1. Captura

Primero que nada agradezco a todas aquellas personas que le den una oportunidad a esta historia, es la primera que decido publicar y honestamente los nervios me tienen a tope. Espero que no sea demasiado confuso el capítulo. Pero bueno, sin mas que decir los dejo leer.

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La vida es cruel y despiadada para aquellos que no logran adaptarse a su entorno, un claro ejemplo lo somos nosotros, mis amigos, mejor conocidos como mi familia. Cada uno de nosotros fuimos brutalmente separados de donde pertenecemos, en mi caso soy la que más tiempo lleva en este lugar tan retorcido.

Tenía 7 años y faltaban unos días para que cumpliese los 8, todo era normal, tenía una madre que se preocupaba por mí, que me daba cariño y afecto, un padre que siempre jugaba conmigo y me leía cuentos en las noches, y un hermano gemelo que me apoyaba, con el cual compartía mi alegría y podía pasar el mejor tiempo de diversiones y boberías de la historia. Todo eso fue borrado de la noche a la mañana...


Me encuentro en mi habitación con mi hermano, durmiendo tranquilamente, cuando de la nada se escucha una ventana romperse, automáticamente todos en casa despertamos ante aquel estruendo. Mi madre corrió a vernos a mi hermano y a mí, y mi padre con mucho pesar y miedo fue a investigar el porqué de dicho ruido. Lo que no esperamos fue que en cuanto mi padre bajo a la planta baja fuese asesinado, permitiendo que en la casa se escuche un gran rugido, dando señal a mi madre de que ahora se encuentra sola.

Con gran velocidad nos ocultó a mi hermano y a mi dentro del armario, mientras ella tomo un bate de madera como arma y con gran esfuerzo movió frenéticamente nuestro ropero para evitar que aquellos individuos que habían acabado con la vida de papá no nos hiciesen daño. Me encuentro abrazando fuertemente a mi hermano, mientras que él de igual manera me abraza a mí.

"Sean valientes mis niños y no hagan ruido", fue lo que mamá nos pidió a ambos. Pasaron unos segundos antes de que del otro lado de la puerta comenzaran a gritar y maldecir, mamá llora, pero aun así sigue parada delante del ropero y la puerta para atacar a todo aquel que entre, golpes comenzaron a retumbar en la habitación.

Al ver la situación en la que nos encontrábamos decido romper el abrazo que mantenía con mi hermano, al ver mi acción pude ver que en su rostro ahora se mostraba confusión, fue entonces que tomé su mano y lo puse de pie, comencé poco a poco a escalar los cajones del armario para llegar a la parte de arriba, donde sabia con claridad que había una pequeña entrada al ático, la cual hasta el momento habíamos descubierto mi hermano y yo mientras jugábamos. Mi hermano comenzó a seguirme con lentitud, por lo cual jale su mano, pidiéndole de manera silenciosa que se apurara, lo hizo. Una vez en la parte de arriba, tome un gancho y de la pequeña ranura del techo falso lo jale a un lado.

-Entra Natt - le dije a mi hermano en un susurro

El solo asintió con su cabeza y entro, le pasé la linterna que siempre dejábamos lista para cuando quisiéramos entrar en nuestro escondite secreto, también le di su peluche preferido, un dragón azul al cual llamaba Sr. Fifi, y por ultimo le entregue mi Camafeo, aquel collar que mi madre me había entregado en mi cumpleaños número cinco, donde con amor había colocado una fotografía de ella y papá.

-Guárdalo con cariño y pase lo que pase no salgas, ve a nuestra pequeña guarida y cuando no escuches ni un solo ruido duerme. Prometo alcanzarte pronto.

Mi hermano obedientemente solo asintió con su cabeza y comenzó a caminar en dirección a la pequeña guarida que creamos, si aquellas personas deciden buscarlo a él en el ático jamás lo encontraran, nuestra guarida está bien escondida entre cajas y un espejo muy grande que ahí guardan mis padres. En cuanto lo perdí de vista cerré nuestro pasadizo y bajé de forma cuidadosa al suelo, los golpes aún continuaban y mi madre lloraba cada vez más y más, hasta que de pronto otro gran estruendo, aquellas personas habían logrado derribar la puerta, tirando con ella el mueble.

Mi madre dio un grito, para después atacar al primer hombre que se acercó a ella, un gran golpe retumbo en la habitación, seguido del sonido de un cuerpo cayendo al suelo, así siguió mi madre contra los otros dos hombres que habían entrado, cuando de pronto un gran rugido retumbo en la habitación, segundos después pude ver como mi mamá caía al suelo, mientras que su bello camisón blanco ahora se encontraba teñido de color rojo y su hermoso cabello rubio ahora se encontraba manchado de aquel líquido.

Me encuentro en shock, lagrimas caen mientras veo como mi mamá está ahí en el suelo, giró su cabeza con la poca fuerza que le quedaba y entonces me sonrió, para después cerrar sus bellos ojos color rojo. Quiero gritar, pero no puedo, no con aquellas personas ahí, así que me quede en silencio mientras observo con detenimiento lo que hacen aquellas personas.

- ¡Idiota! – grito un hombre que apenas iba entrando a la habitación

Con pasos acelerados se acercó a aquella persona que le había disparado a mi madre y le soltó un puñetazo en el rostro.

- ¡¿Pero qué demonios te pasa Jim?! – exclamo

- ¿Qué me pasa? ¡¿Que qué me pasa?! ¡Se suponía que no debías asesinarla imbécil! – grito con frustración el hombre llamado Jim

-Pero comenzó a golpear a Frank, John y Mike, ¿Qué querías que hiciera?

- ¡Quitarle el puto bate de su mano! ¿O acaso eres tan débil como para hacer eso Phil?

El hombre llamado Phil solo cerro sus ojos y negó con su cabeza, mientras el otro individuo llamado Jim se acercaba hasta mi madre y tomaba su muñeca.

- ¡Joder! En definitiva, está muerta... - dio un gran suspiro

Lagrimas continúan cayendo de mis ojos, siento mucho dolor, quiero correr a abrazar a mi madre, pero no es posible, ni lo sería gracias a aquellas personas.

- ¿Y ahora que haremos Jim? – pregunto tímidamente Phil

-Solo queda llevarnos a los niños – dijo mientras se ponía de pie – Después de todo, esa era nuestra misión, tomar a la madre y a sus hijos.

Un escalofrió recorrió mi espalda.

"¿Misión? ¿Por qué? ¿Habíamos hecho algo malo?"

Varias preguntas se formulan en mi cabeza, pero fueron interrumpidas por la charla que mantenían esos dos.

- ¿Dónde están los niños Phil? – pregunto a su compañero mientras revisaba con su mirada la habitación

-No lo sé Jim, cuando entramos después de derribar la puerta a la única que vimos en esta habitación fue a la madre.

-Al menos tengo la esperanza de que a lo hijos no los has asesinado – exclamo con alivio

De pronto un gran silencio se formó en la habitación, ambos hombres se quedaron observando de manera extraña hasta que Jim, el que parece ser el líder, giro en mi dirección. Mis piernas no paran de temblar y mi corazón late con mucha fuerza.

"Saben que me encuentro dentro del armario, lo saben"

Pienso con aún más miedo.

-Salgan de ahí niños – dijo al cabo de unos segundos – Sé que se ocultan en el armario, así que más vale que salgan.

Me quede en absoluto silencio y con las mangas de mi camisón me limpie mis lágrimas. Jim dio un paso hacia adelante, haciendo que la distancia entre él y yo fuese solo de dos pasos más.

- ¡Les he dicho que salgan malditos chiquillos!, ¡¿Qué no escuchan?! – gritó

Sigo sin moverme de donde me encuentro, a pesar de que solo quiero salir corriendo, sé que aquel hombre me atraparía al instante.

"Necesito algo con que protegerme", pienso. Gire mi vista al suelo para encontrar algo con lo cual me pudiese defender, y lo encontré, a mi lado estaba la raqueta vieja de mi padre, era de madera solida así que si lo golpeaba en el lugar correcto me daría tiempo de correr. Jim dio un paso más en mi dirección, provocando que me ponga cada vez más nerviosa.

- ¡Es por esto que odio a los niños! – volvió a gritar

Entonces dio el último paso en dirección al armario y en cuanto abrió la puerta, con la raqueta en mis manos lo golpee entre sus piernas, mi padre, al igual que mi profesor de defensa personal me habían dicho que ese era un buen lugar para golpear a las personas que quisiesen hacerme daño, y vaya que era cierto, Jim instantáneamente soltó un grito de dolor y cayó al suelo, mientras yo decidí salir corriendo del armario, mi error fue que había olvidado a su segundo ayudante, en cuanto vio a Jim en el suelo se abalanzo sobre mí, de milagro lo esquive, pero, al brincar para evitar que me atrapara solté la raqueta, al estar sin mi arma solo eché a correr hacia la salida de mi casa, corrí hasta las escaleras mientras escuchaba como detrás de mi gritaban mil cosas, instantes después escuche como corrían hasta mí.

- ¡Alcánzala imbécil! – gritaba Jim entrecortadamente

Gire un poco mi rostro y vi a Phil detrás mía, un grito salió de mi garganta, corrí lo más deprisa que pude hasta que vi la puerta, estaba a unos centímetros de abrirla cuando sentí como me tomaron de mi cuello y era jalada hacia atrás, fue entonces cuando grite con todas mis fuerzas por ayuda.

- ¡Cállate maldita mocosa! – me grito Phil mientras tapaba mi boca

Al sentir su mano sobre mí, instintivamente la mordí, haciendo que gritase de dolor, con agilidad intente golpearlo en su estómago, pero falle, mientras ambos nos encontrábamos forcejeando, Jim, quien con esfuerzo logro bajar las escaleras, ahora se encontraba de pie justo frente a nosotros y con gran fuerza debido a su enojo me dio una bofetada, "Duele...", algunas lágrimas brotaron de mis ojos, pero no lloraré, no puedo hacerlo.

- ¿En dónde está el otro mocoso? – pregunto exaltado Jim

Me quede callada. "Jamás les diré en donde se encuentra mi hermano", pienso decidida, "No les permitiré que le hagan daño".

Jim al ver que no le iba a decir nada me jalo del cabello y me guio hasta la cocina de mi casa.

- ¡Tienes tres segundos para responder o quedarás igual que tu madre y tu padre!

Al decir padre, me arrojo hacia una esquina de la cocina, pero en vez de caer en el suelo, caí en algo blando. Abrí mis ojos para ver qué era lo que había evitado mi caída, fue entonces que grité de terror y dolor, esta vez empecé a llorar muy fuerte, frente a mí estaba mi papá muerto, tenía una herida en su cabeza y otra en su pecho, no pude evitar el vomitar ante tal situación.

-Ahora entiendes en la situación en la que te encuentras mocosa, así que habla – dijo macabramente Jim

Ignore lo que me dijo y me acerque hasta lo que había sido mi papá, toque su bello cabello rubio y entonces seguí llorando. Phil se acercó hasta mí y me separo de él, forceje un poco, pero es más su fuerza que la mía.

- ¡Te han dicho que respondas mocosa! – grito esta vez Phil

Ya no puedo más, me encuentro lo suficientemente triste, cansada y confundida para poder pensar bien. "Quiero despertar de esta pesadilla", es lo único que viene a mi mente.

-Es la última oportunidad que tendrás – Phil apunto hacia mi cabeza con un revolver – Responde y no te haremos más daño

-Contare hasta tres – continuo Jim – Uno... Dos... T...

- ¡Mi hermano no está aquí! – grite con todas mis fuerzas – No esta...

Ambos hombres desconfiados de mi palabra giraron a verse. Mientras tanto yo, continué llorando amargamente.

- ¿Es verdad lo que dices? – pregunto Jim

-Es cierto, el otro mocoso no está en la casa – dijo una nueva voz

Los hombres que mi madre había golpeado en la habitación ahora se encuentran justo frente a mí.

-Vaya Frank, pensé que habías muerto – exclamo Phil con algo de alivio

-No podría morir por un golpe como ese, aunque he de decir que dolió como los mil demonios. – respondió

- ¿Entonces es verdad que ella es la única en la casa? – insistió Jim

-Así es – corroboro otra voz – En cuanto despertamos Mike, Frank y yo, nos pusimos a recorrer la casa, pero no había señales del otro niño.

- ¿Qué es lo que haremos? – dijo con angustia el hombre que parecía ser Mike

-Entregaremos a la niña – sentencio Frank

- ¿No crees que el jefe nos asesine por entregarle solo a ella? Después de todo, nuestro principal objetivo era la madre... – dijo Phil temeroso

-Honestamente no lo sé, pero lo mejor será entregarla, tendremos que decirle al jefe sobre nuestro error – respondió el hombre que parecía ser John

-Lo haces ver tan fácil John, sabes que el jefe no nos lo va a perdonar... Después de todo ella... - Phil fue interrumpido

-Bueno ya basta de tanta charla, tomemos a la niña y larguémonos de aquí, hemos hecho demasiado ruido, lo más seguro es que el vecino más cercano a esta casa nos haya escuchado – sentenció Frank

-Tienes razón, marchémonos – termino por decir Jim

En cuanto dijeron eso de nuevo intente soltarme del agarre de Phil.

- ¡Quédate quieta! -gritó

Pero no le hice caso, seguí luchando por liberarme, esta vez logre golpear con éxito a Phil, después pude ver en cámara lenta como Jim intento agarrarme del cabello, lo evite y con agilidad me deslice por debajo de él, logre evitar a dos de mis captores, me puse de pie lo más rápido que pude y de nueva cuenta comencé a correr hasta que Frank se acercó a mí de la forma más amenazadora que pudiese y me tomo del cuello, poco a poco fue apretando su agarre en mí, provocando que no pueda respirar, intente patearlo, pero me esquivo, de pronto, todo se empezó a tornar oscuro y sentí como todo mi cuerpo se ponía pesado, me había desmayado.

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