💀♨T r e s♨💀

Demonios.
De esos todos tenemos. 😉

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Horas pasaron de que lloré en el hombro de Alianna como si fuese un niño y ella su mejor amigo o su hermano mayor.

Me encargué de mis asuntos.

Asesiné a los asesinos de mi hermano.

Junto a mi chofer me fui a encontrar con mi esposa que estaba en el almacén con la nutricionista.

Llegué.

Y lo que vi no fue el escenario más prometedor.

Alianna

--¿Señora, está segura que me necesita aquí? –le pregunté por cuarta vez en el trayecto.

--Ya te dije que solo quiero que me acompañes. ¿Es mucho pedir? –dijo con severidad dado que había insistido mucho con la pregunta.

--Está bien.

Asintió.

Llegamos al almacén cárnico y lácteo de su esposo. Pero había algo raro.

¡Muy raro!

¡No había seguridad!

Y me preocupé… sí, me preocupé porque solo contábamos con el chofer y nuestra habilidad para huir. Eso en caso de que lo que presiento pase.

La señora tomó mi mano con fuerza al bajar del auto mientras nos acercábamos al sitio casi en tinieblas por lo desolado que estaba.

Su expresión de horror se intensificó cuando aparecieron unos hombres que nos interceptaron en el camino.

Su palidez aumentó cuando pareció reconocerlos.
Me puse alerta.

--Vaya pero mira a quien tenemos aquí hermano. –dijo uno mirando primero a la señora y luego al otro sujeto.

Mierda, fue lo único que pensé cuando de la nada salieron más de una docena de sujetos armados rodeándonos.

Poco después llegó un auto negro que reconocía como el del señor Hell. Me paralicé al verlo bajar del auto con la velocidad de un rayo y posicionarse justo frente a mí. Con tan solo dos segundos de reacción los hombres que decían ser hermanos capturaron a la señora.

El señor Hell empuñó sus manos por la impotencia de estar rodeados.

--¡Maldición! –fue lo único que dijo.

-Buena elección querido Hell. Elegiste muy bien. Los traidores deben morir. –enfatizó el sujeto que habló al inicio afianzando su agarre en el cabello de la señora haciendo que esta soltase un quejido lastimero.

Intenté moverme pero Hell me lo impidió con su brazo en mi cintura. Le lancé una mirada asesina pero no me soltó, me acercó más a él, si era eso posible.

Maldije internamente el hecho de que yo también quería protegerlo a él instintivamente me coloqué entre él y el sujeto que le apuntaba con un arma de fuego en medio del pecho.

--Bien. Ahora que está él aquí la fiesta puede comenzar. –dijo el segundo sujeto que sostenía violentamente a la señora.

La golpearon en el abdomen y el rostro unas tres veces y por más que estaba dispuesta a saltar sobre esos dos para devolverles los golpes debía impedir que hirieran a Hell quien trataba de contener sus ganas de hacer lo mismo que yo a esos imbéciles.

--No te ha dicho ¿cierto? –dijo el primero.

--La zorra te traicionó con nuestro hermano mayor. Sí ese que tú mismo mataste hace unos 3 años. –dijo el segundo.

--La muy perra tenía como misión matar a esa mocosa que tienen por hija y a ti. –dijo el primero.

--Esta rata doblemente traicionera. Falló en la misión por débil. –continuó el segundo golpeándola en el abdomen y jalando de su cabello para alzar su rostro ensangrentado.

Tuve nuevamente el impulso de abalanzarme sobre ellos pero un brazo robusto sosteniendo mi abdomen me lo impidió. Me impidió una muerte segura. Si daba un paso más hacia ellos quedaría como coladera por tantos tiros.

Ella no decía una mierda. Joder.

Joder.

En sus ojos pude ver que era cierto.

Joder.

En parte la entiendo.

Joder.

La traición.

Mierda.

La maldita traición se paga con sangre.

Joder.

Se entregó por los dos.

Joder.

Acaba de dar su vida por su esposo y por su hija.

Joder.

Aun así la llaman traidora.

Joder.

Mierda de vida tenía esta disfuncional familia de mafiosos.
Joder.

Él tuvo que matar a su amigo. Seguro que fue por traición.

Y joder.

Joder.

Y en el mismo día tuvo que enterarse de que su esposa lo ha traicionado desde hace un tiempo.

Joder.

Solo llevo de conocerlos 6 meses y nunca había habido tanto drama ni tanta sangre como hoy.

El sujeto uno sacó un puñal de su chaqueta de cuero y lo usó para arrancarle el cuero cabelludo a la señora.

--¡Maldito! ¡Hijo de perra! –no pude contener mis gritos.

La sangre manchó su extravagante y horriblemente caro traje sin el menor gusto.

El segundo sujeto le baleó una pierna a la señora, luego el otro muslo, un hombro, luego el otro; un pie, luego el otro. Ella casi no podía mantenerse en pie. Solo sufría en silencio. Lágrimas recorrían su rostro mientras mordía su labio inferior hasta sacar sangre para poder lidiar con el fuerte dolor que azotaba su cuerpo.

--¡Maldita sabandija! ¡Monstruo de mierda! –le grité al segundo en vano.

Gritar era lo único que podía hacer dadas las circunstancias.

El primero tomó el rostro de la señora y lo surcó de profunda y dolorosas heridas que lo desfiguraban al paso de la enorme daga por su piel.

--¡Hijo de puta! –le grité con dolor e impotencia sintiendo aun más fuerte el agarre de Hell en mi cuerpo.

El segundo sujeto le quitó el arma blanca al otro para perforar en repetidas ocasiones el abdomen y la espalda de la señora.

--¡Cerdos! ¡Animales! –les volví a gritar pero como siempre me ignoraron.

El primero dio la señal y el grupo de hombres que antes nos rodeaba ahora estaba alrededor del cuerpo casi sin vida de la señora.

Me paralicé y mi respiración se quedó en vilo.

En dos segundos el cuerpo que yacía en el suelo ensangrentado y casi irreconocible fue bombardeado con alrededor de más de dos mil balas en unos tres minutos.

El grupo de desconocidos descargaron sus armas en la pobre mujer quitándole la menor pisca de vida que pudiese quedarle.

Mi vida, mi respiración y mi mundo se detuvieron.

Joder.

Dejaron a una niña sin madre.

Joder.

Una niña de 5 años sin madre.

Joder.

Yo seguía en trance cuando los hermanos se marcharon y se llevaron a su sequito dejándonos ante aquel cruel escenario.

Volví a la realidad cuando el brazo que me sostenía comenzó a flaquear y me volteó para  abrazarme con fuerza.

Yo no tenía fuerzas ni para respirar.

Joder.

Lina.

Lina.

Lina.

Eso era lo único en lo que pensaba.

-Ya pasó. Todo va a estar bien.
Debemos irnos. –dijo Hell con voz apagada.

Me llevó con él hasta el auto en el que vino.

Joder.

Soy un auténtico robot.

--Lina. –fue lo único que dije.

-¡Lina! ¡Lina! ¡Lina! –grité como saliendo del shock.

Me sacudió para que dejase de gritar y me volvió a abrazar ahí fue cuando me tranquilicé.

Se separó un poco para verme a la cara.

--Ella está bien. Ya vamos con ella. Primero vamos por Luck que está en la casa de un amigo suyo. –dijo con calma con sus brazos aun rodeando mi cintura.

Asentí lentamente.

Subí al auto de forma automática y él se subió en el asiento del piloto. Encendió el auto y condujo hacia Luck como alma que lleva el diablo. Al llegar allí lo recogimos y nos marchamos a su casa. De camino no dijimos nada.

_________________________

Sonreír en estos momentos está sobrevalorado.

¿Qué pasaría si tú estuvieras ahí?

¿A quién elegirías?

Duele ¿cierto?

Hay sangre. Muchas
sangre. Hay penas y traiciones develadas. Pero sobretodo hay dolor.

Bueno, bueno ustedes pueden opinar desde sus corazones y si quieren saber lo que se avecina solo diga aquí.

mica_ailen

ChaosPiscis19

minijapo


💀Death💀


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