Capítulo 30. El caso de los padres: John sabe.
POV Brigette.
George suspiró con lo que parecía cansancio, me miró por un momento, sabía que no se sentía del todo bien, pero necesitaba aclarar todo con George, conforme los días pasaba me sentía más débil, y no dudaba que en algún momento me desvanecería.
–Cuando conocí a tu papá, ambos éramos de las jóvenes promesas de la CIA – Lo miré – ni siquiera nos hablábamos, él se mantuvo en el área de campo, mientras yo pase a logística, en algún punto nos pusieron juntos para una misión, porque ambos teníamos un buen rendimiento. Crecimos juntos, entonces me di cuenta que tu papá era un doble agente, tú papá asesinaba gente sin piedad, pero en la mayoría de los días lo mirabas sonriendo en los pasillos de la CIA, los mismos que tú recorriste... – En sus ojos se llenaron de nostalgia – Estábamos en una misión, cuando me indicaron que tenía que viajar junto a Mason hacia Italia. Ese fue el primer contacto directo que tuvimos, ambos casi de la misma edad.
– ¿No crecieron juntos? – Pregunté.
–George negó, mientras suspiraba – Yo soy hijo del presidente de la CIA, Bri – Mis ojos se abrieron de par en par, eso no lo esperaba por ningún motivo – Yo crecí viendo a mi padre ir y venir a reuniones, mi mamá murió joven, así que, nos mudamos a la CIA. Mason llegó cuando tenía 14 años y yo tenía 16, en ese momento, como mi papá no quería ponerme en riesgo, me hizo que entrara a logística – Asentí aún sin salir de mi estupor – Hubo un programa, que unía a los de mi área con los de campo, como pruebas pilotos para poder crear algún tipo de plan estratégico.
–Mis manos temblaban levemente – ¿Por eso tenemos cuidadores?
–Supongo que era un prototipo de Ares – Se encogió de hombros – no había mucho qué hacer, una noche, en lo que preparábamos para la misión, tu papá desapareció. Lo seguí, me daba desconfianza así que, le puse un GPS pequeño en todas las prendas que llevó al viaje. Era de noche, así que, lo encontré en una casa alejada, asesinando a uno de los agentes que se suponía debía estar en otro país.
Agaché la mirada.
–Yo era un testigo que le causaría problemas, Mason me miró, con una mirada que sueles hacer tú – Alcé la vista, encontrándome con un rostro nostálgico, y una sonrisa de lado – no sabía qué hacer, Bri, tu papá intentó matarme... Pero ese mismo día, yo lo salve.
–No entiendo – Susurré.
–Ni yo, aun no entiendo como pasó todo – George se limitó a sonreír – Lo que sí sé, es que después de esa noche, nos hicimos amigos. Tu papá me contó que él había trabajado un tiempo en la mafia rusa... Ahí es donde empieza la desgracia de Mason Collins – Sus facciones mostraron tristeza – Cuando conoció a Evolet, Mason había logrado esquivar durante mucho tiempo su pasado, había hecho un trabajo excelente... Cuando se casó con tu mamá, fui padrino de bodas, d un asqueroso discurso, que hizo reír a la mitad del público, enojar a unos cuantos, y llorar a unos pocos – Sonrió – Desde su boda, todavía nos mirábamos seguido, ahora Evolet era parte del grupo. Yo era su agente preferido en logística, así que no tenía inconvenientes. Un día me ascendieron, a lo que ahora soy.
– ¿Cuál es tu cargo? – George dudó un momento – No me mientas...
–Soy el vicepresidente de la junta interna – Fruncí mi ceño – no es la gran cosa.
–Por eso no he ido a la cárcel aún – Susurré – siempre has abogado por mí.
–Intenté cuidarte lo más que pude, cumpliendo lo que le prometí a tu papá – Lo observé – yo fallé durante 10 años el cuidarte, porque, tú andabas en las calles, en orfanatos, comiendo lo que podías – Su voz se quebró – Y ahora, lo volví a hacer. Te deje, te culpe por la muerte de Mike, cuando no fue tú culpa, te hice sentir peor de lo que posiblemente ya te sentías.
–No fue fácil, no entendía por qué evitaste que supiera lo de mis padres – George suspiró.
–No lo vi necesario – Susurró – pero ahora entiendo que lo era, y te pido perdón – Lo observé – tu papá fue desheredado por su familia, por haberse casado con una inglesa... Pero tus abuelos maternos siguen con vida – El aire se me corto, como si hubiese dejado de existir en la habitación – Ellos fueron agentes de la interpol en la segunda guerra mundial, ya están muy mayores, viven en un asilo de Londres, pero aún son muy lucidos – Respiré lento como si parte de mi vida se integrara a otras – Tu mamá tenía un hermano, y tienes primos que son casi de tu misma edad – Miraba a la nada, como si intentara sujetarme de ella para sentir la calidez en mi pecho de nuevo – Podrías conocerlos si quisieras.
–No lo sé – Susurré – No creo que fuera conveniente, tal vez con mis abuelos podría disfrazarme y solo verlos de lejos... Pero no como su nieta... Perdóname tú también George, fui una estúpida durante todo este tiempo – Sus ojos se fijaron en los míos, en cualquier momento podía irme, y no quería que nadie se sintiera culpable – yo te extraño.
–Se levantó de la silla para mirarme a los ojos mientras yo seguía sentada en la cama de revisión – Yo siempre te voy a tener en mi corazón, Bri – Se acercó – Desde que te vi en ese callejón, observarme con los mismos gestos de Mason supe que tendría que cuidarte – Entonces me abrazó – Y seré tu familia – Lo abracé también – hasta el día que mueras – "No será muy lejos – Pensé"
–Soy novia de Sherlock – Susurré, mientras sentía como me acariciaba el cabello, que había crecido un poco.
–Lo sé – Lo observé – ¿En serio creíste que los junte porque no había nadie más?
–Maldito – Susurré con una sonrisa leve.
–Necesitabas superar lo que pasó ese 25 de diciembre del 2015 – Ambos nos miramos – y por el momento todo va bien.
Solamente sonreí, no podía hacer nada más, extrañaba a George, y sentirlo cerca de mí.
***
Después de que me hubiesen puesto una mariposa en la oreja, salimos del cuarto al que habíamos entrado, Sherlock y Mycroft estaban sentados en la sala de estar, ambos me observaron con rostros completamente distintos. Sherlock se levantó con una sonrisa, mientras Mycroft, hacía una mueca de cansancio.
– ¿Cómo seguiste? – Preguntó Riccio mientras me abrazaba, al parecer iba en serio con no seguir ocultándolo.
–Muchacho, tú y yo debemos hablar – Sherlock dejó un brazo sobre mis hombros mientras sonreía de lado – Porque es a mi hija a la que tienes en tus brazos.
–Mis intenciones son buenas – Susurró.
–Espero que no – Sonrió George con un suspiro – permiso – Dijo para ir a donde se encontraba Mycroft.
–Creo que es tiempo de que hablemos con John – Sherlock me miró – Esta en la cafetería.
Asentí, mientras comenzábamos a caminar. Medité un momento en lo que George me había dicho, nunca pensé en tener familia viva aún, ni siquiera había podido procesarlo aún. Respiré profundo, miré mis pies, con cada paso que daba, era como si un pensamiento resonara en mi cabeza.
–Qué tienes – Preguntó Riccio mirándome desde arriba – estás pensando demasiado, y por lo que veo es algo que estas considerando.
Fruncí el ceño pidiendo una explicación.
–Rodó los ojos – Cuando piensas arrugas la nariz sin quererlo, además que tu meñique se mueve sin cesar – Medité en un momento, él me había observado durante un buen tiempo, y aunque en algún momento lo noté, nunca imaginé que se memorizaría mis rasgos – fijas tus ojos en el suelo... Y la mayoría de veces, frunces tus labios cuando vas a tomar una decisión.
–Sonreí – Nunca pensé que te importara tanto – Él se encogió de hombros.
–¿Me dirás qué te tiene pensando? – Preguntó de nuevo.
–George me dijo que la familia de mi mamá sigue con vida – Las cejas de Sherlock se fruncieron rápidamente, para luego detener sus pasos – Así que no sé qué se supone que debo hacer.
– ¿Creí que eras completamente huérfana? – Deje salir aire, asintiendo.
–Yo también lo creí – Susurré – Pero, mi mamá era inglesa, por eso es que nunca medité en si su familia seguía viva, todo el tiempo lo pasamos en América, así que ni por cerca supe de la existencia de los parientes de mi mami – Miré hacia el suelo – tengo abuelos, tío y primos, Sherlock... Mis abuelos fueron agentes de la interpol. Al parecer a mi papi lo desheredaron cuando se casó con mi mamá.
–Nunca he llamado papi a mi papá – Soltó Sherlock, más por inercia que por conciencia – ¿Y has pensado ir a verlos?
– ¿25 años después? – Respondí con un poco de ironía – Ni siquiera sabrían quién soy, sería una pérdida de tiempo. Y si voy, que les diría "Hola soy su nieta, su hija murió hace años, así que supe hasta ahora que soy su nieta" – Respiré profundo ladeando la boca... Sabía que Sherlock no tenía ni idea de qué decir, a pesar de su mejoría en las relaciones interpersonales, algunos rasgos de su personalidad eran permanentes.
–Conociéndote, no te quieres quedar con la duda, pero te da miedo – Su voz se escuchaba tajante – toda tu vida has tenido miedo al rechazo porque es a lo único que no le has encontrado solución – Sentí que tragaba amargo – y que no depende de ti, sino de otros. Si todo el tiempo te vives ocultando de las cosas, porque te dan miedo... Nunca vas a saber lo que realmente es aterrador.
–Lo dices porque todo el tiempo tuviste a tus padres, a tus abuelos y una casa – Susurré, Sherlock no podría entender a totalidad lo que sentía, y no podía explicárselo, porque yo tampoco lo entendía.
–No tiene que ver – Cortó lo que pensaba decirle – Tuve a mis padres, que viajaban cada semana, solo estaban en casa a veces tres días – Lo observé – el tío Rudy era drogadicto, estaba pendiente de nosotros para poder analizar nuestros cerebros, así como lo hicieron con él y con mamá. Mis abuelos, solamente los conoció Mycroft... Y ni siquiera tiene recuerdos claros de ellos – Sherlock alzó una ceja – Es lo mismo solo que con comodidades, por parte de la culpa parental de la ausencia.
–Lo siento... No sabía que había sido así – Respondí, nuestros casos habían sido diferentes, pero a ambos nos había marcado de por vida.
–No te lo dije para que te disculparas – Me miró directamente, sus ojos no se movían de los míos – te lo dije para que vieras que de alguna manera, son cosas que nos hacen ser lo que somos – Se encogió de hombros –No puedo entenderte completamente, porque mientras yo aprendía a tocar el violín con Eurus en la casa, tú seguramente ni siquiera tenías qué comer – Su mirada se suavizo – Mientras yo estudiaba en un colegio caro, con todos mis predecesores graduados con honores... Tú no sabías ni quienes eran tus abuelos – Lo miré, supe que Sherlock a pesar de evolucionar, tendría esa magia de desbloquear en las personas recuerdos que eran desagradables, y sentimientos que se buscaban sepultar – Lo que quiero decir con todo esto... Es que no fuera malo que le dieras la oportunidad a conocerlos.
–Lo pensaré – Él me observó.
– ¿Dónde están ellos? – Preguntó mientras reanudábamos la marcha.
–En Inglaterra – Dije sin mucho ánimo – En un asilo.
–Entonces tendrás que ir a Inglaterra – Me miró de reojo – eso es bueno.
–Sherlock... No puedo ir a Baker, tendré quimios, tratamientos – Susurré – Seré un ser muy débil – Escupí con odio, destetaba sentirme así.
–Justamente por eso, necesitas estar en Baker – Respondió, le tomé la mano – vamos a estar contigo, la Sra. Hudson, John, Rosie... Yo – Susurró – Necesitas que te cuidemos, estuve leyendo sobre tu enfermedad...
Alcé las cejas
–El tratamiento te dejará muy débil, tendrás las quimioterapias intensivas, cada cuatro semanas por tu edad, peso, condición de salud – No pude evitar sonreír – Además de que, no tienes otras enfermedades congénitas.
–Sherlock – Le apreté la mano – Tranquilo – Sus labios se fruncieron levemente, pude ver como su espalda se había tensado – Siento que estas demasiado tenso con el tema.
–Bri, el tiempo se acaba para ti – Lo observé – y mientras pueda... No voy a dejar que mueras – Lo observé – Lo prometo.
–No me prometas nada, primero porque lo que tengo es cáncer, segundo soy agente de la CIA, con un historial enorme de asesinatos – Sherlock sonrió levemente.
–No puedes decidir entre lo que prometa o deje de prometer – Susurró – Así que no me pidas que no lo haga.
– ¿Cómo crees que lo tome John? – Dije intentando redireccionar la plática a lo primero que habíamos pensado hacer.
–Se pondrá feliz, creo – Se encogió de hombros – o eso espero.
Caminamos hasta adentro de la cafetería donde vimos a John sentado en una de las mesas cerca de la ventana, removía su café mientras miraba por el ventanal, era bastante noche, así que se miraba como una icónica imagen. El copete de John había crecido bastante, era casi incontrolable que algunos mechones cayeran por su frente a veces.
Nos sentamos sin pedirle permiso, él levantó la vista, tenía el rostro cansado, a pesar de eso nos dio una media sonrisa.
–Scott está bien – Comentó mirándome – está estable, y se recuperará, es un chico fuerte – Suspiró – Me sorprende que a pesar de la herida, no se fue de inmediato.
–Estamos entrenamos para intentar sobrevivir, John – Lo miré, parecía preocupado.
–Te ves preocupado – Sherlock lo observó ladeando el rostro.
–Es por Rosie, quisiera estar ya con ella de nuevo – Sonrió nostálgico – Me preocupa un poco que este ella sola, además de que pueda convertirse un cargo para Molly o la Sra. Hudson – Nunca había visto hablar tanto a John de cómo se sentía, pero supuse, que después de lo de Mary, Sherlock y él se habían vuelto más unidos.
–Sabes que eso no será así – Acotó Riccio – Ellas no se aburrirían de cuidar a Rosie.
–Lo sé – Pasó sus manos por su rostro – ¿Y ustedes qué tal?
–Levanté una ceja – Bien, en lo que cabe... Queríamos hablar contigo algo.
–Frunció el ceño – ¿Algo? ¿Con qué tiene que ver? – Que perceptivo se había vuelto.
–Pues, es de Sherlock y mío – John tuvo demasiadas emociones en su rostro como para poder identificar una sola.
– ¿Ah? ¿Si? – Entonces tapo su boca con su mano.
–Brigette y yo lo estuvimos pensando por un tiempo, y pues... hablamos, nos pedimos perdón – Riccio hablaba rápido era como intentar explicárselo a un papá – así que el día que me quedé en el hospital cuidando de ella...
–Al fin están juntos – Dijo dándonos una sonrisa enorme – ¡Al fin! – Miró al cielo falso de la cafetería levantando sus manos como gesto de agradecimiento – Gracias a Dios – Negó sin quitar su sonrisa – Estoy tan feliz por ustedes dos... Eso significa que los dos dejaron de ser unos idiotas.
Ambos nos observamos.
– ¿Perdón? – Susurró Sherlock.
–Sí lo que oíste – John se rio – puede que ambos sean genios en otras cosas, pero son unos inútiles... Este hombre paso enamorado de ti todo el 2015, Bri – Alcé mis cejas – Y ella no dejaba de sentir dudas de poder tener algo contigo – Volvió a reír – Ambos le dieron tantas vueltas al asunto. Mary estaría feliz de al fin ver que dejaron de lado su inmadurez...
–Ah bueno, gracias – Fruncí el ceño con falsa molestia.
–Siempre supimos que esto iba a pasar – John nos observó – Así que Molly perdió la apuesta.
–Sherlock rodó los ojos – No puedo creer que sigan recordando eso.
–No pude evitar reírme – Molly me detesta – Acaricié la mejilla de Sherlock, donde tenía un morete pequeño.
–Espero que ahora en adelante sepan hablar para solucionar las cosas – Lo miré, todos habíamos cambiado, y hasta cierto punto entendí que era parte de la vida, innovarse, regenerar. No podía seguir culpándome todo el tiempo por el pasado, fije mi vista entre John y Sherlock que se reían de algo que seguramente no había oído, ellos eran mi presente.
Entonces sentí algo diferente en mi pecho, un calor que no había sentido en tanto tiempo, me di cuenta que yo decidía qué tanto tiempo iba a sufrir, entendí al fin, que mi felicidad podía elegirla, eso no significaba que no me dolería algo en el futuro. Sin embargo, si continuaba alejándome de la gente a la que podía amar, y que podían amarme, no iba a lograr vencer mis miedos. No se trataba de confiar plenamente, éramos humanos, nos equivocábamos, esa era nuestra naturaleza, pero sí podíamos ser leales a quienes nos lo eran, y si en algún momento, nos fallábamos, la satisfacción de haber hecho las cosas bien, nadie me la iba a arrebatar.
Mike apareció detrás de la ventana, sonriendo de lado "Comprendiste" Escuché antes de ver como se desvanecía. Sonreí, era momento de pasar página y agregar a las personas que quería que estuvieran... Y las que quisieran estar.
– ¿Pastel? – Preguntó Sherlock mirándonos de forma intercalada a John y a mí – Digo para celebrar, además veo tres trozos en la vitrina.
–Por qué no – Respondió mi médico favorito.
–Está bien – Lo observé levantarse, caminando feliz hasta la vitrina de la cafetería, John me observó serio por un momento.
–¿Es un juego? – Preguntó recargando sus manos en la mesa.
– ¿Qué? – Fruncí el ceño.
–Si esto es un juego con Sherlock – Alzó una de sus cejas – porque si lo es te pediré de favor que no lo hagas.
–Espera, acabas de decirnos que al fin estábamos juntos – No entendía el cambio repentino de John.
–Bri, por mí está muy bien que estén juntos – Se recargó en su silla – pero, si lo vas a dañar más de lo que lo has hecho besándolo, aprovechando su culpa para verlo de menos – Tragué grueso – simplemente ocupándolo, cubriéndote con él y defendiéndote de Mycroft en él... No veo el caso de que estén juntos – Se miraba molesto.
–Negué – No, yo, no estoy jugando con él John – Susurré entendiendo la molestia del rubio – entiendo que te preocupes por él. Pero, realmente no quiero lastimarlo.
–Escúchame Bri – Suavizó sus rasgos – No sé lo que ustedes dos hagan, no he hablado con Sherlock, pero igual lo haré – Lo observé – Ya los vi dañarse más de lo que debían una vez, sin embargo Bri, si llego a ver en algún momento, que tú lo estás haciendo para vengarte no voy a dudar en interponerme. Sherlock es mi mejor amigo, y aunque sea un patán, nadie merece que jueguen con su corazón.
Asentí levemente, recibiendo una sonrisa de John.
–Por lo demás, felicidades – No me sentía tranquila, respiré profundo, entendía a John, había sido una perra con Sherlock, y debía en algún momento pagarlo – Espero ser el padrino en la boda – No pude evitar sonreír, aún lo miraba muy lejos, pero era bonito pensarlo.
–Espero que ese día llegue entonces – Comenté haciendo que John sonriera. Aunque en mi pecho sentía un nerviosismo horrible.
Sherlock traía una bandeja con los tres trozos de pastel, además de tres vasos de café.
–Le ayudamos a servir, tome un cuarto plato donde habían galletas de jengibre – ¿Galletas? – Pregunté justo cuando se sentó.
–Sí, las de jengibre son mis favoritas – Me miró con una sonrisa, como si un niño estuviese viendo un dulce gigante, le contesté la sonrisa, memorizando el sabor favorito de sus galletas – ¿Me perdí de algo?
–No – Contestó John tomando un poco de café – hablábamos del clima de Nueva York.
Yo me limité a asentir, para luego comenzar a comerme el pastel.
–Que vanal – Susurró rodando sus ojos, agradecía tenerlos a ambos en mí vida.
***
POV Sra. Hudson
Estaba terminando de dormir a la pequeña Rosie, me encantaba cuidar de ella, era como volver a vivir a pesar de ser ya una anciana. Me levanté de la silla que tenía al lado de la cama, había preparado la ex habitación de John para que descansara adecuadamente.
A pesar de ser muy pequeña, era muy inteligente, amable y gentil, apagué con cuidado la luz y cerré la puerta intentando hacer el menor ruido posible. Suspiré, extrañaba a mis muchachos corriendo por el apartamento, a la edad que tenía casi no me podía dar el lujo de ir por aventuras. Así que agradecía que ellos me las trajeran a casa.
Pase por el 221 C, di un suspiro amargo, desde que Brigette se había ido, Sherlock se había vuelto distante con esa habitación. Ni siquiera había querido que entrara a limpiarla. Observé bien la puerta, estaba mal cerrada, fruncí mi ceño con miedo, si alguien se había metido debía cuidar a la niña.
Corrí a mi habitación para sacar una sartén, momentos después me encontraba frente a la puerta a punto de abrirla, la empuje con una mano, esperando lo peor, golpeé al aire a lo que fuera, no iba a permitir que ningún intruso se aprovechara de esta anciana.
El silencio y la oscuridad me recibieron, pensé que de alguna manera la pequeña mujer que había golpeado a Sherlock en sus partes nobles hacía falta, y siempre la haría. Sonreí nostálgica parándome bajo el marco de la puerta.
–Quisiera que regresaras – Susurré – Volver a tener una chica aquí. Te extraño cariñito.
_______________________________________________________________________________
Nuevo capítulo mis queridos lectores que espero les guste. Como verán las cosas comienza a tomar rumbo. Y bueno, después de dos libros de turbulencia, me perece adecuado poner capítulos así.
Este capítulo es para EstelaReid y AtenasS13 gracias por el apoyo incondicional al igual que Tabata... Ella ya no se encuentra su perfil en Wattpad, y Tami-44 que han estado desde el inicio. Gracias
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top