SETENTA Y CUATRO
-teniente, atención teniente- una voz en su radio lo hizo dirigir su vista hacia su cintura, una lluvia de balas inundaba el ambiente, mientras trataba de protegerse de aquellas diminutos objetos - hay un intercambio de balas en la zona central de la ciudad, necesitamos refuerzos lo mas pronto posible
-voy en camino, los refuerzos deben estar por llegar- Leonardo manejaba lo mas rápido que podía, pasaba semáforos en rojo, e iba en dirección contraria al transito- en un minuto llegaré, no se pongan en peligro. esperen a que los refuerzos lleguen
cuando finalmente llego al lugar indicado, bajo rápidamente de auto y corrió en dirección a la parte de atrás del edificio; entro sin hacer mucho ruido, sacándole el seguro a su arma de servicio. desde su posición se escuchaba el fuego cruzado que había entre la policía y los delincuentes. trato de controlar su respiración, preparándose mentalmente para lo que vendría.
Se detuvo en un par de cajas que lo cubría, asomo la cabeza y pudo ver a varios hombres alrededor de unos documentos; enfocó bien su audición para tratar de oírlos, no podía acercarse más de lo que estaba, ya que podrían descubrirlo. Eran 8 personas armadas en la parte derecha del edificio, más otras 8 personas en el lado izquierdo; Leonardo entendía que no podría solo con todo esto, pero al mirar al costado encontró a sus amigos también escondidos. Respiró profundamente mirando el arma en sus manos, miro nuevamente a sus amigos asintiendo con su cabeza hacia sus amigos; dándoles la orden de salir de sus escondites y comenzar a atacar, los refuerzos no daban pistas. Eran solo 3 personas ante 16 maleantes con pistolas.
Salieron de sus escondites y comenzaron a disparar contra los delincuentes, lograron herir a 6 personas de las 16 que habían ahí; Henríquez y Martínez se unieron a Leonardo disparando a la par, protegiéndose de las balas que llegaban a sus lados.
_¡Cubranse! ¡Los refuerzos están por venir!_ grito el pelinegro tratando de guardar la calma, ya que hace pocos segundos, una bala logro herirlo en la pantorrilla_¡No se pongan en peligro si no es necesario!!!
Minutos después se escucharon bocinas de los coches de la policía, acercarse. Las balas Iban y venían en ese momento, pero el dolor que el pelinegro sentía lo hacía fruncir el ceño de vez en cuando.
_¿Estas bien?_ preguntó Henríquez mirando a su compañero, Leonardo asintió mordiéndose el labio.
_cubranse_ indico el pelinegro, pronto otros policías se unieron a la lluvia de balad que había en ese momento.
Un poco de tranquilidad apareció en el cuerpo del pelinegro, había más compañía; habían caído 4 de los delincuentes al suelo, algunas balas habían perforado su cuerpo
_¡Retirada!_ grito el jefe, sangrando por el brazo derecho.
Pero no alcanzaron a llegar hasta la salida, unos policías lograron cubrir la entrada para que nadie logrará salir; se demoraron menos de 3 segundos en esposar a las 16 personas involucradas en la balacera, pero 4 de ellos fueron retirados hasta el hospital debido a sus heridas.
Henríquez, Martínez y Leonardo se juntaron con una sonrisa; respiraron con tranquilidad sintiendo sus cuerpos más flojos, se abrazaron y palmiaron sus espaldas.
_nos libramos_ sonrió Henríquez, Martínez le abrazo y beso la mejilla.
_¡Hay!_ se quejó de pronto el pelinegro entre cerrando los ojos por el dolor
_¿Leo? ¡Que está pasando!_ los dos policías se acercaron a su compañero preocupados.
Leonardo puso sus manos en la zona que sentía el dolor, sacándola unos segundos después y notando como está se encontraba manchada de sangre; levantó la mirada, hacia sus amigos, quienes lo miraban preocupados.
_estoy bien_ sonrió arrugando su rostro por el dolor_ solo.....necesito sentarme
_no necesitas sentarte, necesitas ir al hospital_ comento Henríquez
_no, no_ pidió_ estoy bien, solo esperaré a que deje de sangrar
_¿Acaso estás idiota?_ preguntó Martínez con molestia - necesitas atención médica, de inmediato
_moriras si no vas al hospital_ le continuó Henríquez
_estoy bien, solo un poco cansancio_ confirmo
Henríquez tomo su radio de su pecho, apretó un botón en específico y espero escuchar una voz desde el otro lado.
_aqui Fernández reportándose _ una voz clara se escuchó desde el otro lado
_nececesitamos una ambulancia de inmediato, hay un policía herido_ confesó esperando recibir una buena noticia
_toda la zona se encuentra acordonada, y las ambulancias que lograron llegar, llevaron a los demás heridos al hospital_ habló, haciendo suspirar a los policias_ no hay ninguna en este momento
_necesito que preparen una patrulla_ Martínez se unió a la conversación_ tenemos un policía herido, y es urgente llevarlo al hospital
_todo estará listo para cuando salgan del edificio _ ofreció.
Dejo el comunicador en su lugar, viendo instantáneamente a su compañero herido; quien se balanceaba débilmente casi perdiendo el equilibrio, rápidamente se fue con el sujetándolo antes de que el pelinegro cayera al suelo.
_bajemos, necesitas atención médica_
Con ayuda de Henríquez y Martínez lograron bajar a Leonardo hasta el primer piso donde ya los esperaba la patrulla; lo sentaron con cuidado de no lastimar más la pierna de su compañero, Henríquez se sentó junto a él, mientras que Martínez se sentó junto al conductor.
(........)
El doctor noto como la pierna del pelinegro se hinchaba y no dejaba de sangrar, temiendo que la bala le haya roto o rozado una arteria importante de su pierna; Leonardo ya comenzaba a sentir más dolor ante los toques del doctor en la zona herida, le inyectaron un poco de anestesia para que soportará el dolor mientras lo preparaban.
Le abrieron la camisa para revisarlo mejor, notando con sorpresa que no solo había sido herido en la pierna, si no, también en el pecho y abdomen.
_¿Como esta?_ preguntó rápidamente al ver al médico salir
_tiene una herida profunda en la pierna, y encontramos perforaciones de balas en su pecho y estómago
_esto no puede ser_ se quejó el de pelo naranjo
_ le curaremos todas las heridas, y después lo induciremos al coma. Debemos comunicarnos con sus familiares.
_no se preocupe, llamaremos a sus hermanos ahora_ lo miro_ le informaremos todo lo que nos acaba de decir.
El médico cortó el pantalón azul de Leonardo se tornó de un horrible color rojo, con mucha agilidad comenzó a desinfectar todos los implementos que usarían en ese momento; untó un poco de yodo en un algodón, lo tomo con un par de pinzas y la pasó por la herida del policía.
La sangre no dejaba de correr, manchando incontrolablemente el papel blanco que cubría la camilla; el doctor siguió curando la herida, mientras una enfermera preparaba una sutura para cocer la herida en la pierna.
_por suerte la bala no logro romper el hueso de tu pierna_ el doctor sonrió, Leonardo suspiró aliviado
_¿Cuando podré irme a casa?_ preguntó ansioso
_apenas tus hermanos o algún familiar venga a recogerlo_ comentó, el pelinegro suspiró con desgano
_estaras en problemas
_en muchos muchos problemas
Se rieron entre ellos, haciendo que el pelinegro rodará los ojos.
(......)
2 semanas después
CONTINUARÁ
¿Es muy tarde?
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