Capítulo 2: El encuentro.
Ya habían pasado más de doce horas desde que tomó aquella decisión; iría a rescatar a su hermano y a Sherry. Ella ya estaba más que preparada, tanto físicamente como mentalmente. Claire sabía a lo que iba enfrentarse, se había documentado previamente, pero también sabía que no lo haría sola.
La situación en China era catastrófica. Las alertas de ataques terroristas habían subido desconsideradamente, dejando a ningún país sin ataques bioterroristas. La población del mundo entero estaba unida por un temor del que no había ninguna esperanza. Como era de esperar, Ada Wong había sido nuevamente la causante del brote.
Claire suspiró, aquella mujer nunca le había transmitido confianza, mucho menos después de la fama que se estaba ganando con lo recientemente ocurrido.
Tampoco es que hubiera logrado fiarse de ella alguna vez, pues tenía más que motivos para no hacerlo. Sin embargo, lo que más le fastidiaba, era la forma en la que esa engañosa espía había manipulado y jugado con Leon durante los últimos años. Él se merecía algo mucho mejor; una relación normal, sin necesidad de traiciones y mentiras.
Pronto, un lujoso coche negro se paró frente a la nueva codirectora con un chófer como conductor. El mismo saludó cordialmente a la pelirroja y le ofreció su mano para entrar al vehículo.
—Buenos días, señorita Redfield. Me llamo Alan. Conozco al lugar dónde debemos dirigirnos, así que no se preocupe y disfrute del viaje. —le explicó amablemente.
—Encantada de conocerte, Alan. —respondió ella, con una sonrisa. —¿Tú serás quién me lleve a la clínica, verdad?
—Sí, por supuesto. Seré tu chófer personal y siempre que desees vendré a recogerte. TerraSave quería mimar a su nueva codirectora. —sonrió él.
Ella solo asintió con la cabeza, devolviéndole la sonrisa. Se dedicó a observar el paisaje que se proyectaba a través de la ventanilla. No pudo evitar pensar en Chris y en su pequeña Sherry, incluso llegó a pensar en Leon...
Suspiró, cerrando los ojos, no queriendo rebuscar más entre aquellos pensamientos tan tortuosos.
══════ ⋆★⋆ ══════
Georgia, 7:37 a.m.
Abrió los ojos lentamente, despertando de una larga siesta. Al entreabrir los ojos descubrió que se habían detenido, dándole a pensar una cosa: había llegado a su destino.
—Ya hemos llegado, Claire. —anunció Alan. Te recogeré en cuanto me lo comuniques.
Claire le sonrió y tras aparcar el coche, salió por la puerta trasera. Se paró frente a la edificación y observó el gran edificio desde arriba hacia abajo. Un escalofrío recorrió su espalda. No podía ni imaginar que estaría sucediendo con Jill ahí dentro. Lanzó un pequeño suspiro y decidió entrar.
A su alrededor, varios enfermeros paseaban normalmente por la estancia. Era un edificio enorme, de varias plantas. Todas las paredes eran blancas y con grandes ventales.
Alzó la vista en dirección al mostrador, pensó en lo que le había dicho Rowling: debería entregar su acreditación para que le permitieran ver a la rubia.
Al principio, Gabe pensaba que Claire estaba totalmente loca por querer ir a semejante catástrofe como era la de China en esos instantes, prácticamente sería cómo lanzarse a un abismo. Sin embargo, no le sorprendió. Claire Redfield no era una simple activista. Había sobrevivido a guerras virales y no por su lindo rostro, sino por su fuerza y valentía. Tenía agallas, y lo demostró en más de una ocasión: Racoon City, Rockfort, Hardville...
A Claire también la habían avisado de algo, y es que Jill llevaba más de un año permaneciendo allí por voluntad propia. Ella estaba perfectamente lista para reincorporarse al mundo laboral, pero Valentine pensaba que sería mejor de esa forma, así no podría hacerle daño a nadie.
Realmente le resultaría difícil sacarla de allí y, aún más, de convencerla para que fuera su compañera durante una misión de tal grado. Aún así, la pelirroja no se dejaría vencer, rescatarían a su hermano y a los demás.
En verdad se encontraba nerviosa, tras enseñar su acreditación a la secretaria fue acompañada por un miembro del personal de la clínica hasta la quinta planta. Fue caminando a lo largo del pasillo, a medida que miraba detenidamente los nombres de los pacientes y sus correspondientes habitaciones.
—213, 214, 215...
Se paró en la puerta de la 216, observando el letrero, y en ese momento juró poder sentir una corriente indescriptible recorriendo su cuerpo al leer: Jill Valentine. No pudo evitar sonreír ante aquello. Estaba a punto de conocer a la mejor de S.T.A.R.S, total merecedora de su fama y mejor amiga del gran Christopher Redfield, o a saber qué más...
Miles de preguntas se formaron en su cabeza: ¿Cómo sería ella? ¿Sería tal y como se la había descrito Chris? ¿Sabría ella quién era Claire Redfield?
Sus preguntas no podrían responderse solas, pero cuando viera a Jill si que lo harían. Suspiró, indicándole al enfermero que procediera a abrir la puerta. Éste pasó la tarjeta sobre la ranura, abriéndola rápidamente.
Claire se permitió analizar la habitación, recorriéndola de un lado hacia otro. Era una habitación acogedora a simple vista. No era un lugar extremadamente grande ni lujoso, solo el adecuado para una paciente. La habitación constaba de una cama, un baño y un pequeño rincón de ocio.
Fijó su mirada en la chica que observaba detenidamente la ventana. Ella estaba vuelta de espaldas, parecía tranquila. Un pelo rubio y recogido en una coleta le dió a pensar en Jill.
—Valentine, tienes visita. —anunció el enfermero.
La aludida se giró al escuchar su nombre, mirando a la chica que acompañaba a uno de sus enfermeros. Aquello, en definitiva, la dejó muy sorprendida. Fue ella misma quién había solicitado no tener visitas, a no ser que fuera de máxima importancia, y desde luego que lo era.
Más tarde se permitió apreciar a la chica de cabellos pelirrojos. Era algo más baja que ella, de tez blanca y unos hermosos ojos azules, que le daban una expresión cálida y dulce. Justamente como era ella.
Claire no se quedó atrás, observó la apariencia de la ex S.T.A.R.S. Ella era una preciosa rubia, bastante más alta que ella, de tez pálida y unos grandes ojos grisáceos.
Al darse cuenta de que el enfermero ya se había marchado, ella se hallaba buscando las palabras adecuadas para entablar la primera conversación de su vida con la agente.
—He de decir que es un gran placer conocerte, Jill Valentine. —dijo finalmente Claire con una gran sonrisa.
—Tu cara me resulta familiar... ¿te conozco? —preguntó confusa, avanzando hasta ella lentamente.
—No, no me conoces. Quizás mi apellido te suene. Me llamo Claire Redfield.
Jill abrió su boca, totalmente sorprendida al percatarse de quién era la chica que tenía frente a ella. Nada más ni nada menos que la hermana de Chris Redfield.
—Oh, por Dios... ¡eres tú! —exclamó la rubia, dibujando una sonrisa en su rostro. La pelirroja le devolvió el gesto y no tardaron en fundirse en un emotivo abrazo.
—Es increíble verte. Tu hermano me ha hablado maravillas de ti. Me alegro tanto de conocerte, Claire, tanto...
Claire se separó lentamente de ella, posando sus manos en los hombros de la rubia, observándola de arriba a abajo con una sonrisa. La miró directamente a los ojos y agarró sus manos.
—¡Puedo decir lo mismo!—respondió ella. —No me creo que nos hayamos conocido al fin. Eres tal y como me había descrito Chris, quién por cierto no para de hablar de ti...
Ambas rieron y unas vez presentadas se adoraron. El capitán les habló tanto a ambas sobre la otra que estaban ansiosas por conocerse desde hace años.
Jill y Claire entablaron amistad rápidamente, durante la mañana hablaron sobre sus vidas y todo lo que ocurrió a lo largo de ellas; fue bastante agradable compartir todas las experiencias entre ambas. Chris estaría muy feliz, su hermana y mejor amiga se entendían perfectamente.
Pero no todo es de color de rosa, pues cuando Claire se volvió algo más seria, Jill entendió perfectamente el verdadero motivo de su visita. Algo malo ocurría.
Ambas se sentaron en un pequeño sofá, Jill prestaba suma atención a lo que Claire le contaba. Simplemente no podía creerlo, Chris y muchos de sus amigos estaban en peligro...¡y ella estaba allí sin saber absolutamente nada!
—No hace falta que me digas más, Claire. Te ayudaré. —respondió Jill en seguida, con la voz cargada de seriedad.
Se veía realmente preocupada, y aunque a Claire no le agradaba para nada la situación, sonreía interiormente al saber que contaría con la ayuda de Jill. Pensó que sería más difícil convencerla de hacer aquello, sin embargo, pronto descubrió cuán equivocada estaba.
—Gracias. Solo podría hacer esto con tu ayuda.
—Claire, no me agradezcas nada. Soy yo la que debería darte las gracias. Me has hecho darme cuenta de que el mundo me necesita, Chris me necesita. Haré todo lo posible por ayudar. Además, creo que ya es hora de volver.
Claire le agradeció por ello, pues Jill era un encanto de persona. Posó una de sus manos en su rodilla, no tardando en ganarse una mirada por parte de la chica. Sus bellos ojos chocaron con algo que la sorprendió: un anillo que no había visto antes adornaba la mano derecha de la pelirroja.
De inmediato, buscó a Claire con la mirada y con un veloz movimiento ocular le señaló el anillo de compromiso. Ella miró en su dirección y sonrió tímidamente.
—Madre mía... ¡Te has casado!—anunció Jill, ligeramente asombrada.
—No, aún no. —rió Claire. —Se llama Jordan, apenas llevamos dos años de relación, pero me lo pidió... y yo no pude decirle que no... —le explicaba felizmente ella.
══════ ⋆★⋆ ══════
¡Capítulo 2 terminado! Espero que les haya gustado :)
Ya estaba deseando relatar el encuentro entre estas dos, un encuentro épico que Capcom nunca nos dio y, por supuesto, que me hacía mucha ilusión escribir.
Intentaré actualizar pronto, ¡saludos! ❤️
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top