Alemania.
1917.
El imperio Alemán caminaba de un lado hacia otro bastante impaciente, miraba varias veces la puerta esperando que su invitado llegara tornando mas impaciente al del traje militar. Tras algunos minutos pudo escuchar como aquel que esperaba se acercaba y no sonaba nada feliz por lo que acontecía, la puerta de su despacho fue abierta de un solo golpe dejando ver a México el cual parecía llevar el diablo dentro.
-¿¡¡POR QUE CARAJOS HICISTE ESTO!!?-. Interrogo caminando hasta quedar frente al cabeza rectangular lanzando un telegrama en su escritorio.
-Creí conveniente que por fin te unieras a mi oficialmente -. Le dijo con voz seria desarrugando aquel telegrama en el cual ahora solo se podía leer "Zimmerman".
-¡¡PERO ASÍ NO!!!-. Le volvió a gritar llevándose las manos al rostro respirando profundo para poder calmarse ante el contrario, si quería seguir pareciendo un país pacifista y neutral debía mantenerse tranquilo.
-Ya habíamos hablado de esto Liebling... -. Dijo esta vez dando la vuelta al escritorio sentándose en el regazo el de negro, blanco y rojo. -El yanqui podría atacarme si cree que soy un peligro para el, podría destruir lo que tenemos y tu no quieres eso, ¿o si Deutsches Reich ? -. Interrogo mirando tristemente al mayor notando como este abrazaba mas las caderas del latino.
México sabia que al Imperio Alemán le fascinaba cuando este hablaba su idioma ademas de mostrarse lindo eh indefenso, el sujeto le había sido de ayuda antes, había echo tantas movidas sucias por el que ni siquiera podía enumerarlas todas, sentía como las manos del mayor se colaban por debajo de su camisa comenzando a acariciar su abdomen... México decidió aprovecharse de eso para terminar con este juguete suyo.
-Un informarte me dijo que Usa piensa entrar a la guerra dentro de un mes -. Hablo susurrando a donde debería estar su odio lamiendo la zona en cuestión. -tal vez sea momento de que te desaguas de el Süße
Como odiaba cuando el viejo se ponía cariñoso, siempre haciéndolo gemir en Alemán obligando lo a usar aquellos uniformes que llevaban los de alto rango de su país, el sujeto tenia un extraño fetiche con esas cosas, pero para el hispano no importaba, mientras aquello lo mantuviera satisfecho por el encantado.
Fue tan jodida mente agotador para México fingir durante años interés en aquel imperio que ahora el eliminarlo le parecía algo necesario.
"Bye bye Deutsches Reich "Penso comenzando a jugar con el por una ultima vez... Después de todo tenia que admitir, que el desgraciado daba unas mamadas increíbles, y no iba irse sin satisfacerlo primero.
1945
-¡¡MALDITA PERRA TRAIDORA!!!-. Se escucho maldecir en aquel bunquer al Tercer Reich el cual sostenía su brazo dislocado mirando con odio a México. -¡¡JURASTE AMARME Y SEGUIRME CIEGA MENTE MALDITO BASTARDO!!!-.
El latino comenzó a reír mientras sacaba un pequeño trapo con el cual limpiaba la sangre de su rostro...
-¿Y en serio me creíste?...Si en verdad pa pendejo no se estudia !!!-. Seguía burlándose mientras caminaba hasta el de rojo colocando su bota sobre su pecho. -Todo hubiera ido tan bien si tan solo me hubieras escuchado imbécil, te dije que no atacaras a Rusia, te dije que no fueras tras el hacia sus tierras pero no quisiste escucharme, y para colmo me atacas a mi -. Le decía tomando su mentón acercándolo hacia su rostro.
-Mexiko...-. Susurro rozando los labios ajenos sintiendo aquel sabor de licor y picante que lo tenia vuelto loco.
-Pudimos haber tenido todo lo que queríamos... Pero tal parece que con la única cabeza que piensan los alemanes es la de abajo -. Susurro esto besando al de la esvástica pasando la palma de su mano por su entrepierna sintiendo como esta estaba erecta y palpitante. -¿Ves de lo que hablo?, estoy a punto de matarte y quieres cojer...-. Dijo frustrado el hispano hablante limpiando su arma para después apuntar a la cabeza del de rojo.
-Mexiko stoppt, ich kann es reparieren ...-.
-No te preocupes, haré que esto parezca un suicidio -. Hablo sonriendo le mientras acercaba el arma a su frente. El bastardo pudo ser alguien grand y poderoso pero al igual que el primero, actuó sin pensar...
"Bye bye drittes reich"
2019.
-No estoy muy seguro de esto Mexiko ...-. Le decía el de lentes algo preocupado mirando aquel documento que estaba frente suyo.
-No importa lo que elijas Liebling, yo te apoyare -. Le dijo el latino abrazándolo por la espalda mientras le besaba la mejilla. -Pero debes que arriesgarte ahora, yo te conseguiré información desde las sombras mientras atacas desde el frente ademas de que tienes el apoyo de mis hermanos para ayudarte, no puedes perder -. Le dijo tomando su mano guiándola hasta el espacio en blanco de aquel documento en el cual declaraba la guerra nuevamente hacia Estados unidos.
-¿Prometes nunca dejarme ?...-. Pregunto temeroso el Alemán mientras besaba el brazo de México aferrándose fuertemente a este.
-Nunca mi amor...-. Le respondió sentándose al lado suyo besando con desesperación los labios del contrario susurrándole que firmara para después abrazarlo contra su pecho. -Mientras yo este contigo seras intocable, seras imponente seremos lo que siempre debimos ser -. Dijo esto ultimo par si mismo viendo como sus palabras lograban que el Europeo firmara embriagado por las promesas de su amante.
México seguía dándole mimos cuando por accidente vio una pintura de el, su padre y su abuelo, por impulso sonrió pensando en lo mal nacido que logro ser.
"Esperemos y este juguete tenga algo mejor que darme ademas de buen sexo..." Penso besando nuevamente las mejillas de Alemania.
Después de todo no pensaba dejar sin su premio a su nuevo juguete...
(Nota de la Autora; Siempre quise describir a México como la perra inalcanzable, domador de bestias capas de cojerse a quien quisiera, espero y les haya gustado, recuerden comentar amo leer su opinión. )
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