CAPITULO 66 (+18)


Pasaron varios meses desde que Aether despertó y se reunió con sus esposas e hijas. Durante este tiempo, se enfocó en entrenar a sus hijas, transmitiéndoles sus habilidades y conocimientos para que se convirtieran en guerreras fuertes y valientes. Cada día, Aether dedicaba tiempo y esfuerzo a instruir a sus hijas, enseñándoles técnicas de combate y fortaleciendo su vínculo familiar.

Un día soleado, mientras Aether y sus hijas practicaban sus habilidades en el campo de entrenamiento, una figura vestida de blanco y azul apareció frente a ellos. Era Ei, la arconte electro de Inazuma. Su presencia repentina sorprendió a Aether, quien dejó de entrenar y se acercó a ella con una mezcla de sorpresa y preocupación en su rostro.

Aether: Ei, ¿qué te trae por aquí? No esperaba verte en estos tiempos.

Ei: Aether, hay algo importante de lo que necesito hablarte. He recibido órdenes de los Siete, y te han asignado una misión de gran importancia.

Aether: ¿Una misión? ¿Qué tipo de misión?

Ei: Debes prepararte para engendrar al último equipo de guerreros de Tevat. El destino de esta tierra descansa en tus manos, Aether.

Aether quedó atónito, sus ojos se abrieron de par en par ante la revelación. El peso de la responsabilidad cayó sobre sus hombros, y su mente se llenó de preguntas e incertidumbre.

Aether: ¿Yo? ¿Engendrar un equipo de guerreros? Pero... ¿por qué yo?

Ei: Los Siete han reconocido tu habilidad excepcional y confían en que eres la persona adecuada para llevar a cabo esta tarea. Tu conexión con el viaje interdimensional y tus capacidades únicas te hacen apto para esta misión.

Aether quedó en silencio por un momento, procesando toda la información que acababa de recibir. El pensamiento de ser responsable de engendrar a un equipo de guerreros, de forjar su futuro y legado, era abrumador.

Aether: Necesito ir a casa y hablar con mis esposas sobre esto. Debo asegurarme de que estén de acuerdo y comprendan la importancia de esta misión.

Aether se disponía a salir corriendo hacia su hogar cuando Ei lo detuvo, colocando su mano en su hombro con firmeza pero comprensión.

Ei: Aether, necesito que me acompañes un momento. Hay algo importante de lo que debo hablarte.

Aether: ¿Qué sucede, Ei? Estaba a punto de irme a casa para informarle a mis esposas sobre el próximo equipo de guerreros de Teivat.

Ei: Lo sé, pero antes de que lo hagas, necesito que vengas conmigo. Hay algo que quiero mostrarte.

Aether se siente intrigado y sigue a Ei hacia una cabaña cercana. Al entrar, la atmósfera le resulta familiar y comienza a reconocer objetos que despiertan viejos recuerdos en su mente.

Aether: (sorprendido) Este lugar me es familiar........

Ei: Así es Aether, en esta cabaña engendraste a tus hijas y ahora te toca engendrar al nuevo batallón.

Aether, con la intención de marcharse, se acerca a la puerta, pero se detiene abruptamente al escuchar el sonido del cerrojo cerrándose.

Aether: ¿Ei, qué estás haciendo? ¿Por qué cerraste la puerta con llave?

Ei se acerca a Aether con una mirada intensa y decidida, y luego le da un beso apasionado, tomando por sorpresa al joven guerrero.

Aether: (sorprendido y sin aliento) ¿Qué... qué estás haciendo, Ei?

Ei: Quería que te sorprendieras, Aether. Quería que entendieras cuánto te deseo y cuánto anhelo estar contigo.

Aether se encontraba en un estado de sorpresa y excitación mientras Ei lo agarraba del cuello y lo besaba apasionadamente. La intensidad del beso aumentaba con cada segundo, y Aether podía sentir cómo su corazón latía desbocado. El agarre de la chalina por parte de Ei agregaba un toque de dominancia a la escena, lo que hacía que Aether se sonrojara aún más.

Después de un intenso beso, Ei decidió llevar a Aether a otra habitación. A medida que entraban, las luces se encendieron y Aether se encontró con la mirada de quince chicas que parecían dominantes y llenas de deseo. Sus ojos se clavaron en Aether, quien se sintió abrumado por la atención que recibía.

Ei, con una sonrisa enigmática, presentó a las chicas una por una, destacando sus nombres y atributos. Cada una de ellas emanaba una presencia fuerte y seductora, dejando claro que eran mujeres poderosas y seguras de sí mismas.

Las chicas comenzaron a acercarse a Aether lentamente, rodeándolo con una mirada desafiante y provocativa. Aether pudo sentir la energía eléctrica en el aire mientras se acercaban más y más, despertando sus deseos más profundos.

"¿Qué te parece, Aether?", preguntó Ei con una voz seductora. "Estas chicas son las guerreras más fuertes de Teivat, y están aquí para cumplir tus deseos más íntimos".

Aether, aún asimilando la situación, respondió con voz entrecortada: "Esto... esto es increíble. Pero, ¿por qué yo? ¿Por qué todas estas chicas están aquí para mí?"

Ei se acercó aún más a Aether, sus labios rozando su oído mientras susurraba: "Porque eres el elegido, Aether. Eres el héroe destinado a liderar al último equipo de guerreros de Teivat. Y estas chicas... están dispuestas a brindarte todo el apoyo que necesites".

Aether sintió un torbellino de emociones mientras procesaba la información. Por un lado, se sentía honrado y emocionado por la responsabilidad que se le había confiado. Por otro lado, la presencia dominante y seductora de las chicas despertaba una mezcla de intriga y deseo en su interior.

Mientras las chicas se acercaban aún más, Aether se dejó llevar por la tensión y la excitación del momento. Sabía que su vida estaba a punto de dar un giro inesperado y que estaba a punto de embarcarse en una aventura llena de pasión y desafíos.

Las miradas dominantes de las chicas y sus gestos provocativos dejaban claro que estaban dispuestas a llevar a Aether al límite de sus emociones y deseos. El aire estaba cargado de anticipación, y Aether sabía que su vida nunca volvería a ser la misma.

El destino había puesto a Aether en el centro de un torbellino de pasiones y deseos, y solo el tiempo diría cómo se desenvolverían las relaciones entre él y las once seductoras guerreras de Teivat.

Las chicas, Eula, Keqing, Dehya, Amber, Mona, Yomiya, Kuki, Shenhe, Faruzan, Rosaria, Beidou, Xiangling, Xinyan, Yun Jin y Sara, se acercaban lentamente a Aether, rodeándolo con una mirada dominante y provocativa. Cada una de ellas expresaba sus sentimientos de amor hacia él de una manera desafiante y seductora.

Eula, con una mirada intensa, se acercó a Aether y susurró con voz grave: "Estoy lista para rendirme ante ti, mi amado. Quiero experimentar el calor de tu abrazo y la pasión de nuestros cuerpos fundiéndose".

Keqing, con una sonrisa traviesa, le susurró al oído: "Eres el único que puede desafiar mi espíritu y satisfacer mis deseos más profundos. Permíteme mostrarte el verdadero poder de la electricidad".

Dehya, con una actitud misteriosa, se acercó lentamente a Aether y le dijo con una voz suave pero llena de autoridad: "Soy una maestra en el arte del placer. Déjame enseñarte los secretos más oscuros del éxtasis".

Amber, con una mirada juguetona, se acercó a Aether y le dijo con una sonrisa traviesa: "Sé que te gustan las emociones fuertes. Permíteme encender la llama de la pasión y volverte loco de deseo".

Mona, con una expresión enigmática, se acercó a Aether y le dijo con voz seductora: "Mis visiones nunca mienten, y me han mostrado que nuestro encuentro está escrito en las estrellas. Permíteme llevarte a las profundidades de la lujuria".

Yomiya, con una mirada ardiente, se acercó a Aether y le dijo con tono desafiante: "Soy una artista del fuego, y quiero encender la pasión en cada rincón de tu ser. Prepárate para un espectáculo de placer inolvidable".

Kuki, con una expresión coqueta, se acercó a Aether y le dijo con voz juguetona: "Soy una experta en técnicas seductoras y estoy lista para desatar mis encantos contigo. Prepárate para ser llevado al límite del placer".

Shenhe, con una mirada penetrante, se acercó a Aether y le dijo con voz autoritaria: "Como guerrera de élite, estoy acostumbrada a tomar el control. Permíteme mostrarte el verdadero significado de la sumisión".

Faruzan, con una sonrisa encantadora, se acercó a Aether y le dijo con una voz dulce pero llena de intenciones ocultas: "Soy una especialista en el arte del amor, y estoy lista para envolverte en un mundo de sensaciones exquisitas".

Rosaria, con una expresión seria pero seductora, se acercó a Aether y le dijo con voz suave pero firme: "He renunciado a mi vida como monja para seguir mis deseos más oscuros. Permíteme ser tu confidente en el placer".

Beidou, con una mirada desafiante, se acercó a Aether y le dijo con una voz ronca: "Soy una pirata intrépida, y no hay límites en lo que estoy dispuesta a hacer por el amor. Prepárate para una travesía salvaje".

Xiangling, con una sonrisa encantadora, se acercó a Aether y le dijo con tono travieso: "Soy una experta en el arte de la cocina y del amor. Permíteme alimentar tu apetito y satisfacer tus deseos más íntimos".

Xinyan, con una actitud rebelde, se acercó a Aether y le dijo con voz desafiante: "Soy una estrella del rock y estoy lista para encender tu pasión hasta límites insospechados. Prepárate para un concierto de placer".

Yun Jin, con una mirada intensa, se acercó a Aether y le dijo con voz seductora: "Soy una cantante de ópera y estoy lista para ser tu musa y tu más grande deseo hecho realidad. Permíteme llenar tu vida de armonía y éxtasis".

Sara, con una sonrisa pícara, se acercó a Aether y le dijo con tono juguetón: "Como capitana de la guardia, estoy acostumbrada a dar órdenes. Y mi orden para ti es que te entregues por completo al placer que te esperará".

Aether se encontraba en medio de un torbellino de emociones, rodeado de mujeres dominantes y seductoras que estaban listas para jugar con él y satisfacer sus deseos más profundos. La atmósfera estaba cargada de tensión y anticipación, mientras cada una de las chicas dejaba en claro que estaban dispuestas a llevarlo al límite del placer.

Ei, en medio de la excitación y el juego seductor, se acercó a Aether con una mirada dominante en sus ojos. Sin decir una palabra, tomó suavemente su mano y lo jaló hacia ella. Con un movimiento rápido, Ei se posicionó detrás de Aether y mordió suavemente su oreja, provocando un gemido escapar de los labios de Aether.

Las otras chicas, que habían estado observando con atención, soltaron risas juguetonas ante la reacción de Aether. La habitación se llenó de un ambiente electrizante, cargado de pasión y deseo. Era evidente que todas estaban dispuestas a entregarse a un juego de placer y seducción.

Aether, en medio de la mezcla de sorpresa y excitación, se dejó llevar por la sensualidad del momento. Podía sentir la tensión en el aire mientras las chicas se acercaban más, cada una de ellas ansiosa por experimentar su propio encuentro con él.

En ese instante, el deseo y la lujuria se apoderaron del lugar, formando un torbellino de emociones y pasiones desenfrenadas. Aether se encontraba en un territorio desconocido, rodeado de mujeres poderosas y seductoras que estaban dispuestas a llevarlo al límite de sus deseos.

El juego apenas comenzaba, y el destino de Aether estaba en manos de estas mujeres dominantes y apasionadas. El futuro prometía encuentros intensos y experiencias eróticas que desafiarían los límites del placer.

El juego comenzó con Ei, quien llevó a Aether a través de cinco intensas rondas de placer y satisfacción. Su dominio y seducción lo dejaron sin aliento, y ambos disfrutaron de cada momento compartido en esa habitación.

Ei, la arconte electro de Inazuma, se destacó por su intensidad y dominio en el juego con Aether. Desde el momento en que lo sorprendió en la cabaña y lo besó apasionadamente, dejó en claro su deseo de tomar el control y llevarlo al límite.

Cada vez que Ei se acercaba a Aether, su presencia dominante se hacía evidente. Tomándolo del cuello con firmeza, sus ojos eléctricos lo cautivaban y su aliento cálido rozaba su piel, enviando escalofríos de anticipación por todo su cuerpo.

Con cada beso y caricia, Ei despertaba sensaciones nuevas en Aether. Su habilidad para leer sus deseos y llevarlo al borde del placer extremo era impresionante. Utilizaba su conocimiento del cuerpo y su dominio de la seducción para mantenerlo en un estado de excitación constante.

Ei no solo se limitaba a lo físico, sino que también exploraba la psicología de la sumisión y el poder. Sus palabras susurradas al oído de Aether, cargadas de autoridad y deseo, lo sumergían en un juego de sumisión voluntaria del que no podía escapar.

Aunque Ei era dominante y desafiante, también demostraba un cuidado y una atención excepcionales hacia Aether. Después de cada ronda, cuando el juego llegaba a su fin, acariciaba su rostro con ternura y le susurraba palabras de aprecio y gratitud por su entrega.

El encuentro con Ei fue una experiencia intensa y transformadora para Aether. Despertó en él nuevas facetas de su sexualidad y lo llevó a explorar sus límites y deseos más profundos. La conexión entre ellos era palpable, y la química que compartían trascendía los confines del juego.

Aether quedó maravillado por la capacidad de Ei para guiarlo en un viaje de placer y autoexploración. Aprendió a confiar en su dominio y a entregarse por completo a la experiencia, dejando atrás cualquier inhibición o duda.

El encuentro con Ei dejó una huella imborrable en la memoria de Aether. Cada vez que pensaba en aquella noche, revivía la intensidad de sus caricias, los susurros seductores y la electricidad que fluía entre ellos. Fue un encuentro que desafió sus límites y lo llevó a descubrir nuevas dimensiones del placer y la conexión íntima.

Después de Ei, las siguientes en tomar el control fueron Eula, Keqing, Dehya, Amber y Mona. Cada una de ellas mostró su lado dominante, provocando a Aether y tratándolo con firmeza. Con cada ronda, la tensión y la pasión aumentaban, y Aether se encontraba sumergido en un torbellino de sensaciones.

Eula, con su porte majestuoso y su mirada desafiante, tomó el control desde el momento en que se acercó a Aether. Con su espada en mano, jugó con la dualidad del poder y la vulnerabilidad, llevándolo al límite con su presencia imponente. Cada movimiento era una invitación a dejarse llevar por su autoridad y a sumergirse en un juego de pasión desenfrenada.

Keqing, con su inteligencia y determinación, combinó el dominio físico y mental. Con cada palabra, desafiaba los límites de Aether y lo empujaba a explorar nuevas formas de entrega. Su toque eléctrico dejaba rastros de electricidad en su piel, recordándole constantemente quién estaba a cargo.

Dehya, una maestra en el arte de la seducción, desplegó su encanto y sofisticación para conquistar a Aether. Cada gesto suyo era cuidadosamente calculado para despertar su deseo y llevarlo a un estado de sumisión total. Sus palabras susurradas al oído eran un recordatorio constante de quién tenía el poder en ese momento.

Amber, con su espíritu libre y su audacia, se entregó al juego con una actitud juguetona y provocativa. Con cada movimiento, desafió los límites de Aether y lo tentó a seguir sus instrucciones. Su dominio se manifestaba en su capacidad de guiarlo hacia un placer sin restricciones y lleno de aventura.

Mona, la enigmática astrologa, tejió una red de ilusiones y misterio alrededor de Aether. Con su habilidad para anticipar sus deseos, lo condujo por un viaje de fantasía y éxtasis. Cada encuentro con Mona era un encuentro con lo desconocido, donde la rendición y el placer se entrelazaban en un baile cósmico.

La participación de Eula, Keqing, Dehya, Amber y Mona en el juego con Aether trajo consigo una diversidad de experiencias y emociones. Cada una de ellas dejó su marca en su cuerpo y su mente, expandiendo los límites de su sexualidad y llevándolo a una exploración más profunda de su propia sumisión y deseo. Fue un encuentro lleno de pasión, desafío y entrega mutua.

Tras siete rondas llenas de juegos y provocaciones, fue el turno de Yomiya, Kuki, Shenhe, Faruzan, Rosaria, Beidou, Xiangling, Xinyan y Yun Jin. Estas mujeres demostraron su poderío y deseo de manera única, llevando a Aether al límite de sus emociones y disfrutando de una conexión intensa. Cada una de estas mujeres irradiaba una energía dominante y juguetona, dispuestas a explorar nuevas facetas de la sumisión y el placer.

Yomiya, con su espíritu alegre y su pasión por los fuegos artificiales, convirtió el juego en un espectáculo explosivo. Con su destreza para manipular el fuego, creó un ambiente ardiente y provocativo que envolvía a Aether en llamas de deseo. Cada chispa encendía una nueva experiencia y lo llevaba a un estado de éxtasis.

Kuki, una experta en el arte de la seducción, desplegó su encanto y su misterio para tentar a Aether hacia su dominio. Con cada movimiento suave y cada mirada penetrante, jugó con sus sentidos y lo llevó a un viaje de pasión y rendición. Su presencia exótica era una invitación irresistible a sumergirse en su mundo sensual.

Shenhe, con su aura de misterio y poder, se convirtió en la dominante de la situación. Con cada palabra susurrada con autoridad, lo guió por un camino de sumisión y entrega total. Su dominio era elegante pero firme, y Aether no podía resistirse a caer rendido ante su voluntad.

Faruzan, una mujer de belleza exótica y encanto magnético, sedujo a Aether con su presencia sensual. Cada caricia y cada beso fue un recordatorio de su dominio y un estímulo para llevarlo al límite de su resistencia. Aether se vio inmerso en un torbellino de placer y rendición bajo el hechizo de Faruzan.

Rosaria, con su aura fría y su mirada intensa, exploró la dominación con una mezcla de sadismo y seducción. Cada golpe de látigo y cada caricia congelante eran un recordatorio de su poder y una invitación a experimentar un placer trascendental. Aether se encontró completamente entregado a su control.

Beidou, la intrépida capitana pirata, llevó el juego a altamar. Con su actitud desafiante y su carisma carismático, convirtió la sumisión en una emocionante aventura. Cada orden que dio fue obedecida con devoción, y Aether se dejó llevar por la excitante sensación de rendirse a su liderazgo.

Xiangling, con su espíritu apasionado y su amor por la cocina, trajo un toque juguetón al juego. Con cada plato delicioso que preparaba, despertaba los sentidos de Aether y lo llevaba a un viaje de sabores y placeres sensuales. Su dominio era dulce y tentador, una invitación a disfrutar de todos los sentidos.

Xinyan, la roquera rebelde, trajo consigo una energía ardiente y desenfrenada. Con su música atronadora y su presencia carismática, despertó el lado salvaje de Aether y lo llevó a una experiencia llena de pasión y liberación. Cada nota de su guitarra era un latigazo de deseo, y Aether se entregó a la intensidad del momento.

Yun Jin, con su maestría en las artes marciales y su presencia dominante, llevó el juego a un nivel de disciplina y entrega total. Cada movimiento era una lección en obediencia y resistencia, y Aether se dejó guiar por su autoridad y experiencia. Bajo su dirección, el placer y la sumisión se fusionaron en una experiencia transcendental.

La participación de Yomiya, Kuki, Shenhe, Faruzan, Rosaria, Beidou, Xiangling, Xinyan y Yun Jin en el juego con Aether trajo consigo una diversidad de enfoques dominantes y experiencias intensas. Cada una de ellas exploró diferentes aspectos del control y el placer, llevando a Aether a nuevos límites en su camino de sumisión y entrega. Fue un encuentro lleno de emoción, desafío y un profundo sentido de conexión erótica.

Finalmente, Sara hizo su entrada, y nuevamente Ei se unió al juego. Juntos, Aether, Sara y Ei exploraron nuevas experiencias durante seis apasionadas rondas. 

Después de las intensas rondas con las otras chicas, llegó el momento en el que Sara y Ei ingresaron nuevamente al juego. Cada una de ellas llevaba consigo un aura de dominación y seducción, listas para llevar a Aether a nuevas alturas de placer y sumisión.

Sara, con su naturaleza enigmática y su mirada penetrante, se convirtió en una figura dominante. Con cada movimiento calculado y cada palabra pronunciada con autoridad, se apoderó de Aether y lo llevó a un viaje de entrega absoluta. Cada roce de sus dedos y cada orden que impartía eran una invitación a explorar los límites de la sumisión. Aether se encontró cautivado por su dominio y anhelaba complacerla en todos los sentidos.

Ei, la arconte electro de Inazuma, no era ajena al juego del poder y la seducción. Su presencia imponente y su mirada desafiante encendían una chispa de excitación en Aether. Con cada gesto y cada caricia, Ei mostraba su dominio absoluto y lo llevaba al borde del éxtasis. Aether se encontró sometido a sus deseos más oscuros y se dejó llevar por el torbellino de emociones y placer que ella le brindaba.

La participación de Sara y Ei en el juego trajo consigo una combinación de fuerza, dominio y seducción. Aether se vio envuelto en un juego de poder y sumisión, donde cada una de ellas exploró los límites de su control y su deseo. El encuentro fue intenso, lleno de pasión y entrega, llevando a Aether a experimentar nuevas dimensiones de placer y sumisión bajo la guía de estas mujeres dominantes.

Cada encuentro fue una combinación de lujuria y entrega, y el placer se desbordaba en la habitación. Aether había experimentado un viaje inolvidable en manos de estas mujeres dominantes y seductoras. Cada una de ellas había dejado su marca en su piel y su memoria, creando recuerdos inolvidables de un juego erótico y apasionado. 

Como los arcontes tiene la posibilidad de ver si una mujer estaba embarazada, se dio cuenta que todas ya estaban embarazadas de Aether. Ei le comentó eso a las chicas, haciendo que todas sonrian.

Después de revelar su estado de embarazo, cada una de las chicas expresó su deseo de casarse con Aether. Llena de alegría y emoción, cada una saltó sobre él, abrazándolo efusivamente mientras expresaban su felicidad.

Eula, con su voz firme y decidida, le susurró al oído: "Aether, quiero ser tu esposa y formar una familia juntos. Prometo cuidar de ti y de nuestros hijos con todo mi ser".

Keqing, con una sonrisa traviesa, lo rodeó con sus brazos y dijo: "Aether, tú y yo estamos destinados a estar juntos. Nos complementamos en todos los sentidos, y sé que juntos seremos una familia fuerte y poderosa".

Dehya, con su dulce voz, le acarició el rostro y le dijo: "Aether, quiero compartir mi vida contigo. Seremos una familia llena de amor y ternura, y nuestros hijos crecerán rodeados de cariño y felicidad".

Amber, con su entusiasmo característico, le dio un cálido abrazo y exclamó: "¡Aether! Seremos la pareja más aventurera y valiente. Cada día será una nueva aventura, y nuestros hijos heredarán nuestro espíritu intrépido".

Mona, con su voz suave y melódica, se acurrucó junto a él y susurró: "Aether, el destino nos ha unido. Juntos construiremos un hogar lleno de magia y belleza. Nuestros hijos serán testigos de nuestro amor eterno".

Cada una de las chicas expresó su deseo de ser su esposa y formar una familia unida. Aether, con amor en sus ojos, les aseguró que las amaba a todas y que estaría dispuesto a casarse con cada una de ellas. En ese momento, la felicidad y la alegría se desbordaron, y todas saltaron sobre él, abrazándolo con entusiasmo y gratitud por su amor incondicional.

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