Reino Unido.
(Advertencia; +18... No enserio creo que me pase de verga... Literalmente )
-No me estas ayudando en lo absoluto Francia -. Regañaba cansado el amante del te mientras tomaba asiento nuevamente.
-Pero Mon ami, la opción que te estoy dando es mas que aceptable...-. Respondía el Europeo tomando un sorbo de su copa de vino.
-¡¡El llegar a su casa desnudo con nada mas que un moño de regalo en mi entrepierna no esta a discusión señor !!-. Aclaro firmemente acomodando su corbata algo rojo por tal idea.
-Aun no puedo creer que te hayas enamorado de México, tu que me decías que solo era un "chiquillo revoltoso" -. Hacia comillas burlándose de su amigo dejándolo en silencio por un momento.
El país se había detenido a recordar como y cuando habían surgido dichos sentimientos por aquel latino revoltoso, su mente se lleno de pequeños fragmentos de el apreciando al hispano cuando visitaba a sus hijos, como este trabajaba en el campo junto a su gente levantando grandes y pesados costales llenos de alimentos dejando ver lo marcado y bien trabajado de su cuerpo, su cuerpo bañado en diminutas gotas de sudor que solo lo hacían ver mas apetecible para el, su sonrisa tan positiva y llena de esperanza ademas de tener cierto encanto a la hora de hablar con terceros.
Aun podía recordar como este le saludaba efusiva mente cuando por "accidente" pasaba cerca del muro para estirar sus piernas; era tan joven, tan orgulloso, tan sensual...
-Te seré sincero, ni yo puedo creerlo...-. Le aseguro tomando su tasa de te, intentando borrar de su mente tan impuros y bochornosos escenarios que había creado de el y el de sangre azteca.
-Bueno, en realidad no puedo culparte... Después de todo hubo un tiempo en el que yo también intente cortejarlo...-. Le dijo burlón tomando una postura mas recta y elegante.
-El empezar una disputa por unos pasteles no es cortejo Francia...-. Hablo burlón acomodando su monóculo en su lugar
-¡¡Lo era en mis tiempos !!-. Respondió ofendido poniendo la mano sobre su pecho.
-Eso ya no importa, no se ni siquiera porque hablamos de esto, el nunca se interesaría en alguien tan viejo como yo ademas de que si intento algo con el mi hijo me odiara... y ni siquiera quiero pensar lo que me hará España si toco a su ex-colonia favorita -. Soltó con pesar mientras se levantaba de aquella mesa y se dejaba caer en un sillón cercano tapando su rostro con ambas manos.
-Siempre has sido un couard en cuestiones románticas Reino Unido, y como ya sabia que dirías eso... Me tome la libertad de adelantar todo este drama -. Respondió tomando su abrigo dirigiéndose a la salida.
-Francia... ¿que fue lo que hiciste?...-.
-Llegara a tu hogar en menos de una hora ... deberías apurarte si quieres que México se lleve una buena impresión de ti -. Le revelo burlón saliendo de la mansión del Ingles dejándolo totalmente exaltado.
Tan rápido como sus piernas se lo permitían salio corriendo de su salón del te llamando a todos sus sirvientes dándole la orden explicita de no dejar pasar al latino, tanto las sirvientas como los mozos salieron disparados a todas direcciones cerrando puertas, ventanas e inclusive la puerta del pequeño perro mascota del país dejando cualquier forma de entrar o salir inhabilitada.
Inclusive había ordenado que toda su servidumbre saliera de su hogar dejándolo completamente en soledad, el sabia de antemano que no podía enfrentar a México en aquel estado en el que se encontraba, sus piernas temblaban y su voz se volvía temblorosa y baja cuando lo intentaba, por el bien de su cordura, debía evitar al país, por lo menos hasta que su fase de "colegiala enamorada" terminara, una vez mas tranquilo tomo asiento en el primer escalón de su recibidor retirando su elegante sombrero dejándolo junto a el.
-Es mejor así, no puedo decirle lo que siento...-.
-¿Ah quien no puede decirle lo que siente señor Inglaterra ? -.
-Ah nadie en especial México, solo tengo que ocultar que... ¡¡¡COMO DIABLOS ENTRASTE A MI CASA !!!-.
-No lo se, entrar a terreno extranjero sin ser detectado es una habilidad que tengo yo y mi gente desde chamacos, si no me cree pregúntele a su mocoso-. Decía el latino sin dejar de comer aquel tamal que traía en sus manos.
Reino Unido miraba atónito al menor viendo como este seguía como si nada pasara comiendo aquel alimento típico suyo.
¿Como había entrado?
¿Desde hace cuanto tiempo estaba junto a el?
¿Y por que demonios estaba empapado y sin camisa?
-¿México por que estas mojado y tan al descubierto?-. Interrogo tapando su rostro buscando ocultar su notorio sonrojo.
-Jajaja, fue muy gracioso -. Le respondió poniéndose de pie dejando su tamalito de lado. -Cuando llegue a su territorio empezó a llover, y como mi ultimo paraguas lo tiene el narizón culero me vine mojando desde el aeropuerto hasta su casa, pero cuando llegue vi que todo estaba obscuro y cerrado, entonces me trepe sobre la reja para entrar a su casita señor Reino Unido -.
-¿Pero por que no traes camisa muchacho?-.
-Ahhhh, eso es porque mientras me trepaba me quede atorado entre la reja y mi camisa se rompió y quedo hay colgando... Hablando de eso, ¿mañana me la puede regresar?, fue un regalo del viejo "onda vital" y no quiero que se enoje con migo o con usted -. Finalizo riendo un poco para después estornudar.
El ingles rápidamente le ofreció una manta al empapado latinoamericano para después guiarlo al recibidor donde lo dejo junto a la chimenea con la promesa de regresar lo mas antes posible, y tal como dijo regreso a los pocos minutos con un poco de te rogando que este evitara que México enfermara, Inglaterra le miraba detenidamente esperando algun otro singo de gripe solo recibiendo un "Estoy bien" por parte del contrario.
-Es mejor un tequila pa'el frió, pero esto esta delicioso, muchas gracias señor Reino Unido -. Agradeció efusivo el latino secando cu cuerpo con la manta dejándola a un lado para mirar como bailaba el fuego frente a el
Este solo asintió para después tomar lugar junto al hispano, ambos sentados encima de la alfombra enfrente del cálido fuego de la chimenea
-¿Por que viniste hasta aquí? -. Hablo finalmente el ingles sin mirar al latino.
-Bueno, el rarito... ¡Digo!, Francia me llamo en la mañana diciéndome que usted estaba enfermo y que era por mi culpa -. Hablo dejando la taza en un mueble cercano. -Y solo quería disculparme por si le cause algún problema, no fue mi intención señor...-.
-Inglaterra...-. Interrumpió mirándolo por fin a los ojos. - Solo llámame, Inglaterra por favor -.
-Bueno Inglaterra, se que no es mucho, pero traje unas medicinas de mi tierra para ayudarle -. Hablo este sacando de la bolsa de su pantalón una pequeña caja de pastillas con la inscripción "Paracetamol" en la parte de arriba. -Se que no parecen la gran cosa, pero créame estas cochinadas salvan vidas -.
Al darle el medicamento al mayor sus manos se rozaron provocando que el ingles se sonrojara por el acto del Mexicano, voló desde su continente, camino horas bajo la lluvia, salto una cerca de casi tres metros pudiendo salir gravemente herido solo para cuidar de el, México le seguía sonriendo transmitiéndole una calidez y esperanza única, una que nunca había sentido, una que se negaba a dejar ir.
-¿En serio me ayudarías a sentirme mejor?-. Interrogo poniéndose de pie, dándole la espalda al menor.
-¡¡Por supuesto!!, puede que yo y su hijo nos llevemos de la verga, pero usted siempre a sido amable conmigo, le ayudare en lo que pueda -.
-Si ese es el caso...-. Susurro quitándose su saco para después deshacer su corbata dejándola caer al suelo. -Hazme sentir bien México -.
Dicho esto, el ingles giro rápidamente sentándose sobre sus piernas comenzando a besarle con una necesidad que rosaba la locura, de primer instante no percibió que el Mexicano le respondiera el beso causando una gran tristeza en el, había arruinado cualquier posibilidad con el Mexicano y de seguro después de esto el ni siquiera se atrevería a verlo a los ojos, intento separase de el para disculparse pero no había notado que el contrario ahora lo tenia fuertemente sujeto de la cintura.
-Intente mantenerme lo mas distante con usted por el bien de Estados Unidos -. Le susurro en donde debería estar su oído comenzando a lamer dicha zona. -Pero ahora, puede irse a la mierda -.
Ahora era México quien marcaba el compás del beso sintiendo como Inglaterra le respondía con injundia y pasión a la vez que se dejaba acariciar por las grandes y toscas manos del latino. El Europeo siempre expuesto a lo refinado y delicado disfrutaba sentir como el hispano recorría su cuerpo rompiendo su camisa en el proceso dejando caer los pedazos que quedaban enzima de la alfombra soltando pequeños jadeos mientras el menor comenzaba a recorrer su cuello dejando pequeños besos y mordidas hasta llegar a sus hombros.
México se coloco enzima de Reino Unido besando su pecho bajando hasta su abdomen comenzando a acariciar su miembro por sobre la tela de su pantalón de vestir, el mayor estaba en el cielo aferrándose a la alfombra cerrando los ojos con fuerza respirando por su boca sintiendo como el menor ahora se desasía de su pantalón arrojándolo en algún lugar de la habitación, aunque poco le importaba eso, ahora solo quería disfrutar de aquel pecado que cometían ambos en esa habitación alejados de los ojos de dios.
Sentía como el Mexicano había introducido un dedo en su entrada simulando embestida logrando que llorara un poco mientras suplicaba que siguiera, al poco tiempo fueron dos, esta vez moviéndose como tijeras mientras que con su mano libre acariciaba sus piernas logrando que el Ingles comenzara a gemir incoherencias, el mayor algo impaciente comenzaba a masturbarse mientras México seguía simulando embestida con ahora tres de sus dedos llegando a correrse en su mano tras sentir como el contrario sacaba sus dedos de su interior.
-¿Quien te dijo que podías parar muchacho?-. Interrogo intentando disimular molestia solo logrando que aquella frase sonara mas como una suplica.
-Es que ahora me toca a mi -.Le dijo arrodillándose en frente suyo bajando su pantalón junto con su ropa interior dejando ver que su miembro pedía a gritos atención, coloco ambas piernas de Reino Unido por sobre sus hombros y comenzó a introducirse sin mucha delicadeza sintiendo como el mayor intentaba arquear su espalda aferrándose con fuerza a la piel de oso en la cual estaba recostada, Inglaterra jadeaba como perra en celo sintiendo su cuerpo arder y su mente perdiéndose en el placer culposo de el sexo con aquel menor, en ese instante sentía como aquel ser caballeroso y cordial era remplazado por una mujer de las calles ambienta de placer.
-¡¡MÉXICO. MAS. DAME MAS!!-. Gritaba volviendo a masturbar su miembro que nuevamente se encontraba erecto por el rose de ambos cuerpos.
El nombrado no tardo en obedecer a las suplicas del Ingles dando fuertes embestidas a su delgado cuerpo sintiendo como este se arqueaba a cada embestida dejando que la habitación se llenara de las sucias blasfemias que gritaba el Europeo mientras se masturbaba debes en cuando gritando el nombre del hispano acompañado de afirmaciones de que ahora el le pertenecía. El latino besaba el pecho y cuello de Inglaterra comenzando a perder la poca compostura que le quedaba comenzando a introducirse de manera mas brusca y profunda llegando a tocar la próstata de Reino Unido logrando que se aferrara a su cuello suplicando que volviera a tocar dicha zona con su miembro.
-S-siento que voy a ve-venirme -. Dijo besando los labios del amante del te saboreando dicho sabor dulce en los labios del mayor.
-¡¡VENTE DENTRO!!! -. Le ordeno con aquella mirada lujuriosa en sus ojos. -¡¡QUIERO SENTIR QUE ERES MIO, Y SOLAMENTE MIO!!!-. Le afirmo moviendo sus caderas viendo como el Mexicano asentía para dejar un ultimo beso en sus labios para dirigirse a su cuello para morderlo con fuerza moviéndose dentro suyo de una manera tan errática y violenta que obligo al ingles a soltar su miembro aferrándose con fuerza a la espalda del latino rasguñando esta en el proceso.
Solo bastaron tres embestidas mas para que el hispano diera un gruñido contra el cuello del ingles para correrse dentro de este a la vez que el británico se corría por segunda vez manchando el estomago de México y el propio. Ambos ahora estaban recostados en la alfombra bañados en sudor exhalando con cansancio, el Ingles abrazaba con fuerza al americano, y este solo podía hacer lo mismo apretando al mayor contra su pecho.
-...¿Logre que te-te sintieras mejor? -. Pregunto un México agotado buscando la aprobación del mayor comenzando a acariciar su cuerpo delineando cada marca de sus dedos hechas por el, después de todo, en ocasiones podía llegar a ser un animal.
-Lograste mucho mas niño... Pero, tal vez necesite otra "dosis" en un futuro -. Le respondió acariciando el bien formado pecho del mas joven sintiendo el palpitar de su corazón.
-je... cuenta conmigo corazón -. Le susurro besando su frente para por fin caer dormidos uno abrazado al otro.
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Extra~
-Y bien... ¿Como te fue con el pequeño jalapeño?-. Interrogo el Francés impaciente mientras la sirvienta le traía su copa de vino.
-Mis intimidades no son asunto tuyo Francia...-. Contesto secamente como siempre dando un comiendo parte de su chesse cake.
-No es justo, yo fui quien los junto, merezco detalles... ¡¡sucios y morbosos detalles!!-. Se quejo volteando su rostro ofendido.
-Ahora que lo dices, necesito pedirte un favor...-. Dijo sin dejar la seriedad que lo caracterizaba.
-Ahora que mauvais ami...-.
-Necesito encontrar donde vendan listones de regalo bastante grandes, pronto sera el cumpleaños de México y quiero darle algo "especial"-. Hablo con una sonrisa haciendo énfasis en la palabra especial.
-¡¡¡LO SABIA, ERES BIEN PERRA EN EL FONDO!!! -. Grito burlón el Francés riendo a carcajadas.
-¡¡¡FRANCIA!!-.
(Nota de la autora; ¡¡A LA VERGA, ESCRIBÍ MAS DE 2000 PALABRAS !!!...
Espero y esto sea de su agrado, me inspire en un comentario del cap anterior, no recuerdo quien fue, pero, me inspiraste a escribir esto, gracias !!... recuerden comentar, adoro ver lo que piensan )
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