Entre olas y sal, voy navegando hasta estar cada vez más cerca de tu cuerpo. Medir mi cordura con tu locura es el resultado de las ganas  que me abruman. Ese oxígeno de ti es lo que necesito, respirar de tu  aire para llenar mi vacío. Centímetros efímeros separan tus labios de los míos, malditos centímetros, mientras más te quiero más te necesito. Quiero navegar sobre tu mar y perderme como náufrago en tu isla, solos a la orilla mientras el deseo nos despeina el alma por comernos a bocados, por estar centímetros más cerca de ti, para matar las ganas de aquellas noches en las cuales dormimos separados, pedazo por pedazo hasta construir un palacio sobre nuestros sueños, donde podamos hacer realidad cada deseo que escondemos.

Deseo estar contigo en la puerta del cielo, tocando con los dedos el techo de tu universo; será una cita entre nubes, brillando como estrellas, ruidosos como los truenos, donde la luna y el sol morirán de envidia por el amor que nos tenemos. Dejaremos correr el sudor por la habitación, hasta perder el pudor e intercambiar de idiomas con  nuestros cuerpos. Malditos centímetros y este ardor que va quemando toda mi ciudad por dentro, deseando incendiar todo tu pueblo con mi fuego, diez centímetros fuera y cero centímetros dentro, sin trampas en el juego, la sangre no llegará al cerebro de tanta locura por perdernos. Puedo bailar en la cima de tus letras, susurrar palabras sin prejuicios, amarrar tus manos a mi cintura, apretar tus miedos con mis dedos hasta perder el juicio, morder mis fantasías con tus dientes, por ti, por mí, y por todos los centímetros que vienen, muriendo de curiosidad por tenerte, perdernos entre norte y sur, de este a oeste.

Esta vez dejaré al éxtasis llevarme sobre las dimensiones de tus  infinitas creaciones, caminaré con los ojos vendados sobre tu espalda,  sin hablar ni una sola palabra, guardaré mis armas, no dejaré que te vayas. Tu corazón a centímetros del mío, el aire que respiro, corramos juntos a la luz de nuestros colores, derrumbemos los puentes y fortificaciones, rompamos estos cristales que nos separan, más allá de una pantalla y de todas las palabras; contando los días y restando las noches, haciendo planes, escribiendo nuestros nombres, sin buscar perpuntes al pasado, sirviendo al presente un futuro anhelado. Centímetros temporales, distancia con fin, quédate un centímetro más cerca de mí, no me dejes solo, quiero estar a cero centímetros de ti.

**Quedamos más separados que unidos**