V
KyungSoo y JongIn mantuvieron la comunicación a partir de entonces. Se escribían todos los días y se llamaban cuando no podían verse por el trabajo.
Fácilmente se adentraron en una rutina y, con el paso de los días, KyungSoo pensó que todo era como antes. Como si nunca hubieran cortado el contacto después de que se fue de Corea.
Se reunieron algunas veces, también. Ya sea en su departamento o en la calle para cenar algo delicioso, estaban viéndose mucho y conviviendo juntos. ChanYeol había dicho que estaba afianzando su relación y estrechando aún más sus lazos para ser víctima de una mordida, y KyungSoo ni siquiera pudo golpearlo porque incluso él lo había pensado.
JongIn era extremadamente protector y táctil. Es decir, lo era cuando era un niño, pero ahora esto se había duplicado y venía con un trasfondo mucho más profundo. No podía solo tratar de hacerse el ciego al respecto porque todo era demasiado obvio y él no era un idiota (JongIn tampoco lo era), así que tenía que lidiar con todo esto, pensar mucho y tomar decisiones.
JongIn lo estaba cortejando. Maldita sea si no. Él lo abrazaba, lo llenaba de sus feromonas supersecretas y distinguibles solo para otros alfas, lo tocaba, lo acariciaba, le miraba los labios, se frotaba en su cuello y trataba de hacer las cosas más fáciles para él. También le había dado regalos; muchos regalos.
Y KyungSoo lo había aceptado todo porque internamente le encantaba. Le gustaba su atención, su preocupación, su cambio. Le gustaba el JongIn hombre, maduro y poderoso, le gustaban sus manos sobre su piel y los cuidados que tenía con él (aunque fuera innecesario). Él estaba malditamente encantado, carajo, y los bucles de inseguridad y dudas estaban dándole paso a la aceptación, al querer y a los deseos palpables de su omega reprimido.
KyungSoo también temía un poco, porque él nunca había sentido esto con otro hombre, porque nunca había tenido la necesidad insoportable de ser tocado y acariciado después de sentir besos gentiles y castos en las mejillas. Era la primera vez que dudaba sobre la espera a su compañero destinado, la primera vez que observaba la opción de rendirse y entregarse a la pasión y la comodidad reconocida que JongIn podía darle.
Entonces síp, KyungSoo era un revoltijo internamente y él no podía (ni quería) hacer nada más que compadecerse un poco de sí mismo mientras tragaba papas y nachos como un cerdo.
Fue así durante los próximos días, y la rutina nada saludable podría haberse extendido si no hubiera sentido el tirón conocido y agudo en su bajo vientre ese sábado.
KyungSoo frunció el ceño y llevó una mano a su abdomen. Estaba duro y caliente sobre la ropa y sus entrañas comenzaban a apretarse lentamente. El celo estaba tocando puerta y él no podía ser más miserable.
Sus hombros se hundieron con desánimo y miró el interior de su nevera. Había comida suficiente para poder pasarlo solo, él se había asegurado de eso, pero tendría que tener algo preparado de antemano que no se dañara para simplemente calentar en el microondas y comer en los breves tiempos de descanso.
Era una mierda tener que hacer esto solo, pero no tenía más opciones, así que tuvo que resignarse y tomó el celular para enviar algunos mensajes de último minuto.
Oye, ChanYeol, estoy tomando un reposo por celo. Ya ha llegado, así que no te aparezcas en mi puerta ni te molestes en llamar.
Oh, está bien, hombre.
¿Estás bien? ¿Necesitas que compre algo por ti?
No, estoy bien, pero tal vez te llame al tercer o cuarto día por comida.
Hecho, no te preocupes, estaré atento.
Suerte, amigo, espero que no sea tan horrible (。•́︿•̀。)
Gracias ಥ╭╮ಥ
La siguiente fue su madre.
Habían hecho planes para reunirse mañana y hacer un almuerzo juntos, pero esto había cambiado los planes por completo, así que, no sin cierto pesar, tuvo que desbaratar su encuentro.
Mamá, mañana estaré indispuesto. ¿Podemos dejar el almuerzo para otro momento?
Oh, cariño, por supuesto.
¿Pero qué ocurre? ¿Estás bien?
Estoy bien, solo me encuentro un poco enfermo. No tienes que preocuparte por mí.
De todas formas no es algo que durará mucho tiempo.
KyungSoo no estaba hablando de celos con su madre. Él sabía que ella preguntaría cosas incómodas y definitivamente no iba a decirle que se complacería con un pene falso, muchas gracias.
Prefería evitar el trauma mutuo.
¿Has ido al hospital? Debes cuidarte, KyungSoo.
¿Quieres que pase por tu departamento y deje un caldo para ti?
No, no es necesario, mamá. ChanYeol se está haciendo cargo, así que estaré bien.
Oh, comprendo.
De igual manera quiero que me escribas si me necesitas, ¿está bien? No me molesta ir y revisarte.
Sí, lo tengo en cuenta, así que quédate tranquila, mamá.
Nos veremos pronto, te lo prometo.
Te amo.
También te amo, cielo.
Espero que puedas mejorarte pronto.
Finalmente, le dijo a JongIn que no podría verlo durante los próximos días y luego de eso comenzó a preparar la comida.
Llenó algunos tupper cuando estuvo todo listo, lo metió en la nevera y se llevó un tazón lleno de arroz con camarones a la sala de estar. Comió distraídamente, alternando su atención entre el dolor abdominal y la incomodidad que le provocaba y la película de Lee JongSuk.
Mientras veía la guapa cara del actor, KyungSoo se preguntó cómo demonios sus gustos por los hombres se había torcido de tal manera. Ahí estaba; siempre había babeado por hombres mayores de facciones elegantes y refinadas, y ahora, de un momento a otro, estaba enloqueciendo por un chico que era cinco años más joven que él, con una cara que gritaba lujuria y que todo él parecía ser el sexo con piernas. ¿Qué demonios había pasado? ¿Qué fallo?
¿Acaso se debía a su terror por la vejez e internamente buscó a alguien mas joven para consumir su colágeno y juventud? No lo sabía, pero las cosas no tenían sentido.
Nada tenía sentido últimamente.
KyungSoo se comió un camarón y pensó vagamente que debía buscar los guantes térmicos que JongIn compró para mejorar su malestar después de terminar su comida.
Y eso hizo después de alimentarse. Metió sus manos en los guantes y comenzó a acariciar y masajear su abdomen, tratando de deshacerse poco a poco de la tensión y los músculos comprimidos. Cuando terminó, colocó ambas manos sobre el vientre y suspiró cuando el calor comenzó a hacer efecto en su cuerpo.
Ya que el celo comenzaba a golpear, había dejado los supresores a un lado y permitió que su aroma flotara libremente por su departamento. Apestaría y tendría que ventilarlo después de cinco días intensos, pero por ahora estaba bien. Mientras dejara que las cosas fluyeran, él se encontraría mejor.
Así, minutos después de mantener su vientre abrazado, las cosas comenzaron a suavizarse.
Era algo bueno. El problema número uno se había resuelto. ¿Lo malo? Comenzaba a sentir calor y ese era el problema número dos. El GRAN problema, de hecho.
KyungSoo se quitó el pantalón de chándal de inmediato y lo dejó tirado en cualquier parte. Las cosas se pondrían algo complicadas dentro de un par de horas, así que era mejor deshacerse de la ropa innecesaria.
Y lo hicieron.
KyungSoo estaba sudando y había dejado los guantes a un lado. El ardor en su cuerpo comenzaba a lamerlo y despojarlo de la cordura, su aroma se había intensificado y su trasero estaba empapado. También había una erección formándose y KyungSoo comenzaba a extrañar el contacto.
Se acarició torpemente por encima del boxer y suspiró y cerró los ojos cuando encerró su pene en su mano con un agarre firme y apretado. Su espalda se arqueó un poco y sus caderas se alzaron mientras la sujeción se intensificaba, abarcando sus bolas y rozando muy ligera y pobremente el perineo.
Fue un buen estímulo, KyungSoo estaba jadeando sobre el mueble y sus piernas se habían abierto para darse más espacio.
ㅡMaldición, si voy a hacer esto solo me encargaré de hacerlo bien.
Él se movió un poco y alzó su camisa ancha y empapada en sudor, miró su erección con determinación y llevó la mano a su pene una vez más, con la intención de introducir su mano en su ropa interior para tomarse correctamente.
Al final solo fue eso: una intención, porque la puerta sonó y KyungSoo gruñó con frustración.
Él no estaba dispuesto a abrir. De hecho, no lo haría. El único que podía estar jodiéndolo en un momento así era ChanYeol (y no estaba haciéndolo de la forma que le gustaría), así que no estaba aceptándolo en su departamento cuando no haría más que estorbar y ponerlo frenético.
KyungSoo volvió a moverse, decidido a ignorar a su amigo, y trató de alcanzar su pene una vez más.
Una gorda gota de sudor resbaló por su sien y la respiración de KyungSoo se agitó, pesada y ruidosamente.
Nuevamente hubo un toque en la puerta, más fuerte e insistente y que venía acompañado de una voz que lo dejó completamente helado.
ㅡ¿Hyung? ¿Te encuentras bien? La tía me ha dicho que te sentías un poco mal y vine para ver cómo estabas.
Era JongIn. Era JongIn, maldita sea.
JongIn fuera de su puerta. JongIn cerca de él cuando estaba en medio de la llegada de su celo. JongIn, el hombre que lo había puesto de los nervios durante los últimos días y que quería en su cama...
KyungSoo no podía. Joder. Mierda.
Gimió cuando la voz masculina y rasposa del alfa le acarició el oído y su omega se retorció y se quejó y en general fue una perra que deseaba a ese alfa en específico para satisfacer sus deseos.
Un chorro de su mancha salió de su agujero con la idea y su calor aumentó considerablemente.
ㅡ¿Hyung?
La piel de KyungSoo se erizó completamente y su cuerpo se movió, deseando, anhelando ir hacia la puerta, abrirla y pedirle a JongIn que lo montara durante cinco días.
Él apretó los puños e hizo uso de todo su autocontrol para reprimirse, sin embargo.
Su teléfono sonó entonces y KyungSoo miró el aparato de reojo, colorado e incómodo y tan caliente que no podía dejar de tantear su miembro y su entrada palpitante.
Era JongIn.
Se mordió el labio inferior con fuerza y debatió con fiereza si debía contestarle o no. Lo mas razonable era irse por la segunda opción, porque KyungSoo no estaba en todos sus sentidos en este momento y solo quería aparearse como un animal, pero, por otro lado, la idea de escuchar la voz de JongIn directamente en su oído fue tan tentadora y él estaba tan desesperado que no pudo evitar tomar el teléfono y abrir la llamada como un sediento anhelando agua cristalina.
ㅡ¿Hyung? ¿Estás bien?
Joder.
KyungSoo cerró los ojos y apretó su miembro con fuerza para evitar correrse solo con eso.
Era bueno. Era bueno, mierda, y KyungSoo se iría al infierno por esto.
Jadeó pesadamente y sus ojos vidriosos se dirigieron a la puerta.
ㅡSí... sí, JongIn, estoy bien...
Hubo un silencio prolongado entre ellos después de eso.
KyungSoo aún jadeaba, su respiración era irregular y la fricción de su ropa era audible en la línea telefónica; él lo sabía: que JongIn podía oír todo eso, y a KyungSoo le encantaba. Le calentaba completamente la idea de ser descubierto.
ㅡ¿Estás en tu celo, KyungSoo?
KyungSoo echó la cabeza hacia atrás y masajeó sus bolas pesadas.
Joder, sí.
JongIn había dicho su nombre y le había hablado en una voz tan grave y profunda que había viajado directamente a su pene, lo había llenado todavía más y lo embargó de una necesidad inhumana.
Todo su cuerpo palpitó, todo él vibró y no pudo evitar soltar un pequeño gimoteo necesitado.
ㅡSí...
ㅡ... ¿Quieres que entre y te ayude?
KyungSoo no tenía que pensarlo mucho, pero él lo hizo. Él pensó en todo lo que implicaba darle el pase, pensó en la mordida, pensó en sus sentimientos y en su pareja destinada.
Él pensó en todo y en nada y aún así consiguió la misma respuesta: lo quiero. Quiero que estés aquí. Quiero que me acompañes.
Quiero que seas tú.
KyungSoo dejó el teléfono en el sofá sin cortar la llamada, se puso de pie rápidamente y prácticamente corrió a la entrada de su departamento, abrió la puerta y miró a JongIn directamente a los ojos.
ㅡQuédate. Por favor, cuida de mí.
Y la respuesta de JongIn había sido inmediata.
Él había cerrado la puerta, tomó a KyungSoo en sus brazos y ambos se estrellaron contra la pared más cercana. Los labios bajaron un momento después y cubrieron los suyos con deseo y pasión.
KyungSoo gimió en su boca caliente, le rodeó el cuello con los brazos y vibró en sus manos cuando su muslo musculoso se abrió paso entre los suyos y presionó su pene duro. Las manos, por otra parte, lo mantenían sujeto firmemente por la cintura y todo el control lo tuvo para sí mismo.
Mientras su lengua se hundía en su boca y acariciaba y domaba a la suya, su cuerpo se movió y dio rienda suelta a una fricción que no debería haber sido tan deliciosa (aún así, lo era).
KyungSoo respiró agitadamente por la nariz y apretó su agarre a su alrededor mientras su pene era molido contra esa pierna bien trabajada. Se sentía bien y él estaba tan mojado y desesperado que no podía parar y mucho menos reprimirse.
JongIn mordió su labio inferior y luego lo lamió apasionadamente; después bajó su boca a su mandíbula y su garganta y se desvió para reconocer su cuello, deteniéndose justo sobre su glándula olfativa.
Tomó una gran bocanada de su olor y luego lamió y besó la zona sensible, y, joder, KyungSoo estaba temblando y creía que en cualquier momento se correría como un jodido (no realmente) adolescentente.
ㅡHueles tan bien. Eres dulce, KyungSoo, tan bueno.
KyungSoo cerró los ojos y gimoteó con necesidad. JongIn mordisqueó un poco su cuello, enrojeció su piel con chupetones descarados, y luego volvió a besarlo profundamente, con su lengua haciendo maravillas en su boca, sus dientes tirando de sus labios y las succiones ocasionales enloqueciéndolo.
Los dedos de JongIn se hundieron en su carne y lo empujó contra su cuerpo, presionando un poco más, intensificándolo todo mientras KyungSoo se debilitaba y dejaba hacer como una muñeca de trapo.
Finalmente un temblor recorrió todo su cuerpo, su vientre se apretó y KyungSoo echó la cabeza hacia atrás mientras se corría dentro de su boxer.
No fue un orgasmo realmente intenso y su pene no se aflojó después de eso (cosas de celo. Era una mierda).
No era suficiente, a pesar de estar con JongIn, no en medio de un celo, y él necesitaba más, así que, todavía caliente y desesperado lo miró con sus ojos vidriosos a causa del deseo, le apretó un poco el pelo y susurró con voz baja y rota:
ㅡPor favor, dame más. Necesito más, JongIn.
JongIn gruñó contra sus labios, lo tomó del culo y lo alzó en sus brazos. KyungSoo jadeó y lo abrazó de inmediato con brazos y piernas y se acurrucó en su cuello para dejar besos húmedos y lamidas provocativas. Esto provocó un apretón enfebrecido sobre sus nalgas y lo dejó temblando de excitación contra el cuerpo más grande.
JongIn lo llevó a su habitación, abrió la puerta con ferocidad y lo arrojó a la cama. Jadeaba rápidamente en este punto, como si hubiera corrido una maratón sin descanso, y lo miraba con anhelo, con deseo.
KyungSoo le acarició una mejilla y luego lo tomó de la nuca y lo atrajo hacia él para un beso. Fue un poco más suave esta vez, o al menos al principio. KyungSoo pudo saborear la menta de su boca limpia y hundirse en un juego provocativo con su lengua.
Se alejó mordisqueando su labio inferior y luego lo miró con súplica, acariciando su espalda mientras susurraba contra su boca:
ㅡQuisiera olerte.
JongIn le apartó el cabello de la cara y comenzó a quitarle la camisa.
ㅡSerá difícil mantenernos cuerdos si libero mi olor.
KyungSoo cerró los ojos cuando la suavidad de sus sábanas acarició la piel desnuda de su espalda y sus piernas se abrazaron a las caderas estrechas de JongIn con un poco más de fuerza.
ㅡNo me mantendré cuerdo dentro de poco. Realmente no habrá diferencia.
JongIn dejó un beso en su clavícula, lamió la zona con un recorrido lento y enloquecedor y cerró sus labios en un parche de piel para succionar y dejar una marca de pertenencia. KyungSoo gimió un poco, llevó sus manos a su cabeza y lo atrajo más hacia él, llevándolo al pecho caliente y a los pezones erectos.
JongIn se dejó hacer. También accedió a su pedido fácilmente.
ㅡEstá bien ㅡsusurró sobre el nudo de carne sensibleㅡ. Te daré todo lo que necesites.
Y lo hizo, por supuesto que lo hizo.
Desató las ataduras que mantenían atrapado a su olor y lo dejó libre entre ellos. Al principio fue algo débil, casi imperceptible, pero luego de algunos segundos todo explotó y KyungSoo se vio envuelto en las feromonas exquisitas de un alfa joven y viril.
También lo había enloquecido. Porque su omega se había abrumado y sometido y todo su cuerpo y su alma tembló con vigor, no solo por lo bueno que era todo, sino porque él había sentido la torcedura en su corazón y descubrió lo que realmente significaba.
Este chico que lo había llenado de regalos, detalles y atención, que había hecho todo lo posible para encantarlo, era su alfa. Era su alma gemela.
KyungSoo jadeó con fuerza y lo abrazó mucho más fuerte, arqueó su espalda y su pezón sensible rozó la boca entreabierta de JongIn.
Sus aromas se habían entrelazado, el ardor había aumentado y su cuello palpitaba.
Iba a pasar su celo con su compañero y KyungSoo no podía dejar de aferrarse a él.
JongIn gruñó suavemente y encerró su pezón en su boca. Su lengua barrió el nudo duro e hinchado y sus labios lo apretaron, los dientes lo mordieron y tiraron y luego fue cruelmente succionado. KyungSoo apretó sus dedos en sus hebras y lo empujó, lo instó a tomar todo de él y alzó las caderas para frotar su miembro húmedo contra el duro y palpitante de su alfa.
Su alfa.
El pensamiento era enloquecedor.
También envió una sacudida de placer directamente a su pene.
ㅡEres mío ㅡsusurró con voz entrecortada y JongIn bebió de su pecho con más fuerzaㅡ. Siempre fuiste mío.
JongIn gimió con su pezón en su boca y KyungSoo pensó que nunca había escuchado algo más atractivo y caliente que eso.
Cuando el nudo se encontró excesivamente sensibilizado y el dolor comenzaba a mezclarse con el placer, JongIn lo dejó ir. El pequeño e hinchado trozo de carne se encontraba rojo y extremadamente húmedo en ese punto y solo verlo era pecaminoso.
JongIn alzó la mirada, conectó sus ojos con los suyos y sonrió con esa sonrisa suya que le erizaba la piel y aceleraba el corazón. Era una muestra de confianza y orgullo y era indiscutiblemente atractivo.
ㅡTienes razón. Solo tenías que prestar atención.
Y luego se inclinó para besarlo en la boca, lamerle los labios y envolverlo en la calidez y confort de su aroma a cedro fresco.
Sus dedos dominantes e indomables se aferraron al pezón desatendido y sus caderas bajaron y se mecieron sobre las suyas. La fricción entre sus miembros vestidos fue buena, indudablemente, sin embargo, KyungSoo estaba entrando en tal etapa de desesperación que no podía conformarse con ello.
Era el éxtasis por haber descubierto a su otra mitad y el placer de hacer el amor con él durante su celo. KyungSoo no podía soportarlo.
ㅡDesnúdate, por favor. Quiero sentirte ㅡpidió entre besos y mordidas de labios y JongIn saboreó el sudor de su cuello y se alejó por un momento para quitarse la camisaㅡ.
KyungSoo lo miró en todo momento, cómo se apoyó en sus rodillas, dobló los brazos y se quitó la prenda. Él definitivamente miró los músculos escondidos en el interior, la anchura marcada y agradable de sus bíceps, el abdomen esculpido y la piel dorada cubriendo cada centímetro de sus músculos lujuriosos.
Era caliente, joder, era mucho más que eso y KyungSoo quería pasear su lengua por todo su pecho y acurrucar ese par de pezones oscuros en su lengua.
KyungSoo estiró una mano y la deslizó por sus pectorales, por los abdominales contraídos y la línea de vellos bajo su ombligo. Jugueteó con la cinturilla de su pantalón y cuando recibió una mirada exigente de parte de su alfa, él desabrochó el botón y bajó el cierre.
JongIn le dio dos palmadas en el muslo y KyungSoo deshizo el agarre de sus piernas alrededor de sus caderas para que pudiera quitarse los calcetines y los zapatos. Mientras tanto, KyungSoo se deshizo de la ropa interior mojada por sus fluidos y la arrojó a alguna parte de la habitación.
Una vez se encontraron completamente desnudos, JongIn se irguió para él entre sus piernas y KyungSoo sintió como la boca se hacía agua por los músculos de sus muslos definidos, el vello púbico bien cuidado y limpio y la erección dura, larga y palpitante sobre un par de bolas pesadas.
Se mordió la esquina del labio inferior y gimió suavemente cuando JongIn tomó su mano y la llevó a su pene, lo encerró en sus dedos y lo apretó fuerte y firmemente. Él jadeó, echó la cabeza hacia atrás y expuso para él la belleza y masculinidad de su garganta.
Joder. Joder. Joder.
KyungSoo se incorporó rápida y torpemente y envolvió su cuerpo escultural con sus brazos, se apretó contra su pecho y atrajo su rostro hacia el suyo para besarlo apasionadamente en la boca.
Su lengua barrió la de JongIn, su boca se llenó de su sabor y él suspiró cuando JongIn tomó sus glúteos en sus manos, los amasó, hundió sus dedos en su carne y tanteó la humedad entre sus nalgas ligeramente.
KyungSoo sollozó contra su boca y luego jadeó con sorpresa cuando JongIn le dio la vuelta y empujó su pecho contra la cama con una mano firme y segura, la otra le alzó las caderas y una nalgada cayó sobre su nalga. Fue duro y picó sobre su piel, pero un hilo de su mancha salió de su entrada y su pene dio un tirón gustoso.
ㅡQuiero que te mantengas de esta manera. Tienes un lindo culo para admirar.
KyungSoo sintió el ardor en su cara, pero no pudo no obedecer. En cambio, llevó sus manos hacia sus nalgas y las separó; el aire frío azotó su entrada palpitante y extremadamente mojada y él alzó un poco más las caderas.
ㅡEntonces míralo todo. Es tuyo para usar.
JongIn escupió una maldición y aprovechó su exposición para inclinarse, llevar su culo hacia atrás y hundir su rostro en la zona. KyungSoo sollozó cuando sintió la lengua de su alfa en su entrada resbaladiza, tomando sus fluidos, llenándose de su sabor y dándole un trato y atención de cinco estrellas a su ano.
JongIn era apasionado y sabía lo que hacía, su lengua se enroscaba en los bordes, se aplanaba sobre la entrada, bajaba hasta el perineo, delineaba sus testículos y luego subía una vez más para succionar su mancha directamente de la fuente. Tuvo a KyungSoo a su merced, sin poder hacer nada más que mantenerse abierto para él mientras era devorado, temblando sobre la cama y llorando lastimosamente como un crío.
Él ni siquiera tuvo que introducir su lengua para hacerlo correr. KyungSoo se había sentido tan bien que no pudo reprimir el orgasmo inminente y su pene chorreó semen sobre la cama.
Las caderas de KyungSoo temblaron y él gruñó con la cara hundida en las sábanas mientras JongIn metía la punta de su lengua en su entrada y succionaba con obscenidad. Cuando la última gota de semen salió, KyungSoo no pudo soportarlo y cayó inerte sobre la cama.
JongIn se alejó entonces, KyungSoo lo miró de reojo con dificultad y la respiración echa mierda, y algo se torció en sus entrañas cuando lo vio limpiándose, lleno de su mancha y saliva. Sus ojos brillaban, salvajes, embargados por el instinto y la dominancia, y no tuvo consideración cuando lo tomó de las caderas y lo alzó nuevamente hasta apoyarlo en sus rodillas con el culo en popa.
KyungSoo lloriqueó y cerró los ojos.
ㅡEres dulce, KyungSoo.
Un dedo se introdujo en su interior y rascó sus paredes internas con lentitud. Fue tragado fácilmente, así que un segundo dedo lo siguió no mucho después.
ㅡ¿Dónde está el lubricante y los condones? ㅡpreguntó con falsa calma mientras masajeaba su interior con dígitos expertosㅡ.
ㅡMesita... la mesita de noche. En el primer cajón.
ㅡBien. Usaré protección. Quiero que tengamos hijos cuando seas capaz de decidirlo sin tener la mente afectada por el celo, ¿estás de acuerdo?
ㅡS-sí... sí, está bien.
Con dos de sus dedos aún enterrados en su interior, JongIn le rodeó la cintura con el brazo desocupado y lo cargó para dejarlo un poco más arriba, justo sobre las almohadas. Así, él estiró el brazo, abrió el cajón y sacó la botella de lubricante y las cajas de condones sin necesidad de alejarse nuevamente.
KyungSoo suspiró, hundió el rostro en las almohadas y echó el trasero hacia atrás para que sus dedos fueran mucho más profundo. El tercer dedo llegó con un poco de lubricante que, luego de ser frotado, se sintió caliente en su interior. Fue agradable, un pequeño movimiento atento que lo dejó completamente derretido sobre el colchón. Que le aceleró el corazón.
Nuevamente excitado y con una nueva erección brillante, KyungSoo miró a JongIn entre gruñidos y gemidos y pidió por lo bajo, grave y necesitado:
ㅡDéjalo... solo cógeme, por favor.
KyungSoo no suplicaba. Realmente era difícil conseguirlo; con ChanYeol era una lucha constante en la cama, todo demasiado rápido y apasionado, pero esta vez, con JongIn, él no quería ser más que sumiso, darle el poder absoluto de su cuerpo. Tenerlo todo.
Más que una búsqueda de satisfacción personal, era una vorágine de placer que debilitaba sus huesos y lo dejaba como un charco de deseo sobre la cama.
JongIn alejó sus dedos y KyungSoo lo miró mientras tomaba un condón, abría el empaque con los dedos y se lo colocaba en el miembro rígido y palpitante. Con deleite y entusiasmo, KyungSoo se acomodó, colocó una almohada bajo sus caderas y suspiró cuando sintió nuevamente el calor de la piel desnuda y húmeda de su alfa contra su espalda.
La zurda de JongIn envolvió su miembro con firmeza, la derecha dirigió su pene a su entrada y KyungSoo soltó un pequeño gritito agudo cuando sus caderas se empujaron todo el camino hasta el fondo y sus bolas se asentaron contra sus nalgas.
El sudor resbaló de su rostro mientras se acostumbraba a la gruesa intrusión, al calor de su sexo y al peso de su cuerpo sobre el suyo. JongIn besó sus hombros, lamió su nuca y bombeó su pene lentamente con su mano llena de su mancha y lubricante. Fue una fricción agradable y placentera, y fue fácil hacerse con su tamaño y sentir placer luego de unos pocos momentos recibiendo las mismas atenciones.
Cuando JongIn notó que su incomodidad inicial retrocedió, movió sus caderas y dio inicio a un ritmo lento y profundo, totalmente experimental. Fue igualmente bueno, no obstante.
KyungSoo cerró los ojos nuevamente y abrió la boca, sus hombros temblaron y sus caderas se arquearon mientras era llenado de besos, lamidas y pequeños mordiscos.
Rápidamente, a medida que los gemidos y jadeos de KyungSoo aumentaban, el ritmo de JongIn fue subiendo. Duro y rápido, profundo e intenso, dejó a KyungSoo completamente encantado. Él rodó las caderas, apretó sus paredes y estranguló su miembro en su canal, y JongIn gimió, tomó su pene con un poco más de fuerza y entró con renovado vigor y ferocidad.
Sus dientes, que comenzaban a agudizarse, se prendaron de su nuca y la encerraron con una presión contundente. KyungSoo gimoteó, sus caderas temblando placenteramente ante esta ola de dominio instintivo y erótico.
La mano grande de JongIn bajó un poco más y abarcó sus testículos y parte de su pene, los masajeó con la dureza de su mano y presionó un punto entre su saco y la piel suave constantemente.
Fue enloquecedor, este estímulo nuevo, completamente íntimo mientras era sacudido por el vigor de sus caderas... KyungSoo lo adoraba.
Apretó las sábanas bajo sus manos y la saliva se escurrió sobre sus labios. Su piel erizada ardió y soltó una maldición cuando una nueva nalgada cayó sobre su carne.
JongIn besó su cuello y lamió el lóbulo de su oreja, lo mordió ligeramente y luego susurró en su oído, la voz baja y grave sexualizada por su lujuria.
ㅡHe querido follarte desde que te vi de nuevo, KyungSoo. Fue tan difícil para mí reprimir mis deseos de tomarte cuando sabía que eras mi compañero. ¿Tienes idea de cuántas veces me acaricié el pene pensando en ti?
KyungSoo apretó nuevamente sus paredes y su rostro, su cuello y su pecho se enrojecieron notablemente. JongIn tomó una bocanada de su aroma y empujó con fuerza en su interior. Los testículos le golpearon el culo y su dedo hizo presión nuevamente.
ㅡAhora te cojo con lo que has comprado cuando nos reencontramos. ¿Quién iba a pensar que conseguirías esto para mí?
ㅡJongIn... por favor...
ㅡDime qué quieres. Pídemelo y te lo daré.
KyungSoo calló, porque realmente no podía pensar en nada, no con sus penetraciones, sus caricias sobre su sexo, su conversación y su olor.
Ambos cuerpos estaban muy bien apretados uno contra el otro, su boca le acariciaba el cuello, la lengua barría los rastros de su sudor y, en general, era demolido por su fuerza y su pasión.
Negó con la cabeza al verse sobrepasado y JongIn besó su mejilla antes de separar su pecho de su espalda, soltar su pene dolorosamente duro y apoyarse en sus rodillas detrás de él. KyungSoo lloriqueó por la pérdida, no obstante, JongIn solucionó las cosas rápidamente.
Encerró su cintura con una mano y la otra la llevó a su cabello, tiró de las hebras húmedas y atrajo su cuerpo hacia él con fuerza, encontrándose con sus caderas en el camino de una penetración profunda.
ㅡ¡JongIn!
JongIn volvió a empujar y sus caderas ondearon, su rígido pene abrió sus paredes y se asentó en su cálido interior.
Dolía, pero también era excitante, tanto.
El cráneo palpitaba, su miembro y sus bolas rebotaban con cada choque y su piel húmeda se sentía caliente, ahí donde era golpeada por los muslos de JongIn.
Los sonidos y el olor particular, y la cama rechinando y la fuerza de su cuerpo, todo era lo que cualquiera desearía experimentar. Era intenso, tan intenso que rozaba las aguas del dolor, pero KyungSoo no deseaba que fuera diferente. Esto era lo que quería y necesitaba, y su alfa estaba dándoselo.
El ángulo de las embestidas cambió junto al agarre en su cabeza y entonces tuvo al miembro de JongIn golpeando su próstata y sus dedos cerrados alrededor de su nuca, hundiéndole la mejilla en la almohada mientras era cogido.
ㅡ¡Joder, JongIn! Cariño. Sí, justo ahí, por favor.
ㅡLo sé; lo sé. Quiero que te corras de esta manera. ¿Vas a hacerlo, KyungSoo?
El agarre en su nuca se apretó un poco más y su cuerpo vibró. Su boca se abrió y la saliva ensució su barbilla; sus ojos se cerraron, incapaces de mantenerse abiertos con todo esto, y él gimió con fuerza cuando una palmada cayó sobre su pene, rápida, repentina y caliente.
ㅡ¡Ah! ¡Por dios!
ㅡResponde lo que te he preguntado. ¿Vas a correrte de esta manera, sin que tu pene sea tocado, mientras te jodo así?
ㅡSí, sí, sí, sí. Sí, me correré así.
ㅡBuen chico.
JongIn lo recompensó con penetraciones avasallantes y demoledoras contra su próstata. En algún punto lo rodeó por la cintura y lo incorporó, lo sentó sobre su miembro y él se apoyó con firmeza sobre el colchón para continuar con sus arremetidas. En esta posición todo era más profundo y su pene rozaba su próstata con cada movimiento.
KyungSoo también podría tocarlo.
Rodeó el cuello de JongIn con sus brazos en medio de sus embestidas y se apegó a su pecho mientras JongIn lo tomaba; él se movió también, disfrutando de la nueva movilidad, y rotó sus caderas, apretó sus paredes y saltó sobre su miembro con frenesí.
Era enloquecedor.
Las manos de JongIn subieron y se encontraron con sus pectorales. Los masajeó y torturó a los pequeños capullos sensibles. KyungSoo sollozó, las lágrimas escaparon de sus ojos cerrados, y buscó a tientas el rostro de JongIn, pidiendo silenciosamente un beso de consuelo.
Él lo complació de nuevo. Fue descuidado, torpe y húmedo, realmente no podría ser considerado un beso, pero fue suficiente.
Finalmente, apiadándose un poco de él al escucharlo llorar, cubrió su pecho con sus manos y dejó en paz a sus pezones. Esto era lo más parecido a un abrazo y, entre la marea de lujuria y pasión, KyungSoo pudo sentir calidez y afecto.
Fue poco lo que pudo soportar después de eso. KyungSoo se encontraba agotado, al filo del acantilado. La piel ardía y picaba, su vientre estaba dolorosamente apretado y los músculos suplicaban descanso.
Se corrió no mucho después, gimiendo suavemente como un cachorro agotado, y su abdomen fue bañado en semen caliente y perlado.
JongIn le besó el cuello amorosamente y juntó su mejilla con la suya.
ㅡBien hecho, bebé.
Alguna embestidas después, JongIn también se corrió vigorosamente dentro del condón y, agotados y deshuesados, se apoyaron uno contra el otro en esa posición.
Una vez pudieron regular la respiración y ser un poco más conscientes de sus alrededores, JongIn lo movió y acostó en la cama, salió de su interior, se quitó el condón, lo anudó y luego de darle un corto beso, se alejó para ir al baño.
Aprovechó este momento de descanso para limpiarlos, abrir las ventanas y luego se reunió con él para masajear cariñosa y atentamente su vientre antes de que los nudos comenzaran a causarle dolor de nueva cuenta.
KyungSoo sonrió, hundió la nariz en su cuello y cerró los ojos para descansar antes de que un nuevo relamazo de ardor lo golpeara.
ㅡ¿Desde cuándo lo sabías? ㅡpreguntó suavemente contra su piel y JongIn reposó su barbilla sobre su coronillaㅡ.
ㅡSiempre supe que eras especial para mí. Antes de revelarnos, los alfas de primera casta solemos ser mucho más agudos y sensibles y yo siempre tuve el presentimiento. Finalmente lo confirmé cuando tuve mi cambio, en uno de esos días locos; habías llegado hace algunos días a la casa de tus padres y yo había recién salido del hospital; aún quedaba algo de tu olor en la sala de estar de los tíos y ahí estuvo la respuesta.
ㅡ¿Entonces estuviste en el hospital esa vez? Me habían dicho que estabas en Busan... de todas formas, es increíble que siempre lo supieras. ¿Por qué no me lo dijiste?
ㅡPorque enloquecerías. Quería gustarte primero.
KyungSoo sonrió y dejó un suave beso en su garganta.
ㅡCuanto compromiso y dedicación.
JongIn se encogió de hombros y su mano bajó de su vientre hacia su pelvis. Se entretuvo ahí por un tiempo y finalmente llegó al lugar que quería.
Sus dedos le acariciaron el pene suavemente sin ninguna connotación sexual, simplemente deseando tocarlo por todas partes ahora que podía hacerlo, y KyungSoo no se quejó.
ㅡ¿Lo conseguí?
ㅡBueno, me volviste un poco loco, pero ahora estamos aquí, ¿no es cierto?
ㅡSupongo que sí.
Se quedaron en silencio por algunos segundos y, sintiendo el deseo de tocarle también, KyungSoo giró el cuerpo para estar frente a frente y lo abrazó por la cintura. Besó sus clavículas y sus pectorales duros y sus dedos se entretuvieron con sus nalgas. JongIn lo imitó y pronto tuvo una mano amasando sus glúteos con fascinación.
ㅡQuisiera una marca. Podríamos tenerla cuando el celo pase, hacer algo bonito y especial y confirmar nuestra unión cuando esté cuerdo y completamente racional, ¿qué te parece?
ㅡMnn. Sería genial, hyung.
KyungSoo alzó una ceja y lo miró con un poco de burla.
ㅡ¿Hyung? ¿No más "KyungSoo" ni "bebé"?
ㅡPensé que te gustaría ㅡdijo en defensa propia y KyungSoo se sintió dichoso al ver un suave sonrojo extendiéndose en sus mejillas.-.
ㅡ¿Sí? ¿Y qué hay de toda esa conversación sexosa? ¿Fue el calor del momento? ¿Querías decirlo desde hace tiempo? ¿Te gustó calentarme de esa manera? ¿Realmente el pequeño JongInnie estuvo así de reprimido?
JongIn gruñó y le apretó las nalgas, rodaron en la cama y KyungSoo rió cuando él se metió entre sus piernas y mordió su garganta como castigo. No fue duro ni dolió realmente, pero la intención era obvia.
Aún así, KyungSoo conservó su sonrisa y su diversión y le acarició el pelo desordenado con afecto. JongIn soltó su piel y alzó el rostro para mirarlo antes de inclinarse y besarlo lenta y profundamente.
Era el beso más suave que habían compartido, y fue nada más que perfecto.
Cuando se alejaron, KyungSoo ya se encontraba jadeando y su rostro se había enrojecido. Él rió ligeramente y le acarició la mejilla, notando fácilmente cómo las pupilas de su alfa se dilataban poco a poco cuando el placer y la excitación comenzaban a manchar su olor.
JongIn ronroneó mansamente y ladeó el rostro para poder dejar un beso en la palma de su mano.
ㅡTambién quiero que, al acabar esto, tengamos una conversación cursi. ¿Podemos?
JongIn sonrió, acomodó sus piernas a su alrededor y asintió con suavidad.
ㅡPor supuesto, KyungSoo.
ㅡGenial... ahora, ¿por qué no me ayudas a orinar y lavarme nuevamente antes de que sea demasiado tarde?
JongIn rió, pero asintió de todas formas. Se levantó con entusiasmo y lo tomó en brazos.
ㅡNo puedo pensar en nada más romántico que eso en este momento.
Entonces, entre risas, prisa y a contra tiempo, los llevó al baño.
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