CAPÍTULO 63
Aether sentía una gran alegría al tener a todos sus hijas a su lado, y juntos emprendían emocionantes aventuras. Isabelle, Liara, Seraphina, Natalia, Aurora, Mizuki, Hikari, Mei, Ling, Celeste, Yuuki, Ai, Aria, Luna, Estrella, Amara, Allegra, Fiorella, Sakura, Haruki, Luna y Sol, todos ellos se habían convertido en valientes guerreros bajo la guía y el entrenamiento de su padre.
Con el paso del tiempo, los hijas de Aether habían alcanzado los 15 años de edad, un momento trascendental en sus vidas. Aether decidió reunirlas a todas, consciente de que era el momento de otorgarles los elementos que sus madres les habían legado. Reunidos en un lugar especial, Aether les miró con amor y orgullo.
Aether: Queridas hijas, ha llegado el momento de recibir los elementos que sus madres les han dejado. Cada uno de ustedes tiene un poder único y especial. Por favor, acérquense uno por uno para que reciban su herencia elemental.
Los jóvenes se acercaron emocionados a su padre, uno a uno, mientras Aether sostenía con cuidado las gemas elementales. Con gran delicadeza, colocó cada gema en la espalda de sus hijas. En ese instante, un símbolo representativo del elemento apareció en la piel de cada uno de ellos, irradiando su energía característica.
Hija 1 (Isabelle): Soy Isabelle, hija de Jean, y ahora poseo el elemento Anemo. Utilizaré el viento y su poder para proteger y guiar a quienes me rodean.
Hija 2 (Liara): Yo soy Liara, hija de Ningguang, y mi elemento es Geo. Utilizaré la tierra y su fortaleza para construir un futuro sólido y estable.
Hija 3 (Seraphina): Me llamo Seraphina, hija de Candace, y he heredado el elemento Dendro. Usaré la naturaleza y su esencia para sanar y proteger a los demás.
Hija 4 (Natalia): Soy Natalia, hija de Alesandra, y mi elemento es Hydro. Utilizaré el agua y su fluidez para purificar y otorgar vida.
Hija 5 (Aurora): Me llamo Aurora, hija de Francisca, y he heredado el elemento Cryo. Usaré el frío y la pureza de mi poder para proteger y mantener el equilibrio.
Hija 6 (Mizuki): Soy Mizuki, hija de Kokomi, y ahora poseo el elemento Hydro. Utilizaré el agua para calmar y sanar a aquellos que lo necesiten.
Hija 7 (Hikari): Yo soy Hikari, también hija de Kokomi, y mi elemento es Electro. Usaré la electricidad para iluminar y proteger a los demás.
Hija 8 (Mei): Me llamo Mei, hija de Yelan, y he heredado el elemento Pyro. Utilizaré el fuego para purificar y renovar, trayendo pasión y coraje a cada batalla.
Hija 9 (Ling): Soy Ling, también hija de Yelan, y mi elemento es Geo. Usaré la tierra y su solidez para fortalecer y proteger a mis compañeros.
Hija 10 (Celeste): Yo soy Celeste, hija de Noelle, y mi elemento es Anemo. Utilizaré el viento para proporcionar apoyo y velocidad a nuestros movimientos.
Hija 11 (Yuuki): Me llamo Yuuki, hija de Ganyu, y he heredado el elemento Cryo. Usaré el frío y la pureza de mi poder para proteger y mantener el equilibrio.
Hija 12 (Ai): Soy Ai, hija de Ayaka, y ahora poseo el elemento Electro. Utilizaré la electricidad para iluminar y proteger a los demás.
Hija 13 (Aria): Yo soy Aria, hija de Nilou, y mi elemento es Pyro. Utilizaré el fuego para purificar y renovar, trayendo pasión y coraje a cada batalla.
Hija 14 (Luna): Me llamo Luna, hija de March, y he heredado el elemento Hydro. Utilizaré el agua para calmar y sanar a aquellos que lo necesiten.
Hija 15 (Estrella): Soy Estrella, también hija de March, y mi elemento es Electro. Usaré la electricidad para iluminar y proteger a los demás.
Hija 16 (Amara): Yo soy Amara, hija de Sofia, y mi elemento es Pyro. Utilizaré el fuego para purificar y renovar, trayendo pasión y coraje a cada batalla.
Hija 17 (Allegra): Me llamo Allegra, hija de Arlechino, y he heredado el elemento Geo. Usaré la tierra y su solidez para fortalecer y proteger a mis compañeros.
Hija 18 (Fiorella): Soy Fiorella, también hija de Arlechino, y mi elemento es Anemo. Utilizaré el viento para proporcionar apoyo y velocidad a nuestros movimientos.
Hija 19 (Sakura): Me llamo Sakura, hija de Yae, y he heredado el elemento Electro. Utilizaré la electricidad para iluminar y proteger a los demás.
Hija 20 (Haruki): Soy Haruki, también hija de Yae, y mi elemento es Pyro. Utilizaré el fuego para purificar y renovar, trayendo pasión y coraje a cada batalla.
Hija 21 (Luna): Me llamo Luna, hija de Lisa, y he heredado el elemento Electro. Utilizaré la electricidad para iluminar y proteger a los demás.
Hija 22 (Sol): Soy Sol, también hija de Lisa, y mi elemento es Pyro. Utilizaré el fuego para purificar y renovar, trayendo pasión y coraje a cada batalla.
Hija 23 (Alia): Soy Alia, hija de Signora y mi elemento es el cryo. Utilizaré el frío para defender a teivat.
Con cada hija habiendo recibido su herencia elemental, Aether sonrió con satisfacción al ver la gran diversidad de poderes presentes en su familia. Juntos, se preparaban para enfrentar nuevos desafíos y proteger el mundo que amaban.
Con el tiempo, las chicas habían dominado por completo sus elementos y también se habían convertido en expertas en el manejo de diferentes armas. Ahora eran guerreras versátiles, capaces de adaptarse a cualquier situación de combate y no depender de un solo tipo de arma. Aether se sentía orgulloso de ver cómo sus hijas habían crecido y se habían convertido en guerreras formidables.
En cada entrenamiento y batalla, las chicas mostraban su habilidad y fuerza, superando gradualmente a su padre. Aether no podía evitar reírse junto a ellas cuando bromeaban sobre su supuesta vejez.
Isabelle: Papá, estás empezando a quedarte atrás. Pronto seremos nosotras quienes te protejan.
Liara: Sí, papá, tus días de ser el más fuerte están contados. Nosotras estamos aquí para tomar el relevo.
Seraphina: No te preocupes, papá. Seguiremos cuidándote, aunque ya no seas el más poderoso. Es el ciclo de la vida.
Natalia: ¡Mira, papá, puedo lanzar un rayo más poderoso que el tuyo! ¿Aún crees que eres invencible?
Aurora: Jajaja, papá, tus golpes ya no son tan contundentes como antes. Deberías entrenar más.
Mizuki: Papá, creo que ya necesitas una siesta. Nosotras nos encargaremos de los enemigos.
Hikari: No te preocupes, papá, te cubriremos las espaldas. Estamos aquí para protegerte.
Mei: Aunque te superemos en fuerza, siempre serás nuestro amado padre. No importa cuánto poder tengamos, siempre estaremos a tu lado.
Celeste: Papá, deja de preocuparte por ser el más fuerte. Tú nos has enseñado el valor de la familia y eso es lo más importante.
Yuuki: ¡Hey, papá, mira cómo puedo crear una granizada! ¿Aún crees que eres el maestro del hielo?
Tetsuo: Papá, no te sientas mal. Estamos aquí para aprender de ti y continuar tu legado.
Aria: Papá, aunque ya no seas el más rápido, eres el mejor maestro que podríamos tener.
Alia: Papá ya estás viejos para estás cosas. Mejor anda a descansar jejejeje.
Luna: ¡Jaja! Papá, ¿ya no puedes atraparme? Tienes que moverte más rápido.
Estrella: No te preocupes, papá, aún te amamos, incluso si no puedes igualar nuestro poder.
Amara: Papá, no importa cuánto poder acumulemos, siempre serás nuestro héroe.
Allegra: Papá, eres nuestro apoyo y guía. No importa cuánto te superemos, siempre estaremos agradecidas por todo lo que nos has enseñado.
Fiorella: Papá, aunque seamos más fuertes, siempre te necesitaremos a nuestro lado. Eres nuestro ejemplo a seguir.
Sakura: Papá, mira cómo puedo controlar los relámpagos. ¿Sigues pensando que puedes competir conmigo?
Haruki: No te preocupes, papá, siempre te tendremos en alta estima. Eres nuestro pilar de fuerza.
Luna: ¡Jaja! Papá, ya no puedes alcanzarme. ¿Quizás necesitas un bastón?
Sol: No te preocupes, papá, todavía nos asombramos de todo lo que has logrado. Eres nuestro héroe, sin importar tu edad.
Aether se reía con cariño mientras escuchaba las burlas de sus hijas. Aunque ya no era el más fuerte en el campo de batalla, sabía que había cumplido su propósito como padre y maestro. Se sentía feliz de ver cómo sus hijas habían crecido y se habían convertido en guerreras valientes y poderosas, listas para enfrentar cualquier desafío que se les presentara. Juntos, como una familia unida, continuarían protegiendo el mundo y forjando su propio legado.
Después de un tiempo se llevaba a cabo el festival del viento, el cual estaba en su apogeo y el coliseo estaba lleno hasta el borde con espectadores emocionados. Aether, el heroico salvador de Teivat, se encontraba en el centro del coliseo, rodeado por su amada familia y amigos, así como los poderosos arcontes que habían acudido para presenciar el enfrentamiento épico que estaba a punto de comenzar. Aether se erguía con confianza, mientras la multitud lo aclamaba con fervor.
Aether: ¡Queridos amigos, familia y habitantes de Teivat! Hoy, en este festival del viento, tengo el honor de enfrentarme a las más valientes y talentosas guerreras que el mundo haya visto. ¡Mis propias hijas! (Aplausos y vítores llenan el coliseo).
La multitud estalló en aplausos y vítores, mostrando su entusiasmo y apoyo a las hijas de Aether. Una por una, las hijas se adelantaron, listas para presentarse al público y mostrar su determinación.
Isabelle: (con una sonrisa radiante) ¡Soy Isabelle, hija de Jean! En mis manos, los vientos se convierten en un arma implacable.
El público aplaudió y vitoreó mientras Isabelle se inclinaba en señal de agradecimiento.
Liara: (con una mirada segura) Yo soy Liara, hija de Ningguang. La tierra obedece mi voluntad y se convierte en mi escudo y espada.
La multitud estalló en aplausos, admirando la conexión de Liara con los elementos terrestres.
Seraphina: (con determinación en su voz) ¡Soy Seraphina, hija de Candace! Las llamas ardientes son mi aliado en esta batalla.
Los aplausos y vítores resonaron en el coliseo, mostrando el aprecio por el dominio del fuego de Seraphina.
Natalia: (con elegancia y confianza) Soy Natalia, hija de Alesandra. El agua fluye a mi voluntad, tanto protectora como destructora.
Los espectadores estaban cautivados por la maestría de Natalia sobre el agua, aplaudiendo y animándola.
Aurora: (con una chispa en sus ojos) Yo soy Aurora, hija de Francisca. Los relámpagos danzan en mis manos, listos para surcar los cielos.
Los aplausos y vítores se intensificaron mientras la multitud admiraba el poder eléctrico de Aurora.
Mizuki y Hikari: (a coro, con alegría y entusiasmo) ¡Somos Mizuki y Hikari, hijas de Kokomi! El agua y la iluminación se entrelazan en nuestra presencia.
El público estalló en aplausos y admiración, impresionados por la destreza elemental de las hijas de Kokomi.
Mei y Ling: (a coro, con gracia y determinación) ¡Somos Mei y Ling, hijas de Yelan! Los vientos cortantes y los remolinos nos guiarán hacia la victoria.
Los vítores y aplausos resonaron en el coliseo mientras Mei y Ling mostraban su dominio sobre los vientos.
Celeste: (con un brillo de esperanza en sus ojos) Soy Celeste, hija de Noelle. La luz divina me fortalece y protege en la batalla.
El público estalló en aplausos y vítores, admirando la conexión de Celeste con la luz y la esperanza.
Yuuki: (con una mirada serena) Soy Yuuki, hija de Ganyu. La helada nieve y la pureza del hielo serán mi escudo y espada.
Los aplausos y vítores llenaron el coliseo mientras el público apreciaba el dominio del hielo de Yuuki.
Ai: (con determinación y gracia) Soy Ai, hija de Ayaka. La fuerza del frío y la belleza de las flores se manifiestan en mi presencia.
Los espectadores aplaudieron y vitorearon, admirando la elegancia y poder de Ai.
Aria: (con una sonrisa enigmática) Soy Aria, hija de Nilou. Las sombras y la oscuridad me envuelven, dotándome de misterio y sigilo.
La multitud estalló en aplausos y vítores, apreciando la destreza de Aria con las sombras.
Luna y Estrella: (a coro, con alegría desbordante) ¡Somos Luna y Estrella, hijas de March! La energía lunar y estelar nos guían en esta batalla.
Los aplausos y vítores resonaron en el coliseo mientras la multitud admiraba la conexión de Luna y Estrella con los astros.
Luna y Sol: (a coro, con determinación) ¡Somos Luna y Sol, hijas de Lisa! La magia del viento y el fuego arderán en esta contienda.
La multitud estalló en aplausos y vítores mientras apreciaban la versatilidad elemental de Luna y Sol.
El coliseo resonaba con la emoción y la energía mientras las hijas de Aether se posicionaban en el campo de batalla. El ambiente estaba cargado de expectación, ya que aquel enfrentamiento prometía ser un duelo amistoso entre el legendario héroe de Teivat y su poderoso ejército de hijas. Los espectadores se encontraban expectantes, ansiosos por presenciar la fuerza y habilidad de estas guerreras.
Aether observaba con orgullo a sus hijas desde su posición en el centro del campo de batalla. Cada una de ellas desprendía confianza y determinación, listas para demostrar su valía.
Aether: (con voz profunda y cálida) Hijas mías, ha llegado el momento de poner a prueba vuestro entrenamiento y poder. Recordad que este duelo es amistoso, pero eso no significa que debáis conteneros. Mostradme vuestra verdadera fuerza y destreza.
Las hijas de Aether asintieron, entendiendo la importancia de este enfrentamiento. Sabían que su padre deseaba ver hasta dónde habían llegado en su camino como guerreras.
Isabelle: (firme y decidida) Padre, aunque te respeto y admiro, no me contengo ante ti. ¡Prepárate para sentir la fuerza de mis vientos!
Liara: (con determinación en sus ojos) Papá, seré implacable en mi lucha. No te mostraré piedad, así que prepárate para enfrentarte a la fuerza de la tierra.
Seraphina: (con una sonrisa desafiante) Papá, hoy las llamas arderán con más intensidad que nunca. Te mostraré que he aprendido bien de ti.
Natalia: (con una mirada determinada) Papá, mi dominio sobre el agua no tiene límites. Prepárate para enfrentar la fuerza de las olas.
Aurora: (con una chispa en sus ojos) Papá, los relámpagos danzarán a mi mando. No te dejaré ganar fácilmente.
Mizuki: (con una sonrisa juguetona) Papá, hermanas, juntas seremos imparables. ¡Prepárense para una tormenta de agua y luz!
Hikari: (con entusiasmo) ¡Exactamente! ¡Nuestros ataques combinados no tienen rival!
Mei: (con determinación) Papá, Ling y yo hemos perfeccionado nuestras técnicas con el viento. ¡Será un verdadero desafío para ti!
Ling: (con una sonrisa pícara) ¡Así es! Prepárate, papá, porque nuestros vientos cortantes te sorprenderán.
Celeste: (con calma y serenidad) Padre, la luz siempre ilumina el camino. Permíteme mostrar mi resplandor en este enfrentamiento.
Yuuki: (con una mirada serena) Papá, te enfrentaré con la frialdad del hielo. No subestimes el poder de la helada.
Ai: (con gracia y determinación) Papá, las flores y el frío se funden en mí. No te dejaré ganar tan fácilmente.
Aria: (con una sonrisa enigmática) Papá, las sombras son mi aliado. Prepárate para enfrentar la oscuridad.
Luna: (con entusiasmo) ¡Papá, hoy la energía lunar brillará en el coliseo! ¡No podrás escapar de su influencia!
Estrella: (con una mirada llena de determinación) ¡Así es, papá! Juntas, Luna y yo somos una fuerza imparable.
Amara: (con una mirada decidida) Papá, el viento y la tierra serán mis aliados en esta contienda. ¡Prepárate para enfrentar mi poder!
Allegra: (con una sonrisa traviesa) ¡Papá, Fiorella y yo te mostraremos lo que es la verdadera destreza con el arco y la flecha!
Fiorella: (con confianza) ¡Exactamente! Nuestra puntería es impecable. No te dejaré ganar tan fácilmente, papá.
Sakura: (con una expresión resuelta) Papá, Haruki y yo desplegaremos el poder del fuego y la electricidad en este combate. ¡Prepárate para la chispa de la batalla!
Haruki: (con una sonrisa desafiante) ¡Exactamente! La fuerza del trueno y las llamas nos acompañará en esta contienda.
Luna: (con determinación) Papá, juntas Luna y yo desatararemos el viento y el fuego. Prepárate para enfrentar nuestra energía combinada.
Sol: (con entusiasmo) ¡Sí, papá! Luna y yo seremos un torbellino de viento y fuego. ¡No te subestimes!
Alia: Soy Alia, hija de Signora y mi elemento es el cryo. Utilizaré el frío para defender a teivat y para derrotar te papá.
Aether: (con una sonrisa orgullosa) Estoy impresionado y emocionado por ver vuestro potencial desplegado en este enfrentamiento. Hijas mías, que comience la batalla.
La multitud observaba con asombro y entusiasmo mientras Aether y sus hijas se preparaban para el duelo. Era un encuentro único en el que el héroe enfrentaría el poder combinado de sus formidables hijas. El coliseo temblaba con la expectativa, y todos esperaban con ansias el inicio de la batalla, con Yanfei como jueza para asegurar un enfrentamiento justo y emocionante.
El coliseo vibraba de emoción mientras Yanfei, la jueza designada, alzaba su mano y anunciaba el inicio de la batalla.
Yanfei: ¡Que comience la batalla entre el heroico Aether y sus valientes hijas! ¡Que el viento de Teivat presencie esta increíble contienda!
Los espectadores estallaron en un grito de alegría y aplausos, emocionados por presenciar este enfrentamiento épico. Los corazones latían acelerados mientras las hijas de Aether se lanzaban al ataque con sus armas y habilidades elementales.
Isabelle desplegó su control sobre el viento, desencadenando ráfagas que buscaban atrapar a su padre. Liara manifestó su dominio sobre la tierra, creando pilares rocosos para intentar derribar a Aether. Seraphina hizo que las llamas danzaran a su alrededor, intentando envolver a su padre en un abrazo ardiente. Natalia convocó poderosas corrientes de agua para embestir a Aether, mientras Aurora desataba relámpagos para electrizar el ambiente.
Aether, con una gracia y agilidad envidiables, esquivaba los ataques de sus hijas y respondía con precisión. Utilizando únicamente su espada, bloqueaba los embates y contratacaba, enviando a volar a algunas de sus hijas. Sin embargo, para sorpresa de todos, las hijas se levantaban rápidamente y volvían al ataque con renovada determinación.
Isabelle: (mientras se levanta) ¡No subestimes nuestra fuerza, papá! ¡Somos tus hijas, y estamos decididas a demostrarte que hemos crecido!
Liara: (con determinación) ¡Exactamente, papá! ¡No nos rendiremos fácilmente! ¡Lucharemos con todas nuestras fuerzas!
Seraphina: (mientras se reincorpora) ¡Las llamas de nuestra determinación nunca se extinguirán, papá! ¡Prepárate para sentir el calor de nuestra pasión!
Natalia: (mientras se levanta del agua) ¡La fuerza de los ríos corre por nuestras venas, papá! ¡No te dejaremos ganar sin luchar!
Aurora: (mientras se recupera) ¡La electricidad no es solo tuya, papá! ¡Hemos aprendido a dominarla también! ¡Prepárate para ser sacudido!
El coliseo se llenaba de explosiones elementales, resplandores y choques de espadas. Aether se deleitaba con la fuerza y determinación de sus hijas, consciente de que estaban superando sus propias habilidades. Aunque inicialmente parecía tener la ventaja, el héroe se daba cuenta de que el desafío que sus hijas representaban no era algo que pudiera tomar a la ligera.
Aether: (sonriendo con orgullo) ¡Hijas mías, estáis demostrando ser verdaderas guerreras! ¡Me enorgullezco de vosotras!
Las hijas de Aether continuaron su asalto, aprovechando su trabajo en equipo y combinando sus habilidades elementales para debilitar a su padre. La multitud seguía asombrada por la intensidad y ferocidad del combate, aplaudiendo y vitoreando a ambas partes. El festival del viento se había convertido en un espectáculo inolvidable, donde el lazo familiar y la fortaleza de cada hija brillaban con todo su esplendor.
Aether continuaba mostrando su destreza en el combate, evadiendo los ataques coordinados de sus hijas con movimientos ágiles y rápidos. A medida que se acercaban, él lograba esquivar sus golpes y contrarrestar con cortes precisos, pero no sin llevarse algunos cortes menores en el proceso. Su habilidad para esquivar y su experiencia en el combate cuerpo a cuerpo le permitían mantenerse en pie a pesar de las embestidas.
Isabelle: (con determinación) ¡No escaparás esta vez, papá! ¡Es hora de que sientas nuestro poder!
Liara: (mientras lanza golpes de tierra) ¡La tierra misma se levanta en nuestra contra, padre! ¡Ríndete ante nuestra fuerza!
Seraphina: (con fuego en los ojos) ¡El fuego de nuestra determinación te consumirá, papá! ¡Prepárate para arder!
Natalia: (mientras controla el agua) ¡Las olas te envolverán, padre! ¡Es hora de que enfrentes el torrente de nuestras habilidades!
Aurora: (descargando relámpagos) ¡La electricidad te atrapará, padre! ¡Prepárate para sentir la chispa de nuestras capacidades!
Las hijas de Aether continuaron su asalto, combinando sus habilidades elementales y ataques físicos para acorralar a su padre. Aether, aunque herido y sorprendido por la emboscada, no se rindió y utilizó toda su experiencia y agilidad para esquivar los ataques, contrarrestando cuando tenía la oportunidad.
Aether: (con determinación) ¡Hijas mías, vuestro poder es impresionante, pero aún me queda algo de fuerza! ¡No me subestiméis!
Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, Aether se encontraba en una desventaja numérica y las heridas comenzaban a afectar su resistencia. Las hijas se movían con gracia y precisión, trabajando en equipo para limitar sus movimientos y evitar que recuperara el control de la situación.
En un último esfuerzo, Aether se concentró y desató una ráfaga de energía elemental, logrando repeler temporalmente a sus hijas y ganando algo de espacio para recuperarse.
Aether: (respirando agitado) ¡Hijas, habéis demostrado ser formidables oponentes! Pero recordad, soy vuestro padre y vuestro mentor. Aún tengo algunos trucos bajo la manga.
El coliseo vibraba con la emoción de la batalla mientras Aether y sus hijas se preparaban para el siguiente movimiento. La lucha estaba lejos de haber terminado, y el público observaba con admiración y entusiasmo el enfrentamiento entre el legendario héroe y sus valientes hijas.
Sin embargo, en un momento crucial, Aether decidió tomar la iniciativa y se impulsó en un salto alto, intentando escapar del acorralamiento de sus hijas. Con elegancia, se elevó en el aire, pensando que tendría un breve respiro para reorganizarse y evaluar la situación.
Pero, en ese momento, una de sus hijas, Mizuki, quien era especialmente hábil en el combate cuerpo a cuerpo, anticipó su movimiento y se elevó también, lanzándose hacia él con su espada en alto.
El rostro de Aether se llenó de sorpresa al ver a Mizuki acercarse rápidamente, y aunque intentó reaccionar, no tuvo tiempo suficiente para esquivar o bloquear el ataque. La espada de Mizuki se encontró con el cuerpo de su padre en pleno vuelo, asestándole un golpe certero que interrumpió su trayectoria y lo hizo caer bruscamente al suelo.
El impacto fue contundente, sacudiendo tanto a Aether como al coliseo. Un momento de silencio se apoderó del lugar mientras todos observaban con incredulidad cómo su venerado héroe se encontraba tendido en el suelo, momentáneamente aturdido por la caída inesperada.
Las hijas de Aether, impulsadas por la emoción y el deseo de probar su valía, rodearon a su padre en un instante, aprovechando su momento de vulnerabilidad para lanzar un torrente de ataques combinados. Aether, aún tambaleándose por la caída, hizo todo lo posible por esquivar los golpes entrantes, pero su estado de aturdimiento dificultaba su capacidad de reacción.
Fue un momento crítico en la batalla, donde las hijas de Aether mostraron su fuerza y agresividad, mientras que Aether luchaba por recuperar su compostura y defenderse. Aunque sus movimientos eran más lentos y su resistencia estaba disminuyendo, su experiencia y habilidad le permitían esquivar algunos de los ataques más feroces.
Sin embargo, la superioridad numérica de sus hijas finalmente comenzó a pesar. La combinación de ataques y la coordinación entre ellas hizo que Aether se viera acorralado, sin la posibilidad de recuperar el control de la batalla. A medida que las heridas se acumulaban y el cansancio lo alcanzaba, Aether sabía que debía encontrar una forma de cambiar el rumbo antes de que fuera demasiado tarde.
Aether se esforzaba por bloquear los ataques de sus hijas, concentrándose en mantenerse en pie a pesar de las heridas y el cansancio acumulado. Sin embargo, en medio del caos de la batalla, no se percató de la astucia de Isabelle y Mei, quienes se acercaron sigilosamente por detrás.
En un movimiento sincronizado, Isabelle y Mei lanzaron poderosas patadas hacia la espalda de Aether. El impacto fue contundente, enviándolo volando por los aires y generando una gran nube de tierra al chocar contra el suelo del coliseo. El estruendo del impacto resonó en todo el estadio, dejando a los espectadores atónitos y en un silencio absoluto.
Las esposas de Aether, sus amigos y los arcontes observaban con sorpresa y preocupación mientras la nube de polvo se disipaba lentamente, revelando la figura maltrecha de Aether tendido en el suelo. El silencio era abrumador, solo interrumpido por la respiración entrecortada de Aether y el leve murmullo de las hijas que rodeaban la escena.
El corazón de las hijas de Aether se llenó de mezcla de emociones. Aunque estaban orgullosas de haber logrado derribar a su padre, también sentían cierta melancolía y preocupación por su bienestar. Observaban a Aether con atención, esperando a que se levantara y continuara la batalla.
La preocupación se apoderaba de todos al ver a Aether inmóvil en el suelo tras el poderoso ataque. Sus hijas, en un gesto de preocupación y cuidado, se apresuraron a acercarse para verificar su estado. Sin embargo, justo cuando estaban a punto de llegar a su lado, algo inesperado sucedió.
Debajo de las hijas de Aether, el suelo comenzó a agitarse y levantarse, revelando unas afiladas y brillantes piedras imbuidas con los elementos Pyro, Hydro, Dendro, Cryo, Electro y Anemo. Estas piedras, lanzadas con gran velocidad y precisión, se dirigieron directamente hacia las hijas de Aether.
Aether comenzó a moverse, lentamente se puso de pie, dejando ver su determinación inquebrantable. Se limpió la suciedad y la sangre de su rostro, y con una mirada desafiante en sus ojos, se dirigió hacia sus hijas con rabia en su mirada, y su voz retumbó en el coliseo. "¡Esto no se va a quedar así!", exclamó, enviando un escalofrío de temor a través de sus hijas. El impacto de su enojo se hizo evidente en la expresión de las chicas, que retrocedieron instintivamente ante su furia desatada.
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