💛🌻Capítulo 12🌻💛


🤠Narra Jungkook🤠

Tragué fuerte cuando colocó su mano en mi mejilla y comenzó a acariciarla y apartó mechones de pelo de mi cara.

-J...JiEun?-cuestioné para saber el porqué de su acción. Mi tono de voz salió más nervioso de lo que debería.

Ella abrió los ojos como dándose cuenta de lo que estaba haciendo y se apartó como si mi piel de repente tuviera espinas.

Narra IU

Cuando escuché su voz fue que caí en cuenta de la tontería que estaba haciendo.

Demonios!-me aparté.

¿Qué acababa de hacer?

Tonta! Tonta! Tonta!!!

Me levanté roja por la vergüenza.

Eres Genial JiEun. Vaya...Hace un rato te estabas haciendo la de rogar y la orgullosa pero hace unos segundos lo estabas acariciando como si fuera lo más admirable en el mundo.-me reprendió mi subconsciente.

¿Por qué tiene que ser tan hermoso? No es mi culpa ceder a sus encantos.-esta vez era yo la que me excusaba ante mi conciencia.

Prostitución del carácter y una mierda.

Garraspeé mi garganta y me levanté. Bien...Volvamos a la granja. Y g..gracias por salvar mi vida.-comencé a caminar sin mirarlo. No tenía la suficiente vergüenza para hacerlo.

-Oye...quiero que me perdones por haberte tratado de semejante manera. Lo lamento de verdad. No me comporté como un chico debería hacerlo con una chica.-sentí su voz a mis espaldas. Ahí estaba su disculpa. No era la manera en que mi mente lo hubiera imaginado, pero estaba bien así mientras escuchara la sinceridad en su voz.

Detuve mi paso y me volteé para verlo esta vez.

Toma las flores por favor.-las tomó del suelo. Estaban estropeadas pero se veía...sonrojado?

Las tomé con una sonrisa algo apenada. Olí las flores. Tenían un aroma deliciosa.

-Está bien. Las acepto por esta vez porque veo que estás siendo sincero.-

-Lo estaba siendo desde el principio. -vi como rodó los ojos y me reí.

-Pero no era la manera correcta de pedir perdón.

-¡Qué complicada eres!-sonó como un niño chiquito en berrinche.

-Dame la manzana. Tanta agua y adrenalina me dio hambre .- Se la quité de las manos y le di un mordisco.

Comencé a caminar....

Yah! JiEun! No es por ese camino. -lo escuché llamarme.

Agh! Me palmeé la frente mentalmente y lo seguí.

Volvimos a la granja.

-¿A ustedes qué les pasó?-comentó la tía de Jungkook al vernos en esas condiciones.

-Larga historia-respondió Jungkook y comenzó a reír.

-No le veo la gracia-murmuré entre dientes.

-Oh mi niña...Ven conmigo para que te des un baño de agua caliente. Puedes resfriarte.-la señora con sonrisa perfecta me acompañó hasta dentro de su casa.

-S...Señora Kim...Hay un problema. Yo no traigo ropa conmigo. Debo ir a la casa de Jeon a buscar en mi maleta.-

-Oh...Por eso no te preocupes. Pareces tener las medidas de mi hija.-dijo analizando mi figura.

YERIIII!!!-la llamó.

Al rato vi una melena castaña asomarse en el largo pasillo de la casa.

-Sucede algo omma?-la miró a ella y a mí.

-Mi niña...¿Crees que le puedas prestar algo de ropa a esta jovencita?-preguntó la señora a su hija con una sonrisa amable.

La chica me miró y sonrió dulcemente.

-De acuerdo!-palmeó emocionada.
-Te gustará el nuevo diseño que hice con mi ropa. Ven conmigo.-me tomó de la mano y le dediqué una sonrisa a la señora Kim para luego irme con Yeri.

-Entra a bañarte. Yo te alcanzo la ropa cuando termines.-sonrió.

-Ten. Aquí está la toalla.-me extendió una color beige. Olía a limpio y una mezcla de frambuesas.

Sin más preámbulos entré al baño y tomé una ducha de agua caliente. No parecía haber calentador. Entonces...cómo era que estaba caliente?

-¿Cómo está el agua?-gritó Yeri desde afuera.

-Oh! Está caliente.-le respondí.

-Es un alivio que hoy haya sido un día soleado. De lo contrario el agua estaría helada.-contestó.

-¿Por qué?-pregunté.

-Bueno porque el agua de los tanques se calienta cuando hace mucho sol en verano, pero es helada en días nublados o de frío.-la escuché decir entre los sonidos del agua de la ducha cayendo en la baldosa.

Narra Jungkook.

Luego de tomar una ducha entré a casa. Mi mamá estaba hablando por teléfono alegre. Cuando me vió se detuvo y sonrió más aún.

-Toma. Es tu hermano.-me extendió el teléfono.

-Oh! Hyung!-

-¿Cómo has estado pequeña rata?-

-Bastante bien mochi.

-Me alegra saberlo.

-Oye...-me llamó al atención.

-Sí. Dime.

-Mamá me estuvo comentando lo que sucedió con Rosé. ¿Ya todo está bien?

-Sí. No te preocupes. Todo está en orden. ¿Cómo estás tú? ¿Cómo te lleva la vida en Europa?

-Mmm...bastante bien. Pronto me estarás viendo.-rió.

-¿A qué te refieres?-pregunté dubitativo. A lo mejor salía en algún canal en la tv.

-Sorpresas son sorpresas kookie tokki.-no podía verlo pero sabía que estaba sonriendo y probablemente sus ojos estaban escondidos tras sus párpados con su típica eyesmile.

-Jungkook. He escuchado que no quieres abandonar la granja porque sientes una gran responsabilidad en ella....

-Hyung verás...-intenté protestar pero fui interrumpido.

-Escúchame bien Jeon Jungkook.-sonaba bastante serio así que decidí prestarle atención.

-He escuchado que cantas genial y Seulgi me ha dicho que ha leído las canciones geniales que escribes.

-S...Seulgi?-esa niña fisgona.

-Jungkook. Deja de preocuparte tanto por la granja, mamá y las chicas. ¿Para qué están nuestros tíos allí? Piensa más en ti. Tienes talento...explótalo. Ve a por tus sueños. No te cierres ante las posibilidades. Yo me puedo hacer cargo de los gastos en la granja, hasta ahora lo he estado haciendo y no me molesta para nada. Gano lo suficiente para ustedes y para mí.

-Hyung! Es que no entiendes. Si no estoy aquí, las cosas se salen de control. Y la vida de un artista es completamente insegura. Ni siquiera sé si lograré entrar a una agencia, y si entrara tampoco sabría si debutaría. Sería tiempo perdido y gastos innecesarios.

-Oh vamos Jeon Jungkook. Deja el pesimismo. He hablado con el abuelo e incluso J-Hope. Los dos llegaron a la misma conclusion. J-Hope me comentó que finalmente había tenido la oportunidad de conocerte y que tienes mucho talento en el baile.

-C...Conoces a J-Hope?-abrí los ojos lleno de asombro.

-Jajajja. El mundo es chiquito, ¿no? Apuesto a que estás pensando en eso.-

-Jeon...Ya dejaste las cosas en orden en casa. Ve a por lo que te gusta hacer y lucha por ello. No pierdes nada con intentar. Yo lo logré Kook y mirame donde estoy. El talento corre por la sangre de nuestra familia, eso no se puede negar. Confío en ti y en que lo lograrás. Eres mi roedor favorito.-

-Oye...no te aproveches de la situación para llamarme a tu antojo enano.-lo reprendí.

-Sé que me amas. Jajajaja. Nos vemos pronto. Debo hacer cosas. Estoy colgando. -

-H...Hyung!-no me dejó decir más nada. Los tonos en la línea me indicaban que ya había colgado.

-Este bribón.-siseé y puse el teléfono en su lugar.

-¿Qué te dijo?-mi madre me miraba curiosa.

-Lo que todos me dicen. Que siga mi sueño. Mamá...¿Crees que estarás bien mientras yo esté en Seúl?

-Pues claro pequeño.-se acercó para acariciar mi mejilla.

-Trataré de ser más comprensiva con tus hermanas. La culpa de que Rosé haya huído, no fue tuya ni porque no estuvieras aquí, fue mía por ser tan estricta. Hijo mío...lo único que quiero es que seas feliz y hagas lo que más te gusta al igual que tu hermano. Lo merecen. Siempre se han sacrificado por esta familia. Estaremos bien.-las lágrimas amenazaban con salir de sus ojos y las mías también así que la abracé fuerte.

-Madre. Prometo venir a verte seguido. No estarás sola. Dejaré todo en orden antes de marcharme. No te preocupes por nada.-

-Deja las preocupaciones tú. Te voy a extrañar pero con que mantengas contacto conmigo, de vez en cuando, estaré bien. En cuanto a las cosas de la granja Jimin me dijo que había mandado a tu tío a contratar más personal y compró más máquinas para el arado de la tierra.-sonrió y sequé el rastro de lágrimas de sus ojos, así como solía hacer de pequeño.

Oppa!!-chilló una Seulgi con ojos centelleantes por el líquido cristalino acumulado en sus ojos y corrió a abrazarme, seguido de ella también lo hizo Rosé.

-Eres el mejor oppa!!! Te vamos a extrañar y a apoyar siempre.-dijo Seulgi ya sin poder contenerse.

-Abrazo familiar?-propuso Rosé.

-Vengan acá mi par de pitufas.-las apachurré a todas. No existía mejor sensación que el abrazo y la calidez familiar. Esto lo recordaría siempre cada vez que estuviera solo. Porque sé...que muchas veces lo estaré.

Narra IU

Mientras secaba mi cabello escuché que Yeri tocó la puerta.

-Escuché que el agua se detuvo. ¿Ya terminaste?-preguntó.

-Oh sí...sí. Ya salgo.-respondí y coloqué la toalla, que por suerte era larga, alrededor de mi torso y la ajusté con un nudo.

-E...Esto?- Observé con los ojos a punto de salirse de mi órbita el conjunto que ella había colocado encima de la cama y que miraba como su obra de arte más preciada. Es cierto que no era un escote o algo semejante pero no estaba adaptada a enseñar mis piernas y ese short daba a enseñar el largo de mis piernas y mi piel y eso me hacía sentir incómoda.

-No te gusta?-sonó preocupada e hizo un puchero.

-N...No es eso lo que quise expresar.-moví las manos intentando explicarme.

-Es decir...está hermoso, pero es algo bastante revelador, no crees?-le sonreí incómoda.

-Eh? Vamos!! No seas anticuada. Las chicas de hoy lo usan y se les ve muy bonito. Además...Tienes buena figura. No sé que te preocupa. De seguro a Jungkook le encanta.-sonrió pícara y me dio codazos leves en las costillas mientras levantaba sus cejas repetidas veces insinuante.

-E... EH????!!! N...No...Creo que has malinterpretado algo. J...Jungkook y yo no tenemos nada.-reí de forma pesada.

-S...Solo somos amigos.

-¿Amigos con derecho?-

-¿Con derecho?-

-Si ni siquiera ese tonto me deja escoger donde dormir. De qué derechos me habla Yeri?-me debatía en mi cabeza pero otro pensamiento llegó a mi mente. Espero que Yeri no se refiera a ese tipo de derecho.

-Sí. Con derecho a roce.-soltó la confirmación de mis pensamientos.

-N...No!!-me sonrojé totalmente.

-Mmm...que mal! Hacen bonita pareja.-hizo un puchero triste.

-Pero bueno...Dime que te vas a poner ese conjunto.-hizo ojitos y soniditos de cachorrito triste y no me quedó otra opción que aceptar.

-Vaaale~

Luego de tomar el té con la familia Kim, me despedí de todos, intercambié números de teléfono con Yeri, y volví a casa de los Jeon.

Me encontraba hecha una estaca ahí parada en la puerta. Era una escena tan linda que sentía que no tenía el derecho a interrumpir o tan siquiera estar ahí, pero no me podía mover porque todo era tan conmovedor que quería admirar por primera lo que era una familia feliz.

Cuando la escena tan linda hubo terminado me encontré con esos ojos café, los cuales me miraban con algo más que, no supe descifrar.

Lo observé aclararse la garganta luego de terminar de hacer un scan por todo mi cuerpo como si fuera una máquina.

-¿A dónde vas?-me preguntó con voz dura.

-Emmm...A ningún lado.-contesté sin saber el porqué de su pregunta.

-Entonces....¿Cuál es el motivo de esa ropa?-me miró algo serio.

-Oh...Emmm..En casa de tu tía no tenía ropa y Yeri me prestó esta.-contesté mirando hacia la punta de mis pies.

-No te dejes influenciar tan fácil.-fue lo que soltó. Parecía bastante molesto, pero no sabía por qué.

-Ay vamos Jungkook! Deja los celos. Ninguno de nuestros primos se acercará a tu chica, si eso es lo que te preocupa. Sabes que ambos tienen novias-habló Seulgi.

-Ella no es mi chica. Y puede hacer lo que quiera pero...pero...eso es demasiado revelador.-su tono se elevó haciéndome sentir apenada.

-Ay vamos! No estamos en el siglo XIX. Deja de exagerar las cosas Kook. No eres un anciano.-esta vez habló Rosé en mi defensa.

-Como sea. Iré al corral para ver como están los animales.-dicho esto se marchó dando grandes sancadas, chocó con mi hombro y dio un fuerte portazo.

-Awwwn. Mi hijo es tan autorotario.-su madre juntó sus manos y soltó un suspiro. Le sonreí incómoda.

Su hijo lo que es un hombre de las cavernas.

¿Por qué rayos no dejan de emparejarnos? ¿A caso no podemos ser amigos?-pregunté en mi cabeza.

Definitivamente no.-contestó mi conciencia.

-Oye Ji Eun ...No te preocupes por lo que acaba de decir ese pedazo de semental. Suele ser así. Por fuera es tan duro como la corteza del coco pero por dentro es tan suave como un osito de felpa.-me dijo Rosé riendo.

-Eemm...vale.-toqué mi cuello con incomodidad.

-Oye niña! Rosé y yo íbamos de salida a comprar unas telas para que Yeri nos haga más ropa y conseguirles algunas a mamá para que haga los manteles. ¿Te nos unes?-preguntó Seulgi animada. Primera vez que la veía así de alegre.

-De acuerdo...Pero creo que debo cambiarme.

-Ah vamos. No hay tiempo para eso. Estás perfecta así como estás.-sonrió Rosé y me jaló del brazo para entrelazarlo con el mío.

-Nos vemos mamá.-se despidieron las dos dándole un beso en la mejilla a la señora Jeon.

-Nos vemos luego señora Jeon.-hice una reverencia.

-Oh! Cariño. Deja las formalidades. A la vez que entraste aquí con mi Kook te convertiste en una más de la familia.-sonrió afable.

-Estoy totalmente honrada por eso.-soné algo anticuada. Pero la verdad eso era un honor para mí.

La señora rió y asintió.

-Ya! De prisa. Vámonos.-me tironeó Rosé y me fui con ellas.

El tiempo en el pueblo fue bastante alegre. Comimos en una cafetería con el novio de Rosé y a Seulgi pareció agradarle. El altote mostraba otra fase de él. Una muy amable y atenta. Su actitud gélida se había esfumado. Era genial como esa chica podía domar a esa bestia y doblegarla a su antojo. Una gran muestra de lo que el amor podía llegar a hacer.

El chico revista nos acompañó en su auto hasta la granja y nos dejó en la entrada. Se despidió de forma no apta para menores de Rosé. Cosa que hizo que Seulgi soltara un chiflido y yo virara la cara.

Tomamos las telas en el maletero Entramos totalmente satisfechas mientras reíamos, pero un dolor en mi bajo vientre apareció para arruinarme el momento cuando ya estábamos en el living del hogar de los Jeon.

Mierda. Esto no podía estarme pasando. Mi calendario claramente me decía que no me tocaba hasta después de una semana. Aaaaaah! Se me adelantó y no tengo ni siquiera almohadillas sanitarias conmigo.

Eso te pasa por no ser previsora.-ahí estaba otra vez mi subconsciente regañándome.

Ah!-me quejé.

-¿Qué sucede JiEun? ¿Te encuentras bien?-preguntó la pelirroja.

-Oh...Sí sí. Creo que Andrés está al hacerme la visita.-sonreí y una mueca de dolor borró aquella curva de felicidad en mi rostro.

-Creo que debes subir a descansar. ¿Necesitas que hagamos algo por ti?-preguntó Seulgi con preocupación.

-No...No. Estaré bien. Solo debo descansar.-dije para que no se preocuparan más.

-Solo quiero preguntarles si tienen almohadillas sanitarias con ustedes.

-Ash! Sabía que debíamos comprarlas.- chilló Rosé.

Al parecer no tenían.

-Lo siento JiEun. Yo usé la última hoy.-habló la peli negra.

-Oh! No se preocupen. Veré como me las arreglo.-dije algo decaída mientras me encorvaba un poco sobre mi abdomen. Las gotas de sudor comenzaban a recorrer mi frente. Siempre tenía estas crisis fuertes antes de que me bajara la regla. No era nada lindo de admirar.

-Ten. Toma estos pedazos de telas por si acaso. Deben ayudar. Yo uso ese remedio cuando se me agotan.-la de rostro más infantil me las ofreció.

-G...Gracias.-dije con voz entrecortada.

-Iré a prepararte una bolsa de agua caliente.-dijo Seulgi y se perdió entre los recobecos del lugar.

-Yo subiré.-dije fatigada. La cabeza me comenzaba a dar vueltas y los ojos a pesarme. Era muy agudo. Tenía ganas de vomitar, de gritar, de llorar de tantas cosas a la vez, que lo único que sucedió fue que todo se volvió negro, lo último que escuché fue la voz de Rosé gritando asustada y unos brazos fuertes cargándome en peso.

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Espero lo esten disfrutando.😊💛

Una pregunta: De qué país son?

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