Capítulo 13. El caso de los padres: Geek
POV Narrador
Sherlock entró al auto primero para posicionarse junto a Bri, ella seguía temblando por el frío, cuando Mycroft cerró la puerta el carro comenzó a avanzar, pudieron escuchar las sirenas que comenzaban a llegar, justo cuando ellos se iban del lugar.
-Llámale a la Sra. Kozlov vamos a necesitar agua caliente para Bri – Ella intentó sentarse, pero eran demasiado fuertes los escalofríos.
-O pásenme dejando a mi departamento – Los tres la observaron – Será lo mismo – Tartamudeaba.
-No, es mejor que te llevemos con nosotros – John la observó, Mycroft ya le estaba dando indicaciones a la Sra. Kozlov – Debes quitarte esa ropa y quedarte solo con el abrigo de Sherlock, sino te seguirás congelando – Bri frunció su ceño, medito lo que acaba de oír y el doctor tenía razón.
-No miren – Los tres hombres cerraron sus parpados, hasta ese momento Petite como pudo se desvistió tirando la ropa en el piso del auto, termino de quitarse su ropa interior y la tapo entre la camisa y el pantalón, para luego ponerse bien el abrigo de Sherlock – Ya está – Dijo cuándo se había acomodado por completo.
-Sherlock la abrazo, sorprendiéndola levemente – Cuando dos cuerpos están en diferente temperatura buscan llegar a un equilibrio térmico y eso hace que yo te transmita calor – Ella asintió.
-Sí, recibí termodinámica en la escuela – Riccio y Petite se acomodaron para quedar bien abrazados – Deberían abrazarme todos – John se cambió de lugar y la abrazo también, dejando solo a Mycroft en el asiento frente a ellos.
- ¿No quieres un abrazo Mycroft? – Dijo John de forma divertida mientras lo miraba.
-Sólo denle calor – Susurró al rodar los ojos-
- ¿Han visto el capítulo de Bob Esponja donde ellos se quedan atrapados en el invierno de Arenita? – Todos negaron, Bri miro al suelo - ¿Ni Rosie?
-Lo ve, pero casi nunca le prestó atención, solo me da risa la estrella de mar – Bri se rio haciendo que Sherlock sonriera también.
-Se llama Patricio – Mycroft alzó una de sus cejas.
-Sólo tú te pones a hablar de una caricatura cuando estás a punto de tener hipotermia – Collins lo observó.
-Siempre es un buen momento para mencionar a Bob Esponja – Sonrió mostrando sus dientes, para luego suspirar - ¿Y el sobre?
-Yo lo tengo – El mayor de los Holmes lo saco de una bolsa de su saco, para después abrirlo, su ceño se frunció al sacar una tarjeta pequeña de color blanco – Was zum Teufel
- ¿Qué? – Dijo John mirando al mayor de los Holmes.
-Por qué hablas en alemán – Preguntaron Sherlock y Bri al mismo tiempo, haciendo que se miraran de reojo.
-Mycroft le dio vuelta a la tarjeta – Está es la pista – Reprochó, mostrando que en medio de la tarjeta había un hombre de nieve – Es Frosty – Los demás alzaron sus cejas – ¿Por esto casi mueres, te golpearon, casi me matan? ¡POR UN FROSTY! – Bri negó levemente.
-Algo importante debe ser – Respondió – Sino no lo hubieran dejado.
El mayor de los Holmes respiro profundo, Sherlock lo observó sabía que no se encontraba bien.
-Sé que es difícil Mycroft – Bri habló – pero quien se ha llevado a tus padres, está logrando lo que quiere – Hablaba más fluido y los temblores habían disminuido – Que es sacarte de tus casillas, sabe que Sherlock no está bien también, lo está logrando – Los ojos azules de Mycroft se enfrentaron a los de su hermano, que eran verdes en ese momento – Y eso quiere, no le den el gusto.
-Para qué dejar un muñequito de nieve – Preguntó John – No le encuentro el sentido.
-No necesita tener sentido para que sea importante – Bri comenzaba a verse mejor – Solo debe unir puntos.
-En qué nos va ayudar un Frosty – Preguntó Mycroft con su vista fija en la tarjeta.
-No lo mires de menos, algo va a solucionar – Respiró hondo, quedándose quieta para seguir recibiendo el calor de Sherlock y John.
-Hay algo escrito atrás – Susurró Sherlock, su hermano le dio la vuelta, quedando con la misma expresión.
- "Algo que Frosty nunca olvida" – El auto quedó en silencio, nadie tenía una idea, ni un comentario... Solo una mente en blanco
***
Ya en la casa Sherlock le había prestado un pijama a Bri, le quedaba enorme, pero mientras se secaba su ropa no tenía opción.
-Estoy segura que Kozlov escondió mi otra ropa – Scott y la ama de llaves habían encendido la chimenea y hecho té para cuando ella llegará encontrará una habitación confortable-
-Así que lo único que hallaron fue un Frosty – Comentó Scott mientras guardaba las cosas en su maleta – golpes y una chica que dijo que no estaba sola.
-Sí – respondió Bri que estaba cerca de la chimenea – pero estoy segura que era de la CIA.
-Qué – Preguntó el chico mirando a Mycroft – ¿Por qué? No encontré nada relacionado a su voz en los registros de la CIA.
-Vuelve a revisar – Aseveró el mayor de los Holmes, mientras el menor regresaba vestido con su pijama cubierto con su bata color celeste, y unos calcetines rayados – Esa voz se nos hizo parecida.
-Bri mi cuarto está listo para que duermas ahí –Brigette observó a Sherlock, para luego negar levemente – No me dirás que no está vez, Scott dormirá en el sofá... Y yo dormiré en el cuarto de Mycroft –El mayor de los Holmes suspiró profundo tenían años de no compartir cuarto.
-Scott ¿Qué dices? – Él la observó y asintió – Está bien. Nos quedaremos.
-Vamos – Bri observó que Mycroft había pegado la carta en la pared, ya al día siguiente pensarían en eso, siguió a Sherlock por las escaleras hasta llegar al pasillo donde estaban los cuatro cuartos, uno había sido de ella hace tiempo, suspiró al pasar por su puerta – Aquí está tu ropa – Señaló cuando entraron a la habitación de Sherlock – Seguro Kozlov pensó que te daría mi cuarto.
-Ella asintió – Supongo – respondió, ella cerró la puerta mientras Sherlock la observaba fijamente – Si no me hubieras dado calor quizá estuviera muriendo – Sherlock se sentó en su cama – Así que... Ya sabes, Grac-gracias – Él la observó.
-Está bien – Bri se sentó al lado de él y notó como se tensó, así que puso una mano sobre la de él – Por qué
-Por qué ¿Qué? – Sherlock pestañeaba un poco más lento, parecía más nervioso con cada minuto que pasaba.
-Bri le beso el cuello haciendo que Sherlock se inclinara hacia ella, luego se separó dejando sus ojos fijos en el suelo – Cuándo haces estás cosas siento que todo está bien – Susurró – pero recuerdo todo lo que paso –Bri frunció su ceño – y pienso si realmente lo haces porque sientes algo.
- "Es bastante listo – Petite se puso seria, Brook no había tenido tanta razón como esperaba o quizá sí." - ¿Qué crees tú?
-Nada, lo que tú me digas es lo que voy a creer – Bri se acercó a él para juntar sus labios con los de él, fue un beso extenso, Sherlock la acostó en la cama para dejar solo su torso sobre ella.
-No somos nada Sherlock – Respondió cuando se habían separado mirándose fijamente, los recuerdos de Sherlock se dispararon a aquella noche de los votos – Tú siempre dices que eres inteligente, pero eres más idiota de lo que crees ¿En serio creíste que iba a producir algún tipo de sentimiento por ti? – Su voz resonaba en la cabeza de Riccio junto a la imagen de cuando él le decía las mismas palabras – Eres el experimento con más aplicación que he tenido, me has ayudado a escribir otro ensayo para mi blog – Sherlock se levantó para verla mientras ella se sentaba – Muchas gracias Sherlock, supongo que después de esto ni siquiera seremos amigos ¿Has oído del arte de la actuación? Cualquiera besa sin sentir nada. Confía en mi Sherlock... Yo no soy así. – El menor de los Holmes tragó grueso, no dijo para luego salir de la habitación.
Se quedó parado un momento en el pasillo, procesando lo que acababa de pasar, respiró profundo tenía un nudo en su pecho camino hasta el cuarto de Mycroft entró y tiro la puerta. El mayor lo observó molesto.
-Qué – Preguntó con el ceño fruncido.
-Nada – Dijo Mycroft haciendo que Sherlock se acostará de inmediato en la cama – A menos que me quieras contar qué paso con Collins.
-Por qué quisiera contarte si al final lo único que haces es reprocharme todo – El mayor de los Holmes respiró profundo.
-Porque estás molesto o puede que estés triste – Sherlock se sentó para mirarlo.
-Me dijo las mismas palabras que le dije yo el día que arruiné todo y luego me dice que confíe – Mycroft alzó una ceja - ¿Feliz?
-Nunca pensé verte dolido porque una mujer te rechazara, qué harás cuando veas a Adler junto con ella – Sherlock lo observó.
-Qué hare – Se encogió de hombros – Con Irene no mantuve una relación, y con Bri... Sí – El mayor de los Holmes lo miró fijamente – Tú qué vas a entender de estas cosas.
-Tengo 7 años más que tú – Riccio rodó sus ojos.
-Hasta Eurus pudiese saber más de relaciones que nosotros dos juntos – Eso hizo reír levemente a Mycroft, dejando sorprendido a Sherlock.
-Sólo quiere jugar contigo, y ahora no lo digo para que te alejes de ella, ahora lo digo en serio – Sherlock agachó la mirada – Y parece que tú no vas a impedir que pase.
-Puede hacer lo que quiera, sé que en un momento las cosas van a cambiar – El gobierno británico suspiró – Además, me iré a Inglaterra al encontrar a nuestros padres.
-Tú te irás, pero ella no va a salir de tu mente, te conozco Sherlock.
-Hay que dormir – Respondió volviéndose a acostar.
***
Habían pasado dos días desde que Bri había hablado con Sherlock, después de eso la mañana siguiente ella había vuelto con Scott a su apartamento para al fin dormir en su casa y tomarse los medicamentos a escondidas de su amigable vecino.
Seguían viendo la pared sin llegar a nada, solamente ideas en el aire. El azabache no podía ver a Bri sin sentir la culpa en su pecho, así que intentaba concentrarse en el caso lo más que podía, y actuar lo más tranquilo que su cabeza se lo permitiera. En su interior Petite sabía que le había afectado lo que le había dicho, John revisaba los papeles que les había dado Rex sin hallar nada nuevo.
-Bien – Bri observó a sus compañeros – Creo que es momento de ir donde Geek – El morete en su rostro aún no se quitaba, tampoco la quemada de bala estaba completamente sana.
-Por qué no fuimos ayer – Preguntó John.
-Geek no siempre está, y con el único que habla es con Tristán – El rubio alzó sus cejas – y conmigo, pero es un enigma su verdadera ubicación – La puerta se escuchó – Tristán vendrá con nosotros.
- ¿Por qué él debe venir siempre? – Tristán entró a la sala de estar casi de inmediato, mirando a Mycroft.
-Porque ella confía más en mí que en ustedes – Respondió con una sonrisa – Conatus, supe que Geek estará a las 6 de la tarde, en la estatua de la libertad.
-Suspiró – Ahora debemos de ir a Battery Park – John negó rápidamente.
-No iré ahí de nuevo - El rubio observó a Bri – casi te matan ahí.
-No hay opción, tendremos que pasar por la isla Ellis y media hora después iremos a la Estatua de la Libertad – Tristán asintió – En Battery Park está el ferry con los dos boletos incluidos.
-No podemos detenernos, quién sabe qué otra oportunidad exista para ver a Geek – Todos tomaron sus abrigos, y salieron de la casa de Mycroft.
-John – La voz de Sherlock detuvo al rubio justo cuando todos los demás habían salido, su amigo se quedó quieto - ¿Puedo hablar contigo?
-John asintió – Qué paso – Susurró su amigo escuchando que la puerta de la entrada se cerraba, seguramente porque los otros ya habían salido.
-Ayer me sucedió algo con Bri – El rubio alzó una ceja – Estábamos en mi cuarto, ya sabes se lo cedí, entonces ella me beso de nuevo – Las cejas de John se fruncieron – y momentos después ella comenzó a decirme las mismas cosas que yo le dije la noche de los votos – El exmilitar estaba impresionado, y a la vez un poco molesto con lo que Bri hacía, pensó en que a pesar de que ellos ya hubieran arreglado las cosas, Sherlock y Mycroft no habían tocado el tema – Para decirme al final que ella no era así, que confiará en ella.
-Detente un momento – John sonrió de lado con un poco de amargura – Sherlock, siento decírtelo, pero Bri solo está jugando contigo – Sherlock frunció su ceño- Eso significa que sabe que sientes algo por ella y no está dudando en usarlo.
-Comenzaron a caminar – Pero, yo no...
-No se trata de ti – John se encamino por el pasillo y se detuvo en frente de la puerta – Te seré sincero, sino aclaras las cosas seguirás confundido, ella aprovechándose, y nunca van a terminar este estúpido circulo, la vez anterior eras tú que no se definía y parecía que te aprovechabas de ella – Sherlock lo observó – pero no era, así... Ella sí lo está haciendo.
- ¿Crees que debería hablar con ella? – El rubio alzo sus cejas.
-Deja de ser tan sumiso a lo que Bri pueda hacerte – Sherlock se ofendió levemente – No me veas así, sabes que es verdad... Debes ser normal, se tú mismo.
-Nunca sale bien cuando soy yo mismo – John sonrió irónico.
-Si mal no recuerdo tú fuiste el que preparo una salida de un día completo, por tu cuenta – Sherlock lo observó – Ese eres tú, no eres cariñoso, ni amoroso, muchas veces eres un patán... Pero tienes tus momentos.
Riccio asintió.
-Así que habla con ella, y aclara las cosas... No seas blando – Abrió la puerta encontrándose un auto de Mycroft, Bri estaba fuera de él esperándolos.
-No tenemos toda la vida – Dijo mientras los hacia entrar al auto – Por qué se tardan tanto.
-Lo sentimos estábamos hablando – Ella asintió mientras el auto comenzaba a moverse.
***
Llegaron a Battery Park bastante rápido, caminaron unos 30 minutos para poder llegar a la salida del ferry, Bri parecía muy centrada en sus ideas mientras caminaban por el lugar, como si recordara lo que hace unos días le había sucedido. Suspiró al llegar al muelle en el que embarcarían, los demás hombres solamente se fijaban en el tiempo, como si fuese lo único que podían hacer.
-El ferry está por salir – Dijo Tristán comenzando a caminar seguido por los demás – será divertido ver a Geek ¿Hace cuánto no lo vemos? – Preguntó mirando a Bri.
-Como un mes – Respondió ella dejando que Sherlock, John y Mycroft pasaran primero al ferry - ¿Crees que este bien?
-Tristán solamente la miro – No lo sé.
Subieron juntos para reunirse con los demás que iban en la popa del ferry, John miró a Bri suspiró y pensó que podría hablar con ella de lo que Sherlock le había dicho.
- ¿Podemos hablar? – Preguntó el rubio haciendo que Tristán se alejara para acercarse a Sherlock y Mycroft.
- ¿Qué paso? – Preguntó la pequeña al ver el rostro serio de John.
-Por qué estás jugando con Sherlock – Bri sonrió para luego morderse el labio inferior.
-Ya te contó – Susurró mientras los ojos de ella se entrecerraban – Increíble, no pensé que Sherlock te contara estás cosas – John suspiró.
-No te pregunté eso – Comentó apoyándose en la madera del ferry – ¿Por qué lo haces?
-Quería comprobar algo – Respondió con calma – No es malo comprobar...
-Jugar con alguien es malo – Bri miró hacia el cielo – Sherlock, bueno, es un humano.
-Lo sé ¿Y? – John frunció su ceño – Estás haciendo esto demasiado personal.
- ¿Sientes algo por él? – Bri negó.
-Nop, no siento nada por él John – Entonces sonrió – Sin embargo, él, parece sentir algo.
-Lo sabes, entonces lo sabes y ¿Aun así lo haces? – Bri asintió.
-Ella rio – Es bastante gracioso verte preocupado por tú amiguito – El rubio solo negó – es un hombre John, si no quiere que lo bese, ni haga nada... Él debe hablar no tú.
-Lo sé – Dijo John que sintió como si lo observara, miró de reojo y no había nadie – Bri por ser mi amigo me preocupo, si sale dañado yo...
- ¿Tú qué? – Los ojos cafés de Bri lo miraron – ¿No te harás cargo de lo que pase? – Bri sonrió – Haz cambiado John.
-Tú también – Ella asintió.
- ¿Quieres saber cómo fue que me sentí el día que lo vi eligiendo a Farrah? – John la observó – Bueno eso no podrás experimentarlo tú, pero él sí – En un rápido movimiento Bri se acercó a John para darle un beso, John se apartó cuando ella lo soltó – Nos ha estado viendo desde que te acercaste a hablar... - El rubio seguía en shock – No quiero que se peleen, pero era la única forma que él vea lo que me hizo John.
Bri se alejó de John caminando a un lado apartado del ferry, Tristán se fijó y decidió seguirla, hasta pararse al lado de ella.
-Lo que acabas de hacer era impredecible – Susurró.
- ¿Te fijaste? – El trigueño asintió - ¿Cómo reacciono?
-Sólo se dio la vuelta, no sé s sea bueno enemistarlos entre ellos – Los ojos de Tristán se movían hacia todos lados.
-No creo que lo hagan, su amistad es muy fuerte, y Sherlock está consciente de que John no siente nada por mí – El amigo asintió – pero, igual debió sentir feo.
-Realmente los odias – Bri miró como se movía el agua, las otras personas tomaban fotos de su viaje.
-Sólo a Mycroft y a Sherlock – Susurró Bri para después tragar grueso – No sabes cuánto – Frunció sus labios.
-Por qué – Tristán hizo que sus ojos se clavaran en él.
-Mycroft pudo ayudarme, y en cambio decidió jugar en mi contra solamente para proteger a su hermanito, y él simplemente me utilizo como experimento para sus vivencias – El dolor golpeo a Bri en el abdomen, haciendo que Tristán la mirara con preocupación, ella se hizo más a la orilla para después vomitar.
-Bri – El trigueño la tomo por la cintura, hasta que dejo de vomitar - ¿Estás bien?
-Sí – Paso su mano por su boca – Es solo el movimiento del bote.
***
POV Brigette
Después de una larga espera para poder salir de la Isla Ellis, habíamos llegado a la estatua de la libertad, justo a las 6:15, no nos detuvimos durante mucho tiempo, Geek no esperaba a nadie. Para nuestra sorpresa, Geek no se había movido de donde le había dicho a Tristán que estaría, llevaba un suéter grueso y arriba de él una chumpa, tenía la vista fija en el océano. Miré a Tristán que se acercó primero, observé a mis acompañantes, Sherlock estaba al lado de Mycroft y John al otro dejando al mayor en medio.
Al ver a Tristán, Geek lo abrazó se separó para luego fijar su vista en mí, era extraño. No entendía por qué estaba actuando así.
-Qué te pasa – Pregunté justo antes que me abrazara - ¿Geek?
-Me pediste que te ayudará – Susurró con su voz cansada, tenía más ojeras de lo normal, sacó unos papeles de su abrigo y me los dio – No pude conseguir mucho – Tapó su boca y comenzó a toser – no he estado muy bien que digamos – Tome los papeles, eran unas páginas sueltas con su letra, pero parecía temblar mucho – Escúchenme, no podré ayudarlos más, así que ten – Le dio a Tristán una llave – esa es para mí caja fuerte, ahí hay mucha información que les podrá servir para varias personas. Sólo debes ir a la gran manzana, justo en el tercer callejón después del edificio más alto de Nueva York.
- ¿Qué pasa Geek? – Mi amigo lo miró con el ceño fruncido.
-Voy a morir, no tengo mucho tiempo, cometí un error con la mafia italiana – Geek se levantó la camisa y no pude evitar taparme la boca por la sorpresa, en su abdomen un esparadrapo cubría una herida mal suturada – me dejaron venir a despedirme... quiero que sepan que ustedes, fueron mis únicos amigos – Tosió – Bri, eso que te di es la forma en cómo pudieron burlar el sistema de seguridad del avión... Espero te sirva.
-Espera, te dejarás morir – Susurré, Geek se acercó a mí abrazándome.
-No soy el único que lo está haciendo ¿Verdad? – Se separó de mí y luego abrazo a Tristán.
-Viejo, tranquilo hay tiempo – Él negó.
- No lo hay – Susurró para comenzar a caminar, hasta que unos hombres aparecieron atrás de él, me miraron fijamente y junto a Geek se acercaron.
- ¿Eres Brigette Collins? – Hasta ese momento me di cuenta que los ingleses estaban detrás de mí – Nos gustaría conocer a la chica que sobrevivió a Z – Uno de ellos me tomo la mano para besarla, su acento italiano era marcado – Fue un placer, Piccola – Trague grueso, no podía dejar ir así a Geek, cuando iba a gritar Tristán me tapo la boca.
- ¿Quieres que nos maten a todos? – Susurró en mi oído, y no pude evitar sentir como unas lágrimas se me salían, porque en vez de ver a Geek miraba a Mike irse – Él ya decidió no puedes salvarlo – Le pegué un codazo a Tristán para limpiarme el rostro rápidamente – Ni se te ocurra ir a meterte con la mafia italiana – Sentenció Tristán – así es la vida. No todos sobreviven y lo cuentan.
-A veces sobreviven los equivocados – Respondí para darme la vuelta y mirarlo – Da igual, vámonos ya.
***
Suspiré cuando íbamos de regreso hacia la casa de Mycroft, me sentía molesta, con todo, conmigo con ellos con Tristán. Él se había quedado en Battery Park, para ir a donde Geek le había dicho, llevaba apretada las páginas que me habían dado. Ni siquiera las revise.
-Dónde están los papeles qué te dio – Dijo Mycroft de repente, lo observe, los hice bola y se los tire al pecho.
-Ahí están tus malditos papeles – Susurré – Para el auto – Dije, Mycroft tocó la cabina que daba el conductor y este se detuvo, me bajé del auto, aún faltaba mucho para llegar. Entonces Sherlock se bajó del auto, lo miré enojada.
-El auto arranco - ¿Crees que besando a John me vas a enseñar algo?
-Vete con tú basura a otro lado no me importa lo que estés hablando – Sherlock frunció su ceño.
- ¿Mi basura? Tú estás actuando como una basura – Lo observé, respiré profundo.
-En este momento no quiero aguantarte, me importa un comino lo que quieras – Sherlock se acercó y estaba dispuesta a patearle la entrepiernas
-Qué te pasa – Me tomo del brazo, me fije en sus ojos – Contéstame, por qué besaste a John.
-PORQUE ASÍ SE SINTIÓ LO DE FARRAH ESTÚPIDO – Grité jalando mi brazo, él frunció su ceño – Ahora vete...
-Por ese vagabundo te pusiste mal – No era una pregunta, lo mire.
-No era un simple vagabundo – Sherlock frunció su ceño – era mi amigo...
- ¿Tú tienes amigos? – Su voz sonaba hiriente.
-Cállate no sabes nada – Susurré, empecé a caminar, la nieve se escuchaba debajo de mis pies, al igual que los pasos de Sherlock.
-No, no sé nada, y no lo sé porque no me dices... Me dijiste que confiara en ti, pero tú no confías en mí – En un momento ya lo tenía al lado – eso es una idiotez de tu parte, sé que estás enferma, sé que estás molesta pero no cuenta, nada cuenta para actuar así con todos nosotros – Voltee a verlo, sentía como mis ojos reflejaban toda la indignación que sentía – No me veas así.
-Y cómo diablos te veo – Respondí – con tranquilidad.
-La primera duda que tengo en mente es qué diablos tienes, no puedo trabajar contigo sintiendo que de repente te dará un dolor y quedarás en el hospital – Sherlock ya no me dejo caminar puso sus manos en mis hombros para tomarme con firmeza.
-SUELTAME PERRO – Grité queriendo matarlo.
-NO – Devolvió el gesto – No hasta que me digas qué diablos tienes.
-Suspiré fuerte – Por qué me preguntas eso y no ¿Bri por qué juegas conmigo?
-Porque podrías jugar conmigo, y yo estar consiente de ahora en adelante... Y no haría nada – Susurró – Te vi vomitar en el ferry, el beso con John no me sorprendió, lograste lo que querías, bien hecho... Lo puedo solucionar, pero tú qué demonios tienes.
-Me solté – Tengo leucemia ¿Feliz? – Solo me fije en su rostro sorprendido, antes de comenzar a caminar de nuevo.
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Gueno, aquí estoy de neuvo, espero les guste el cap y me den su opinión, este cap fue un poco difícil de escribir. Aún así espero les guste, ahora ya sabemos la enfermedad de Bri, qué pasara entre nuestros protagonistas... John y los demás.
Es un gusto, escribir para ustedes, las y los quiero mucho.
Lis Holmes 💙🍁🍃
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