08 de Octubre de 2016

Gianna: Estamos en un autobús turístico rumbo a Belfast, lugar donde según Ellie y Wikipedia, naciste.

Malcolm: Una pérdida de tiempo. Respiré el aire de Belfast aproximadamente por dos meses, pasé mi niñez y adolescencia en Dublín hasta que me mudé a Los Ángeles.

Gianna: Diablos, ¿qué se supone que hagamos ahora?

Malcolm: Sé que hay cosas bastante interesantes. Diviértete y pasa un buen día. Sube muchas fotos a tus redes sociales. Las estaré viendo.

Gianna: ¡Acosador!

Ellie y yo pasamos el día por la hermosa ciudad, descubriendo sitios increíbles que sí, me tuvieron tomando muchas fotos, el guía turístico nos tenía muy entretenidos y cada que pasábamos por algún lugar que me gustara, le enviaba la foto a Malcolm, diciéndole lo divertida que estaba y él respondía con algún comentario que me tenía sonriendo como una tonta.

Sin duda, nuestro plan de ser amigos era una tontería, pero lo disfrutaba. Podía hablar de todo con él y no me sentía juzgada. Era un buen amigo (si tan solo no quisiera volver a besarlo).

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25 de octubre de 2016

Malcolm: Hace un mes bebiste de mi cerveza y me dejaste tu número escrito en mi brazo.

Gianna: Mi cumpleaños fue el 24, genio.

Malcolm: Sip, pero pasaba de medianoche por lo que ya estábamos a 25 de septiembre.

Gianna: Cieeeerto. ¿Quieres hacer algo?

Malcolm: ¿Gianna está tomando la iniciativa para hacer algo?

Gianna: j aja. Olvídalo, idiota.

Malcolm: El club. Hoy no abrimos, prepararé la comida ¿qué dices?

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Estaba harta de intentar vestir bien. Mi ropa consistía en playeras y Adidas, pero no quería lucir así para Malcolm. Diablos, este hombre me hacía querer cosas horribles. Sin embargo, ya que fui a su club directo de la escuela, tendría que ser vista como mi yo natural.

En la puerta estaba Ethan, quien me saludó con un asentimiento de cabeza. Yo aún no lograba que hablara conmigo. Aunque de las conversaciones que había mantenido las últimas semanas con Malcolm, me había enterado que Ethan era novio de Mackenzie y llevaban muchos años juntos. Además, el chico estuvo en el ejército por un año, hasta que resultó herido, su padre, quien era el guardaespaldas de Malcolm, le consiguió trabajo, y cuando éste se retiró de la música, lo siguió ocupando para mantener los negocios en orden y como guardaespaldas ocasional.

Me llevó hasta la cocina del lugar, donde encontré a Malcolm frente a la estufa, con un delantal oscuro. Casi me rio, pero se veía absolutamente lindo.

—¿Mal? —lo llamó Ethan—, ¿ocupas algo más? Tengo que ir con Mack.

—Puedes irte Ethan, estaremos bien.

Ethan se despidió y salió. Malcolm me miró, sonriendo.

—Hola.

—Hola. ¿Qué comeremos hoy?

—Bueno, primero pensé en estofado típico de Irlanda. Pero ya que tengo todo tipo de bebidas aquí, me decidí por un estofado con cerveza Guinness, créeme, sabe delicioso. Aunque aún falta un rato para que esté. ¿Quieres algo de beber?

—Jugo de arándano.

—A la orden.

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—Así que recibí una llamada de mamá. Ella dijo que se encontró con la mamá de Charlie en el mercado, está decepcionada de que yo no sea la madre de los hijos de Charlie.

—¿No debería estar feliz?

—No lo sé. Creo que soy una chica perfecta que logra enamorar hasta a los suegros. Las chicas después de mi están arruinadas.

En realidad no lo quería decir, no pensaba que la nueva novia de Charlie fuera mala ni menos que yo, simplemente tenía que aligerar el ambiente.

—Wow, alto ahí, ¿desde cuando tienes ese ego tan grande?

—No lo sé, pero oye, antes de Charlie tuve otro novio y su mamá aún me saluda con mucho cariño cuando la veo.

Malcolm se ríe, haciéndome reír a mí también.

—Me alegro que seamos amigos y mi madre no te conozca. Sino ya hubiera organizado hasta la boda.

—Qué mala suerte, me compadezco de ella, no me tendrá a mí en su familia.

Malcolm dejó de reírse y se aclaró la garganta. Luego fue a revisar la comida. Sirvió un plato para mí y otro para él y comenzamos a comer.

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—Te llevé a aquel restaurante porque después de salir corriendo de Estados Unidos, no quería volver a casa con mis padres. Tomé mis maletas y recorrí el mundo. Estuve en México durante dos meses, luego volé hasta Argentina, Colombia y Brasil. Luego la India, incluso fui a Rusia, Londres, España, y terminé en un pueblito en Italia. Pasé un año ahí, sólo siendo Malcolm. Conocí a un chico, trabajaba en un restaurante de lava platos pero tenía todo para ser un gran chef. Lo traje a Dublín conmigo para que trabajara aquí cuando decidí establecerme. Después de unos meses, compré un pequeño local, puse un restaurante y lo dejé a cargo de la cocina. El restaurante fue bien recibido y dejé que me lo comprara. Ahora le pertenece a él y siempre tiene un lugar apartado de los demás si quiero ir a comer ahí.

—Fue un lindo gesto.

Se encogió de hombros.

—Supongo. Pa siempre dice que por eso no me salí de control siendo cantante. Porque siempre supe que personas me convenía tener cerca de mí y cuáles no. ¿Recuerdas cuando mencioné el destrozo en la habitación de hotel? Jimmy y yo estábamos pasando por diversos problemas y probamos la hierba ese día, es lo más tonto que he hecho y papá siempre me lo recuerda. Incluso pasó un año entero para que Jimmy pudiera entrar a casa de mis padres.

—Gracias por compartirlo conmigo. Ahora sé más que nunca qué clase de persona eres, y sinceramente Malcolm, me gusta.

—No puedo hablar con nadie sin que me den esa mirada de lastima. Pero tú solo me ves a mí, no a mis problemas. Es un buen cambio, quizá por eso te cuento todo sin el del acuerdo de confidencialidad que tienen todos los que están alrededor de mí.

—Así de increíble soy. Pero si necesitas que firme algo, lo haré. ¿Es por eso que Ethan no se siente cómodo a mí alrededor?

—La cosa es que no quiero que lo firmes. Confío en ti. Y sí, esa es la razón, pero se le pasará.

31 de Octubre de 2016

Si alguien se atrevía a preguntarme de qué estaba vestida, iba a golpearlos en donde más les dolía. No había año en el que yo no me disfrazara de algún personaje de libro. Este año sólo me había puesto unas medias negras, una falda oscura junto a una blusa negra que dejaba ver el conjunto negro de encaje que tapaba más de la mitad de mi estómago. Me sentía desnuda si me lo preguntaban, pero era todo el atuendo de una cazadora de sombras. Incluso estaba a la vista mi tatuaje de parabatai a juego con el de Ellie.

Malcolm me había invitado a su fiesta en el club y había aceptado enseguida porque dijo que estaría disfrazado y podría pasar tiempo conmigo y mis amigos. Así que con mi disfraz listo, salimos a la fiesta.

El lugar estaba lleno de telarañas y más cosas de Halloween. Sonaba una canción de Britney Spears. Nos instalamos en nuestra mesa, ahora más cerca de la barra y pedimos lo de siempre. Nos había atendido otra chica, por lo que no pude ver a Mackenzie para preguntarle por Malcolm, así que cuando la canción que había bailado con Malcolm la última vez, comenzó y un Jack Sparrow se acercó para invitarme a bailar, casi me desmayo de la emoción.

Malcolm no se parecía a él y aun así, pude reconocerlo. Su mirada juguetona me llamó y sin pensarlo demasiado me aventé a sus brazos y lo besé suavemente.

—Me estás haciendo difícil lo de querer ser tu amigo.

Me ruboricé. Era cierto. Cuando me di la vuelta, y me decidí a presentarlo, me detuve ¿tenía que decir su nombre?

—Soy Jack Sparrow.

Todos se rieron pero se presentaron de acuerdo a su disfraz. Ellie lo miró, luego frunció la frente y lo miró aún más. Malcolm se removió incomodo junto a mí. Decidí salvarlo y lo llevé a la pista. La canción estaba terminando, pero con unos toques a su reloj inteligente, logró que se reprodujera desde el inicio.

Si nosotros lleváramos esto más allá de la rara amistad que teníamos ahora esto podría significar que ya teníamos una canción ¿no es así?

Esta vez, cantó la canción completa en mi oído.