—Min ShinHe ¿Aceptas a Jeon Jungkook como tu mejor amigo, aliado y cómplice y prometes permanecer a su lado, en momentos buenos y en momentos malos, en la salud y en la enfermedad, en la tristeza y en la alegría, en las fiestas y en los velorios, en los días de travesuras y en los días de seriedad, en fin hasta que la muerte nos separe?

—Oye eso no va así — reímos.

—Si, lo acabo de inventar, bueno ¿aceptas o no?

—Acepto—soltó mis manos para sacar un pequeño papel de su mochila y un pequeño lápiz.

—Yo también acepto todo eso que dije anteriormente, ahora firmemos nuestra alta de amistad me lo extendió y me señaló donde tenía que firmar. —Te daré tu copia después.

—Esta bien— se lo extendí y él rápido lo firmó.

—Vale, entonces nos declaramos mejores amigos por la eternidad— me abrazó y dejó un beso en mi mejilla.

—Te quiero Kook.

—Yo te amo.

Ese día fue inolvidable, habíamos corrido hasta el cansancio debido a que nos habíamos escapado del colegio, terminamos escondidos en un parque y ahí fue donde hicimos el juramento.
Han pasado ya cinco años desde ese día. Hemos cambiado muchísimo, él se convirtió en un chico muy atractivo, sigue siendo un idiota pero ahora tiene esa apariencia que a primera vista te deja babeando, lo digo porque en ocasiones me pasa, y eso que soy su amiga. Y yo me convertí en una chica que siente esa necesidad de sentirse amada, quiero amar de verdad y quiero que la amen.
Nuestra amistad sigue intacta incluso creo que nosotros somos más que unos amigos, somos cómplices y pudiera decir que es mi alma gemela. Nos entendemos perfectamente y a pesar de que ahora tiene esa novia tan controladora y nos vemos muy poco, seguimos en contacto y cuando tenemos algún chance nos la pasamos a lo grande juntos.