Mientras el viajero iba haciendo misiones para Zarina en Natlan, en Mondstandt Lumine estaba haciendo todo lo posible para ayudar a los habitantes de Mondstadt. Pero cuanto más ayudaba, más consciente se hacía de que ella no era tan eficiente como el viajero. Los habitantes se daban cuenta de esto y empezaron a murmurar, comparando su trabajo con el del viajero. A pesar de sus esfuerzos, Lumine no podía evitar sentirse mal por ser comparada constantemente con su hermano.

Un día, Lumine decidió tomar un descanso y se sentó en un banco en la plaza del centro de Mondstadt. Mientras se sentaba allí, notó que la gente parecía estar evitándola y susurrando a sus espaldas. Esto la hizo sentir aún peor y comenzó a pensar que tal vez nunca sería tan buena como el viajero.

Justo cuando estaba a punto de levantarse y marcharse, una mujer mayor se acercó y se sentó a su lado. La mujer le preguntó si estaba bien, y Lumine se sintió agradecida por su preocupación. Le contó cómo se sentía y la mujer la escuchó con atención.

"Entiendo cómo te sientes", dijo la mujer. "Pero debes recordar que eres única y no debes compararte con los demás. Cada uno tiene sus habilidades y talentos, y eso es lo que nos hace especiales".

Las palabras de la mujer resonaron en Lumine y le hicieron pensar. Se dio cuenta de que tenía que dejar de compararse con el viajero y concentrarse en sus propias habilidades y fortalezas. Decidió seguir ayudando a la gente de Mondstadt de la mejor manera que pudiera y no preocuparse tanto por lo que la gente pensara.

Lumine entró en la taberna, buscando un momento de tranquilidad después de un día agotador. Sin embargo, al escuchar una melodía familiar, levantó la mirada y vio al bardo Venti tocando su flauta en una esquina del lugar. Ella se acercó a él y lo saludó con una sonrisa amistosa.

Venti la miró con tristeza y se disculpó con ella. "Lo siento mucho, Lumine. Me arrepiento de no haber defendido al Viajero cuando lo acusaron de destruir aquella aldea. Sabía que él era inocente, pero me mantuve en silencio. Me dejé llevar por el miedo y la presión de los demás arcontes".

Lumine lo escuchó con atención, sorprendida por sus palabras. "¿Eres tú el arconte Anemo?", preguntó con curiosidad.

Venti asintió con la cabeza. "Sí, soy el arconte Anemo. Pero ahora mismo no estoy aquí en ese papel. Solo soy un bardo que se preocupa por el bienestar de sus amigos. Y me preocupa que el Viajero pueda estar en peligro ahora mismo".

Luego de la charla con Venti, Lumine salió de la taberna y se dirigió a la plaza central de Mondstadt. Allí, de repente, apareció Signora, una de los once fatuis, quien se abalanzó sobre Venti con la intención de atacarlo. Lumine reaccionó rápidamente y desenfundó su espada para defenderlo. La batalla entre Lumine y Signora fue equilibrada, pero finalmente Signora logró vencer a Lumine y la noqueó con un fuerte golpe en la cabeza.

Cuando Lumine recobró la conciencia, se encontró en una habitación desconocida. Al principio, no pudo moverse debido a las ataduras que la mantenían inmovilizada. Poco después, la puerta se abrió y entró Signora, quien se sentó en una silla frente a ella.

"Es una lástima que hayas perdido la batalla, Lumine", dijo Signora con voz fría. "Pero al menos demostraste tener algo de valor".

Lumine intentó zafarse de las ataduras, pero fue inútil. "¿Por qué me tienes aquí?", preguntó ella.

"Porque eres una amenaza para los Fatui y para mi líder, Zarina", respondió Signora. "No podemos permitirnos tener a alguien como tú suelto, así que te mantendremos aquí hasta que decidamos qué hacer contigo".

Signora se movió rápidamente por las calles de Mondstadt en busca de Venti. Con su espada en mano, estaba lista para acabar con él y tomar su gnosis. Finalmente, lo encontró sentado en una esquina de la ciudad, aparentemente despreocupado. Sin embargo, cuando intentó atacarlo, Venti se movió con una rapidez increíble y logró esquivar su primer ataque.

Signora se sorprendió por la habilidad del arconte Anemo y se dio cuenta de que no sería una tarea fácil derrotarlo. Sin embargo, estaba decidida a hacer lo que fuera necesario para obtener su gnosis. Ambos lucharon con gran intensidad, cada uno tratando de ganar la ventaja sobre el otro.

La batalla fue larga y agotadora, pero finalmente Signora logró derrotar a Venti. Con una sonrisa triunfante en su rostro, se acercó a él y extendió su mano para tomar su gnosis. Pero para su sorpresa, la gnosis ya no estaba allí. Signora se quedó boquiabierta al darse cuenta de que Venti ya no contaba con ella.

Furiosa y frustrada, Signora se retiró de la ciudad, con la promesa de que volvería para encontrar la gnosis que tanto ansiaba. Mientras tanto, Venti se quedó en Mondstadt, recuperándose de su batalla y reflexionando sobre la situacion del viajero quien ya tenia varias gnosis. Finalmente fue en busca de Lumine y gracias al viento pudo encontrarla.

En Sneznhaya -----------

El viajero se encontraba en la residencia de los Fatui en Snezhnaya cuando Zarina le dio su próxima misión: eliminar a los bandidos que estaban causando problemas en Mondstadt. Al principio, el viajero no estaba muy contento con la idea de tener que ir a ayudar a la ciudad que lo había traicionado, pero Zarina le entregó la gnosis cryo y finalmente aceptó la tarea.

El viajero, ahora con la identidad de Reaper, llegó a Mondstadt para cumplir la misión encomendada por Zarina. Mientras se adentraba en la ciudad, se encontró con algunos antiguos amigos del viajero que no lo reconocieron. Agradecieron a Reaper por haber ayudado a Mondstadt a deshacerse de los bandidos que habían aparecido en la zona recientemente.

Lumine, observando desde lejos, se fijó en la chalina que Reaper llevaba colgada. Se acercó a él y le preguntó por su nombre. Reaper le respondió que se llamaba Reaper, lo que dejó a Lumine desconcertada y sin saber qué pensar.

La joven no podía creer que su hermano pudiera estar detrás de esa máscara. En su corazón, Lumine seguía creyendo que su hermano estaba vivo, pero no sabía si Reaper era realmente él o simplemente alguien que se había encontrado con la chalina.

Mientras tanto, Reaper se dedicó a cumplir con su misión encomendada por Zarina. Luchó contra los bandidos y los derrotó con facilidad gracias a las habilidades que le brindaba la gnosis cryo.

Pero luego se encontró con varios grupos de bandidos por toda la ciudad. La tarea parecía fácil al principio, pero pronto se dio cuenta de que los bandidos eran más peligrosos de lo que parecían. Se enfrentó a varios grupos de ellos, algunos armados con arcos y flechas, otros con espadas y escudos, pero logró derrotarlos con su habilidad en la batalla y su poder de pyro.

A medida que avanzaba en su misión, el viajero comenzó a darse cuenta de que los bandidos estaban actuando bajo la influencia de una extraña fuerza que los hacía más agresivos y despiadados de lo normal. El viajero no sabía qué era, pero estaba decidido a encontrar el origen de esta fuerza y detenerla.

Después de varias horas de lucha, finalmente llegó a la fuente de la maldición que estaba afectando a los bandidos: una antigua criatura del hielo que había sido despertada por un grupo de arqueólogos que buscaban reliquias antiguas en la zona. El viajero enfrentó a la criatura en una feroz batalla y finalmente la derrotó con su poder de pyro.

Después de completar su misión, Reaper se encontró con Lumine nuevamente. Ella seguía confundida y angustiada por la posibilidad de que su hermano pudiera estar detrás de la máscara, pero no podía estar segura.

Reaper, por su parte, se sentía incómodo al estar ocultando su verdadera identidad a su hermana. Sabía que tarde o temprano tendría que revelar la verdad, pero todavía no se sentía preparado para hacerlo.

Reaper fue a una habitación de Mondstandt a descansar pero cuando iba a ingresar fue rodeado por los caballeros que estaban en la ciudad. En vez de agradecerle, ellos le preguntaron de dónde consiguió la chalina que tenía puesta. Al principio, Reaper se negó a responder, diciendo que era un secreto. Pero ante tanta insistencia, les confesó que había tenido que matar al dueño de la chalina para conseguirlo. Todos quedaron atónitos ante su respuesta y se preguntaron quién era este misterioso personaje. Reaper se alejó de ellos y siguió su camino, sintiéndose un poco incómodo por la situación.

Jean: ¿Qué acabo de escuchar? ¿Reaper mató al Viajero?

Lisa: Es difícil de creer, el Viajero es un guerrero formidable.

Kaeya: ¿Realmente creen que es posible que alguien haya vencido al Viajero?

Diluc: Si Reaper es realmente tan fuerte como para vencer al Viajero, entonces debemos tener cuidado al enfrentarlo. Nunca se sabe con quién te puedes encontrar en este mundo.

Jean: Estoy de acuerdo, debemos mantenernos alerta y asegurarnos de estar preparados para cualquier cosa que pueda venir. Pero también debemos recordar que no debemos juzgar a alguien solo por su reputación o por lo que hemos escuchado sobre ellos.

Lisa: Eso es cierto. Quién sabe, tal vez haya más detrás de esta historia de lo que sabemos.

Kaeya: Exactamente, siempre debemos mantener la mente abierta y estar listos para adaptarnos a cualquier situación.

Lumine: ¡Eso no es verdad! ¡Mi hermano no puede estar muerto! ¡Te reto a un duelo para vengarlo!

Reaper: (se cruza de brazos) No tienes que hacer esto, Lumine. No tienes nada que demostrar.

Lumine: ¡Sí lo tengo! ¡Tengo que vengar a mi hermano! (saca su espada)

Reaper: (suelta un suspiro) Muy bien, entonces. (saca su guante y choca la espada de Lumine) Pero debes saber que esto no solucionará nada.

Lumine: (llorando) No me importa. Necesito hacer esto.

Reaper: (mientras bloquea los ataques de Lumine) Deberías calmarte. Tu hermano no querría verte así.

Lumine: (continúa atacando) No puedo calmarme. No hasta que te hayas hecho responsable de lo que le hiciste.

Reaper: (dándole un golpe en la espada para desarmarla) No le hice nada a tu hermano. Lo siento mucho por tu pérdida, pero no soy el responsable.

Lumine: (se queda sin espada y cae de rodillas, llorando) No puedo creer que mi hermano esté muerto. ¿Por qué tenía que pasar esto? Empezaría a llorar.

Reaper agarró a Lumine del cuello frente a todos y empezó a emanar un aura roja de su cuerpo, haciendo que todos tuvieran miedo. Les dijo

"Si quisiera, podría destruir fácilmente esta ciudad y todo lo que hay en ella. Así que les sugiero que se alejen antes de que me enfade de verdad."

Luego dijo

"Lumine, lo que hizo fue por venganza, pero ella se equivocó al intentar enfrentarse a mí", dijo Reaper con voz fría y amenazante. Los caballeros se quedaron en silencio, temblando ante la demostración de poder del enmascarado.

Reaper salió de su habitación y se dirigió al bosque. Mientras cocinaba, se quitó la máscara y empezó a comer. Después de haber luchado y cazado todo el día, estaba hambriento y disfrutaba de cada bocado. Era raro para él tener momentos así de tranquilidad, ya que normalmente estaba en constante movimiento y alerta. Pero ahora podía relajarse y disfrutar de su comida sin preocuparse por nada más. Pero desde un arbusto alguien lo estaba observando. Una niña que logró reconocerlo y fue directamente a abrazarlo.

Reaper: ¿Klee? ¡No esperaba verte aquí!

Klee: ¡Caballero honorario! ¡Pensé que habías muerto! ¡Me alegra verte bien!

Reaper: (ríe) No, Klee, sigo vivo y coleando. ¿Qué estás haciendo por aquí?

Klee: Estoy buscando a mi hermano, pero no lo encuentro en ninguna parte. Pero eso no importa ahora. ¿Quieres jugar conmigo? ¡Podemos volar cometas juntos!

Reaper: (sonríe) Claro, Klee. Será divertido jugar contigo. Pero primero, terminemos de comer.

Klee: ¡Sí, sí, sí! ¡Comer primero! ¡Y luego jugar!

Reaper: (ríe de nuevo) Vale, vale, Klee. Comer primero y luego jugar.

Reaper: (poniéndose la máscara) Bueno, fue una buena comida, pero tengo que irme a descansar.

Klee: ¡No te vayas, caballero honorario! ¡Quiero mostrarte mi cometa!

Reaper: (mirando a Klee) ¿Tu cometa? Claro, me encantaría verlo.

(Klee le muestra su cometa y comienzan a jugar juntos)

Reaper: (riendo) ¡Este es un gran cometa! Klee, eres una niña muy talentosa.

Klee: ¡Gracias, caballero honorario! Nunca había jugado con un guerrero antes. ¿Puedes quedarte un poco más?

Reaper: (riendo) Claro, puedo quedarme un poco más. (mirando a la gente a su alrededor) ¿Qué están mirando? ¿Nunca han visto a un guerrero jugar antes?

(Gente sorprendida murmura entre ellos mientras ven al guerrero jugando con Klee)

Klee: (bostezando) Me siento cansada.

Reaper: (riendo) Sí, creo que deberíamos descansar un poco.

(Klee se recuesta en el pasto y cierra los ojos)

Reaper: (mirando al cielo) Mira esas nubes, parecen un dragón y un pájaro.

Klee: (abriendo un ojo) ¿En serio? Déjame ver.

(Ambos se quedan viendo las nubes y hablando de lo que parecen hasta que finalmente se quedan dormidos pero después de un rato aparecería Amber)

Amber: ¡Oh, vaya! ¿Qué tenemos aquí? (Se acerca a Reaper y Klee dormidos en el pasto) ¿Quién será este guerrero enmascarado?

(Amber se acerca a Reaper y, con un poco de temor, le quita la máscara revelando su verdadero rostro)

Amber: (Sorprendida) ¡¿El viajero?! No puedo creerlo. Nunca me lo hubiera imaginado.

(Reaper se mueve un poco y abre los ojos, sorprendido al ver a Amber con su máscara en la mano)

Reaper: (Sorprendido) ¿Amber? ¿Qué haces aquí?

Amber: (Nerviosa) Yo... Solo estaba dando un paseo y te vi durmiendo aquí con Klee.

Reaper: (Riéndose) Sí, nos quedamos dormidos. Klee siempre logra cansarme con sus juegos.

Amber: (Curiosa) Y esa máscara, ¿por qué la usas?

Reaper: (Serio) Es para ocultar mi verdadera identidad. No quiero que me reconozcan.

Amber: (Asintiendo) Entiendo. Pero te ves bien sin ella.

Reaper: (Sorprendido) ¿En serio? No me siento cómodo sin ella.

Amber: (Riéndose) Claro que sí. Deberías usar tu verdadero rostro más a menudo.

(Reaper sonríe levemente y se coloca de nuevo la máscara)

Reaper: (Agradecido) Gracias, Amber. Lo tendré en cuenta.

(Klee se mueve un poco y despierta)

Klee: (Bostezando) Hola, Amber. ¿Qué haces aquí?

Amber: (Riéndose) Nada, solo pasaba por aquí y vi a Reaper y a ti durmiendo.

Klee: (Sonriendo) Ah, sí. Nos quedamos dormidos viendo las nubes.

El viajero se levantaría y se despediría de las dos chicas.