🤠Narra Jungkook 🤠

Me había retrasado en mi camino solo para comprar un paquete de gominolas de fresa para ella. Sabía que le encantarían. Debía arreglar mi estupidez de alguna manera. Saqué un lápiz, una hoja y escribí en ella mi propuesta. Luego, como tenía falta de tijeras apropiadas, porque en el colegio las prohibieron desde el incidente aquel con Wooyoung, con los dientes mordí la cinta adhesiva para cortarla en pequeños rectángulos y pegarlas sobre la nota para adherirla bien a la envoltura del paquete.

Vi a una niña corriendo tras una pelota, la cual terminó a mis pies y recogí.

-Oh. Oppa es muy guapo, aunque no me gusta su nariz arrogante.-dijo haciendo una mueca con los labios.

-Yah! Niña! ¿No te enseñaron que no debes hablar con extraños?-alcé la voz y la señalé.

-Usted tiene cara de todo, menos de asesino, violador o secuestrador. Más bien tiene cara de ser bastante tonto, pero es guapo.-dijo muy sincera.

Vaya. Ni una niña me respeta.

-Yah! Pitufa ¿Puedes parar?

-Deme mi pelota Señor Conejo.-enfurruñó el ceño.

-Primero que todo. ¿Señor? Soy un joven vigorozo en sus 19 años y no un ajhussi panzón. Segundo, no soy un conejo y tercero, te devuelvo tu pelota con intereses monetarios si le llevas esto a aquella chica que ves en muletas y le dices que es bonita.-

-Oppa...¿Cuánto me pagará por eso? La vida es un negocio.-

-Vaya Pitufa Interesada.-bufé.

-Entonces no le ayudaré y formaré un berrinche llamándolo acosador.-amenazó.

-P...Pero que mier...-me detuve al observarla preparar la carita de cachorro mojado y el puchero que indicaba que iba a berrear como una chiva.

-100won-propuse.

-¿100 Won? Oh vamos. Oppa. ¿Está intentándome estafar porque tengo 6 años?

-100Won nomás me alcanza para pagar algún yogurt en una máquina expendedora.-añadió.

-1000 Won.-dije esta vez.

-4000Won.-replicó ella.

¡¿Qué?! Deja. Ya se lo llevo yo.-rodé los ojos y comencé a caminar.

-Oppa yo le ayudaré por 3000 won.-me tomó del dobladillo del costado de la camisa del uniforme.

-Vaya que has rebajado mucho.-contesté con sarcasmo.

-1000 won son mil won oppa. Estoy perdiendo mucho solo para ayudarte. Lo tomas o lo dejas.-

¿De dónde habían sacado a esta pequeña estafadora?

-Ok. Tú ganas.-bufé resignado y la niña echó a correr hacia JiEun.-

Al parecer la pequeña estafadora había hecho bien su trabajo porque JiEun volteó a verme. Nuestras miradas conectaron, pero al instante devolvió la vista hacia el obsequio que le había dado.

🤠🤠🤠🤠

-¿Y bien?-susurré contra su oído ocasionando que pegara un brinco.

-Gracias por las gominolas.-sonrió nerviosa. Se le notaba a las mil leguas.

-No es nada. Vaya que esto me ha salido más caro que comprar ese paquete.-murmuré casi inaudible.

-¿Qué has dicho?-me miró con duda.

-N...Nada, nada. Me gustaría que respondieras la pregunta que te hice en esa pequeña hoja.-besé su mejilla, pero me sentí incómodo al notar un par de ojos observándonos. Casi olvido que la niña negociante estaba aún aquí esperando a que le devolviera su pelota y le hiciera su pago.

-Aquí tienes.-me agaché para darle la pelota y el dinero de forma que JiEun no lo viera.

-Gracias oppa. Espero que la unnie te acepte.-me guiñó un ojo y luego besó mi mejilla, cosa que me sorprendió.

-Unnie, no seas muy dura con él. Sino lo aceptas tú, lo aceptaré yo cuando crezca.-río pícaramente y se marchó dando saltitos.

-Jajajaja. Pero que graciosa es la niña.-comenzó a reír.

-Mi respuesta es no Jungkook.-esta vez estaba seria.

-Está bien. Subirás esas escaleras tú solita. Chaito.-sonreí y me di la vuelta para caminar, pero luego volteé nuevamente y la noté mirándome con la boca abierta.

-Ah! Olvidaba algo. Esto es mío.-le quité la bolsa con dulces y continué mi camino.

-Yah! IDIOTA! ¿No dirás nada? ¿Tan fácil te rindes?-gritó desde su lugar captando la atención de algunos transeúntes.

-¿Qué quieres que te diga cuando me has rechazado vilmente?-entorné los ojos y comencé a rasgar el nailon.

-¡No Jungkook! ¡No lo abras! Esas gominolas son mías.-chilló, pero no le hice caso y lo abrí.

-Si no me aceptas. No son tuyas.-llevé una a mi boca y comencé a saborearla.

-¡Rata chantajista!-volteó indignada para fajarse con sus muletas y las escaleras.

Ignoraré el apodo.

-Espera. ¿Me acabas de aceptar?-soné emocionado.

-Pues claro. Si reclamo las gomitas, te estoy reclamando a ti tonto.-soltó un resoplido provocando que una parte de su flequillo se removiera en su frente.

-Es que siempre me has hablado tan encriptado.-le pegué un coscorrón gentil en su frente y ella chilló.

-Es verdad jajajaja.-se rió y me arrebató el paquete de las manos.

-Oye!!!-protesté y la cargué al estilo princesa.

-Yaaaah!-esta vez fue ella quien gritó.

-Dame un besito de energía para subir esas escaleras contigo.-sonreí.

-Bien. Tiene sentido. Beso, más azúcar. Podrías subir una montaña.-rió y tomó una gominola. La llevó a su boca y la sostuvo entre sus dientes.

-¡Que pilla eres! Te gusta este tipo de cosas.-susurré contra sus labios y sonreí antes de aceptar el dulce. Nos fundimos en un beso azucarado. La sensación era semejante a estar probando nubes de algodón de azúcar. Suave, dulce y muy cálido. Nos separamos por falta de aire.

-Me encantan tus besos.-dijimos a la par, nos miramos con sorpresa y comenzamos a reírnos a carcajadas. Ella alzó las muletas para que yo pudiera comenzar a subir los escalones y con el otro brazo se aferró a mi cuello.

🤠🤠🤠🤠

-Oh joven Jeon. Gracias por traer a mi hija a casa.-el señor Lee Philip nos salió a recibir con una enorme sonrisa en el rostro.

-Pero ya puedes bajarla. -agregó. Su actitud me hizo reír y acaté su orden.

-Bien. Se la dejo en sus manos señor Lee. Ha llegado sana y salva a su hogar.-hablé como si fuera un soldado de la marina.

-Así me gusta.-se cruzó de brazos satisfecho.

-Si me disculpan, debo irme. Mi hermano regresó de España y me ha llamado. Debo ir a verlo.-estreché la mano del señor Lee y abracé a JiEun.

-Hablamos más tarde cariño.-musité en su oído y me marché.

🤠🤠🤠🤠

-Hyuuung!!!-grité al verlo recibirme en la entrada de la casa y lo abracé fuerte. Habían sido años de no verlo, y lo había extrañado demasiado.

-Jungkook pero que alto estás ya. Has crecido bastante.-me miró asombrado.

-Oh hyung! Claro que he crecido. El único que no lo hace eres tú.-reí al ver como su rostro alegre se iba transformando a uno más serio.

-¡Ven acá mocoso!-estaba listo para pegarme un tortazo, pero me escabullí hacia el interior de la casa.

-¿Dónde está mi preciosa sobrina Sunny? ¡Sunny-ah! ¡Tío está aquí!-me anuncié al más puro estilo pregonero.

-¡Tío Jeon!-la niña pequeña bajó las escaleras a toda prisa. Su madre iba siguiéndole las pisadas, preocupada porque no se cayera. Vaya que Jimin hyung tiene buen gusto. Su esposa es más bonita en persona, que a través de una cámara.

-¡Tío!-la infante se abrazó a mi pierna como si de un oso de peluche se tratase.

-Cha! Pero que niña más hermosa. Te pareces a tu madre. ¡Hasta que al fin les conozco en persona!-le sonreí a la chica de cabellos rubios y cargué a mi sobrina en brazos.

-Gracias. -Aeri se sonrojó un poco y se rió de la cara de mi hermano.

-Oye. No te he presentado a mi esposa como se debe y ya le andas coqueteando en mis narices. ¡Me dueles Jeon!-sobreactuó.

-¿Es siempre así?-le cuestioné a mi cuñada ignorando el rollo que se estaba montando hyung.

-Eso forma parte de su vida cotidiana. En vez de bailarín debió ser actor.-rodó los ojos.

-Sí claro y hacer muchas novelas con actrices distintas, tener rumores de romanceo y esas cosas.-contestó mi hermano y la miró pícaramente.

-Si eso hubiera pasado te habría castrado antes. Hago arte con los cuchillos en la cocina.-le dedicó una mirada filosa, que hasta a mí me dio miedo. Hyung tragó seco y se calmó.

Caminamos hacia el sofá. Jimin colocó a su hija en su regazo y Aeri fue a la cocina a por bocadillos.

-Cuéntame Kook. ¿Que tal el colegio? ¿Todo bien?-indagó.

-Todo marcha viento en popa hyung! De hecho pronto participaré en un festival nacional con mi novia. Haremos un dueto.-sonreí emocionado y observé a Aeri entrar con la bandeja llena de galletas con chispas de chocolate y un refresco para cada cual.

-Jungkook. ¿No crees que es mejor concentrarte en los estudios? Conseguir entrar a una compañía no es nada fácil. Si no te enfocas, no lo lograrás.-

-Hyung. Ya estoy bastante crecidito y sé lo que hago. Aprecio la preocupación, pero estoy bien con ella y no he perdido para nada mi enfoque.-espeté.

-Es cierto amor, y perdón que intervenga, pero deberías dejar de ser tan sobreprotector.-Aeri acarició el dorso de su mano y le sonrió. Eso bastó para que Jimin hyung se calmara un poco.

-Bueno algún día deberás traerla para conocerla.-sonrió Aeri y Jimin asintió algo retraído. Cada vez que le hablaba de mi novia se ponía así. Ahora es cuando debía hacerle todas esas preguntas, pero no lo creía conveniente todavía.

-Eso haré.-estuve de acuerdo.

-¿Cuándo irás a visitar a los abuelos y presentarles a su bisnieta?-cambié el tema.

-Pasado mañana iré. Aún tengo cosas por organizar en la casa y Aeri quiere ir a ver a mi amigo y cuñado Hoseok.-fue su respuesta.

-Heol! Eso no me lo esperaba. Aeri! ¿Hoseok es tu hermano?-pregunté estupefacto.

-Sí lo es. Somos de apellido Jung. Jung Hoseok y Jung Aeri.-aclaró.

-Daebak!-se me escapó un chiflido bajo.

-Tío Jeon. Vamos a jugar a los cuentos de hadas. Serás el conejo y yo Alicia-la pequeña se bajó de encima de su padre para ir conmigo.

-Lo siento Jeon. Te toca disfrazarte de conejito o ella no te dejará ir.-rió Jimin y palmeó mi hombro.

🌻Narra JiEun🌻

Al fin había llegado el gran día. Jeon no dejaba de moverse de un lado a otro con inquietud y ya me estaba comenzando a poner de los nervios, más de lo que ya estaba.

-Kookie!-agarré su mano con delicadeza y logré que enfocara su atención en mí.

-Todo va a salir bien. La canción que compusimos es perfecta. La hemos ensayado bien, así que para de cantar o vas a perder la voz antes de subir al escenario.-expresé mi preocupación y lo abracé acurrucándome en su pecho para sentir el agradable latido de su corazón.

-Si estás nervioso sostén mi mano.-agarré sus dos mejillas para que me mirara solo a mí y dejara de verificar si las personas importantes están aquí.

-Eso haré preciosa. Gracias por el apoyo. Lo aprecio mucho.-acarició mi mejilla y su toque tan cálido parecía mágico. Cerré los ojos para sentir mejor su piel suave haciendo contacto con la mía y sostuve su mano inclinando levemente mi cabeza sobre la palma de la misma. Era increíble como Jungkook me daba tanta seguridad. Yo quería hacer lo mismo por él.

-Dame un momento.-los nervios me habían atacado y a pesar de que parecía estar tranquila mis manos sudaban frío y tenía unas ganas inmensas de hacer pis.

-¿A dónde vas?- interrogó.

-Tengo algunas necesidades que atender.-sonreí avergonzada y el rio tan dulcemente como suele hacerlo.

🌻🌻🌻🌻

-¿Están listos? En unos minutos estarán allá arriba. Chicos den lo mejor de sí. Ahí en el público hay muchos cazatalentos y algunos presidentes de compañías importantes.-la maestra me insertó en mi camino hacia el sanitario.

-Sí. Estamos listos. Solo necesito ir a hacer el uno. Enseguida regreso. No tardaré.-hice una leve inclinación y apresuré mi paso.

-Aaaah! ¡Qué alivio!-suspiré y cuando hube terminado me apresuré a lavarme las manos para no llegar tarde.

Un sonido me sobresaltó. Era la puerta. La habían cerrado.

-¿Pero qué demonios?-bramé y corrí hacia ella para intentar abrirla pero era imposible. La cerraron por fuera.

-Espero que aprendas la lección zorrita. Conmigo no se juega.- esa era la voz de JangMi al otro lado de la madera.

-¡Abre JangMi! No seas inmadura. Jungkook no quiere nada contigo. Yo no tengo la culpa de eso.-golpeé repetidas veces con desesperación pero nadie iba a escucharme y ella no iba a abrir.

¿Qué mal le hice al mundo en mi vida pasada para merecer esto?

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I'm back bubus. Perdonen si el cap. quedó culero. Besos🌻💜

Bonus+++💜