Voy flotando en el aire, respirando nubes blancas por la nariz
mientras sopla el viento de la ventana contra mis ojos rojos de tanto llorar por ti. Comienzo a sentir los efectos secundarios del amor  cuando veo tu reflejo grabado en mi espejo sonriendo para mí, pero no estás aquí. Simplemente te imagino mientras camino por la línea blanca que me separa de ti. Siento tus trasparentes manos apretando mi cuello, no me dejan dormir; cuesta tanto no pensar en ti, la cama parece hundirse sin ti o acaso son las rayas y sus efectos de más comenzando a perturbar. No estabas y te podía escuchar, mis huesos se rompían, el techo se me caía encima, no quería respirar.

Las consecuencias de mi felicidad en todos esos días fueron el resultado de mis noches de insomnio y esperanzas fallidas. Aun así,
siempre vuelves a mi cabeza como un espiral con su voluntad y  dignidad perdida. Pero sigo en pie con mi vida quebrada pero no de
rodillas, mientras quemo tu alma hasta convertirte en cenizas, gritando tu nombre en silencio, mi dulce tormenta, me hace falta tu aliento, necesito de tus besos. Pinto una raya más en la cebra, tacho tu nombre entre líneas blancas sobre la mesa. Soy un prisionero buscando tu libertad, ten una gota de piedad, esta ausencia de tu amor es el veneno
de mi ansiedad.


**Aire de ti, polvo de mí*