Es la mitad de junio
y de nuevo es él
quien canta a los pájaros
y hace florecer.

Es pleno septiembre
y los astros lloran.
Su nombre es rocío
goteando en mis rosas.

A finales de octubre,
a mitad de las sombras,
es él quien convierte
mi otoño en memoria .

En diciembre es invierno
erizándome el cuello.
Un abrigo de cuero
cubriéndome el cuerpo.

Y de nuevo es enero
y lo siento tan lejos.
Su voz no susurra
ni un solo te quiero.

Y febrero ha llegado.
Tortúrame ahora.
Te vas cuando el mundo
me ahoga, me ahoga.