s e i s.
Terminada mi clase, deprisa fui a mi cuarto para prepararme para salir con Taehyung. Estuve varias horas eligiendo que ponerme pero al final me decidí por ir algo simple y sin tanto arreglo, después de todo no es una cita como tal. Ya estando lista, salgo para esperar a que llegara Taehyung mientras veía un programa de cocina junto a InSam.
— Vaya, que linda— dijo después de darme una ojeada— Me alegra que al menos tú hayas logrado acercarte al chico que te gusta.
— Hasta yo estoy sorprendida...dos años esperando este momento.
— Estoy muy feliz, ojalá hoy se te declare o te dé al menos un indicio de que quiere algo más contigo.
— No me pongas nerviosa, por dios— suena el timbre y me levanto lista para irme.
Se me aflojaron las piernas al ver a Taehyung luciendo más guapo de lo normal, y mostrando una enorme sonrisa.
— Buenas noches.— saludo dirigiéndole la mirada a InSam.
— Hola— saludo ella sonriente.— Que se diviertan.
— Vale, gracias.
. . .
Al llegar al cine, pasamos por la cafeteria y compramos palomitas de maiz y refrescos.
Entramos a la sala, y nos sentamos en los asientos del medio para disfrutar de la película. A mi realmente no me gusta, pero la estoy disfrutando como nunca antes había disfrutado una peli. El estar ahí al lado del chico que me gusta, compartiendo el mismo pote de palomitas me hace disfrutar al máximo esa película y desear que nunca se acabe.
— Está algo aburrida la película— murmura Taehyung cerca de mi oído— ¿Quieres salir o terminarla?
— Salgamos.— asiente con su cabeza y sin esoerarmelo toma mi mano.
— Mantente agachada para no molestar a los demás.
Cuando logramos salir, trato de soltar mi mano de la de Taehyung pero el pone resistencia y no me deja soltarla, al contrario la aprieta más. Lo miro pero el no lo hizo, seguía caminado como si nada. Pues yo me dejé llevar, me olvidé de mi verguenza y comencé a disfrutar de la cálida mano de Taehyung.
— ¿Tienes hambre?— pregunta ya cuando estábamos en la calle.
— No ¿tu si?
— Si, estoy muy hambriento— señala a lo lejos donde hay un puesto de comida— ¡Oh, Hotdog!
Casi corriendo llegamos allí, y nos colocamos en el final de la fila.
— ¿En serio que no quieres?
— No, estoy bien así— se encoge de hombros y hace su pedido.
Luego que tuvo su Hotdog nos sentamos en una de las bancas del parque.
— Cuando estaba mas pequeño mi madre me lleva todas las tardes después de salir del colegio a comer hotdog, por eso estuve pesando mas de sesenta y cinco kilos en la secundarias— soltó una risita— Por eso me limito a comerlos.
— Pero ahora te ves muy bien, puedes darte el gusto cuando quieras— ríe limpiando las comisuras de su boca.
— Aún tengo mi pancita.— da algunas palmaditas en ella— Todavía trabajo en ello.
— No te esfuerces tanto, de verdad te ves bien así— el asintió mientras cruzaba su pierna.
— Vale, si tú lo dices lo creo— sigue comiendo de su hotdog y cuando da el último mordisco se pone de pie.— Vamos te llevaré a dar un paseo, conozco unos lugares hermosos por esta zona.
— Genial.
Comenzamos a caminar por el lugar, viendo varios artistas callejeros y muchas personas disfrutando de la refrescante noche. Me llevó a un bar lleno de arte, desde las mesas hasta los vasos y los platos en donde servían, me encantó el lugar y le agradecí mucho por habérmelo enseñado.
— Wow, hasta las bebidas están hechas con arte— estaba alucinando— Me encanta.
— Me alegra que te guste— bebe de la bebida acabada de traer — Yo quería preguntarte algo ShinHe.
— Pues dime.
—¿Desde cuando conoces a Jungkook?— sabía que en algún momento íbamos a tocar el tema de mi amigo.
— Bueno mi amistad con Jungkook comenzó desde que éramos unos niños, pero como tal nos hicimos buenos amigos cuando llegamos a la secundaria.
— Vaya, hace mucho entonces...
— Pues si— ambos bebemos de nuestras bebidas.
— ¿Nunca han sentido atracción uno por el otro?
— No que va, nunca ha pasado eso, nosotros nos queremos mucho pero como amigos, es así un cariño fraternal.
— Ah, por eso el te cela así de esa forma.
— No me cela, solo... me quiere proteger.
— ¿De mi?— como decirle lo que realmente es, sin hacerle entender que estoy interesado en él.
— Bueno, es que... Es que no tengo suerte con los chicos y pues, él siempre quiere cuidarme de no volver a meter la pata como dicen por ahí.
— Entonces ¿Debería hablar con él? Tengo que dejarle claro que mis intensiones contigo son buenas, no te quiero hacer daño... al contrario.
— Yo le dije que tú no eres como los otros chicos que se han acercado a mí, y creo que lo entendió así que no debemos preocuparnos por él.
— ¿Segura?
— Totalmente, verás que una vez que se conozcan se llevarán muy bien.
— Eso espero... Porque pretendo mantenerme muy cercano a ti a partir de ahora— me sonrojo un poco y bajo mi mirada— Me agradas mucho ShinHe.
— Tu a mi también, de hecho...— ¿pero qué coño ibas a decir ShinHe? Casi y te le confiesas.
— ¿De hecho?...
— Vaya, ya es muy tarde... Tenemos que irnos, ya sabes que no podemos pasarnos de las 11:59 PM.
— Si, lo olvidaba.
Fuimos a la parada del autobús y después de esperar algunos minutos llega. Subimos a este y llegamos a la parada de la universidad.
— Te acompaño a tu edificio— murmura luego de varios minutos en total silencio.
— Vale.
— Bueno mmm... ¿Te gustaría ir en estos días a una galería?
— Por supuesto, deseaba mucho ir a una pero no tenía con quién ir, a Jungkook no le gustan y a InSam tampoco.
— Pues ya tienes con quien ir cuando quieras.
— Si, es un alivio tener a un amigo que me entienda y tenga mis mismos gustos— lo escucho soltar una risita.
— Lo ideal sería tener a una pareja así ¿no crees?— abro mis ojos algo sorprendida por lo que había dicho— No precisamente tenemos que ser nosotros... O sea, lo que intenté decir es que...— ríe con nerviosismo— Me he liado.
— Yo te entendí no te preocupes.
— La verdad es que... Si me gustaría que fuéramos más que amigos— sintiendo mi corazón salirse retrocedí un paso— No tiene que ser ya, puedes tomarte tu tiempo no quiero apresurar las cosas, en si tenía pensando decirte esto en otra ocasión pero yo mismo llevé la conversación a este punto.
— Tu... Tu me gustas— vi su clara expresión de sorpresa.— Desde primero.
— ¿En...en serio?— asiento— Vaya, no me lo imaginaba.
— Lo supe ocultar bien.
— ¿Entonces ... quedamos?— no sabría decir cuál de los de se mostraba más nervioso— No es necesario que sea ahora mismo como ya dije, no hay apuro.
— Después de esperar este momento por dos años ¿crees que me tomaré mi tiempo para responderte?— él ríe y yo me avergüenzo después de decir tal cosa.
*
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