💛🌻Capítulo 8🌻💛
🌻Narra IU🌻
¿Te quedaste todo este tiempo aquí solo porque pensabas que cuando no lo viera conmigo, regresaría?-preguntó.
¡Oh! Vaya...Eres inteligente.-le sonreí apenada.
-Bueno...gracias.-se encogió de hombros.-ya tengo mi libro.
- Ahora me marcho.-dijo pero, antes que lo llegara a hacer, me aferré a su brazo y dejé que lo poco de orgullo que me quedaba se fuera.
-¿Puedes llevarme contigo?-puse las manos a modo de suplica frente a mi cara mientras apretaba fuerte los ojos para no mirarle.
-¿No que tenías lugar a donde ir?-preguntó.
-No...No tengo.-alegué.
Sentí que bufó, pero no preguntó más. Abrí los ojos cuando sentí su tacto en mi mano y me dijo -Vamos-.
Tomó mis pesadas maletas y yo solo le seguí. Su hermana Rosé iba con nosotros. Ya su novio se había ido.
-¿Us...Ustedes se conocen?-preguntó la chica curiosa.
Cuando iba a hablar fui interrumpida por Jungkook.
-Larga historia. Ahora preocupate en preparar una buena disculpa para tu actitud hacia mamá.-dijo él y subimos al taxi.
Le di las últimas monedas que me quedaban para contribuir al pago pero él negó con una sonrisa.
-¿Por qué me haces esto?-pensé y toqué el lado izquierdo de mi pecho.
Luego de unos largos minutos llegamos a un rancho bien grande.
Pero por la oscuridad no podía ver bien, solo veía la casa y las luces encendidas en el interior.
-Vamos. Sígueme-habló Jungkook sacándome de mi apreciación.
Asentí levemente y fui tras él y su hermana.
Narra Jungkook
Como si fuera poco con Rosé, ahora tenía a la niña acosadora junto a mí. No la iba a dejar sola en esa estación y menos de noche, así que decidí traerla conmigo. JiEun es agradable, a mi madre no le molestaría.
Entramos a casa y encontré a mi madre sentada tomando algo de té, me imagino que para intentar calmarse. Mi tía le hablaba y la trataba de animar. Aún no habían notado nuestra presencia. Rosé se intentaba esconder tras mi espalda, pero debía enfrentar esto.
-¡ROSEANNE PARK!-Sentí un grito a mis espaldas. Esa era Seulgi y no estaba de humor. Yo, JiEun, Rosé, mi madre y mi tía alzamos la cabeza en dirección a ella.
Seulgi cuando estaba de mal humor solía convertirse en un monstruo.
Avanzaba a paso firme hacia nuestra hermana y se veía muy decidida a llevarla a rastra tirando de su cabello por todo el rancho.
Por mi parte. Yo no quería que JiEun presenciara esta escena, y no solo eso, quería que hablaran como personas civilizadas y no actuaran como animales. Así que me interpuse en su camino y Roseanne me abrazó de la espalda para ocultarse. Pude ver a JiEun como abría los ojos como canicas y se apartaba.
-¡¡Jungkook sal de mi camino!!-gritó Seulgi.
-Seulgi. ¡¡¡Cálmate que así no vas a resolver nada!!! Rosé tiene explicaciones para darnos.-la sostuve y sarandeé fuerte por sus brazos.
-¡¿En serio la defiendes?! ¿No ves en el estado que ha puesto a mamá? ¡¡¡Es una egoísta!!! ¡¡¡Solo por abrirse de piernas a un sujeto con tatuajes dejó a su familia!!!-vociferó.
En ese instante fue en el que Rosé salió a encararla.
Estaba cien por ciento seguro que hablar no era una opción para las dos y que se pelearían hasta sacarse todo de adentro.
Entendía la preocupación de Seulgi, pero su carácter no ayudaba mucho y se estaba pasando con las ofensas.
Mi madre iba a decir algo pero observé como la pequeña acosadora se ponía entre las dos.
-¡¡¡YA BASTA LAS DOS!!!
Todos la miramos. Mi madre notó su presencia al igual que mi tía y Seulgi.
-¡¿Que no ven la forma inmadura en la que están actuando ambas?!Su madre está observándolas. Esto que está pasando...¿Acaso creen que le gusta? ¿Creen que le gusta ver como sus dos hijas se pelean?
-¡Entiendo tu preocupación!-miró a Seulgi. Por un momento pensé que la iba a asesinar con la mirada.
¡¡¡Wao!!! La verdad me había quedado con la boca abierta. No esperaba que de una chica con cara sonriente a toda hora y de no romper un plato, saliera una fiera que no le diera miedo a enfrentar a mi hermana rabiosa.
-Pero pienso que en vez de estar lanzando vituperios y volcando toda tu ira sobre ella, deberías escuchar mejor lo que ella tiene que decir. No estás demostrando ser más madura que ella al sacar conclusiones precipitadas y ofenderla de esa manera. Dime...Nunca has estado enamorada?-puso los brazos en jarra y podía ver como de apoco los ojos cuestionantes y asombrados de mi hermana iban relajándose.
-¿Y tú quien eres?-le preguntó Seulgi todavía algo alterada.
Vi como esta vez JiEun volvía en sí. Comenzó a mirar hacia sus pies y a tartamudear.
-Y...Yo...
-Eso no importa ahora Seulgi. Lo que ella dice es cierto. Ahora ve a sentarte que vamos a hablar todos como personas, no como animales salvajes.-le hablé con voz hosca y ya al punto de perder la paciencia.
Me hizo caso de mala gana y fue dando fuertes pizadas, hasta dejarse caer en el sofá con los brazos cerrados bajo su pecho y el ceño fruncido.
JiEun se me acercó
-Esto es un tema familiar. No creo que deba entrometerme. Lo siento. -susurró en mi oído.
La miré y negué con una sonrisa.
Tía...¿Por qué no llevas a Ji Eun a tomar un té o algo a la cocina?-
-No hay problema. Vamos pequeña.-mi tía sonrió a JiEun y la tomó del hombro mientras caminaba junto a ella. Parecía agradarle la stalker.
Narra IU
¡Demonios! Debería aprender a controlar mi carácter y no meterme donde no me llaman.
¡Tonta! ¡Tonta! -me reprendía mentalmente.
Jungkook no parecía estar enojado por yo ser una metiche, le pidió a su tía que me llevara a la cocina, supuso que yo estaría incómoda allí y que los demás también con mi presencia, dado que era un tema familiar. Y por ende, yo no debería estar ahí. En parte, me sentía relajada. Su tía parecía una persona amable.
-Y dime pequeña. ¿Eres amiga de Jungkook o de Rosé?
-Oh. Conocí a Jungkook en Seúl. Y a Rosé en la estación ferroviaria. -reí apenada.
-Oh bien. Pero Jungkook había venido aquí antes de volver con Rosé, y tú no venías con él.-
-Oh...bueno. El caso es que yo venía a visitar a la profesora que me educó desde pequeña, pero al llegar los vecinos me dijeron que ya ella no vivía aquí. Entonces tuve un pequeño accidente con el dinero y bueno...me tuve que quedar en la estación de trenes.- con respecto a eso mentí. No le iba decir que había venido a perseguir a su sobrino.
-Allí es donde me encontré a Rosé y bueno más tarde llegó Jungkook. Por eso ahora estoy aquí. Perdone las molestias causadas.- bajé la cabeza avergonzada.
-¡¡Oh...no pequeña!! No te preocupes. No hay ninguna molestia. Solo estaba curiosa porque mi sobrino nunca ha traído una chica a casa.-sonrió haciendo que los rasgos de su cara se marcaran. Se veía agotada.
-Ven. Te prepararé algo para que comas.-
-¡Oh! No...No...No se preocupe.-tenía un hambre horrible pero me daba mucha pena aceptar la comida.
-¡Oh Vamos! ¡Deja la pena! Acéptalo como mi manera de agradecerte por poner a la feroz Seulgi en su lugar. Esa chica, sin duda alguna, sacó el carácter de su padre.-comenzó a reír mientras negaba con la cabeza.
Minutos después
Ya parecía haber más silencio en la sala. Mientras tanto, yo ayudaba a la tía de Jungkook a fregar los trastos. Ella había insistido en que yo era la invitada y que no se veía bien que ella, como una de las anfitrionas, me dejara hacerlo. Pero en esa batalla sí terminé ganando yo.
-¡Yah! ¡JiEun!-vi a Jungkook asomar la cabeza por la puerta.
¡¿Oh?! Dime- me acerqué a él secando mis manos.
-Sígueme.-hoy él parecía estar muy metido en el papel del Capitán Cebollita. Sigan al líder.
Bufé porque era bastante mandón, pero bueno. Era al que más conocía de aquí y no me dejaba más opción que hacer lo que él me decía.
Me despedí de su tía con una reverencia y fui tras él.
El sacó mis maletas hacia afuera, cosa que me hizo enarcar una ceja.
-¿Qué se supone que estás haciendo?-le pregunté.
-Llevando tus maletas al establo.
-¡¿Al establo?!-chillé.
-¿Y qué pensabas? ¿Que ibas a dormir conmigo?-arquea una ceja.
-N...No. Por supuesto que no. Pe...pero esto es otro nivel. ¿R..Rosé no tiene una habitación?-pregunté.
-Mmmm....Su cama solo alcanza para ella y el cuarto es muy estrecho, así que no creo que se pueda.
Imbécil
-Y Seulgi...No le agradas mucho. Así que no sería buena idea dejarte con ella.-alzó la comisura de sus labios como si eso le causara mucha gracia.
Me crucé de brazos y bufé resignada.
-No te preocupes. Tokki es un buen caballo. No te hará nada.-habló.
-¿Tokki? ¿Quién le pone "Conejo" por nombre a un caballo?-lo miré como si le estuviera saliendo otro brazo o algo así.
-Le gusta mucho las zanahorias como a un conejo.
-Pero los caballos también comen zanahoria.-contesté
-¿Y eso qué? Suena bien y punto. No importa el significado.
Mientras yo iba discutiendo y el seguía hablando como si ponerme en toda esta situación le resultara lo más divertido del planeta, llegamos al dichoso establo.
-Bienvenida a su recamara su Alteza.-sobreactuó.
Me dieron ganas de meterle un fardo de heno en la boca para que se callara.
Comenzó a juntar los fardos de heno para hacerme una cama. Yo esperaba que todo fuera solo una broma. Pero cuando terminó, me dijo que tuviera dulces sueños y comenzó a marcharse. Entonces me di cuenta que él sí iba muy en serio.
¡¡¡Oye!!!-llegué a trompicones hacia él, debido a que me tropecé con algo.
El imbécil me aguantó. ¡¡Milagro!! Pensé que también me dejaría caer.
-¿Qué querías? ¿Una excusa para lanzarte a mis brazos?-ahí estaba de nuevo esa sonrisa coqueta.
Estaba siendo más juguetón que de costumbre y esta faceta de él la odiaba. Lo prefería siendo serio.
Lo empujé haciendo que diera solo un paso en retroceso. No fue muy afectado por mi empujón. Era de esperarse cuando es un chico alto y cuerpo fibroso. Casi tan duro como una roca.
-Te crees mucho porque te sigo a todos lados, ¿no?
-¡Vaya! No sabía que era a todos lados. ¡Pero wao! Sí que eres algo pequeña stalker.-alzó las cejas divertido.
-¡Idiota!
Su semblante cambió a uno sin una pizca de humor. Cosa que me hizo asustarme y atragantarme con mi saliva.
-¡No te pases! No te he dado esa confianza-me señaló con el dedo encontrándose así a una distancia peligrosa de mi cara.
-¡Oh wao! Lo dice el que se ha cogido toda la confianza para él.-solté con sarcasmo.
-Si no necesitas más nada, me voy. -gruñó.
-¡¡¡Yah!!! ¡¡Necesito bañarme!! ¿Y dónde mierdas pondré a cargar mi teléfono?-le grité.
Luego se giró y me miró de arriba hacia abajo. Algo en su rostro se relajó al verme y su forma de hablar cambió. Ya no queda mucho del niño dulce que yo conocía.
-Trajiste ropa para cambiarte aunque sea, ¿no?-preguntó.
-¿Y qué crees que trae la maleta? ¿Un equipo de música?-entorné los ojos.
Al verlo reír me relajé un poco. La atmósfera no estaba ya tan tensa. Aunque yo seguía molesta con él por hacerme dormir en un granero.
-El baño queda acá afuera. El agua está helada debido a que es del pozo. ¿Estás segura de que deseas tomar un baño?
-¿No podrías ponerme a calentar el agua y traermela?-le hice ojitos.
-Vale. Quédate aquí y acomodate.
-Ni que tuviera mucho para acomodarme.-murmuré y él en respuesta rió.
Narra Jungkook
Esta stalker era casi insoportable, pero veía cada una de sus acciones como algo adorable. No podía enfadarme por mucho tiempo con ella.
Entré a la casa. Llené un jarro de metal con agua y lo puse en el fogón y fui a buscar el botiquín de primeros auxilios. La tonta tenía su jean rajado y ,no precisamente era el diseño del pitusa. También tenía sangre en su rodilla. No sabía a causa de qué ya que cuando tropezó la sostuve, por lo que no tocó el suelo.
Llegué hasta el baño que quedaba afuera y vertí el agua hirviendo en un cubo de plástico. Luego fui a verla al granero.
-¡Oye! Ya el agua está lista.-anuncié entrando en el lugar.
La encontré alzándose de punticas con el teléfono en su mano derecha extendida por completo hacia arriba. Parecía estar buscando la señal de la red móvil.
-Es imposible. Aquí en el granero no hay cobertura.-le dije caminando hacia ella y quitándole el móvil.
-¡¡¡Oye!!! ¿Qué haces?-protestó.
-Llevaré tu móvil a cargar. Dame el cargador.-
Ella me lo dio de mala gana.
-Coge tu ropa y dale a bañarte. Yo te acompañaré.-
-¿Q...QUÉ?!!!?-Abrió los ojos como dos grandes bolas de billar y puso los brazos en cruz sobre su pecho como si intentara defenderse de mí. Enarqué una ceja, escéptico por su actitud repentina.
-Con que para eso me trajiste lejos de la casa. Para hacer de las tuyas y que nadie te oyera. Eres un pervertido.-su tono era acusante y asustadizo.
Al principio no entendía a qué se refería, así que repasé la oración dicha por mí anteriormente y me di cuenta que había sido malinterpretado por ella.
-Jajajjajajajaaj. ¿En serio Lee JiEun?-estallé en risas.
-Dije que te acompañaría porque está oscuro, te indicaría donde está el baño porque pienso que no querrías encontrarlo por tu cuenta, no que te haría compañía en el baño. Jajaja-volví a reírme y vi como se sonrojó.
-Ya para. Cualquiera lo podría haber malinterpretado.-se tapó la cara y me dio la espalda. Tomó su ropa rápidamente y la guié.
-Es aquí.-dije escueto.
-¿A...Aquí?-si antes fingía estar muy asustada. Ahora se veía que en serio lo estaba.
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