El viajero finalmente llegó a Sumeru, la nación de la Diosa del Conocimiento, en busca de la gnosis dendro. Sin embargo, en su camino fue capturado por la guardia de Sumeru, que lo confundió con un intruso.

A pesar de que el viajero intentó explicar su situación, la guardia lo llevó a la presencia de la reina del reino, Tejedora de Sueños. La reina, conocida por ser fría y calculadora, escuchó la historia del viajero con detenimiento antes de decidir su destino.

Sin embargo, antes de que la reina pudiera emitir su veredicto, una figura misteriosa apareció en la sala y exigió la liberación del viajero. La figura se presentó como Shin, uno de los generales de la División de Operaciones de Sumeru, y explicó que el viajero era un invitado especial de la Diosa del Conocimiento.

A pesar de las objeciones de la reina, Tohma logró persuadirla para que permitiera al viajero continuar con su búsqueda de la gnosis dendro. Con la ayuda de Shin, el viajero pudo continuar su aventura en Sumeru, aunque bajo la vigilancia de la guardia del reino.

El viajero caminaba por las calles de Sumeru, observando detenidamente la ciudad y sus habitantes. Sin embargo, algo extraño estaba sucediendo: cada vez que se iba a dormir, el día que había pasado se repetía de nuevo. Al principio pensó que era una simple coincidencia, pero cuando la misma situación se repitió varias veces, comenzó a preocuparse.

Trató de encontrar una explicación para lo que estaba sucediendo, pero no encontraba ninguna razón lógica. ¿Acaso estaba atrapado en un bucle temporal? ¿Era algún tipo de maldición?

El viajero decidió investigar más a fondo, hablando con los habitantes de la ciudad y explorando cada rincón en busca de pistas. Descubrió que muchos de ellos habían notado lo mismo y también estaban desconcertados por la situación.

A medida que pasaban los días, el viajero se sumergía cada vez más en el misterio del bucle temporal en Sumeru, tratando de encontrar una forma de escapar de él.

El viajero, desconcertado por la situación del bucle temporal, se encontró con una niña sospechosa que afirmaba ser la Arconte Dendro. La niña, llamada Nahida, le pidió al viajero su ayuda para detener el bucle y salvar a la gente de Sumeru. A pesar de sus dudas, el viajero aceptó ayudarla y juntos comenzaron a buscar una solución al problema.

Después de investigar, descubrieron que el bucle era causado por una criatura misteriosa que estaba en el centro de la ciudad. Con la ayuda de Nahida, el viajero se adentró en las profundidades de la ciudad y finalmente encontraron la criatura. Era un ser antiguo y poderoso que estaba atrapado en el tiempo, y necesitaba la ayuda del viajero para ser liberado.

El viajero y la niña trabajaron juntos para liberar a la criatura y poner fin al bucle temporal. Con el problema resuelto, ella le agradeció al viajero por su ayuda y se despidió de él, prometiendo que siempre estaría allí para ayudar si lo necesitaba. El viajero, por su parte, continuó su búsqueda de la gnosis Dendro, agradecido por haber ayudado a la gente de Sumeru y haber encontrado a un nuevo aliado en el camino.

El viajero salió victorioso del bucle y caminaba por las calles de Sumeru cuando se encontró con dos personas interesantes: Collei y Nilou. Collei resultó ser una guardabosques que protegía los bosques de Sumeru, mientras que Nilou era una bailarina talentosa que amenizaba los eventos en la ciudad.

Ambas chicas se presentaron y mostraron su curiosidad por el viajero, preguntándole sobre su pasado y sus aventuras. El viajero, agradecido por su ayuda y compañía, les contó sobre su búsqueda de las gnosis y su lucha contra las fuerzas enemigas que amenazaban a Teyvat.

Collei y Nilou escucharon atentamente y se ofrecieron a ayudar en cualquier cosa que necesitara el viajero. Juntos, los tres decidieron explorar Sumeru y descubrir los secretos que la ciudad guardaba.

El viajero, Collei y Nilou exploraban juntos las ruinas antiguas de Sumeru, maravillados por la arquitectura y la tecnología utilizada en el pasado.

Viajero: Wow, es increíble lo avanzados que estaban los antiguos habitantes de Sumeru.

Collei: Sí, es impresionante. Pero también debemos tener cuidado, estas ruinas están llenas de peligros.

Nilou: Tienes razón, Collei. De hecho, ¡miren ahí! Son máquinas antiguas.

De repente, las máquinas se activan y se acercan peligrosamente a los tres aventureros.

Collei: ¡Rápido, defendámonos!

Viajero: No te preocupes, yo me encargaré de esto.

Nilou: ¡Ten cuidado, viajero!

El viajero lucha con valentía contra las máquinas, mientras Collei y Nilou lo apoyan con sus habilidades de combate. Finalmente, logran destruir las máquinas y se dan cuenta de que estaban siendo observados por un extraño encapuchado.

Encapuchado: Interesante, veo que son unos buenos guerreros. Tal vez podrían ser útiles en mi misión.

Collei: ¿Quién eres tú? ¿Qué quieres?

Encapuchado: Soy un explorador como ustedes. Estoy buscando un tesoro muy valioso en estas ruinas. ¿Les gustaría unirse a mí en esta aventura?

Viajero: Eso suena interesante. ¿De qué se trata este tesoro?

Encapuchado: Es un objeto muy antiguo que puede conceder poderes increíbles. Pero también es muy peligroso, por lo que necesito la ayuda de guerreros experimentados como ustedes. ¿Qué me dicen?

Collei: Yo estoy dentro. Nilou, ¿y tú?

Nilou: Por supuesto, ¡vamos a buscar ese tesoro!

El viajero también se une a la aventura, emocionado por lo que les depararía la exploración.