Soy todo lo que miras, los lugares que habitas, un inmortal en tu vida, la luz entre tus ojos y mi sonrisa, soy el cielo que te mira desde arriba.
Soy el camino largo por el cual temes caminar, la cuerda floja donde cuelgan todas tus dificultades, el trapecista con cicatrices rotas, tu
asunto sin terminar, el problema no resuelto, una cuenta estancada, el
cuento sin final. Soy ese enredo en algunos de tus errores, la idea fija
en tu memoria, la letra que odias en los libros que lees, el cactus de tu
jardín, las sábanas desordenadas en tu cama, los mensajes de los cuales no hablas. Soy la tristeza de la cual te avergüenzas, los resbalones en cada bajón que atraviesas, el amor propio que te falta, lo mucho que te interesa. Soy la pi constante en tus estaciones, el caracol blanco guardado en tu gaveta, las llamadas perdidas, las huellas en tu
puerta. Soy el sonido que rompe todos tus silencios, el abismo al cual te aferras, el borde del precipicio, el fantasma en tus tormentas, soy lo
mejor en toda tu mierda.

Soy tu desastre favorito, el desorden en tu cabeza, las agujas en tus
ojos, una espina atorada en tu garganta, esa bala en el pecho, la herida que no sana. Soy de esas malas noticias que odias pero siempre lees, esa canción corta venas para rompecorazones sin conciencia, la paz en tu guerra, la luz que brilla sobre tu ciudad oscura y mugrienta. Soy el chico bueno de los malos recuerdos que no puedes borrar, el antídoto a tu veneno brutal el cual piensas que mata y me hace volver a empezar. Soy el karma escondido detrás de tus sombras malditas, un déjá vu en todas tus estrategias, las fotos que no borras, las cartas que no quemas, la culpa que no aceptas, todo lo que siempre esperas. Soy casi todo en un poco de nada, ese nombre inolvidable, el perfecto cargado de imperfecciones irreemplazables, el valiente que ganó fuerzas al perder tu amor cobarde.
Soy la suerte agridulce que necesitas para creer en ti. Soy yo, mejor sin ti; por mí…me quiero así.

** ¿Qué eres tú? **