El viajero estaba recostado en la cama, descansando después de un largo día de batallas y aventuras. Estaba pensando en cómo continuar su búsqueda de la arconte Hydro en Fontaine cuando de repente la puerta de su habitación se abrió y la pequeña Marie entró corriendo.

"¡Reaper! ¿Quieres venir a recolectar algunas frutas conmigo? Hay muchos árboles cerca de aquí", dijo la niña con una sonrisa en el rostro.

El viajero se levantó de la cama y asintió con la cabeza. "¡Por supuesto, Marie! Será divertido ir a buscar frutas contigo", respondió con una sonrisa.

Ambos salieron de la casa y se adentraron en el bosque cercano. El sol estaba comenzando a ponerse, pero aún había suficiente luz para que pudieran buscar frutas en los árboles.

Marie mostró al viajero algunos árboles frutales y le explicó cómo elegir las frutas maduras. Juntos, recogieron manzanas, peras y fresas.

El viajero se sorprendió de lo bien que conocía Marie el bosque y la cantidad de frutas que podía encontrar en poco tiempo. "Eres muy hábil para recolectar frutas, Marie", dijo el viajero, impresionado.

La niña sonrió tímidamente. "Mi mamá me enseñó todo lo que sé sobre el bosque. Ella también sabe mucho sobre las hierbas y las plantas", explicó Marie.

El viajero asintió con la cabeza. "Tu mamá parece ser una persona muy sabia y conocedora del bosque", dijo con una sonrisa.

La pequeña Marie asintió con la cabeza y luego se quedó en silencio por unos momentos. Finalmente, preguntó: "¿Tú también conoces muchas cosas sobre el bosque, Reaper?"

El viajero pensó por un momento antes de responder: "Sí, Marie. He viajado por muchos lugares y he aprendido mucho sobre la naturaleza y las criaturas que viven en ella".

Marie lo miró con admiración. "Eso suena muy emocionante. Me gustaría viajar contigo algún día", dijo la niña.

El viajero sonrió. "Me encantaría llevarte a algunos lugares interesantes si algún día tienes la oportunidad de viajar conmigo, Marie", respondió amablemente.

El sol ya empezaba a ocultarse en el horizonte, y los árboles empezaban a reflejar una suave luz dorada. El viajero se detuvo para observar un fruto extraño y preguntó a Marie si ella sabía algo sobre él.

"Este es un fruto de las huertas de la Arconte Hydro, ¿verdad?", preguntó el viajero.

"Sí, así es", respondió Marie, emocionada de que alguien mostrara interés en la historia de su hogar. "Mi mamá siempre dice que la arconte cuida de nosotros y nos da la lluvia que necesitamos para nuestras cosechas".

"¿Me contarías más sobre ella?", preguntó el viajero.

Marie asintió, y comenzó a contar la leyenda de la Arconte Hydro. "Cuenta la historia que hace muchos años, una gran sequía azotó la región de Fontaine. Los ríos se secaron y las cosechas se marchitaron. Los habitantes del lugar estaban desesperados y no sabían qué hacer. Entonces, un día, una hermosa mujer de cabellos azules descendió del cielo y se presentó como la Arconte Hydro. Con una sola palabra, hizo llover y los ríos volvieron a fluir. Desde entonces, la gente de Fontaine ha venerado a la arconte como su protectora y han construido templos en su honor".

El viajero escuchaba con atención, impresionado por la historia y la fuerza de la fe de la gente de Fontaine. "Es una hermosa leyenda", dijo. "No puedo imaginar cómo sería tener una protectora así".

"La arconte es muy poderosa y bondadosa", dijo Marie con orgullo. "Ella nos protege y nos da la lluvia que necesitamos para nuestras cosechas. Sin ella, Fontaine no sería lo mismo".

El viajero sonrió y agradeció a Marie por la historia. "Gracias por contarme sobre la Arconte Hydro y la historia de Fontaine. Realmente aprecio que me hayas llevado a recoger estas frutas y por haberme compartido esta historia".

Marie sonrió y se despidió del viajero con un abrazo. "¡Gracias por acompañarme! ¡Espero que algún día puedas conocer a la arconte!"

El viajero se alejó de la casa, pensando en la historia que acababa de escuchar y en la fuerza de la fe de la gente de Fontaine en su protectora. Aunque no sabía si alguna vez conocería a la arconte, estaba agradecido por haber tenido la oportunidad de aprender más sobre ella y la gente que la veneraba.