Sherrinford, 8 de marzo, de 2017.

Mycroft se quedó quieto al observar a su hermana, estaba sentado en la cama como si nada hubiese pasado. El mayor de los hermanos suspiró, el silencio nunca había sido una molestia para él, sin embargo, desde que Eurus se había reencontrado con Sherlock, le parecía curioso que ella comenzará a comportarse.

- ¿No dirás nada hoy? - Preguntó Mycroft cruzando sus brazos.

- No me contaste que Sherlock se había enamorado - El gobierno británico alzó una ceja - Brigette Collins.

El mayor asintió.

-Es agradable - Él la miró - la conocí en una parada de autobus, antes de reencontrarme con Sherlock.

-Por qué...

-En ese momento quería saber qué rodeaba a mi hermano - Ella ladeo su cabeza - Así que, me dedique a investigar por completo - El mayor frunció su ceño - Ella no era mala para Sherlock, y tú la convertiste en alguien malo para él.

- Ustedes dos siempre creen que lo que hago es malo - Los ojos azules de Eurus se clavaron en los celestes de su hermano - no entienden la verdadera razón del por qué lo hago.

-Lo haces siempre, no necesitamos que siempre nos cuides Mycroft - Ella negó levemente - Sherlock necesitaba a Brigette - Mycroft se quedó estático - y tú se la arrebataste - El mayor de los Holmes negó.

- Le quité algo que no le convenía - Brigette apareció en la mente del mayor de los Holmes - y tú lo sabes.

-Déjame decirte que está noche, llegaras a pensar en ella - Mycroft entrecerró sus ojos - Qué harías, si ella estuviera viva.

-No lo está - Replicó - no puede estarlo.

Una risilla salió de Eurus.

-¿Qué harías?

-Debo irme hermanita, te veré luego - Mycroft salió de el cuarto de su hermana para luego subir por el ascensor, en el pasillo se encontró a George, sus ojos se fijaron en los de él. Un nerviosismo se formó en las extremidades del mayor, haciendo que se quedara quieto en el pasillo -George - Dijo a forma de saludo.

-Mycroft - Respondió con los labios fruncidos.

-¿Cómo van las cosas? - El castaño frunció su ceño.

- Escúchame Mycroft - Sonrió de forma irónica - hiciste lo que tenías que hacer, que según tú estaba correcto. Igual yo, pero por favor, deja formalismos, sabes bien que no quiero verte

-¿Estás cerrando las vías de comunicación conmigo? - Mycroft lo miró amenazante.

- Llámalo cómo quieras, si me vas a hablar, será estrictamente profesional - El mayor de los Holmes respiró lentamente - Brigette siempre te admiró y respeto, y tú simplemente le pagaste con apartarla de tu vida, y la de tu hermano - Reprochó - me das asco.

- Yo no le mentí desde que la conocí - George respiró hondo, mientras fruncia sus labios - No quieras hacerme sólo a mí el malo.

-Como tú quieras Mycroft - Respondió para luego darse la vuelta y caminar en dirección contraria a la del gobierno británico.

Mycroft llegó a su casa, se sentó en su cama, mirando hacia el suelo. Sintió como dentro de él se armaba una horrible confusión, para él Brigette no había muerto, pero todos los días mataba esa esperanza con tal de seguir creyendo en su raciocinio.

Se levantó, salió de su cuarto para subir hacía su ático, donde de en medio de muchas cajas, una pequeña, polvosa y con algunas manchas pero muy bien sellada. Bajó las escaleras de nuevo para entrar a su cuarto, abrió la caja y encontró unos discos donde había grabado unos videos.

Lo puso en su DVD, y encendió el televisor, Brigette estaba parada en la costa neoyorquina corriendo en la arena de la playa. El mayor de los Holmes sonrió levemente, al verla tropezar para luego caer.

-Mycroft encontré una concha - Gritó la pequeña desde lejos.

-Llevátela - Gritó de regreso.

- Y encontré un caracol igual de lento que tú - Mycroft sonrió de lado.

El siguiente video era de ella y el caminando por los pasillos de la CIA, George los había grabado mientras estaban juntos. Se vio cuando comían, cuando jugaban a las cartas.

- Bueno, qué puedo decir - Levantó su vista - Mycroft es la persona que siempre quiero tener en mi vida, me ha apoyado en todo aquí, así que solo puedo agradecerle. Es alguien a quien admiro y tengo en alta estima, quisiera ser como él al crecer, sé que puede verse cruel y duro, pero no es así. En el fondo es un hombre de gran corazón, y perfecto. Nadie se le compara.

Mycroft sintió que algo dentro de él se estrujaba, respiró queriendo volver a verla, quizá no arreglar las cosas, pero sí al menos poder cuidar de ella.

—Lo siento — Susurró al aire.

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Nuevo cap, espero les guste, cortito pero con mucho amor ❤️💙🌅