CAPÍTULO 40
El viajero se despertó en el centro de la cama, rodeado por las chicas que yacían dormidas a su lado. Con cuidado, decidió no molestarlas y las dejó descansando, mientras se levantaba y se estiraba. Al mirarse en el espejo, notó varios chupones en su cuello, lo cual lo hizo sonreír y recordar la intensidad de la noche anterior. Aunque se sentía cansado, sentía una mezcla de satisfacción y curiosidad por explorar más.
Decidiendo salir a tomar un poco de aire fresco, el viajero abrió la puerta y se encontró cara a cara con la marioneta de la Shogun, quien lo reconoció de inmediato.
Marioneta de la Shogun: (con sorpresa y una sonrisa tímida) ¿Qué haces tan temprano en la residencia, viajero? Parece que has tenido una noche emocionante.
Viajero: (un poco desconcertado) Oh, buenos días. Sí, he pasado una noche bastante interesante. Solo quería tomar un poco de aire fresco antes de que las chicas se despierten.
Marioneta de la Shogun: (sonrojada) ¿Viniste a verme, verdad? No te haré esperar más entonces. Ven, acompáñame a otro cuarto.
El viajero se quedó sorprendido por las palabras de la marioneta de la Shogun, pero también sintió una chispa de emoción y curiosidad. Decidió seguirla, dejando atrás la habitación donde las chicas descansaban, ansioso por descubrir qué le esperaba en su siguiente encuentro.
El viajero se encontraba inmerso en sus pensamientos, preguntándose qué podría suceder con la misteriosa marioneta que lo había llevado a aquella habitación. Ambos comenzaron a besarse apasionadamente, dejándose llevar por la intensidad del momento. Mientras se perdían en el éxtasis, un repentino sonido resonó en toda la residencia, interrumpiendo su encuentro y captando la atención de las cinco chicas.
Las chicas, aún aturdidas por el sueño, se encontraron todas en la misma cama, lo cual les causó sorpresa al despertar y mirarse entre sí. Rápidamente, la curiosidad por el estruendo se apoderó de ellas y comenzaron a especular sobre su origen.
Ei: (bostezando) ¿Qué fue eso? Parecía un ruido bastante fuerte.
Ayaka: (mirando a su alrededor) ¡Nos encontramos todas en la misma cama! ¿Cómo llegamos aquí?
Sara: (frotándose los ojos) No recuerdo haberme quedado dormida junto a ustedes. ¿Alguien sabe qué pasó?
Yoimiya: (levantándose y estirándose) No tengo ni idea, pero suena como si algo estuviera sucediendo en la residencia. Debemos averiguarlo.
Yae: (observando a las demás) Estoy igual de confundida que todas. Pero, sin importar qué haya ocurrido, estamos juntas en esto. Vamos a descubrir qué sucedió.
Las chicas se levantaron de la cama y se dirigieron hacia el origen del sonido, con una mezcla de intriga y expectación en sus rostros. Sin duda, algo inesperado había ocurrido en la residencia, y estaban decididas a descubrirlo juntas.
Las cinco chicas, Ei, Yae, Ayaka, Yoimiya y Sara, se acercaron al hueco de la habitación de donde provenía el ruido y el humo. Al adentrarse en la habitación, quedaron sorprendidas al ver a la marioneta de la Shogun Raiden, con una expresión de placer en su rostro mientras yacía en la cama.
Ei: ¡Dios mío! ¿Qué ha sucedido aquí? ¿Por qué la marioneta está en esa posición?
Ayaka: Esto es totalmente inesperado. Tenemos que averiguar qué ha ocurrido.
Sara: Sí, debemos hablar con la marioneta y entender por qué se encuentra en esta situación.
Las chicas se acercaron con cautela a la marioneta y, tras unos momentos, lograron hacer que recobrara la conciencia y se dirigiera a ellas.
Ei: ¿Qué ha pasado aquí? Necesitamos saber por qué estabas en esta cama con esa expresión en tu rostro.
Marioneta: (con voz temblorosa) No me parecía justo que ustedes se divirtieran con el viajero y yo quedara excluida. Por eso decidí buscarlo temprano y lo llamé aquí. Sin querer, al estar con él y por el placer que me hizo sentir, al llegar al éxtasis lancé una ráfaga de electro sin querer, lo cual causó el ruido y asustó al viajero, haciendo que se marchara.
Las cinco chicas se miraron entre sí, asombradas y desconcertadas por la confesión de la marioneta. La envidia y el deseo de disfrutar como las demás las habían llevado a tomar una decisión precipitada y causar un incidente que afectó al viajero.
Yae: Comprendemos tus sentimientos, pero actuar por tu cuenta no era la solución. Deberías habernos hablado y buscado una forma de incluirte.
Ayaka: Sí, la comunicación es esencial para evitar malentendidos y tomar decisiones equivocadas.
Yoimiya: Debemos aprender de esto y recordar que somos un equipo. La inclusión y la empatía son fundamentales.
Sara: Aceptar y respetar las emociones de cada una nos ayudará a mantener la armonía y evitar situaciones como esta en el futuro.
Las chicas reflexionaron sobre la importancia de la comunicación, la empatía y la inclusión en su grupo. Reconocieron que debían aprender de este incidente para fortalecer su amistad y evitar que se repitieran problemas similares. Con determinación, salieron de la habitación, decididas a seguir adelante y mantener la armonía en su viaje, recordando siempre la importancia de escucharse y apoyarse mutuamente.
El viajero, decidido a salir de la residencia tras el inesperado incidente, se vio sorprendido cuando Yae lo detuvo en seco. Al ver la sonrisa malévola en el rostro de Yae, sintió un escalofrío recorrer su espalda y comenzó a correr en dirección a la salida. Sin embargo, su intento de escape fue frustrado por Ayaka, quien lo detuvo con suavidad pero firmeza.
Ayaka: (sonriendo dulcemente) ¿A dónde crees que vas, cariño? No puedes dejarnos a las seis tan temprano. Apenas estamos comenzando a disfrutar de tu compañía.
El viajero, sintiendo la fuerza con la que Ayaka lo jalaría de la chalina, se vio obligado a dar un paso atrás y regresar hacia la residencia junto a las chicas. Aunque su deseo inicial era partir, la insistencia y determinación de Ayaka lo hicieron reconsiderar su decisión.
Viajero: (suspirando) Supongo que no puedo resistirme a su encanto y a sus persuasivas palabras. Está bien, me quedaré un poco más. Pero espero que no haya más sorpresas descontroladas.
Las chicas, satisfechas con su pequeña victoria, sonrieron triunfantes y continuaron su camino de regreso a la residencia. Con el viajero ahora de vuelta, sabían que tendrían más tiempo para compartir momentos inolvidables y fortalecer los lazos que habían comenzado a formarse.
El viajero, agotado por su intento fallido de escapar, finalmente regresó a la residencia donde las seis chicas lo esperaban con anticipación. Apenas pusieron los ojos en él, Ei, Yae, Ayaka, Yoimiya, Sara y la marioneta de Raiden comenzaron a rodearlo, cada una con una mirada seductora en sus ojos.
Ei: (susurrando al oído del viajero) Sabes que no puedes resistirnos, ¿verdad? Queremos volver a disfrutar de esos momentos de placer contigo.
Yae: (acercándose lentamente) No hay necesidad de resistirse, querido. Permítenos mostrarte todo lo que somos capaces de hacer.
Ayaka: (sonriendo traviesamente) Estás en nuestras manos, y prometemos hacerte sentir el éxtasis más intenso que hayas experimentado.
Yoimiya: (jugando con su cabello) No te arrepentirás, cariño. Estamos aquí para complacerte y cumplir tus deseos más profundos.
Sara: (con una mirada juguetona) ¿Por qué negarse a la diversión, cuando podemos hacer que cada momento sea inolvidable?
Marioneta de Raiden: (con una voz sensual) No te preocupes, viajero. Yo también quiero experimentar todo lo que has disfrutado con las demás. Déjame mostrarte mi lado más apasionado.
El viajero, cautivado por las miradas dominantes y las promesas de placer, no pudo resistirse a la tentación que las chicas le ofrecían.
Viajero: Está bien, chicas. Si ustedes lo desean, estoy dispuesto a repetir esa ocasión y dejarme llevar por todo lo que me tienen preparado.
Las chicas sonrieron triunfalmente ante su respuesta, sabiendo que tendrían una noche llena de pasión y deseo compartido. Juntos, se adentraron en la residencia, preparados para explorar nuevas experiencias y crear recuerdos que nunca olvidarían.
Al ingresar a la residencia, el viajero logró convencer a las chicas de que él se encargaría de preparar el almuerzo y luego sería completamente de ellas. Aceptaron su propuesta con entusiasmo, emocionadas por la perspectiva de tenerlo a su disposición. El viajero salió en busca de ingredientes, pero en su camino se encontró con Sara, quien estaba de guardia.
Viajero: (sonriendo pícaro) Parece que tienes el deber de cuidarme, ¿verdad, Sara?
Sara: (sonrojada) Sí, es mi turno de asegurarme de que todo esté en orden.
El viajero se acercó lentamente a Sara, sus ojos llenos de intensidad. Sin dudarlo, la tomó suavemente por la barbilla y la besó apasionadamente. El gesto inesperado hizo que los ojos de Sara brillaran y aparecieran pequeños corazones flotando a su alrededor. Con el corazón acelerado, ella cayó desmayada ante la intensidad del momento.
Viajero: (susurrando) Ahora es mi oportunidad de escapar.
Aprovechando la situación, el viajero se liberó suavemente de los brazos de Sara y, con cautela, se alejó sigilosamente. Mientras tanto, las demás chicas esperaban ansiosas en la residencia, sin sospechar que su presa había logrado burlar la vigilancia. El viajero se adentró en la distancia, llevándose consigo los recuerdos de ese fugaz encuentro y dejando a las chicas sin saber qué había sucedido.
Pasó un buen tiempo y las chicas no tenían noticias del viajero ni de Sara. Preocupadas, decidieron buscarlos por toda la residencia, recorriendo cada habitación y pasillo. Finalmente, escucharon un grito proveniente de la habitación de Yae. Corrieron hacia allí y encontraron a Sara desmayada, pero con una expresión de placer en su rostro.
Ei: ¡Sara! ¡Despierta, por favor!
Ayaka: ¿Qué le habrá sucedido?
Yae: (murmurando) Fue el viajero... lo besó de repente.
Las chicas lograron despertar a Sara, quien aún estaba un poco aturdida. Le preguntaron qué había sucedido y ella les contó lo ocurrido.
Sara: De la nada, el viajero me besó y eso hizo que me desmayara. No sé qué le habrá pasado, pero fue tan intenso.
Las chicas se entristecieron al escuchar que el viajero las había dejado. Sin embargo, decidieron no rendirse y salieron a buscarlo nuevamente, determinadas a encontrarlo.
Ei: No importa lo que haya pasado, no podemos dejarlo ir así nomás. Debemos encontrarlo y hacerlo nuestro otra vez.
Yae: Estoy de acuerdo. No podemos rendirnos tan fácilmente.
Ayaka: Vamos, chicas, sigamos buscando. Estoy segura de que lo encontraremos.
Aunque su búsqueda resultó infructuosa, las chicas no perdieron la esperanza y continuaron explorando cada rincón de la residencia, decididas a encontrar al viajero y descubrir la verdad detrás de su partida.
Mientras tanto el viajero --------------------------------------------
Mientras el viajero se alejaba de la residencia y se dirigía hacia Sumeru, sus pensamientos seguían siendo tumultuosos. Reflexionaba sobre lo ocurrido aquella noche y cuestionaba si sus acciones eran parte de su destino o simplemente decisiones impulsivas en un mundo desconocido. También le preocupaba qué consecuencias tendría ahora que los Fatui sabían su verdadera identidad y descubrían que Reaper nunca había existido.
El viajero: (en voz baja) ¿Qué significado tiene todo esto? ¿Acaso mi papel en este mundo va más allá de mi misión? ¿Habrá algo más que debo descubrir sobre mí mismo y sobre mi propósito aquí?
A medida que avanzaba por el camino, el viajero se encontraba inmerso en sus pensamientos, tratando de encontrar respuestas en medio de la incertidumbre.
El viajero: (decidido) No puedo dejar que estas dudas me consuman. Debo seguir adelante y enfrentar las consecuencias de mis acciones. Si los Fatui saben la verdad, debo prepararme para lo que vendrá. Quizás sea hora de enfrentar directamente a los desafíos que se presenten y descubrir mi verdadero potencial.
Con cada paso que daba en dirección a Sumeru, el viajero se armaba de determinación y se preparaba para afrontar un futuro incierto, sabiendo que las respuestas a sus preguntas y el destino que le esperaba se encontrarían en el camino que tenía por delante.
Al llegar a Sumeru, el viajero se dirigió rápidamente en busca de Nahida, la arconte del conocimiento. Mientras tanto, envió a Paimon a comprar comida para saciar su hambre después del viaje. Finalmente, se encontró con Nahida y ambos se adentraron en una sala privada para conversar.
El viajero: (respetuosamente) Nahida, me alegra encontrarte. He venido en busca de tu sabiduría y consejo. Han ocurrido sucesos extraños en las noches recientes y necesito entender su significado.
Nahida: (curiosa) Dime, viajero, ¿qué es lo que te ha inquietado en estas noches? Como arconte del conocimiento, estoy aquí para ayudarte en lo que necesites.
El viajero: (serio) He experimentado encuentros intensos y pasionales con diversas personas. Cada vez que parece que estoy cerca de descubrir mi destino, nuevas incertidumbres y complicaciones surgen en mi camino. Además, los Fatui han descubierto mi verdadera identidad y estoy preocupado por las repercusiones que esto pueda tener.
Nahida: (pensativa) Comprendo tus preocupaciones, viajero. El camino que has elegido no es fácil y está lleno de desafíos. Sin embargo, cada experiencia es una oportunidad para crecer y descubrir más sobre ti mismo. No temas explorar tus emociones y deseos, pero recuerda siempre mantener un equilibrio entre tus responsabilidades y tus propias aspiraciones.
El viajero: (asintiendo) Entiendo, Nahida. Tu consejo es valioso para mí. Buscaré el equilibrio entre mi misión y mi propia búsqueda de identidad. ¿Hay alguna guía adicional que puedas brindarme en mi camino?
Nahida: (sonriendo sabiamente) Siempre recuerda que el conocimiento es una herramienta poderosa. No temas aprender de cada experiencia y no dudes en buscar la sabiduría de aquellos que te rodean. Confía en ti mismo y en tu intuición, viajero, y encontrarás respuestas en los lugares más inesperados.
Después de discutir sobre las inquietudes del viajero, este decidió preguntar a Nahida si sabía algo sobre la diosa desconocida que había escuchado mencionar en sus viajes.
El viajero: Nahida, ¿has oído hablar de la diosa desconocida? Me intriga saber más sobre ella y su conexión con los cambios estacionales.
Nahida: (reflexiva) En verdad, se sabe muy poco sobre la diosa desconocida. Según las leyendas, se dice que ella aparece en cada cambio de estación para presenciar y bendecir el flujo de la naturaleza. Sin embargo, nadie ha sido testigo directo de su presencia, por lo que no se puede probar su existencia con certeza.
El viajero: Entiendo. ¿Existe algún lugar específico en Sumeru donde se pueda encontrar esta montaña mencionada en las historias?
Nahida: Sí, se dice que la diosa desconocida se encuentra en una montaña alta y aislada de Sumeru. No se ha revelado su ubicación exacta, pero se rumorea que está en una sima inaccesible para la mayoría.
El viajero: Me gustaría visitar ese lugar antes del próximo cambio de estación. ¿Podrías proporcionarme alguna orientación o indicaciones para encontrarlo?
Nahida: (asintiendo) Claro, puedo darte las coordenadas aproximadas de la montaña. Sin embargo, ten en cuenta que no será un viaje fácil. La montaña está rodeada de terrenos peligrosos y solo los más intrépidos aventureros han logrado llegar hasta allí.
El viajero: Agradezco tu ayuda, Nahida. El tiempo es esencial, ya que faltan solo tres días para el próximo cambio de estación. Haré todo lo posible para llegar a tiempo y colocar un teleport en la cima de la montaña.
Con las coordenadas proporcionadas por Nahida y el objetivo claro en mente, el viajero se preparó para un desafiante viaje hacia la montaña donde supuestamente la diosa desconocida esperaba.
El viajero, habiendo llegado con anticipación a la montaña y colocado el teleport, se dirigió rápidamente a Snesnaya para entregar su informe a la arconte Zarina. Sin embargo, al llegar, fue recibido por un grupo de guardias que rápidamente lo rodearon y comenzaron a atacarlo sin previo aviso. Inmovilizado y amarrado, fue llevado hasta donde se encontraba la sorprendida arconte Zarina.
Zarina: (con tono de decepción) Reaper, ¿eres tú el viajero que tanto me intrigaba? Me has decepcionado al ocultar tu verdadera identidad.
El viajero: (con sinceridad) Lo siento, Zarina. No era mi intención ocultar mi nombre. Soy Aether, el Viajero. Pero tengo razones poderosas para mantener mi identidad en secreto.
Zarina: (con tristeza) Aether, me has mentido y eso ha dañado la confianza que tenía en ti. Sin embargo, si deseas recuperar mi confianza, te daré una oportunidad. Existe un problema que solo tú puedes resolver.
El viajero: ¿De qué se trata, Zarina?
Zarina: En Snesnaya, hay unas brujas que solían pertenecer a los Fatui. Sin embargo, han sido corrompidas y ahora tienen la capacidad de adoptar la forma de cualquier persona. Estas brujas representan una grave amenaza para nuestra región. Si consigues vencerlas y liberarnos de su influencia, consideraré perdonarte por tus mentiras.
El viajero: Acepto la tarea, Zarina. Haré todo lo posible por derrotar a esas brujas y demostrarte mi lealtad.
Aether se comprometió a cumplir la misión encomendada por Zarina, decidido a reparar su error y ganarse nuevamente su confianza. Con su verdadero nombre revelado y una importante misión por delante, el viajero se preparó para enfrentar a las brujas corruptas y demostrar que es digno de la confianza de la arconte.
Luego de escapar de la presencia de Zarina, el viajero se adentró en la búsqueda de las brujas corruptas. Sin embargo, en su camino, se encontró con Dottore y Arlechino, dos miembros de los Doce, quienes parecían conocer su verdadera identidad.
Dottore: (riendo) ¡Así que eras tú, Reaper! Tenía mis sospechas desde hace un tiempo, jajaja.
Arlechino: (acercándose al oído del viajero) Eres muy guapo sin la máscara, ¿qué tal si me visitas esta noche? Será una velada muy interesante.
El viajero se quedó sin palabras mientras Arlechino reía de forma seductora y malévola, sus ojos irradiando un aura dominante.
Intrigado, el viajero decidió preguntarles acerca de la diosa desconocida que tanto buscaba.
El viajero: ¿Ustedes saben algo sobre la diosa desconocida? ¿Cómo puedo encontrarla y enfrentarla?
Dottore: Lamentablemente, sabemos muy poco sobre ella. Solo hemos escuchado rumores de que es capaz de manipular a las personas a su antojo. Sin embargo, vencerla se considera imposible.
Arlechino: (con una sonrisa burlona) No pierdas tu tiempo intentando desafiar a la diosa desconocida. Su poder es abrumador y no encontrarás éxito en tu lucha.
Agradeciendo por la información, el viajero se preparaba para continuar su camino, pero Arlechino le entregó un arma extraña y susurró al oído del viajero.
Arlechino: Siempre que uses esta arma, recuerda pensar en mí. Será nuestra pequeña conexión especial. ¡Diviértete, Guapo!
Luego de besar apasionadamente al viajero y darle un azote en tono juguetón, Arlechino se alejó riendo, dejando al viajero con emociones confusas y un arma peculiar en sus manos. Con más preguntas que respuestas, el viajero continuó su camino hacia el enfrentamiento con las brujas corruptas, llevando consigo las intrigantes palabras y el regalo de Arlechino.
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