Primera cita

- Es un niño hermoso - exclamó la dependiente de la tienda - tiene sus ojos, señor.

- Si... Gra-gracias - agradeció Ryoken tomando las bolsas de las compras - pase buen día.

- Regrese pronto.

Tomo la mano de Daichi junto con las bolsas de las compras para salir del local. Después de pasar por Daichi a la guardería había decidido pasar por el mini súper por algunas cosas para la cena.

No era la primera vez que alguien mencionaba que Daichi tenía sus ojos, desde la primera vez que Yusaku y Kusanagi le habían pedido que cuidara de Daichi por un par de minutos (que terminó siendo media hora) mientras ellos iban a buscar quien-sabe-que-cosa en el centro comercial muchas mujeres se acercaron para decirle que el pequeño tenía sus ojos... no sabía cómo decir que no era su hijo.

- Niisan - llamó Daichi desde el asiento de atrás mientras Ryoken guardaba las cosas en el baúl - ¿Vamos a tu trabajo?

- Si, bebé - respondió ayudando a Daichi a colocarse el cinturón - Tu papá y yo aún tenemos cosas que hacer en la oficina, así que necesitaré que nos acompañes. Espero que no te importe...

- Me gusta estar en la oficina - sonrío - Takeru-niisan y Spectre-san son buenos conmigo, Emma-san y Johan-san me regala dulces y Judai-niisan es divertido...

- Me alegra que te guste estar en la oficina - aunque tendría que hablar con sus empleados acerca de darle dulces a su hijo - pero solo será por esta semana mientras tu tío Jin regresa  de Miami City.

- Pero me gusta pasar tiempo con niisan y papá...

- Podemos pasar tiempo juntos en otro lugar que no sea la oficina, bebé. Te lo prometo.

- Si. Niisan - Daichi sonrió. Ryoken tomo su asiento en el asiento del piloto - te quiero mucho, niisan...

- También te quiero, Daichi...

Era fácil olvidar que Daichi no era su hijo en esos momentos. Nunca cuestiono a Yusaku sobre el color de ojos de Daichi, no quería meterse en la vida de su amigo o ser un entrometido, siempre respeto la privacidad de Yusaku... Así que cada vez que alguien mencionaba algo relacionado a los ojos de Daichi, él simplemente trataba de olvidar el comentario.

.

Había una sola razón por la que Johan Anderssen bajaba una vez al día a almorzar en la cafetería de la empresa. Al principio solía comer en su puesto para terminar su trabajo a tiempo, Kogami Ryoken era de los tipos que daban miedo cuando se enojaban y prefería evitar eso. Como fuera... Un día que no tenía nada que hacer aceptó bajar a la cafetería junto con sus compañeros de oficina y fue ahí cuando lo conoció.

Un hermoso chico Omega de cabello castaño y ojos del mismo color, atendía a todos con una sonrisa, a veces algo torpe pero parecía ver el lado positivo de todo... Fue como si lo flecharan. Pasaron varios meses antes que se atreviera a tener una conversación de más de "un combo no.3 para llevar, por favor". Después de eso su amistad había progresado al darse cuenta que tenían muchas cosas en común.

- Oh. Johan - saludo Judai con una sonrisa - veo que terminaste el trabajo a tiempo.

- Algo así - respondió rascándose la nuca - quise tomar un descanso para ver... Digo, para descansar un poco.

Se dio cuenta un poco tarde de la absurda reiteración que había hecho solo para no hacer notar sus verdaderas intenciones de ver al Omega trabajando en la cafetería... ¿¡Había tomado un descanso para descansar!? Era idiota...

- jeje eso es bueno - sonrió Judai, tal vez no se habia dado cuenta - ¿Lo de siempre?

- Claro. Gracias - sonrió, tenía que tomar la oportunidad - eh... Me preguntaba si... Quisieras ir al cine conmigo mañana por la noche, es el estreno de la película que habíamos hablado la otra vez...  Claro, si no tienes nada que hacer...

- Me encantaría - respondió emocionado - Mi turno termina a las 19:00 h. puedo esperarte en la estación frente al cine si quieres.

- Claro - sonrió Johan mientras pagaba por su pedido - tratare de terminar mi trabajo a tiempo. Ahí nos vemos, Judai.

- Lo estaré esperando. - afirmó entregando una bolsa de papel.

Johan se alejó de la barra casi saltando de la alegría, aun estaba nervioso, pero que Judai aceptara lo había hecho todo más simple. Ahora solo tenía que pensar que hacer para su cita sin que se convirtiera en una cita.

Yusaku sonrió acercandose a la barra para pedir su comida.

- Parece que mañana tienes una cita, felicidades - hablo.

- N-no es una cita, Fujiki-san - se sobresalto el castaño - so-solo veremos una película...

- Si tu lo dices - suspiro - ¿Puedes darme lo de siempre y un sándwich de pavo sin cebolla?

A veces trataba de ser amable, sino lo lograba simplemente continuaba con lo suyo. Pero esa tarde al parecer se iba a arrepentir de intentar ser amable con Judai, pues cuando el joven estuvo a punto de entregarle su almuerzo, este se dio cuenta de la situación en la que se encontraba.

- ¡Johan me invito a una cita!

- S-si... eso fue lo que dije - se extraño de lo nervioso que estaba el chico - ¿Todo bien?

- N-no... e-es mi primera cita... Digo, he tenido citas antes, claro que he tenido citas, pero es la primera vez que Johan me invita a una cita y no quiero que esta cita vaya mal de entre todas las citas, quiero que sea una buena primera cita para que hayan otras citas ¿He dicho tantas veces cita?

- Si.

- ¿Qué debo hacer, Fujiki-san? 

- No soy el mejor para hablar sobre relaciones... mi relación con Ryoken ha sido extraña desde que nos conocimos hace casi 10 años... 

- ¿Cómo fue su primera cita con Kogami-san? 

- ¿Mi primera cita con Ryoken?

No sabía si quiera si habían tenido una primera cita. Su relación era tan extraña que cuando hablaban de sus "citas" era por esos momentos en los que decidieron hacer algo juntos y hasta varios años después ellos se dieron cuenta que aquello era una cita. Aunque tal vez podía considerar esa vez como su primera cita, pues fue la primera vez que no negaron que aquella salida era una cita. 

Fue una vez cuando Ryoken lo fue a buscar a la escuela. Ryoken había salido temprano de un examen y decidió pasar por Yusaku sin ningún motivo, no era la primera vez que Ryoken lo iba a recoger a su escuela, desde que se había mudado solo eran cada vez más frecuentes las veces en las que el Alfa iba a recogerlo a la escuela. 

- ¡Fujiki! - grito uno de sus compañeros parado en la ventana mientras el profesor terminaba de dar instrucciones - ¡Tu novio vino a buscarte!

- ¿Ryoken? - susurro acercándose a la ventana. 

Realmente no le importaba que llamaran a Ryoken "su novio", sus compañeros de clase no tenían que enterarse de la relación que tenia con Ryoken... de hecho... mientras ellos creyeran que Ryoken era su novio era menos probable que cualquiera de sus pocos compañeros Omega o alguna de sus compañeras mujeres se acercaran a Ryoken. 

Cuando se escucho la campana que indicaba el final de las clases, Yusaku tomo sus cosas e ignoro las advertencias de sus profesores diciendo que no corriera por los pasillos, solo quería llegar al lado de su amigo, antes que cualquier otro Omega o cualquier mujer pudiera acercarse a este. 

- ¡Ryoken! - le llamo estando a unos pasos de él, Ryoken guardó su celular en el bolsillo para recibir en sus brazos a su amigo - ¿Qué haces aquí?  

- Primero: salí temprano de mi examen y no tenia nada que hacer. Segundo: quería verte. Y tercero: ¿Quieres ir a algún lado?  

- Primero: no me utilices para cuando estas aburrido - bromeo sin poder ocultar la sonrisa que tenia en el rostro - Segundo: me alegra verte... Y tercero: Esa no es una razón. 

- ¿Quieres o no? 

- Vamos, pero... salgamos de aquí primero - se giro a ver a uno de sus compañeros pasar a su lado mientras murmuraban - Hay demasiadas personas por aquí... 

- Y no ayuda que me estés abrazando. 

- No me importa - susurró besando a su amigo en la mejilla - que piensen lo que ellos quieran... 

Era extraño ver a alguien tan frío como Yusaku ser tan... emotivo... al lado de otra persona, razón principal por la que sus compañeros de clase los observaban sin ser muy discretos. Su relación era tan evidente y ellos no se molestaban por ocultar lo que sentían el uno por el otro aunque ni ellos mismos se dieran cuenta de lo que sentían.

Mientras caminaban hacía algún otro lugar decidieron pasar a comer a algún restaurante que encontraran de paso, para disgusto de Ryoken y alivio de Yusaku, lo primero que encontraron fue un puesto de perros calientes y café. Tenia que hacer algo con los malos hábitos alimenticios de su futuro esposo, pero mientras lo viera feliz no le importaba. Continuaron caminando por las calles de la ciudad mientras sus manos se encontraban entrelazadas, disfrutando de la compañía del otro, divirtiéndose juntos.

- A la próxima... tendré un mejor plan para evitar la comida rápida - suspiró Ryoken.

- ¿Habías planeado invitarme a una cita esta tarde? 

- No  necesariamente... pero no mentí cuando dije que quería verte. 

- También quería verte - afirmo mientras paraba frente a un puesto callejero con objetos que no veía desde hace mucho tiempo - oh... mira, accesorio de Duel Monster. 

- ¿Te gusta? - Pregunto al momento que Yusaku tomaba un pequeño llavero de metal con la forma de Sphere Kuriboh.

- Si... 

- Bien... - suspiro Ryoken pagando al vendedor y guardando el llavero en la mano de Yusaku para luego besarla - tómalo como un recuerdo de nuestra primera cita. 

Fue la primera vez que no negaron que aquello era una cita, pero poco tiempo después llego la noticia sobre que Ryoken había sido aceptado en el seminario al que deseaba asistir en Londres, así que ambos decidieron que era mejor mantener sus sentimientos ocultos por un poco más de tiempo.

Yusaku mostraba el llavero de Sphere Kuriboh que Ryoken le había regalado varios años atras a Judai, estaba un poco maltratado por el tiempo, pero continuaba en un relativo buen estado.

- Exceptuando esa vez... siempre negamos que tuvimos citas - suspiro guardando el llavero - aunque la verdad es que tuvimos varias citas antes y después de esa vez... 

- Entonces...

- Si quieres un consejo... solo disfruta la noche junto a Johan, no pienses que es una cita... Una de las ventajas de ser el mejor amigo de tu novio es que puede confiar en ti... me he alejado de Ryoken como pareja muchas veces... pero él siempre esta ahí como mi mejor amigo para apoyarme... 

- Y dice que no era bueno dando consejos - se burlo Judai.

- Pase 10 años enamorado de mi actual pareja, me case, tuve un hijo, mi esposo murió, volví a vivir con la persona de la que pase enamorado todo este tiempo y hasta después de varios meses acepté que estaba enamorado de él y ahora somos pareja de manera temporal porque esperamos que nuestra relación fracase cuando sabemos que no será así... 

- Si, tiene razón... no es el mejor en las relaciones, Fujiki-san.  

- Tengo que regresar al trabajo - suspiro tomando la bolsa de papel con el sandwich de pavo - piensa en lo que te dije... adiós.

- Hasta pronto, Fujiki-san. 

Yusaku soltó un suspiro mientras subía de regreso a la oficina. Justo cuando llego a esta no se sorprendió de ver a cierto pequeño niño de 3 años, cabello azul y ojos celestes correr hacía sus brazos.

- ¡Papá!

- Daichi - lo abrazó cargándolo - ¿Tuviste un buen día en la guardería?

- ¡Si! - sonrío - Yuya-sensei nos contó un cuento que me gusto mucho.

- Me alegra.

Ver los hermosos ojos de su hijo brillando de alegría siempre había sido lo mejor de su día, cuando se encontraba lejos de la ciudad ver los ojos de su pequeño le traía buenos recuerdos de las personas que amaba. Vio a Ryoken acercarse a ellos, ya se preguntaba porque todos sus compañeros estaban tranquilos en sus puestos dentro de la oficina en lugar de perseguir a Daichi por todo el piso tratando de hacer teorías o apuestas absurdas acerca de su relación con Ryoken.

- Papá - llamo Daichi cuando Ryoken estaba cerca - hoy una señorita dijo que mis ojos se parecen a los de Ryoken-niisan.

Hubiera deseado que Daichi no dijera aquello en voz alta, pues todos en la oficina se levantaron de su lugar al escuchar aquello, vio a Ryoken sonrojarse a unos pasos de él, Spectre tuvo que contener la risa y pisar el pie de Takeru para que este no dijera nada fuera de lugar. 

- No es la primera vez que lo hacen - suspiro Ryoken - pero... ¿podemos hablar de eso después?

- Claro... hablaremos de eso después... - bajo a Daichi - necesito trabajar ¿Spectre pude cuidar de Daichi? 

- ¿Desde cuando aceptas que mi asistente cuide de Daichi? Creí que ustedes...

- Señor - llamo Spectre interrumpiendo - no tengo inconveniente en cuidar de Daichi-sama... pero creo que su conversación esta llamando un poco la atención.

Ambos levantaron la mirada, efectivamente, todos (incluidos Fausto) habían dejado de trabajar para prestar atención a la extraña conversación de su jefe y su compañero de trabajo en su hermosa escena familiar.

- Hablaremos después - sentenció Ryoken pasando a Daichi a brazos de su asistente - Spectre, cuida de Daichi mientras terminamos nuestro trabajo... te veo después, Yusaku. 

- Claro, regreso al trabajo - dijo entregando la bolsa de papel a Spectre - compre... el almuerzo de Daichi. 

No dejo que Spectre dijera nada, Ryoken practicamente se llevo a su asistente arrastrado fuera de la oficina para que dejara a todos sus empleados trabajar en paz. O al menos eso esperaba, pues cuando Yusaku se sentó en su puesto y encendió su computadora no pasó menos de 5 minutos antes que todos se reunieran a su alrededor preguntando por su relación con Kogami Ryoken... 

Al parecer, mantener una relación secreta con su jefe no iba a ser nada fácil. Menos cuando la mitad de las preguntas hacían referencia a los ojos de su hijo. Soltó un suspiro... Hubiera deseado besar a Ryoken cuando se despidió de él.

Continuará...

Una amiga hizo un dibujo de Daichi con Ai ≧ω≦ Criz... En serio te adoro, pero deja de spoilearte a tí misma.

Parece que todos en la oficina comienzan a sospechar algo :3 no tienen ni idea de lo que se viene, si ahora ese par trata de no actuar como una pareja enamorada fallando en el intento pronto no habrá forma de ocultarlo.

Por cierto... Este capitulo no tiene mucho sentido pero quería que alguien le pidiera consejos en el amor a Yusaku xD

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