... Si sabia lo de su embarazo... Y si era así porque me hizo el amor...
-T-tengo que irme.
-¡Sam!
Salí del edificio, afuera había comenzado a llover, más mala suerte no podía tener. Me había engañado, se va a casar con ella y tendrán lo que Alonso siempre ha querido, un hijo. No lo puedo creer.
Me detuve en una esquina y me quite los estúpidos zapatos para poder caminar sobre el suelo mojado. Cuando estuve por cruzar la calle alguien me detuvo.
-Sam...
-¡No me toques!-me solté de su agarre bruscamente-. ¡¿Por eso insististe tanto en traerme a la maldita fiesta?! ¡¡Querias humillarme!!
-Sam, por supuesto que jamas quise eso.
-¡¡Pues adivina, Villalpando, lo hiciste, me humillaste, y no solo eso, rompiste mi corazón enfrente de todo el otro mundo!!
-Sam, escuchame...
-Mas encima vas a tener un hijo con ella...
-¿Quién te lo dijo?
-¡¡Entonces es verdad, solo por eso te vas a casar!!
-Deja de gritar.
-¡No, Alonso, no, lo entendería, lo entendería si minutos antes no me hubieras dicho te amo y no me hubieras hecho el amor! Me engañaste, fue divertido ¿no? Vamos a burlarnos de la chica ingenua, sera divertido ver su cara feliz cambiar a una de completa desilusión. ¡Dime lo fue! ¡¿Fue divertido?! ¡Si no fue así, puedes hacerlo de nuevo, ilusionarme de nuevo y lastimarme de nuevo, eres bueno en eso Villalpando!
-¡¡Sam... Perdoname!!
-... No, eso nunca va a pasar... Solo tú Alonso Villalpando puede hacer que una chica te ame tanto y en un instante te odie. Te odio Alonso, te odio-le di la espalda para alejarme pero sostuvo mi mano de nuevo.
-Sam, espera...
-me solté nuevamente y esta vez acompañe de una bofetada que resonó por toda la calle-. Nunca... Nunca más quiero volver a verte... ¡nunca!
***
Sin comentarios. ╥﹏╥
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top