Epilogo

- ¡Papá! ¡Otto-chan! ¡Miren! - exclamo la pequeña de cabellos blancos y mechones rosa corriendo junto a su hermano mayor.

- ¡No te alejes demasiado, Tsubaki! - grito su papá sin soltar la mano de su esposo - ¡Daichi, ten cuidado a donde van!

- ¡Si, papá! - respondió el mayor de los hermanos Kogami-Fujiki.

- Déjalos - susurro su esposo - van a estar bien...

- Nunca dejare de preocuparme por mis bebés - susurro - crecen muy rápido...

Habían pasado 3 años, seguía sin recordar todo lo relacionado a esos 3 años que paso separado de Ryoken, día a día recordó pequeñas cosas, recordó los años que paso junto a Daichi y Kusanagi, recordó como fue ver crecer a su hijo y el dolor que sentía cada vez que este le veía con sus grandes ojos celestes, recordaba la noche en la que se entregó por primera vez a Ryoken estando ebrio... bueno... todo lo que podía recordar de esa noche. Recordó muchas de las discusiones con Shoichi acerca de decir la verdad, recordó el dolor de ver a Ryoken estar junto a un pequeño que amaba y no sabía que era su cachorro...

Recordaba poco a poco aquellos dolorosos recuerdos de los 3 años que pasó lejos del Alfa que ahora sujetaba su mano. Daichi tenia 6 años, ese año había iniciado la escuela elemental, Tsubaki tenia 3 años y también había comenzado a asistir a la guardería. Yusaku había dicho que no quería separarse de su hija tan pronto, por lo que pidió a Ryoken que le dejara trabajar 3 años en casa antes de regresar a la empresa (si se lo permitía, claro), su esposo accedió con la condición que Playmaker se quedara enterrado de una vez por todas.

Ni siquiera había necesidad de pedir eso, no volvería a recurrir a sus habilidades como hacker a menos que fuera por diversión propia, diversión de sus hijos o para proteger a su familia.

- ¿Quieres sentarte? - pregunto Ryoken.

- No estoy cansado...

Caminaban por el parque cercano al hospital, llegaron a una banca donde, a pesar de lo dicho por el Omega, terminaron sentandose. Era principios de invierno y la noche anterior había nevado, el lago artificial en el centro del parque era utilizado como una pista de patinaje por muchos, habían decidido salir a caminar para que sus hijos jugaran un poco entre la nieve.

Veían a Daichi jugar con su hermana, en esos 3 años Daichi no había cambiado tanto, seguia siendo el adorable niño de siempre (claro... solo con sus padres, con los demás seguia siendo igual de frío y serio), por el contrario, Tsubaki era una chica tímida, de cabello largo a la cintura blanco como la nieve y mechones rosas, sus grandes ojos verdes eran hermosos y la sonrisa de esta provocaba que cualquiera cayera rendido.

Yusaku sabía que su hija era una Omega... lo sabía desde el momento en que la tuvo por primera vez en sus brazos, pero no por eso la tratarían como tal... criarían a sus hijos como iguales, no como Alfa u Omega, simplemente como humanos.

- Quiero otro - susurro repentinamente Ryoken al oído de Yusaku.

- No.

- ¿Por qué? Primero: te ves precioso embarazado. Segundo: si es por dinero, no debes preocuparte, podría mantener incluso a 10 niños sin problema y aun podríamos tener a un decimo primer bebé. Y tercero: no hemos podido disfrutar de uno de tus embarazos como se debe...

- Primero: Tu no sufres los cambios hormonales, no tienes que sufrir el dolor de espalda, las patadas a tu vejiga, la fatiga o las nauseas. Segundo: Alfa idiota, me preocupa tu economia y me echas en cara que eres rico. Y tercero: Por lo mismo, en mi primer embarazo casi muero por no estar vinculado al padre de mi hijo y en el segundo tu madre casi me mata... Esto parece una maldición.

- Creí que no creías en maldiciones...

- No creía en el destino y mira donde terminamos. No me sorprendería que eso fuera una maldición impuesta por la bruja de Emi...

- Exageras... Primero: no lo sufro físicamente pero lo siento por nuestra conexión... Además soy yo quien termina lidiando con eso. Segundo: somos ricos, Omega torpe, todo lo mio es tuyo y de nuestros hijos. Y tercero: ahora estamos juntos, nada malo podría ocurrir.

- Aún así déjame pensarlo...

- Al menos ya no dijiste "no"

- Un tercer cachorro - susurro acariciando su vientre - seria... Lindo...

- Entonces - insistió besando el cuello de su esposo - ¿Esta noche quieres intentarlo?

- Podríamos practicar un poco antes de tener otro bebé - beso los labios de su pareja - cuando Daichi y Tsubaki esten dormidos... seras todo mio.

- Simpre...

Continuaron besandose hasta que escucharon como la voz de su hija los llamaba, estaba jugando con su hermano en la nieve hasta que dos niños de 3 años cada uno se unieron a su juego, uno era de cabello blanco y mechas rojas mientras el otro tenia el cabello completamente plateado y una actitud más tímida, ambos de ojos azules.

- ¡Papá! ¡Otto-chan! ¡Tío Viny y tío Keru estan aquí! - exclamo lanzandose a losbrazos del niños de cabello plateado - también vino Shion-chan y Aya-chan~

- ¡Cui-cuidado, Tsu-Chan! - exclamo Shion sujetando a su amiga - Te puedes caer y lastimar...

- ¡Dai-Niisan! - corrió Ayame a saludar al mayor a quien consideraba un ídolo - ¡Mira, mira!

Yusaku miro con una pequeña sonrisa como su hija abrazaba al gemelo menor de los Homura, reconoció a Spectre y Takeru a unos pasos caminando hacia ellos. Se giró a Ryoken cuando sintió que su aura asesina aumentaba al ver como Tsunami aún abrazaba a Shion.

- Ryoken, asustas a todos...

- No debería ponerse celoso de mi hijo, Ryoken-sama - hablo Spectre acercandose a la pareja - ellos son solo amigos.

- Mala idea... Recuerda que ellos se besaban siendo amigos - susurro Takeru.

- Solo estoy celoso de todo ser vivo que se acerque a mi hija - suspiro - al menos sé que Shion es Omega...

Yusaku y Spectre se miraron el uno al otro por un segundo, era mejor no decirle a Ryoken que Shion era Alfa y Ayame era el Omega... Mejor que se enterase en el futuro cuando su hija y el niño de cabello plateado le dijeran que estaban saliendo... En ese momento podía comenzar a sentir lastima por el pobre y tímido Homura Shion.

Takeru y Spectre se quedaron conversando con la pareja mientras los niños jugaban, ni siquiera notaron cuando Ryu, Hayato y Mika se unieron a sus hijos hasta que Aoi y Jin se acercaron a ellos para saludar.

Ryoken miro a sus hijos jugando con los demás niños, riendo y corriendo entre la nieve, miro a su esposo sentado a su lado, sujetando una de sus manos y vio el anillo que le había dado tres años atrás entrelazada con la suya sobre su pierna.

¿Quien creería que llegaría a tener una vida como esa?

- Ryoken ¿Todo bien? - preguntó Yusaku de la nada a su esposo, no había notado cuando los otros se habían ido y sus hijos estaban de nuevo a su lado - Se hace tarde y hace frío...

- Lo siento, estaba pensando.

- Otto-Chan da miedo cuando piensa tanto - dijo Tsubaki abrazando a su padre.

- Tengo sueño - Se quejó Daichi recostándose en la espalda de su padre.

- Bien... regresemos a casa... - suspiró poniéndose de pie, tomando la mano de Daichi mientras Yusaku llevaba a Tsubaki en sus brazos.

- ¿Podemos tomar chocolate caliente? - preguntó Tsubaki.

- Yo quiero fresas con chocolate - pidió Daichi.

- Y yo pastel - agregó Yusaku con una sonrisa.

- ¿Por qué no heredaron mi gusto por lo salado?

- Porque lo salado es feo - Se quejó Tsubaki.

- Tu tomas el café como si fuera azúcar...

- Y tú lo tomas demasiado amargo - suspiró - bien... pasaremos a comprar un pastel de fresas con chocolate de camino a casa.

- ¡Si! - exclamaron ambos niños.

Yusaku tomó la mano libre de Daichi y miró a su esposo. Ambos se sorprendieron cuando unos pocos copos de nieve comenzaban a caer del cielo, Tsubaki parecía emocionada al igual que Daichi al ver la nieve, sonrieron uno al otro mientras caminaban por el parque que comenzaba a iluminarse con la luz de las farolas. Un recuerdo había llegado a ellos.

- Eres el primer amigo que he tenido - susurró el Omega tomando la mano del Alfa de cabellos blancos cuando comenzaba a nevar en el parque cercano al hospital. Ryoken acompañaba a Yusaku a la estación por la hora - No quiero separarme de ti, Kogami-san... es egoísta, pero... no quiero perderte.

- Nunca te abandonaré, Fujiki-kun - suspiró Ryoken estrechando la mano del Omega - Y llámame Ryoken...

- Bien, llámame Yusaku en tal caso - sonrío - Entonces... ¿Estaremos juntos?

- Si... te prometo que siempre estaremos juntos.

Y habían cumplido la promesa a pesar de todos los obstáculos que se pusieron en su camino.

FIN

Este capítulo fue más un capricho mío... quería dejar una interacción de los niños antes de terminar, tengo otros especiales pero no son realmente importantes...

Gracias a todos por permanecer aquí hasta el final, ha sido grandioso compartir esta historia con ustedes. Ahora haré un poco de publicidad... pero pueden saltarla, gracias a todos por leer y apoyar el fic hasta el final, gracias por sus bellos comentarios que siempre me hicieron sonreír, por sus amenazas de muerte y por todo su apoyo... son geniales...

Si quieren seguir otra historia mía puede que les interese "partners in crime" una historia basada en un universo alterno donde Yusaku es parte de los caballeros de Hanoi junto a Ryoken mientras Jin y Spectre toman lugar como héroes o "Destiny" mi nueva historia en un semi AU que toma lugar dentro de la historia original con la diferencia de ser un Omegaverse y que Yusaku y Ryoken tendrán que lidiar con ser enemigos mientras se preparan para ser padres... también pueden pasar por "Por que a mi!?" Mi libro de retos en donde subi un capítulo especial de curiosidades de Daichi y otro de curiosidades sobre Together... eso es todo, gracias por llegar al final y hasta la otra! Besos!

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