o c h o.
— Llevaré tu retrato a la exposición.
— ¿De verdad?— asiente con una sonrisita.
— Necesito escoger dos más ¿me ayudas?— me pongo de pie y comienzo a observar los demás cuadros.
— Este me gusta— raro pero todos eran mujeres— ¿Y éste?— había uno cubierto con una sábana y en cuanto lo iba a descubrir me lo impidió.
— Ese no está terminado.
— Ah, entonces... El de esta chica sería una buena opción— me surgió mucha curiosidad sobre ese cuadro pero no quise averiguarlo ahora, estamos comenzando y no quiero sobrepasarme.
— Excelente, esos también los tenía en mente, gracias por ayudarme a decidir.
— No hay de qué— en ese instante mi móvil comienza a sonar— Oh, es mi madre.
— Contestale.
—¿Mamá?
— Hola, cariño ¿Cómo estás?
— Bien, ¿y tú?
— Estoy bien, pero necesito que vengas hoy a casa, quiero que me ayudes en algo.
— ¿Ahora?
— Si, mientras más rápido mejor.
— Okay, salgo ahora para allá.
Guardé mi móvil en mi bolsillo y miré a Taehyung
— Debo irme, mi madre me necesita— asiente.
— Está bien, ve a verla, desearía ir contigo pero debo hacer algo aquí.
— En otra ocasión será, hoy le platicaré sobre ti y de seguro organizará alguna cena para que vayas.— me acompaña hasta la puerta.
— Estaré muy nervioso cuando suceda.
—No debes de estarlo, ella es muy buena— me acerco a él y beso su mejilla— Ya me voy, te llamo más tarde.
— Está bien.
Me despedí con una ademán y luego entré al elevador. Este se detiene en el tercer piso y en él entra dos chicos y uno de ellos era Jungkook.
— ¿Vienes de ver a tu novio?
— Buenos días Jungkook, gracias yo también estoy bien y si, si vengo de ver a mi novio ¿Pasa algo con eso?
— No, para nada.— nos bajamos del elevador sin emitir media palabra, íbamos en el mismo rumbo entonces, me fijé que llevaba unas vendas en sus manos.
— Jeon...— me acerco a él y tomo su mano, él rápido la quita y la esconde en su espalda— ¿Te hiciste daño?
— No es nada...— suspiro y llevo mis manos a mi cintura.
— Jungkook ¿Que pasa? No sé porqué te comportas así
— ¿Así como?
— No sé, parece enojado conmigo, y ni siquiera sé que te hice.
— Puede que si lo esté— sigue caminando dejándome un poco detrás.
— ¿Porque me hice novia de Taehyung?
— Sabía que eso iba a pasar, no estoy enojado por eso, me enoja el hecho de que ahora no podré estar cerca de ti cómo antes— llevo mi mano a mí frente, ya empieza Jeon Jungkook con sus niñerías— ¿Sabes qué? Olvídalo, me estoy comportando como un idiota.
— ¿De casualidad estás celoso?— me mira de reojo.
—Quizás un poco.— río a carcajadas.
—Eres un tonto— me empuja logrando que me zafara de su brazo— Yo nunca te dejaré de querer aunque tenga novio, tu vas primero en mi vida.— vuelvo y me le pongo como una garrapata.
—Eres una mentirosa, aléjate.
— Sabes qué te amo Jungkookie, no seas bobo.
— No digas esas cosas ahora que tienes novio ¡ya aléjate joder!
— No quiero— no intenta zafarse de mi otra vez y seguimos el camino así.
— ¿A dónde vamos?
— Yo a mi casa y tú...pues no sé.
— Iba a comprar unos auriculares nuevos, pero los puedo comprar después, mejor te acompaño hace rato no veo a tu madre— asiento con una sonrisa
— Me encanta la idea.
Fuimos en bus hacia Dobong-gu, donde está ubicada mi humilde casa. Y fue cuando ví para que me necesitaba mi madre, por suerte traje conmigo a Jungkook.
— Parece que tu madre está remodelando la casa— sobo mi cara y asiento.
— No hay de otra, nos toca ayudar.
Entramos a la casa y todo estaba hecho un desastre, periódicos en el piso, los muebles cubiertos con sábanas, las paredes a medio pintar. Por dios, era un desorden enorme.
— ¡Mamá ya estoy aquí!— grito parada en el primer escalón de la escalera.
—Oh, gracias al cielo— baja muy rápido cuando me escucha— ¡Jungkook! También viniste.
—¿Cómo está tía?— hizo una reverencia.
—Con mucho dolor en la espalda, esto de remodelar es un fastidio— estaba toda embarrada de pintura, con guantes y delantal puesto.
—¿Qué te dio por remodelar ahora?— sigo mirando todo— Hacia años que no lo hacías.
— Tu hermana envío un dinero y lo quise emplear en la casa.
—Pues empecemos ya— Jungkook se quita su chamarra y agarra unos guantes que había encima de una lata de pintura yo lo detuve.
— No Kook, tus manos están lastimadas, mejor...
—Estoy bien no te preocupes, solo son algunos rasguños.— sonríe con la intensión de convencerme pero yo aún no me lo creo.— Ya Shin, solo ayudemos a tu madre.
— Okay...
— Ustedes vayan arriba, yo terminaré con esta pared y luego subiré a ayudarlos.
— Entendido.
Jungkook y yo, subimos hacia arriba y entramos a la habitación de mi madre. Estaban las pinturas, las brochas y los rodillos listos para ser utilizados. Yo alcé las mangas de mi suéter y me coloqué el delantal luego los guantes y por último até mi cabello en una coleta alta.
Mientras yo me alistaba, Jungkook ya había empezado con el trabajo. No se puede negar que es un chico genial, esto no lo hace todo el mundo. Realmente me siento bendecida por tenerlo de amigo.
— Jungkook, quedaste en contarme lo que sucedió con tu novia.— hablo sin dejar de embarrar la pared de pintura con el rodillo.
—Ah si— responde muy concentrado en su trabajo— Terminamos.
—¿Al final se lo dijiste?
— Ella fue la que decidió y yo no insistí, lo nuestro ya no daba para más, solo discutíamos y ya no había ese deseo mutuo.
— Creo que hicieron lo correcto, no se ella, pero tú ya no estabas enamorado entonces, solo te estabas martirizando, no es que me alegre pero, me siento aliviada por ti.
—Yo también estoy aliviado.— su voz no sonó tan convincente.— Malo que ahora estoy solo y no cuento con la compañía de mi amiga, ya que ella ya tiene a alguien mejor para que la acompañe.
— ¿Otra vez?— me giro hacia él.
— ShinHe, si, soy tu amigo y quizás puedas acompañarme a ver una película o a dar un paseo pero, no será igual porque ahora tienes novio, él puede que se moleste o quiera acompañarnos, ya no tendremos ese espacio en el que solo exisitíamos nosotros dos porque ahora hay un tercero, el chico que te gusta y estoy más que seguro que le prestarás más atención a él que a mí, porque es lo más lógico.
— Antes yo estaba sola y tú tenías novia, y seguimos siendo amigos.
— No es lo mismo...no es lo mismo de cuando teníamos 16— se agacha y rueda el rodillo en la bandeja con pintura.
— Obvio que no, en ese entonces éramos tan infantiles que no nos importaba tener alguna relación amorosa, pero ya crecimos Jungkook, entiende que nuestra amistad no volverá a ser igual a la de antes, nuestras vidas no giran alrededor de nuestra amistad solamente, también debemos enamorarnos y tú deberías de buscar a alguien más, no me gustaría tener que elegir entre mi novio y mi mejor amigo algún día.
— Eso haré no te preocupes.
Continuó pintando la pared, y estuvo varios minutos sin hablarme, yo le buscaba conversación pero él solo me respondía con monosílabos.
— Oppa— odia que lo llame así.
—No empieces ¿Si?— camino hacia él con la brocha llena de pintura escondida en mi espalda.
— Te pones muy feo cuando estás enojado.
— ¿Quien dice que estoy enojado?
— Lo estás, mira tú ceño cómo está de fruncido, si sigues así te saldrán arrugas tempranas— embarro su rostro con la brocha— Así te ves más lindo.
— ¡Min ShinHe!— me grita enojado, y limpio su rostro— Deja de jugar.
— Está bien...— y sin esperármelo me embarra con el rodillo.— ¡Yah!— comienzo a perseguirlo dispuesta a vengarme— Eres un tramposo— sus risillas se escuchaban por toda la habitación, y no pude evitar reír también, me causaba gracia verlo correr como niño con ese tamaño que tiene.
— Detente— cuando se detuvo intenta quitarme la brocha de mi mano.
— No te la daré— entre los forcejeos terminó resbalando con uno de los periódicos y calló al suelo y yo más detrás caí sobre él.
Podía sentir su respiración agitada y el latir de su corazón, estaba agitado por tanto correr. De la nada comienza a reír y yo lo acompañé. Terminada la crisis de risa me quedé mirando los ojos de mi amigo que nunca antes los había visto tan de cerca, reparé su rostro con detenimiento y limpié la mancha de pintura que había hecho en su exagerada nariz, provocándole una risita.
— Quiero que siempre estemos así Jungkookie, sonriendo y disfrutando de nuestra amistad.
— Sería así si ambos estuviéramos libres— intenté levantarme de encima de él, pero sus manos sostuvieron mi cintura y me lo impidieron— ¿Te gusta mucho ese chico, ShinHe?
Antes tuve novios y a Jungkook nunca le había molestado, incluso se llevaba bien con ellos, ésta actitud nunca la había tenido antes, no lo comprendo.
¿Será que InSam tiene razón después de todo?
*
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