Cuando cruzan mis ideas
por la avenida de tu pensamiento,
puede ser larga la distancia,
mas la acorta el sentimiento.

Cuando he enroscado mis brazos
sobre mis hombros desnudos,
allá tus brazos reciben
el calor con que los cubro.

Cuando dos almas de lejos,
aún se duermen tan cerca,
aunque separen mil metros,
el corazón las acerca.

Y cuando cantan mis lágrimas,
y la canción viaja y viaja,
puede que tarde mil años,
mas yo sé que también cantas.