Navaja
Y así es la vida, empiezas mariposa,
mas nunca aprendes a volar.
Si antes éramos reemplazables
ahora simplemente estamos de más.
A veces somos pañuelos, para todo tipo de pieles.
Nos ensucian, nos ensucian, y luego no nos quieren.
Somos insectos reptando en el fango.
La gente nos huye y nosotros lloramos.
Son extraños dicen, pues no llevan alas.
Y nosotros seguimos, llorando sin ganas.
Sí somos extraños, abnegadamente extraños.
Nos quitamos las alas, para verlos volando.
Y luego nos huyen, rechazan, nos callan.
Ser amable es como hincarse en el cuello una navaja.
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