Mi ciudad siempre fue de color gris, sus edificios antiguos desconocen de reglas nuevas, viven estancados en el tiempo. Existimos como un reloj de arena dando vueltas en el mismo lugar, sus largas barbas no aceptan el brillo de nuestras lunas y soles, ellos no buscan la verdad, construyen sus leyes con mentiras. Aquella noticia fue tan triste,  dibujamos falsas sonrisas ante esas caras egoístas, las cuales nos  arrancaron el sueño de vernos juntos por ser tan iguales. Con nuestros corazones rotos en pedazos, nunca fuimos suficiente y ellos siempre fueron demasiados. Durante estos años ha sido lo mismo, desde la vieja escuela, reparando costuras y zapatos viejos, algunos son altos y otros más pequeños, vestidos de virtudes debajo de tantos defectos, ocultando la realidad de este mundo de plástico que nos rodea, suponiendo ser perfectos en una vida llena de imperfectos; ellas tan maquilladas y bellas, ellos muy deportistas con sus colmillos afilados para el sexo. Debes correr ymantenerte fuerte; si quedas atrás, te aplastan como hormiga, no debes ser débil, nunca muestres cómo te  sientes, nadie quiere saber. Debes mantener la frente en alto, tus  sueños ahora no importan, da igual las cabezas arrancadas, vale más el
dinero ganado que los estudios alcanzados, lo importante es un
primer puesto con un futuro asegurado.

Detrás del miedo, una identidad diferente, tan ajena a la verdadera
realidad, aquí estamos tú y yo ocultos en esta ciudad. Como nosotros, hay miles queriendo pintar sus colores, borrar todo lo gris que nos rodea, cada día menos luz y cada noche más oscura. Así pasa el
tiempo y a la vez te sientes estancado en el mismo lugar, tratemos de correr juntos, dos vale más que uno, en estos momentos eres lo más importante en mi mundo. Tengo miedo de perderte, te cuidaré de las doctrinas y sirenas que nos persiguen en mitad de la noche cuando los soles no “obedecen”. Solo queremos estar juntos, unir nuestro sagrado amor con las estrellas; se derramó el último trago de aquella botella, muchos votaron sí, demasiados dijeron no. Gritaba por dentro, era tan retorcido este estúpido juego, nos sentíamos como peones manejados por reyes sin coronas ni reinos. Puse mis rodillas en el suelo, rezaba en silencio mientras contemplaba mis diamantes
rotos, lloraba, no podía hacer nada por ellos.

Seguimos corriendo, las lágrimas comienzan a caer por mi rostro; estás a mi lado, me tomas de la mano y dices: no todo está acabado; aún quedan años para seguir luchando por esos sueños que una vez nos robaron. Sigo rezando, preguntándome por qué no lo hicieron, acaso no entendieron, todos necesitamos amar y ser amados sin importar la raza o el sexo, no se pueden prohibir los amores verdaderos. No nos rendiremos, puede que exista un sol y una luna, pero estrellas hay millones brillando juntas en el cielo, listas para alumbrar la oscuridad de sus corazones apagados por el tiempo. Lo mejor está por venir, detrás de todo este dolor oculto renaceré como ave fénix, tomado de la mano de mi amante y con mi revolución detrás, derrocaré tu imperio de papel, construiremos nuestros sueños, los cuales fueron arrebatados de nuestras manos. Una vez más, iluminaremos con la verdad, pronto seremos estrellas imposibles de apagar.

**El amor no conoce de leyes**