Capítulo 43. La vieja Italia IV

POV Brigette.

El calor era diferente en la piel con la oscuridad se sentía más cualquier sensación, podía sentir las gotas de sudor bajando por el torso, me quedé tirada en el suelo de la sala de entrenamiento, era un lugar amplio con diferentes máquinas de ejercicio. El sonido de algunos cronometros llegaba a mis oídos cada cierto tiempo. 

Escuché los pasos de Mycroft acercarse a mi costado derecho, abrí mis ojos intentando recuperar el aire que necesitaba para volverme a levantar. Los ojos del mayor de los Holmes se clavaron en los míos, nunca me había percatado de lo grises que podían verse desde abajo. 

—Eres patética, siempre lo fuiste pero ahora más —Levantó sus cejas mientras camina hacia la cabina, con Mycroft nunca había sido necesario que me hablara, luego de tanto tiempo podía entender qué es lo que quería. 

—Si soy patética es por entrenador que tengo — Rodé mis ojos mientras caminaba detrás de él, suspiré, muy en el fondo la preocupación más grande que podía tener era que Sherlock se diera cuenta de todo esto — ¿Has sabido algo de tu hermanito? 

 —No, no le he mencionado nada, el Dr. Watson fue bastante claro al decirme que no estaba teniendo un buen momento en el caso —Mis cejas se juntaron — Personalmente, creería que entre menos sepa mi hermano sobre nuestra estadía aquí, será mejor para él. 

Iba a abrir mi boca cuando unas luces rojas se encendieron en toda la habitación, Mycroft levantó su mirada, para luego conectarla conmigo, se levantó como si supiera qué ocurría. Lo seguí afuera del salón de entranamiento. Sus puños se cerraban, si no supiera que él era más de resolver algo desde un sillón, pudiese haber pensado que se iba a tener una pelea. 

—Mycroft — Llamé una vez intentando seguirle el paso hasta las gradas procurando no caerme — ¡Mycroft! Te estoy hablando — siseé subiendo los escalones de dos en dos. 

—¡George! — Rugió abriendo la siguiente puerta, mientras yo me ponía pálida, solo de escuchar el nombre — Juro que si Sherlock- Sherlock... —Escuché como su voz se oscurició — ¿Qué haces acá? — Entré a la habitación mirando a Sherlock y John parados al lado de George. 

—George...— Susurré — Sherlock yo...

—Te pedí una cosa Mycroft — Su voz era tranquila, la misma voz que me acercaba cuando yo estaba teniendo crisis en Baker Street — Te pedí que la mantuvieras en Londres. Te dije que la mantuvieras segura ¡Te dije que no podía arriesgarse! — Se acercó rapidamente con su grito para doblarle la mano detrás de la espalda — ¿Cómo puedes no entender la importancia que tiene que ella se mantenga en recuperación? 

—John me observó con decepción en los ojos — ¿No quieres recuperarte? — Preguntó cruzando sus brazos detrás de su espalda — Acaso ¿no quieres que todo sea mejor?

—Antes que maten a Mycroft, y que me regañes, entiende que algo ocurrió para que tomaramos está decisión — Crucé mis brazos — Dmitry nos atacó en la casa de Mycroft, y para poder tener una buena vista de las situaciones necesitamos encontrar al hombre que mató a mi papá. 

—John frunció profundamente su ceño— ¿Perdón? — Sherlock soltó a Mycroft buscando una explicación con sus ojos — ¿Cómo que los atacaron? 

—¿Acaso no tenían un caso que resolver? — Se arregló el chaleco, para arremangarse la camisa — Mi mayor pregunta es George, por qué demonios estan ahora involucrados todos ustedes en algo que tendrían que desconocer. 

—George miró a mi dirección — No podíamos dejar que ustedes estuvieran yendo hacía el peligro sin supervisión o hubiese sido lo mismo que dejarte morir. No veo cuál es la necesidad de intentar encontrar a este hombre ahora — Negó con su cabeza.

—No lo entienden —Fruncí mis labios — ¡Necesitamos encontrar la forma de poder por fin tener una luz! Si no quieren ayudar no estorben ¡Para ustedes es fácil! Es como si no viesen que es constantemente una persecusión — Los miré  — No hay peor sentimiento que la impotencia de tener que huir.

 —Sherlock se giró  — No veo cómo esto puede solucionar algo justo ahora  — Suspiró y me miró sobre su hombro. 

 —¿Sherlock podemos hablar?  — Me acerqué para tomar su brazo  — Ven conmigo  — No sabía si podía tocarlo, había aprendido que con él debía de tener el cuidado de verificar el tipo de lenguaje para comunicarme con Sherlock. 

A veces no hablaba por días, otras veces era muy de dar detalles, detalles sencillos como recordar que mi tostada necesitaba 15 segundos en el tostador. U obervar qué cobija era mi favorita, Sherlock tenía una manera confusa de demostrar que nosotros le importabamos. Que eramos parte de su círculo selecto. Caminé hacia la enfermería y los saqué a todos de la habitación esperando hasta que Sherlock entrara a la habitación. 

 Sherlock me miró a los ojos con firmeza. Inmutable como siempre, sus labios hechos una fina línea con sus manos tomadas detrás de su espalda. Nunca había entendido qué era lo que Sherlock procesaba, o cómo lo procesaba tan rápido. 

 —Sherlock  — Susurré  — Sherlock tengo que hacer esto, no puedo seguir esperando de brazos cruzados y aquí he estado bastante bien. No he tenido una recaída grave y la medicina está funcionando — No me gustaba darle explicaciones, pero entendía que su respuesta era por un laberinto en el que yo no podía entrar aún. 

—Tus pensamientos me sorprenden que sean tan emocionales. Cuando una de las razones por las que nosotros siempre hemos evolucionado sobre otros ha sido el manejo de la mente.

—¿Qué quieres decir con eso? — Negué un momento intentando comprender su línea de pensamiento— Riccio — Sus ojos cambiaron de dirección

—Negó levemente — No. — Pestañee — Esto es justo lo que ellos quieren ¿no te das cuenta? —Se acercó — Quieren jugar contigo como un títere y tú se los permites.

—Sherlock, ¿qué más podemos hacer? — Crucé los brazos sobre mi pecho — No tengo ninguna manera de soltarme de estos hilos, y si no los corto, entonces qué diablos tengo que hacer

Se mantuvo en silencio, se dio la vuelta caminando hacia una de las camillas y se acostó en ella. Me acerque, intentando entenderlo, intentando conectar con él de alguna manera.

—Mira — Observe sus manos juntas con sus palmas bajo su mentón — solo es un nuevo reto que hay que superar.

—No me molesta nuestro estilo de vida, y no me importase, sino  estuvieras enferma. Pero, eso no parece importante...Parece que simplemente piensas con las emociones que te inundan por el momento antes de pensar con frialdad — Se levantó para verme y se sentó — No diré nada más lo haremos a tu manera. 

—No suena como si tú estuvieras feliz con esa decisión — Se levantó y se paró al lado mío — No creo que esto funcioné si hay sentimientos involucrados —Lo miré asustada — No trabajamos bien. Empezar una relación fue un error. El amor en general es un error. Pero que nosotros estemos juntos, interrumpe tú trabajo y él mío. 

—Sherlock — Lo corté — ¿Sherlock qué hablas? — Fruncí el ceño — Qué tiene que ver con nosotros, nuestra relación no es...No tiene que ver con las decisiones que tomamos respecto a los casos, y misiones

—Me miró una ultima vez antes de voltear hacia el frente — Brigette, es mejor que no estemos juntos, así trabajabamos mejor. Te espero en el salón de reuniones con Mycroft. — Me quedé quieta intentando procesar lo que había ocurrido antes de escuchar la puerta cerrarse ¿Acababa de terminar conmigo? 

Sentí los ojos nublados un momento, estaba molesta, triste ¿Quizá melancólica? No podía comprender qué acababa de ocurrir. Por qué él... Me limpié las mejillas, respiré profundo. No entendía por qué él quería terminar conmigo, no, me corregí sola, terminó conmigo o ¿no?. 

Espere unos momentos antes de salir de nuevo, y mirar hacia el lado derecho donde estaba la sala de reuniones. Caminé con el rostro inmutable hasta la puerta de la sala de reuniones. No sabía qué decirle a Sherlock, ¿debía preguntarle? 

Abrí la puerta de la sala de reuniones, Sherlock estaba sentado viendo a George, Mycroft me miró desde un escritorio con la pierna cruzada. 

—Bien, ahora que ya lo meditamos entonces ¿Qué haremos? — Observé a John que acababa de levantar su voz — Porque no podemos seguir teniendo planes paralelos. 

—Entonces ustedes piensan que Radcliff en Rusia no es un plan paralelo — Mycroft miró a Sherlock y John, mordí mi labio inferior intentando no hablar, pero no pude.

—Si todos tenemos alianzas con gente que los otros no saben, entonces estamos fallando y ellos están logrando lo que quieren — Caminé alrededor de la mesa para ponerme cerca de Mycroft — Mycroft y yo hemos pensado que lo mejor es acercanos, y conocer la información que todos ustedes tienen, para poder reconocer mejor todas las ventajas que tenemos — Asentí — De todas maneras esto es una misión para mí — Observé a Sherlock y John — Ustedes dos están acá simplemente porque tienen el deseo de ayudar, pero en general no tendrían por qué estar aquí — Los ojos de Riccio se conectaron con los míos, y sin inmutarme ladee la cabeza — No lo entienden, si ustedes estan viendo estos peligros es porque así lo han decidido. 

—John miró hacia los lados girando su cabeza entre nosotros — ¿No somos bienvenidos? — Su comisura se levantó sarcasticamente — Soy tu doctor, y Sherlock es tu novio — se me salió una risa baja — Debemos estar acá. 

—Rodé los ojos — Ese no es mi problema, o se rigen por nosotros, o ustedes van a perder toda la información que les puedo brindar y no van a participar conmigo nunca más. 

—Sherlock observó a John sin decir una palabra — ¿Nos estás dando un ultimatúm? — Dijo el rubio mientras me miraba incrédulo

—Sí — Contesté a secas — Necesito que entiendan los tres que no podemos tener la información compartimentada entre nosotros —Mire a George — Tienen que decirme qué demonios saben, quiénes están involucrados 

—Scott, Radcliffe, Sherlock, John y yo — George habló con tranquilidad, levantó las manos — Tienes razón, al final, somos todos un equipo, y si no nos comunicamos solo perderemos todos —Miré a Mycroft

—Radcliffe está en Rusia, junto a Scott ellos están investigando todo lo que Dmitry está obteniendo. También contrató un asesino privado que considero tú ya conoces — Me detuve, clavando mi mirada en su rostro — Sí, hemos tenido que llamar a todo el mundo. 

—¿Nolan? ¿Han encontrado ya a Nolan? — Sherlock asintió, miré hacía afuera y tome aire disimulamente — Yo no sé qué tan adecuado es estar con él en la misma habitación, esperen un momento, qué tan grande es esto, qué tan grande es toda esta situación 

—Más de lo que te imaginas — La voz de Mycroft se alzó — Nolan no está en Rusia — Dijo hablandole a los demás — Por él es que hemos venido acá, para poder encontrarlo y entablar una civilizada conversación con él. Todos ustedes son patéticos — Su voz era monónona — si creen que esto va a cambiar el curso de las situaciones. No vamos a impedir que las cosas avancen porque Collins está enferma, o porque tú y ella ahora tienen una relación. Porque perdonaste a todo le mundo, magicamente se curo la maldad en la tierra —Nos miró — ¡Despierten! — Sus labios se fruncieron. 

—Tenemos información que Nolan podría estar en la Costa italina, cerca de Cala del Gesso —Saque un sobre poniéndolo en la mesa ovalada — No sé si ya habían encontrado el lugar, pero la ubicación no está muy lejos de acá. 

—Les prepararé habitaciones — Miré a George — Sherlock ¿Dejarás el caso a medias en Costa Rica?  

—No, regresaré hoy mismo a Costa Rica, John se quedará acá —Sherlock se levantó y lo miré sus ojos nos escanearon — Terminaré ese caso. Y luego de eso, cuando termine volveré con ustedes — Me giré, él no se despidió y solo salió de la habitación en silencio, John lo siguió un momento después. 

***

POV Narrador. 

El sonido en las calles era muy fuerte, Brigette caminaba con cuidado a lo largo de las aceras, el clima cálido era como un abrazo acogedor para lo frío que se sentía en Londres la mayoría del tiempo. John, Mycroft y George se habían quedado en la base de operaciones, sacó su teléfono, pensó en marcarle a Sherlock se detuvo, no había ningún sentido en hacer algún llamado. Le daría su espacio a él. Y trabajaría con lo que pudiese. 

Sherlock se estaba sentando mirando por la ventana del avión. No había mucho que pudiese pensar al respecto, meditó un momento con tranquilidad. "Es lo mejor, que ninguno de nosotros esté involucrado por ahora. Y con lo que dije es claro que no quiero que ella salga lastimada, y ella tampoco quería que yo saliera lastimado" 

Suspiró, tenía varias horas antes de aterrizar en Costa Rica, pensar sería más que suficiente a lo largo del trayecto. Un velo cayó sobre sus pensamientos, una pequeña angustia permanecia en su cabeza, qué tal si no podía hacer nada para cuidar a los que él decía que debía de cuidar.

Sacó los códigos que le faltaban, sino se apresuraba, nada funcionaría y no podría regresar con Brigette. 

***

Nolan estaba sentado cerca de la puerta, sus ojos seguían a los niños que corrían por las empedradas calles, no eran muchos, no habían muchos pequeños solo algunos que se detenían a observarlo con curiosidad. Él sonría y saludaba, nada del otro mundo, un vecino más. Una persona más en un mar de casas. No había mucho de qué hablar, él lo prefería así. Esperaba que se hicieran las cuatro de la tarde para levantarse de la silla, tomar su chaqueta, cerrar la puerta y caminar hacia la panadería más cercana del pequeño pueblo. 

Le gustaba comer algún pan con nutella, el que tuvieran en el momento,  frente a la costa mientras la brisa marina golepaba su rostro. Suspiró, el reloj marcó la hora esperada. Sintió el aire en sus brazos, metió las manos en sus bolsillos. 

—No creo que sea momento de comer un pan — Bri salió de una esquina uniendose a sus pasos seguida por George que caminaba al otro lado del moreno — ¿No te parece George? 

—Hola Nolan —Los ojos azules de George escanearon el rostro de Nolan buscando un ápice de emoción, al fin encontró unas cejas levantadas, una mirada divertida y un meneo de cabeza — ¿Qué es lo gracioso?  

—Que no puedo creer que vinieran hasta acá, simplemente para hablar conmigo — Susurró, mirando alrededor — En medio de la calle, ¿acaso la CIA ya no tiene nada más decoro? 

—No es acerca del decoro, es acerca de la urgencia — Bri lo miró — Solo quiero información. 

—Mike me envió muchos datos sobre ti, lo que me faltaba para tener completa a la familia Collins en mi repertorio de gente imprudente. 

La castaña lo observó, tomó su brazo con un suave movimiento sin dejar de caminar. Fijo sus ojos en el final de la calle. Los pasos se hicieron más constantes conforme ellos giraban en las calles, hasta que en un callejón se detuvieron. 

—Ahora sí creo que es más seguro — Murmuró Nolan con sarcasmo — Acá en lo más expuesto de Italia, no sé si gustan nos vamos todos al Vaticano ¿no? 

—Yo digo que en vez de eso le demos un minuto de silencio por cada neurona que murió contigo mientras abrías la boca — Bri lo miró — Esto no es una broma ni se trata de quién es el más sarcástico. Tenemos trabajo, y ya que te encontramos, te guste o no, eres parte de esto. 

—Lo hago simplemente, porque no quiero estar bajo el contrato de Dmitry hasta que muera, no lo veo viable para mí  — Cruzó sus brazos — Así que o me dicen qué demonios planean o no me verán mover un dedo por ustedes. 

—George entrecerró sus ojos con un suspiro interno, quieto como los árboles de invierno lo miro levemente a la altura de sus ojos — Planeamos interceptar a Dmitry, hemos montado un operativo en conjunto con más personas entre ellos Mycroft para poder realizar los acuerdos, y estrategias adecuadas. 

 —Nolan levantó su mentón un momento antes de tener que desviar su mirada en dirección de la castaña y George  — Está bien, hablemos entonces, pero no lo haremos acá 

***

Sherlock terminó de decodificar los diagramas, eran coordenadas, todas ellas eran parte de los lugares donde debían de buscar a los agentes. Se levantó, se había puesto una camiseta cualquiera con su pantalón normal. Salió a la base que tenían en medio del bosque, sin esperar mucho comenzó a caminar. 

Los agentes que habían ido como apoyo a la misión lo observaron antes de mirarse unos a otros, y comenzar a seguirlo, era lo más lógico para algunos, para otros no tenía caso seguirlo sin explicaciones. 

Las pisadas eran fuertes, claras como un retumbar entre las hojas caídas del bosque. La brisa caliente golepaba el rostro del castaño, sacó el mapa de su bolsillo fijandosé en las rutas que ya había marcado. A lo lejos vio la caverna, se apresuró a acercarse llegando a la entrada. 

 —¡Acá!   — Gritó girándose para ver a los agentes que levantaron sus pistolas, Sherlock frunció el ceño un momento. 

 —Nada Mr. Holmes  — Una resonó desde dentro de la caverna  — Usted debería ser un pequeño aperitivo para nosotros mientras el pez que nos interesa tiene el anzuelo  — Se escucharon unas risillas  — No nos malinterprete, el caso es real, pero esos agentes no están acá  — De la oscuridad el rostro de Dmitry se presentó, sonriente, casi brillante 

 —Cerró sus ojos arqueando la ceja  — Ya veo  — Abrió los ojos mirando alrededor  — Te pudrirás en el infierno 

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Jeje holaaa, cómo andan, me alegro volver por acá, espero pronto volver a escribir, no me he olividado del libro creanme, solo mis años de universidad y vida personal se pusieron algo hardcores, aún así aquí estoy no me he muerto

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