Prólogo.
Declaimer: Los personajes de Boku No Hero Academia NO son míos, pertenecen a Kōhei Horikoshi, yo sólo los uso para crear esta historia, sin fines de lucro, con el único objetivo de hacer pasar un buen momento al lector.
La joven buscó su reflejo en el espejo de su nueva habitación, trataba de leer en el la visión que tenía de sí misma, intentando ver a través de sus propios ojos. No se sentía del todo satisfecha con su apariencia, aunque su madre solía decirle que era linda, algo en ella hacía que no le creyera por completo. No era la primera vez que una situación así le sucedía, desde que su padre la había abandonado a ella y a su madre, su vida no hizo más que empeorar. Por ese mismo motivo se habían mudado, comenzar en un lugar alejado, dónde nadie pudiera reconocerla. Huyendo de su pasado.
Su nombre era Hanako Kimura, una chica de cabello oscuro que llegaba por arriba de sus hombros, de piel clara y hermosos ojos avellana. Su complexión era delgada, aunque anteriormente había tenido algo de sobrepeso. A eso se debían principalmente sus inseguridades. Cuando su padre abandonó a su familia sin ninguna explicación, Hanako no logró evitar la depresión que la embargó. Comía en grandes cantidades y no salía de su habitación a no ser que fuera completamente necesario, lo que más le dolió fue el hecho de que sus supuestas amigas y su novio se hubieran reído de ella a sus espaldas. Su madre, preocupada por el estado de su hija, comenzó a llevarla a un psicólogo. Hanako decidió que tenía que cambiar, no sería débil nuevamente, no pensaba preocupar a su madre Kaori y su hermano menor Hiro.
Así es como comenzaba la nueva etapa de su vida, estaba completamente determinada a convertirse en una de las mejores heroínas. Les demostraría a todos que ella no era ninguna niña sin valor.
—Oneesan— un niño de ocho años entró dando saltos a la habitación, la mudanza aún no estaba del todo completa, por eso debía evitar tropezar con las cajas que su hermana mayor aún no desocupaba —¿Vas a salir?
—Sí— se colocó una banda a modo de diadema, de esa forma su cabello no se movería tanto. Llevaba puesto un conjunto deportivo y unas zapatillas adecuadas para correr en la mano —Iré a dar una vuelta en la plaza, ¿Quieres acompañarme?
—No, gracias. Prefiero quedarme aquí— el niño salió de la habitación al mismo tiempo que su hermana, ella le preparó un poco de cereal y lo dejó viendo una película para niños en la televisión.
Su madre seguía dormida, y Hanako prefería que siguiera así. El día anterior no se detuvo en todo el día debido a la mudanza, lo más recomendable para ella era seguir descansando.
—Regresaré pronto, puedes llamarme si necesitas algo— la pelinegra movió su móvil en el aire, aunque su hermano ni siquiera la miró. Al parecer, las caricaturas eran mucho más entretenidas —Llevaré mi celular.
—Ajá— puso los ojos en blanco, ese niño definitivamente no le tenía el suficiente respeto.
Sin mediar otra palabra y dejando de lado a su hermano, Hanako salió de la casa y se detuvo unos minutos en el patio. Eran las siete de la mañana, el sol todavía no salía lo suficiente como para volverse insoportable, aún así, pensó que sería mejor si se levantaba más temprano la próxima vez. Inició con sus calentamientos previos al ejercicio, todo eso sin ser consciente de la mirada de su nuevo vecino. Si lo hubiera notado, seguramente se avergonzaría como solía hacerlo. Abrió la cerca para salir a la banqueta, encontrándose con un chico más alto que ella y aparentemente de su edad.
—B-buenos días— se asustó un poco al verlo a unos pasos, él sin embargo parecía indiferente a la situación —Lo lamento, no miré por donde iba.
—Eres la vecina nueva— su voz la hizo ruborizar, no había escuchado antes una voz tan profunda y cautivadora. Se detuvo unos segundos para analizarlo un poco más, su cabello por algún motivo era de dos colores diferentes. Además, su heterocromía y la cicatriz en su lado izquierdo la sorprendió —Mi hermana dijo que debíamos presentarnos.
—Ah— no sabía exactamente qué decir, y de igual manera no podía articular palabra, seguía hipnotizada por su nuevo vecino.
—Esa es mi casa— señaló en dirección a la casa a lado de la suya, sus nervios aumentaron al descubrir que otra persona observaba la escena. Se trataba de una chica mayor que ellos, ella sonreía y saludaba con su mano derecha —Y esa es mi hermana Fuyumi. Yo soy Todoroki Shoto— al terminar de hablar miró a su hermana para saber si lo había hecho bien, ella asentía y lo animaba a continuar.
—Es un placer— murmuró algo inquieta, lo último que esperaba era comenzar con las presentaciones de sus vecinos tan pronto —Mi nombre es Hanako, Kimura Hanako.
Él se limitó a seguir viendo a la chica, detestaba hablar con la gente, pero no quería desobedecer a su hermana. Ella siempre se esforzaba por ayudarlo en todo lo que le era posible, lo mínimo que podía hacer era aceptar sus peticiones.
—Mi hermana quiere invitarlos a casa, preparó un postre— miró en todas las direcciones excepto hacia a él, claramente sus planes de ir a correr se habían venido abajo. Ahora su pregunta es si debía ir sola o intentar convencer a su hermano de acompañarla. Despertar a su madre no era una opción.
—¿Justo ahora?
—Sí.
—Mi familia aún duerme, pero puedo acompañarlos si gustan— se atrevió a decir con la mirada baja, tocando su brazo y encogiéndose cada vez más en su lugar.
—Está bien— él se dió la vuelta y comenzó a caminar, Hanako supuso que quería que la siguiera y eso hizo.
Ambos sin decir una palabra. Ella con sus sentimientos a flor de piel. Él indiferente pero sintiéndose bien. Era agradable caminar junto a alguien que no necesitaba hablar demasiado.
Sintiendo que el nudo en su garganta le cortaría el aliento en cualquier momento, Hanako pasó saliva con fuerza y agachó aún más su cabeza.
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El sonido de las risas de su familia cuando llegó a casa con un poco de tarta inundó sus oídos, tanto su hermano como su mamá creyeron que era divertido verla ir con los nuevos vecinos, dado que ella solía ser demasiado reservada.
—Sólo duermo unas horas demás y ya has conseguido novio— su mamá limpió las lágrimas que caían de sus ojos, mismas provocadas por la risa que no contenía.
—¡No es mi novio!— chilló avergonzada.
—Pero si te ha dado un postre, Oneesan— habló su hermano con tono risueño.
—Esto lo envía su hermana para nosotros— se apresuró a aclarar. Esos dos simplemente disfrutaban al verla morir de vergüenza.
—¿Y por qué no fuimos todos a su casa?
—Ustedes...
—¡Oneesan tiene novio!, ¡Oneesan tiene novio!
—¡Cállate!
Suspiró rendida, sin duda no dejarían de molestarla por unos días. Dejó la tarta en la mesa y los miró sonriendo, su nueva vida recién comenzaba.
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También tenía que hacer una historia de mi personaje favorito uwur
En sí no hay demasiado avance con este capítulo, es más como para dar a conocer la historia.
Les dejaré algunas imágenes para que puedan imaginar un poco mejor al personaje. (Créditos a sus respectivos autores).
Dejen sus votos y comentarios 💖
Nos leemos en la próxima actualización 👀
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