🥀[7]🥀

Faltaban ya como dos minutos para las cinco cuando ____ llegó al lugar de la reunión, donde por suerte, ya todos habían llegado y la esperaban afuera.

—¡Hola hola! —saludó eufórica alzando y agitando una de sus manos, mientras que con la otra agarraba con firmeza la cadena de Max, su mascota.   

El "Husky" —según la señora que se lo había regalado— era por completo color gris obscuro, con unos ojos fríos color azul que imponían cierta firmeza.
Era grande, sus medidas exactamente eran 55cm de alto (al hombro) y 100cm de largo (sin contar la cola).
(Multimedia)

Los chicos en cuanto vieron a su ya anteriormente mencionada mascota, sintieron un escalofrío recorrer su espalda.

—Baji ya nos había dicho que vendrías con tu perro pero...¿No crees que está muy grande? —mencionó Draken con cierto nerviosismo. 

—¿Grande? Para nada, siento que está igual que cuando me lo regalaron. —respondió ____ como si nada.

—¿No estarás un poco ciega? Míralo bien. —habló Smiley con su característica sonrisa, aunque sudando frío.

—Míralo bien tú, abre los ojos de una vez. —dijo la Seishiro. Pero luego volteó a ver a su "pequeño" Max— Mm...puede que si esté un poco grande, tal vez tiene sangre de Niebla corriendo por sus venas.

—¿"Sangre de Niebla"? —repitió Mitsuya confundido.

—¡Si! Niebla, la mascota del abuelo de Heidi. —ella ya estaba lo suficientemente cerca de los chicos como para que...Max saltara sobre Mikey tirándolo al suelo en el acto.

—¡Mikey! —gritaron la mayoría horrorizados, pensado que ya no existía más el jefe de la ToMan. Mientras que Smiley comenzó a tomar fotos, aunque ciertamente un tanto preocupado.

—¡Max! ¡Déjalo en este instante! —ordeno ____ al canino.

—¡Oye ya-! ¡Quítate de encima-! —se quejaba el pequeño rubio bajo el cuerpo del perro.

Todos se aliviaron al oír que seguía con vida.

En cuanto la chica le quitó de encima a Max, Draken le ayudó a su amigo a levantarse, este último tenía toda la cara babeada.

—Ahg- condenado Max, casi se come mis Doriyakis. —se quejó Manjiro, limpiando con la ropa de Draken su cara, cosa que hizo molestar al casi calvo.

—Lo siento chicos, él no suele hacer eso, no sé que pasó...Mikey, ¿De casualidad no le hiciste alguna seña rara a Max? —la joven estaba apenada, pero le daba curiosidad.

—Nada de nada, solo hicimos una competencia de miradas porque él no dejaba de verme. Luego le mostré mis Doriyakis para ver si los seguía con la mirada para poder hipnotizárlo como hacen en la tele. —los chicos acabaron suspirando ya que muy probablemente eso fue lo que alteró al perro. Se habían olvidado por un momento que debían cuidar a su jefe tal y como a un niño pequeño.

—Es una suerte que no te haya mordido, no tengo dinero para pagarte el hospital. —confesó la chica, como si fuera lo único importante.

—Si si como sea, Mikey no fue mordido así que ya podemos entrar a comer, ¿No? —habló Pah, acariciando a Max sin miedo alguno. Ver que no mordió a Mikey a pesar de que lo provocó le dió cierta confianza; y mientras tanto el canino disfrutaba del afecto.

—Es verdad, muero de hambre. —dijo Mikey con la boca llena, ahora tranquilo saboreando sus Doriyakis como un premio que Max no pudo ganarle.

Todos estuvieron de acuerdo y entraron al establecimiento, que como era de esperarse al principio les llamaron la atención por el perro, pero luego de algunas negociaciones pudieron pedir cada uno su comida.

—Oigan, por mera curiosidad, ¿Quién pagará? —habló ____ atascándose de comida, como debe de ser cuando es gratis.

En ese momento, todos se miraron entre ellos.

—Chifuyu. —dijeron Baji, Smiley, Peh y Pah.

—Entre todos. —Dijeron Mitsuya, Hakkai, Angry, Chifuyu y Draken.

—Kenchin —dijo Mikey.

Todos habían dado sus respuestas a la vez.

—¡¿Eh?! ¡¿Por qué yo?! —se quejó al instante Matsuno.

—Tu fiesta, tu pagas. —contestó con simpleza Baji.

—¡Pero ustedes me invitaron! —volvió a refutar.

—Nosotros invitamos, tu pagas. —respondió esta vez Smiley.

—No sean así chicos, lo justo es que paguemos entre todos, incluida ____. —dijo Mitsuya.

—Pero- me hubieran dicho antes de que me comiera esas cuatro hamburguesas. —se quejó la joven— Madres, y con lo que está comiendo Mikey voy a acabar pagando aún más. —suspiró con pesadez, negando con la cabeza.

—Pues que te hayas tragado esas cuatro hamburguesas no solo va a dolerle a tu cartera. —Peh fue quién le reclamó.

—Ahg- lo peor es que es cierto, mm...¿Qué les parece si lo dejamos un poco a la suerte? —propuso ella con una sonrisa pícara, enseguida todos la miraron atentos.

—¿Qué planeas? —preguntó Angry.

—¿Y si hacemos piedra, papel o tijera y los tres que pierdan pagan? —propuso. Todos parecieron pensarlo un poco; no era lo más sensato, sin embargo, asintieron.

—¡Genial! Soy experta en esto. —presumió, lista para librarse de gastar.

~Luego de jugar un rato al piedra papel o tijera~

La chica miraba su mano derecha con un tic en el ojo y una sonrisa entre nerviosa y molesta.

—No puede ser... —murmuraba, un poco incrédula, pero a la vez acostumbrada a que su mala suerte hiciera de las suyas.

—Los perdedores por excelencia y quienes pagarán la cuenta son... —Mikey comenzó a hablar como presentador de programa chafa de televisión— ¡Baji, Smiley y ____!

Que curiosos era el karma, justo los que no querían pagar ni un yen.

Los tres nombrados y Angry acabaron asintiendo resignados, —Angry porque sabía que su hermano le iba a pedir prestado y también que nunca le iba a pagar—.

—Yo que pensaba comprar el Yakisoba Peyoung del mes luego de esto... —murmuró el pelinegro, llorando en su mente por lo que tendría que pagar.

—Comer el resto del mes nunca fue una opción. —murmuró, igual llorando en su mente ____.

—Que bueno que mi querido hermanito está aquí para prestarme dinerito. —declaró Smiley con su típica sonrisa, aunque igual le iba a doler dejar parte de sus ahorros en aquel restaurante de comida rápida.

Habiendo acabado todos de comer —cuatro con un aura deprimente— fueron a pagar la cuenta.

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