Capítulo cuatro
Mis lágrimas se detuvieron unos minutos después cuando escuché a alguien hablándome.
—Señorita ¿Le ocurre algo? —Levanté la vista y vi a un hombre un poco mayor que yo, llevaba un traje oscuro y un ceño fruncido.
Limpié mis lágrimas y asentí. Probablemente parecía un mapache. Él me miró con lastima y luego me ayudó a levantarme.
—Lo siento mucho —dije—, voy a irme ahora.
—¿Qué demonios Ethan? —Alcé la vista a la voz de otro hombre y casi me caigo por el barandal.
Era guapísimo, incluso con mi pena y el corazón roto podía ver lo atractivo que era y me resultaba conocido. Entrecerré los ojos para poder verlo mejor ya que mi visión estaba borrosa por las lágrimas. Él desconocido se acercó a nosotros; él llevaba unos simples pantalones negros y una chamarra de motociclista sobre una simple playera blanca. Su cabello; castaño claro le llegaba por encima de sus hombros y la barba de varios días no dejaba mucho al descubierto, sin embargo, nuevamente lo observé tratando de recordar en donde lo había visto.
—Todo está bien señor.
Pasé el dorso de mi mano por mi nariz de una forma no tan bonita y suspiré.
El hombre misterioso me miró y luego al que supuse sería su guardaespaldas.
—Tráele un poco del agua, Ethan. Me quedaré con ella.
Ethan no se movió de su lugar y frunció más su frente. El desconocido levantó una de sus cejas y lo apresuró por lo que se dio la vuelta y se dirigió de nuevo a las escaleras.
—Está bien, no era necesario, voy a irme ahora, mis amigos deben estar preguntándose donde estoy.
—Claro, sólo quiero que te tranquilices, estás temblando. ¿Te sucedió algo?
—No, estoy bien. ¿Te conozco de algún lugar? No dejo de pensar en que te he visto.
—Créeme, si nos conociéramos de algún lado, no te hubiera dejado olvidarme —obtuve una sonrisa de su parte que pude ver a través de su cara repleta de vello facial —Malcolm.
Mi cerebro hizo clic, justo unas horas atrás mientras Ellie me peinaba, habíamos cantado sus canciones y planeado ir a su ciudad natal a buscarlo. Él era Malcolm Cox.
A los diecinueve años él saltó a la fama con un video casero, cantó una canción escrita por él y a todos les gustó. Ellie y yo veíamos la televisión cuando cantó por primera vez en un programa, ella se volvió loca por él, no sólo era extremadamente guapo sino que era Irlandés, y un increíble cantante. Su carrera comenzó y terminó en Estados Unidos, sólo estuvo activo durante cinco años, él desapareció del radar durante todo este tiempo y ni en mis más locos sueños imaginé que lo encontraría aquí. Ellie iba a morirse cuando lo supiera.
Él estaba muy cambiado, no sólo era por el largo cabello (mejor que el mío, por cierto) y la barba de leñador, no parecía el chico al que había visto miles de veces en los posters en la habitación de Ellie mientras que yo era un desastre de la chica sonriente que solía ser.
—Gianna —dije de vuelta al tomar su mano.
Ethan volvió con una botella de agua para mí y una cerveza para Malcolm.
—Gracias —dijo el cantante —¿por qué no nos sentamos un poco mientras me cuentas qué pasó?
Negué y traté de levantarme, pero él tomó suavemente mi mano.
—Sólo recibí una llamada... complicada.
Bebió un gran trago de su cerveza y gruñó una mala palabra. A su lado, Ethan rodó los ojos.
—Conozco esas llamadas. Son un dolor de cabeza. Una vez recibí una, me volví una súper estrella cuando colgué media hora después.
Me reí muy a mi pesar, dudaba seriamente que ese fuera un gran problema, es decir, ¿quién no quería ser una famosa estrella de rock?
—Mi ex embarazó a una chica, ella tiene dos meses y medio y nosotros terminamos hace sólo tres meses, me llamó para contarme y luego, cuando se dio cuenta que era mi cumpleaños se disculpó y dijo que me amaba.
—Que idiota. Lo siento mucho, alguien no debería recibir esas noticias en su cumpleaños.
Asentí y escribí un mensaje a Ellie diciéndole que estaba bien pero que necesitaba aire. Luego seguí hablando con Malcolm Cox.
La canción que más me gustaba del artista frente a mí era hold me close. Hablaba sobre una ruptura y cuando la escuché después de mi rompimiento con Charlie, decidí que sería mi canción favorita.
Mantenme cerca, incluso si quieres irte.
Sé con certeza que no quiero dejarte.
Empacar mis maletas es demasiado difícil.
Dejaré la taza vieja que compartíamos por la mañana
Quizá de esa manera no puedas olvidarme.
¿Puedes mirarme y decirme que no me amas?
¨porque me quedaré
Prepararé café, y dejaré que bebas primero
Te sonreiré y besaré.
Simplemente mantenme cerca
Entonces, nena ¿por qué no me lo dices?
¿Por qué me dejas empacar
Sin molestarte al saber que me llevo la vieja taza?
¡Mantenme junto a ti!
Pídeme que me quede
Malcolm me miró y bebió otro trago de su cerveza.
—Si te dijera que es un idiota me quedaría corto pero, lo dejaste ¿no es así?
—¡Exacto! Sinceramente no sé porque...
—Porque no querías dejarlo, creo que hay mucha historia ahí, sinceramente.
—Cómo sea, tú qué sabes.
Él me miró y lo miré de vuelta. Me sonrió y alzó las manos en señal de rendición.
—es cierto, jamás he dejado a nadie... siempre me dejan a mí.
Me rio y quito un poco de estrés en mí, entonces me vuelvo atrevida y le quito la cerveza al cantante de Rock, luego le doy un gran trago que me deja mareada. Sip, en realidad ni siquiera era fan de la cerveza, me daba un poco de asco y además ya había bebido varios tragos de vodka.
—Tengo que irme —revisé mi teléfono y vi los mensajes de mi mejor amiga diciendo que si no respondía en ese segundo haría que llamaran a la policía—, mi amiga está preocupada. Muchas gracias por escucharme Malcolm.
Le devolví su cerveza y me levanté. Sin embargo sufrí un pequeño mareo al hacerlo. Él me ayudó a sostenerme y luego caminamos hacia las escaleras. El guardaespaldas nos observaba detenidamente. Malcolm me tomó suavemente del brazo y me giró frente a él.
—Nunca me viste ¿sí? Estoy de incognito.
Asentí solemnemente y llevé una mano a mis labios en señal de silencio. Luego me reí y bajé las escaleras.
++
—¡Nunca te desaparezcas de nuevo! Por Dios Gianna, iba a llamar a la policía.
—Lo siento Ellie. Es sólo que cuando salí del baño recibí una llamada de Charlie y fui a contestar al balcón.
Su rostro cambió, lo hacía siempre que hablaba de Charlie. Así que cuando preguntó sobre lo que hablábamos, deseché su pregunta y seguí bebiendo.
Mis amigos pidieron una segunda botella de vodka y un montón de botana que seguro me tendría vomitando más tarde por lo que decidí bailar y dejar que la música se llevara todos los malos recuerdos, por lo menos por el resto de la noche.
Me senté un segundo a descansar mientras la ronda de Karaoke comenzaba. La mesera volvió con una ronda de tragos y entregó uno diferente para mí. Le dije que no lo había pedido pero inmediatamente me entregó una nota y nos dejó con las bebidas.
Supongamos que seguí las instrucciones de Ethan y decidí no molestarte, de igual forma, feliz cumpleaños. Espero que te guste.
Posdata: Si quieres agradecerme, soy el idiota en la barra con la cabeza baja que no quiere que nadie lo reconozca.
M.
Canción del capítulo:
Go you own way - Fleetwood Mac
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