[005]
《 ——— • ——— 》
—POR ESO TE DIJO QUE SÍ.
—Todos quieren poder —aclaró Derek.
—Yo no —corrigió la castaña.
—Tú de todas formas ibas a formar parte de esto, eres una híbrida —dijo el Hale—Además, fue la culpa de ustedes por salir a media noche por el bosque.
—Quizás sí, pero nosotros ni siquiera sabiamos que un alfa psicopata con mentalidad traumada nos atacaría esa misma noche.
—Si te ayudamos —intervinó Scott, deteniendo la discusión y posible pelea entre ambos—Debes detenerte, no puedes ir por ahí, convirtiendo a todos en hombres lobos.
—Puedo si eso quieren.
—Sí, para protegerse —continúo Samara, cruzandose de brazos—Tú solo buscaste a un adolescente vulnerable y le ofreciste la mordida. Isaac aceptó porque creía que era su única salida, su único modo de sentirse a salvo de su padre, pero lo que no entiendes es que esa decisión no se toma a la ligera. Es una trampa disfrazada de salvación —hizo una pausa en sus palabras, sin comprender porque sentía molestia—Y estoy segura de que si vuelves a ofrecerle a otro adolescente en la misma situación, no dudaran en aceptar; no por deseo, no por poder. Sino por desesperación, por la necesidad urgente de escapar de sus problemas.
>>Son jóvenes asustados, buscando cualquier atisbo de esperanza en medio del caos. ¿Te has puesto a pensar en las consecuencias? Les estás dando una solución fácil a un problema complicado, sin pensar en el precio que tendrán que pagar. ¿Qué pasará cuando los Argent's se enteren?, ¿Cuándo sea luna llena?, ¿Cuándo se enojen y pierdan el control?
Derek no respondió.
—Estaras jugando con vidas frágiles, con sueños destrozados... ¿Realmente crees que estás ayudando? O simplemente te estás convirtiendo en otro depredador disfrazado de salvador. Porque la línea entre proteger y destruir es más fina de lo que imaginas, y tú, te estás arriesgando a cruzarla.
Samara terminó, dandose vuelta para dirigirse a las escaleras y salir del sotamo que ya empezaba a ahogarla, escuchando un "esa es mi chica" por parte del moreno antes de salir por completo de la habitación.
Camino hasta llegar a la cocina, donde apoyó sus brazos en la mesada y soltó el aire que tenía retenido y no se había dado cuenta. Se sumergió en sus pensamientos, ignorando las voces de ambos hombres lobos en el sotano.
¿Por qué se sintió así?, ¿Qué le molestaba?
Eran las dos únicas preguntas que se repetían en su cabeza, hasta que la vibración de su teléfono la hizo reaccionar. Lo sacó y leyó el mensaje que aparecía en la pantalla.
STILES STILINSKI
Ve a la estación.
Hay problemas.
Maldijo por lo bajo, quejandose de no poder tener un momento de paz e ignorando como sus uñas desaparecian para dar lugar a sus garras. Salió del hogar a velocidad vampirica y solo le llevó unos cuantos minutos llegar a la estación de policias.
Se detuvo antes de entrar, sintiendo su cabeza dar vueltas y sus colmillos aparecer ante los efectos de la luma llena. Tomó su cabeza entre sus manos, dandole la razón internamente a su padre sobre el efecto de la luna llena sintiendose mil veces peor que antes cuando no era una híbrida completa.
—No ahora, no ahora, no ahora...
Bajó la mirada, concentrandose en su ancla y tratando de calmar el dolor de cabeza. Su garganta picaba, su rostro cambiaba, y lo único que queria era despedazar a la primera persona que se cruce en su camino para luego drenarlo por completo.
Samara gruñó, escuchando como la alarma de la estación se encendia y un irritande sonido sonaba sin parar. Pero su atención se dirigió al sonido de dos personas forcejear, agudizó su audición, reconociendo una voz bastante familiar para ella.
—Stiles —murmuró.
Corrió hacia la entrada de la estación, buscando con la mirada a su mejor amigo de lunares. Se dirigió hacía donde captaba su aroma, viendo como era soltado bruscamente por un oficial, el alivio recorrió su cuerpo cuando lo vio sin ninguna herida pero reaccionó–controlandose–al fin cuando vio al rubio, ya transformado, lanzarse a atacar al oficial.
La castaña notó como ninguno había notado su rostro cambiado, algo que agradeció internamente. Ella se acercó al menor de los Stilinski, asegurandose que este bien por segunda vez, le ordenó que se escondiera detrás de la mesa mientras se levantó, mirando al rubio.
—Isaac —llamó, con cautelencia en su voz—Isaac escúchame... tienes que controlarte, puedes hacerlo —se cacheteó mentalmente ante una orden bastante inutil en ese momento, pero era la desesperación del momento hablando.
Algo que no ayudó mucho en ese momento.
—¡Sam! —gritó Stiles.
Samara soltó un quejido al sentir su cuerpo estamparse contra la mesa en la que se escondía Stiles. Isaac estaba descontrolado debido a los efectos de la luna, y eso no le ayudaba mucho, así que el rubio no había tardado en avalanzarse sobre ella.
La castaña sostuvó ambas muñecas del rubio con fuerza, evitando que pueda rasguñarla mientras apoyaba su cuerpo sobre la mesa y, en un ágil y rápido movimiento, levanto sus piernas y pateo el estomago de Isaac, alejandolo de ella.
—Quedate ahí —ordenó a Stiles al notar como este queria acercarse a ella, mientras ella mantenía su mirada fija en el rubio.
Isaac gruñó, dirigiendose hacía la única femina por segunda vez pero el sonido de un cristal romperse, atrajó la atención de los tres presentes.
Stiles soltó un pequeño y poco audible jadeo de sorpresa, algo que atrajó la atención del beta, quien trato de acercarse a él. Samara gruñó, volviendo a prepararse para pelear contra él por segunda vez pero antes de que Isaac siquiera pueda acercarse.
Un fuerte gruñido por parte del Hale hizo que el rubio retrocediera hasta que su espalda choque contra la pared, escondiendo su rostro entre sus brazos mientras se hacia una bolita en una esquina del lugar.
Samara lo miró atentamente, percibiendo su corazón acelerado y respiración agitada. Cuando Isaac levanto la mirada ligeramente, su frente estaba sudada, ya no tenía bellos y colmillos en su rostro mientras su cuerpo temblaba bastante.
—¿Cómo lo hiciste? —preguntó Stiles.
—Soy el alfa.
"Noo. ¿En serio? Creí que eras un gato." Pensó.
Samara se acercó al rubio con cautela, asegurándose de que su movimiento no lo asustara más. Extendió su mano y rozó suavemente el brazo de Isaac, quien se apoyó aún más en su lugar.
—Isaac —llamó, con voz suave y tranquilizadora—Soy Sam, no voy a hacerte daño. Confía en mí.
Los ojos de Isaac se encontraron con los de ella, llenos de duda y un pequeño brillo que no supo explicar. Después de unos minutos que parecieron eternos, levanto su mano, manteniéndola apenas a unos centímetros de distantcia de la de Samara, quien le sonrió, intentando infundirle un poco de seguridad. Finalmente, tomó su mano con un gesto tembloroso pero decidido, levantandose de su lugar y aferrandose a ella como si fuera...
—Estás bien —murmuró Samara mientras acariciaba delicadamente la mano del rubio—No pasará nada, tranquilo.
En ese instante, los tres sobrenaturales pudieron oír voces lejanas acercarse, así que Derek se acercó a ellos rápidamente, tomando el brazo de Isaac para llevarlo consigo. Pero este se soltó del agarre de su alfa en un arrebato de desesperación, aferrandose al pequeño cuerpo de Samara, quien soltó un jadeo de sorpresa ante la acción repentina.
—Isaac está bien, tienes que irte con él o habran más problemas.
Isaac negó vehementemente, sintiendo que el miedo lo invadía mientras escondía su rostro en el cuello de ella.
—No me dejes solo —murmuró con voz temblorosa—Por favor...
Samara trató de calmarlo mientras intentaba apartarlo suavemente de ella, pidiendole al "soy el alfa" que la ayude pero advirtiendole con la mirada que no sea brusco con el rubio.
—Isaac, escucha: iré a buscarte. ¿Esta bien? —dijo mientras sostenía su rostro con ambas manos—Pero ahora necesitas irte con Derek, o podrías meterte en más problemas. Comprendó que tu alfa sea gruñon y malhumorado pero...
Fue interrumpida por Derek, quien le gruñó molesto ante sus palabras pero se calló al recibir un gruñido aún más molesto de su beta.
—A mí no me gruñas —gruñó ella.
—Eh- chicos.
Samara reaccionó ante la voz de Stiles, quien le hizo una seña de que el tiempo se agotaba. Miró a Isaac y le insistió un poco más hasta que este acepto irse pero no tan feliz, alfa y beta se fueron del lugar, dejando al "oficial" insconciente y el dúo de mejores amigos como únicos presentes en la habitación.
Samara se quedó mirando al cazador inconciente sin notar que la alarma había sido apagada, hasta que dirigió su mirada al sheriff y los dos oficiales que lo habían acompañado a la preparatoria.
Stiles miró su alrededor, percatandose de toda la situación y como él y Samara eran los únicos testigos y en estado consciente de la situación. Así que para no ser un culpable, se defendió verbalmente.
—Ahh, él lo hizo.
《 ——— • ——— 》
Habían pasado dos días desde la luna llena y en los que Samara le insistió a Derek de darle la ubicación del rubio para verlo como le había prometido, pero el Hale se negó a darle respuestas y mintiendole al rubio que ella estaba bastante ocupada para verlo. Derek no quería distracciones en su beta. Pronto, Samara se rindió de insistirle.
"Quizás lo vea en otro momento." Pensó.
Ahora mismo, Samara empezó a reír junto al resto de la clase al ver como Scott " resbalaba" de la pared, cayendo lentamente al colchón que estaba en el suelo y quedando colgado debido al arnés que llevaba puesto. Aunque ella había sido la única en ver la verdadera razón de la caída de su mejor amigo, decidio no decir nada.
—Mccall, no sé porque, pero tu dolor me causa una alegría especial. La gozo —dijo el entrenador Finstock, divertido—De acuerdo, los que siguen —volvio a decir, dejando de reír—¡Stilinski, Erika! A la pared.
—¿Es idea mía o el entrenador tiene cambios de humor constantes? —dijo Samara en voz baja, preguntandole a las dos chicas a sus lados.
Lydia se escogió de hombros con desinterés, mientras Allison asentía de acuerdo con ella, recordando los constantes cambios de humor del adulto.
Stiles y Erika se colocaron los arneses y el silbato sonó, ambos adolescentes empezaron a escalar la pared. El chico fue el primero en llegar a la cima y bajó la pared sin problema, mientras que Erika apenas había alcanzado la mitad de la pared.
Samara dejó de animar a su amigo para mirar a la rubia que empezaba a sollozar, aferrandose a la pared. Se acercó a la pared, al igual que el resto de estudiantes, quienes miraban curiosos y divertidos a la chica.
—Erika. ¿Estás mareada? —preguntó el entrenador—¿Tienes vértigo?
—El vértigo es una disfunción del sistema vestíbular del oído interno —dijo Lydia, obvia—Solo está enloqueciendo.
—Erika —volvió a llamar.
—Est-estoy bien.
—Entrenador, no creo que esté bien. Ella sufre de epilepsia —comentó la menor de los Argent.
—Uh. ¿Por qué nadie me dice de estás cosas? Epilepsia... ¡Erika, estás bien. Solo.. solo suelta la pared, alejate de la pared! Tenemos un colchón para atraparte, vamos.
La rubia sollozó mientras se aferraba a la pared, minutos después se soltó de la pared y se dejó caer suavemente debido al arnés hasta que sus pies tocaron el colchón en el suelo. El entrenador le repitió que estaba bien mientras las risas de los estudiantes resonaban en el gimnasio, mirando o señalando a la rubia para nada discretos. Samara compartió una mirada confusa con Scott, quien lucía ligeramente preocupado.
—¡Danny, Jones!
—Ay. ¿Qué? —preguntó Samara después de sobresaltarse ante el grito del entrenador.
—Son los siguientes. ¡Suban!
Samara se acercó rápidamente al colchón donde se colocaría el arnés, una vez lista, miró a Danny con un pequeño brillo competitivo en sus ojos.
—Prepárate para perder.
Danny sonrió de vuelta con confianza;
—¿Perder? No creo saber lo que esa palabra significa —respondió él, mientras ambos ajustaban sus arneses.
El silbató sono y empezaron a escalar la pared juntos, y mientras subian, ambos no podian evitar darse pequeños empujones asegurandose de que el entrenador no los atrape. Al llegar a la cima, se miraron desafiantes antes de dejarse caer suavemente hacia el colchón. Samara aterrizó con gracia y le lanzó una mirada egocéntrica a Danny, quien apenas tocaba el final del colchón.
—¿Ahora sabes lo qué es perder? Perdedor —murmuró, ayudandolo a levantarse y recibiendo una mirada divertida del chico.
El entrenador continuaba llamando a cada pareja para escalar y luego de que todos pasaran. La castaña se dirigió a los vestidores junto a Lydia y Allison.
Las tres chicas rieron juntas cuando entraron a los vestidores justo cuando la pelirroja dijo algo gracioso, hasta que después de un rato, el entrenador Finstock entró a los vestidores con su mano derecha cubriendo sus ojos mientras la otra, estaba elevada para evitar chocar contra alguna pared o casillero del lugar.
—¡Oigan, señoritas! —gritó sin apartar su mano de sus ojos—Vengo a decirles que; si alguien ve a Isaac Lahey, díganle al director o a mí inmediantamente. ¿Entendido?
El adulto salió y Lydia frunció el ceño.
—¿Quién diablos es Isaías?
—Isaac —corrigió con el ceño fruncido—Ahm, compartimos clases de historia y química —recordó, viendo las miradas intrigantes de Lydia y Allison hacia ella.
—¿Lo conoces? —preguntó la más baja, con una sonrisa pícara en su rostro.
—¿Sí?
—Y... ¿Te parece lindo?
—¿Qué? —pero al ver la mirada de su mejor amiga, se calló—Ah- Sí, es lindo, tiene lo suyo pero... espera. ¿Qué tiene que ver esto?
—Nada —negó ligeramente, sonriendo traviesamente mientras se dirigía a su casillero.
Samara miro a la pelinegra, quien tenía una mirada de diversión y picardía al verla.
—¿Tú también?
—¡No dije nada! —se defendió con un tono divertido, levantando las manos en señal de inocencia.
Samara estaba apunto de replicar por segunda vez cuando sintió un extraño temblor en su mano, algo que la confundio. Ambas chicas lo notaron y Lydia no tardó en tomar su mano entre las suyas mientras le preguntaba si estaba bien, con una mirada preocupada.
"Erika." Pensó.
Se soltó suavemente del agarre de la pelirroja al comprender lo que sucedia, empezando a correr en dirección al gimnasio donde pudo ver a Stiles correr detrás del moreno, ambos rapidamente se acerco a él cuando logró atrapar el cuerpo de la rubia, quien empezaba a tener un ataque.
—Ponla de lado, ponla de lado —ordenó Allison al llegar, viendo como la rubia se aferraba a la mano de la híbrida—¿Cómo lo supieron?
—Lo sentí.
—También yo —dijo Samara, tratando de calmar lo que sea que tenga Erika, sin tener exito.
《 ——— • ——— 》
Samara suspiró alivida de al fín salir de su larga, aburrida y monótona clase de historia en la cual luchaba por mantenerse despierta al igual que el resto de estudiantes.
Guardo los libros que ya no utilizaria más y sacó los de su próxima clase después del horario de almorzar, antes de dirigirse a la cafeteria fue al baño, caminando por los solitarios pasillos en dirección al baño. Dejo su bolso en el lavabo cuando llegó y se dirigió a hacer sus necesidades, lavo sus manos y acomodo un poco su cabello.
Pero pronto su atención a cierto cubículo, donde un bolso se encontraba en el suelo. Frunció el ceño confundida y se acercó sin antes asegurarse de que no haya nadie dentro, abrió la puerta y se confundió al ver que era el bolso de Lydia, debido a que ella nunca olvidaba alguna de sus pertenencias en lugares de la preparatoria.
Tomó el bolso, asegurandose que no le falte nada y una vez lista, salió del baño para buscar a la pelirroja pero solo pasaron unos cuantos minutos que cuando dobló en la esquina de un pasillo, chocó con el cuerpo de alguien y sobresaltandola en el momento.
—Por dios, Lyd —se quejó, llevando una de sus manos a su pecho, aunque pronto dirigió su mirada detrás suyo al ver como la mombrada miraba en ese dirección con atención—¿Qué sucede?
—Ese hombre... —murmuró—Estaba aquí.
Samara frunció el ceño, confundida.
—Yo no vi ningún hombre —dijo, recibiendo una mirada confundida de la pelirroja—¿Lydia, estás bien?
—Pero él... ¿No lo viste? —volvió a preguntar Lydia, teniendo una pequeña y última pizca de esperanza para que su mejor amiga no crea que esta loca—Acababa de doblar.
—Lydia —llamó, tomando sus hombros para mirarla—¿Segura que te sientes bien, no quieres que llame a tu madre?
Lydia negó, tomando su bolso luego de agradecerle y estrelazar sus brazos, mientras caminaba con su mirada perdida en ese hombre descalzo que caminaba por los pasillos. Por otro lado, la híbrida miraba a la Martin preocupada, creyendo que con todo lo que había pasado en estas semanas, la pelirroja hubiera enloquecido.
"Pero sólo poquito." Pensó.
Las dos chicas llegaron a la cafeteria para almorzar, pero Samara empezó a caminar hacia una mesa donde se encontraban sus dos cómplices, arrastrando a Lydia con ella. Aunque ambas chicas se detuvieron unos metros alejada de la mesa donde estaban los chicos cuando la atención de ellas dos y el resto de estudiantes que se encontraba en la cafeteria dirigieran su mirada a la entrada del lugar.
—¿Qué-Diablos-Es eso? —preguntó Lydia, apoyando sus manos en la mesa con una mueca para nada feliz en su rostro.
—Es Erika.
—Pero renovada, demasiado —dijo ella, enfatizando la última palabra.
¿La razón? Erika ahora estaba bastante, literal, bastante cambiada a como lo estaba unos cuantas horas antes. Su cabello más brillante y peinado, sus labios pintados de labial rojo y sombras de ojos de color negro grisáceo, vestia una falda negra corta y algo ajustada, una camiseta blanca que marcaba demasiado sus pechos, una chaqueta de cuero y para finalizar, unos tacones de punta estilo leopardo.
La rubia caminaba con seguridad y confianza por la cafeteria, su mirada llena de superioridad hacia todos. Se acerco hasta la mesa de un estudiante, tomando la manzana de su bandeja y dandole un mordisco, saliendo del lugar de la misma manera en la que entró.
La menor de los Jones dejo un pequeño beso en la mejilla de Lydia como despedida, corriendo fuera de la cafeteria con Scott y Stiles junto a ella, los tres dirigiendose a la salida del establecimiento donde vieron algo que, siendo sinceros, los molesto a los tres.
Erika abriendo la puerta del vehículo de Derek Hale, quien los miraba con una sonrisa egocéntrica en su rostro y utilizando unas gafas oscuras. El vehículo se alejo de la preparatoria bajo la atenta mirada del trío problema.
—Voy a matarlo.
—Te ayudo.
—Yo los cubró.
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• Capítulo cinco, terminado.
• ¿Qué opinan? Este capítulo fue un poquito más largo porque estaba escuchando Taylor Swift mientras escribia?
• Diganme. ¿Les gusto?
• No tengo más que decir, solamente si me hacen el favor de votar y comentar, los quiero, bye.
💞 Besos 💞 >Mili.
¡¡FELIZ AÑO NUEVOOO!!
Adiós 2024. Hola 2025.
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