Tengo el presentimiento de que todo va a cambiar, tiene que ser para  bien, demasiado mal después de tantas tormentas y tempestades.  Nadie tiene la culpa de todos estos años; ellos tenían razón cuando
decían que nos estábamos haciendo daño. Nos convertimos en los  tornados de nuestro propio desierto, las agujas perdidas en el cuarto de un demonio, lágrimas de un cuento roto: dejamos de ser nosotros entre todos. Sobreviví con las cicatrices como adoquines en mi piel, caminé sobre el arcoíris gastado de mi cabeza, resistí con los abrazos apuñalados en mi espalda y los besos envenenados arrastrando sus mentiras a casa, persistí entre maletas llenas de miedos, planes
enterrados con falsos intentos y pesimismo sin remedio, secretos con etiquetas, sueños aplastados y oraciones incompletas, entre las nuevas vidas y las cuentas viejas.

Podría imaginarme una teleserie con todos los personajes que han  visitado el camerino de mi corazón. El premio a la mejor actuación
siempre será para el perdedor con antecedentes de ladrón; el bueno
se convertirá en antagonista y el malo será bautizado como un
campeón. Demasiado drama para la vida, una semana complicada,
una noche sin visitas, no vale la pena llorar, entre mis vinos y van, uvas e ibas, jodidamente bien con mi ron y el tequila, escondiendo los
sentimientos y tiñendo las heridas. Ok, otra ronda por todos los daños
de años en mi corazón, esta vez no, no pondré en pausa mis
emociones ni guardaré rencor, no fingiré sonrisas ni inventaré cuentos  ni mentiras, sonreiré de verdad, lloraré mientras bailo con mis
canciones favoritas. Puedo estar muriendo por dentro pero nunca
dejaré de sonreírle al mundo y demostrar lo que siento.

En mi defensa diré que nunca me rendí, lloré lo suficiente como para
olvidar lo mucho que necesitaba de ti. Seguí corriendo por los bosques sin temor, aferrándome a mí mismo, sosteniendo mis sueños,  agarrándolos fuerte, protegiéndolos de que nadie se los lleve, para que
se hagan realidad por siempre. A través de mis pasos quiero descifrar las señales escondidas detrás de aquellos sueños, descubrir esos  misterios incompletos, hacer gritar las palabras calladas en silencio,  derrumbar cada muro, borrar la ansiedad y tachar la depresión.  Arrancaré con mis manos las inseguridades que me abruman,  colorearé las dudas dentro de mi cabeza, volaré sobre el abismo y  viviré mi vida, aunque en estos momentos se encuentre jodida.

**Otra Copa De Vino Por Favor**