Aclaraciones: Es una historia XiCheng y va enlazada con la primera historia de este One Shot. 

Espero que la disfruten. 

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Las pesadillas siempre lo habían perseguido durante años y más sentir y saber que le había arrebatado a un hombre tan honorable el amor de su eternidad, y que por esa perdida, el hermano mayor de este trataba de entenderlo, al observar romper las reglas lo llenaban de dolor.

Todos los líderes de las sectas, inferiores y mayores, creyeron que él había matado a su hermano y que no lo amaba, que su temperamento y carácter no le permitían ceder ante su hermano, pero la posición y las decisiones de Wei WuXian, le atormentaban, de todas las maneras, a pesar de ello siempre lo extraño, por eso su carácter era un poco más frío y dado a la amargura, entendiendo que una parte de esto fue por la muerte de Jiang Yanlin, de su hermana mayor.

No podía creer que el idiota de su hermano hubiera dado sin pensarlo dos veces su valioso núcleo dorado, solo para que él fuera el líder de su secta. Pero en los trece años que su hermano no estaba y trataba de ponerle un motivo a la razón de Wei WuXian y lo empezó a entender cuando lo abrazo después de saber todo la noche en que Jin Guang Yao contó como había manipulado todo a su paso junto a los Wen y Xue Yang.

Sus hermanos, padres y gente habían muerto, por culpa de otros, de otras personas que también los perdieron. Ahora por cosas adversas y de no creer si no lo estuviera viviendo en carne propia. Su hermano mayor mucho más joven que él, estaba a punto de casarse y dejar del todo el muelle de loto, para unirse al senior Lan.

Recordar el tiempo perdido le causaba cierta molestia y por eso despues de un rato, estuvo de pie, Jiang Wanyin iba a disfrutar de la noche tranquila para despejar su mente, caminaba con su ropa de dormir, por los cuando vio a dos sombras salir del muelle, una detrás de otra. Claro que reconocía las sombras eran su hermano desvergonzado y su prometido, que no pudieron aguantar hasta la noche de bodas para su consumación. He iba a partir la decoración, cuando alguien lo detuvo agarrándolo de la muñeca y acarrándolo contra la pared.

—¡Joven Maestro Jiang Wanyin! —el dulce aliento de Zewu-Jun, le golpeo la cara, por una cabeza más alto que él. Eso le daba una visión casi celestial de Líder Lan—, no va a hacer algo de lo que se pueda arrepentir.

El silencio se apoderó en el momento, en que los dos líderes no quitaban los ojos del uno al otro, inspeccionando las verdades y los arrepentimientos, que de pronto acompañaban.

—Recuerda, que puedes llamarme por mi nombre —las cejas arrugadas y los pulmones trataba de no colapsar, hablando con cierto temor y vergüenza —tu mismo... lo propusiste Lan Huan—, el temario dueño de Zidian, no podía controlar su corazón. Lan Xichen, se encontraba satisfecho con escuchar en la voz del líder Clan Yunmeng Jiang, su nombre de nacimiento.

—¿Gustas acompañarme a mi habitación A -Cheng?— pregunto el mayor de los Lan —mientras mi hermano vuelve con su prometido, Wei WuXian. —le sonrió y con esa sonrisa, desapareció todos los miedos que le agotaban.

Sin decir una palabra Jiang Cheng, lo acompaño. Y su yo adolescente tenía una sonrisa de oreja a oreja. ¿Qué hubiera pasado?, si el líder de los Lan supiese que llevaba enamorado de él desde hace mucho tiempo, que le partió el corazón, al enterarse del amorío, con Jin Guang Yao y que disimulaba, su odio por su amado sobrino, Lin Jing aunque nunca se atrevio a decir nada.

Al estar frente, frente el Primer Jade, sirvió un poco de té, que tenía en la tetera desde hacia unos minutos, le sirvió tranquilamente, mientras Jiang, no podía quitar los ojos de las manos del mayor.

—Nunca te he agradecido...—hablo Jiang Cheng hacia el Lan más adulto —si no hubiera sido por ti, tu hermano me hubiera matado. —Xichen, bajo la cabeza, pues jamás en su vida podría olvidar, ver a su joven hermano querer morir por el Gran Patriarca, era lo más triste y deshonroso que pudieron ver sus ojos. Pero ahora lo entendía.

Perder A-Yao, le había cambiado de perspectiva hacia la vida y el propósito del amor, tanto filial como romantico.

—No debes agradecer, era mi deber en ese momento—respondió el Lan.—Tú, no lo asesinaste ¿Verdad, Jiang Cheng?

Él no podría mentirle a su primer amor, ni aunque quisiera es que también lo había visto triste desde hacía meses.

—Si rompí la roca, pero él se soltó de la mano de Lan Wangyi, para que el segundo Jade no muriera con él—, la cabeza, le daba vueltas al recordar siempre, como su mirada se le clavó en el corazón al soltarse y después cerrar los ojos. Escuchando los gritos de su hermano mayor fue un más desgarrador que la muerte de su Shijie.

—Entonces, ¿por qué mi hermano deseaba matarte? —, pregunto el mayor.

—En esos momentos, no entendía a tu hermano. Estaba herido por el amor que siente por el idiota de Wei WuXian, hasta qué...—tenía las cejas fruncidas y el puño en donde el látigo que entendía sus sentimientos comenzaba a brillar—recordé que no hice nada para detenerlo y ayudarlo, que al contrario lo hundí más.

Claramente estaba mitiendo, bueno hasta cierta parte, pues no fue capaz de aceptar que lo sintió al ver que el hijo de perra de Jin Guang Yao, iba a atacar a Zewu-Jun en el Templo Guanyin.

—Siempre he sentido algo de curiosidad... —hablo Lan Huan un poco inquieto al recordar como él observaba al menor de Los Lotos como se quedaba con un suspiro al ver a Wei Wuxian, le causaba tristeza y una inexplicable cara de angustia. —¿Alguna vez sentiste algo por el Gran Fundador del Cultivo Demoníaco?, algún sentimiento romántico.

—Cuando, era muy joven, un niño. Le tenía cierta envidia... mi padre siempre lo premiaba y le daba dulces, mientras a mí me trataba con dureza, dándole igual mis avances—mientras hablaba veía como su homólogo líder lo miraba con una sonrisa amable y satisfactoria. Aquello que hizo que las cejas del Líder de Yummeng, se colocaran en uve, causándole un poco de mal genio —Al estar presente, en el momento en que desarrollo su Núcleo Dorado, comencé a sentir admiración, tal vez un poco de gusto... Pero jamás dije nada, porque me enamore perdidamente de un integrante de Gusu Lan.

Jiang Cheng al decir eso le había dejado la boca seca, estaba totalmente aterrado, aunque con en el miedo en las manos y en el corazón, algo le decía que debía ser más directo así como su familia, aún más cuando escucho con un deje de tristeza la voz de Lan Huan.

—Mi hermano, a pesar de su aura fría y poco cordial siempre ha llamado la atención. —Zewu-Jun, había perdido el hermoso brillo en los ojos y de repente se encontraba en silencio mirando al líder de Loto, deseando decir mas, pero no pudo decir nada. Pensó, A- Cheng antes de hablar con una inocencia agradable a los ojos de Lan.

«No vas a creer que el insípido de Hanguang-Jun, me gustaría ¿verdad?, el único lunático que pudiera sentir algo por él es Wei Wuxian y ya sabemos como terminarán»

Esa llevo a esto...

—No, no—susurro dejando un suspiro en el aire. —¿Cómo me podría gustar el segundo Jade, si estas tú?—, pregunto sin percatarse lo que había dicho, solo se dio cuenta hasta que Lan Huan, le tomo de las manos y lo empujo hacia una pared de la habitación, besando su cuello. —¿qué haces?—, se encontraba totalmente nervioso, pero feliz.

Cuando el primer Jade se reincorporó de inmediato pidió disculpas

—No quería que te asustaras. Pido disculpas A -Cheng. —aun con la cara pegada en su mejilla como tratando de controlarse y no echar a perder la boda de su hermano menor.

—Ahora soy yo él... —tocaba su espalda sin fijarse en que la cinta había sido movida.—¿dime cuál fue tu relación con el Perro de Yao? —, la voz de Jiang Cheng era fuerte aunque algo caliente, por la sensación de la piel de aquel líder.

A Sandu Shengshou, nunca había sentido esas ganas de entregarse a alguien, de pertenecer a alguien, de crear familia con alguien. El hijo de madame Yu, jamás se habia dado a amar alguien, solamente a su sobrino, pero no era lo mismo. Por otro lado, el hermano mayor de Lan Wangyi realmente no lo tomo de sorpresa, era algo que deseaba aclarar antes de que su ser piel exigiera algo que tampoco había probado.

—A-... Jin Guang Yao—, si quería que el gran líder de Yummeng, estuviera seguro, de que entre el difunto de líder Lin, no hubo más que una relación de amistad: maestro/estudiante, tendría que dejar sentir estima y lástima por él—, solo fuimos hermanos jurados, de cierta manera lo entendí, cuando los miembros de su Secta no lo aceptaban como parte de ella. —de repente sus ojos se dirigieron a la boca del hombre que tenía un traje color lila demasiado fresco casi trasparente metiendo la mano entre el cuello del líder Jiang, para mirarlo—no te voy a negar, que algunas veces hubo insinuaciones... pero no pude corresponderle.

En la mirada del Jade no había rastros de mentiras, además el Clan Lan, tenía la estricta regla de no mentir, por eso le hizo otra pregunta importante.

—Si es así, entonces ¿por qué no estás casado?—, el aliento fresco y los ojos dorados del hermano mayor de Lan Zhan, no le dejaban pensar bien.

Lan Huan, sonrió y no soporto besando los labios del Loto, para hablar con una voz ronca después de morder un poco el labio inferior, aprovechando que lo tenía atrapado entre sus manos.

—Debía de esperarte, no deseaba ser causante de más dolores o que me dijeras que estaba loco, por añorarte. —Al escuchar decirle eso, el menor de los lotos, y ahora líder, fue quien lo beso y lo fue llevando hacia la cama, que los esperaba como la noche al día.

Solo Jiang Cheng, insistía en que nunca llegara otra vez el arrepentimiento de un líder, mientras que con los ojos cerrados recorría la espalda y sentía como Lan Huan se apropiaba de su piel y de cada pliegue de su ser.