Capitulo 26

El día anterior:

Daisy comenzó a caminar más rápido al momento de ver a Mario acelerar el paso, quien al darse cuenta de que Daisy no iba a dejar de seguirlo comenzó a correr. Rápidamente se metió por detras de unos edificios, y Daisy lo siguió, pero al dar la vuelta ya no pudo verlo. Indispuesta a darse por vencida, recorrió todo el pequeño callejón delante de ella y regresó a la concurrida calle principal, viendo a Mario mientras se subía a un autobus. Rápidamente comenzó a correr para alcanzarlo, logrando subirse a la parte de atrás del bus sin que Mario la viera.

Sin quitarle la vista de ensima, se quedó durante toda la ruta del bus hasta que este se detuvo finalmente en un pequeño pueblo rural en los límites del reino. El conductor les pidió a los que aún quedaban que se bajaran, y Daisy se bajó por la parte de atrás mientras que Mario lo hizo por la de adelante. Él comenzó a caminar lentamente, y finalmente Daisy lo vio entrar a un bar.

Daisy (pensando) : '¿Todo esto para un trago ... ?'

La princesa castaña decidió entrar también, notando que el lugar estaba bastante vacío. Solo habían un par de toads tirados sobre una mesa, un toad que estaba limpiando vómito de otra mesa, y unos hammer bros que jugaban billar junto a dos boom boom y un magikoopa, quienes al verla no le quitaron los ojos de ensima hasta que se sentó en la barra a la par de Mario.

Daisy (sentandose) : Lo mismo que él pidió.

Cantinero : A la orden.

Mario ignoró a Daisy, y después de unos segundos el cantinero les sirvió a ambos en un pequeño vaso de vidrio un líquido transparente, al cual le hechó unas gotas de otro que era amarillo y se los sirvio. Mario se lo tomó de un trago, acción que Daisy intentó imitar, pero comenzó a toser al sentir como le quemó la garganta.

Mario (serio) : Te falta aguante (al cantinero) otro por favor.

Daisy (tosiendo) : ¿Que ... es esta ... porquería?

Cantinero : Le decimos "el beso del diablo", es el trago más fuerte que tenemos.

Daisy : Bien ... entonces solo ... deme algo menos fuerte ¿quiere?

Mario : Sirvele un "consuelo de soltero".

Cantinero : Claro.

Daisy : ¿Que?

Mario : Como se nota que nunca has salido a beber a los barrios bajos.

El cantinero les sirvió a ambos nuevamente.

Daisy (mira a Mario) : ¿Y tu sí?

Mario (toma su vaso y lo comienza a mover) : Sí ... pero hace ya un buen tiempo. Un día antes de mi graduación del colegio ... estaba harto de todo y simplemente me escape.

Daisy : ¿Igual que ahora?

Mario (sonrie) : Igual que ahora.

Daisy : Oye ... no es que me importes, pero Rosa y Luigi sí, y la verdad los dejaste preocupados y ...

Mario (la interrumpe) : Tenías razón ... soy un hipócrita. No estoy ni cerca de ser la persona que Luigi y Lina creen que soy. Les ... he mentido a ambos y he hecho cosas horribles de las que me siento arrepentido y ...

Daisy le dio un golpe a Mario en el hombro, quien reaccionó tomandola del cuello. Sus ojos se pusieron rojos y su mano comenzó a calentarse, pero se comenzó a calmar y la soltó, regresando a la normalidad.

Mario (serio) : En caso de que te sientas ofendida por mi comentario, las cosas horribles de las que hablo son otras. He ... asesinado personas. Mis poderes se basan en magia oscura, y eso me convierte en un peligro para todos.

Daisy, quien aún tosía por casi haberse quedado sin aire, vio fijamente a Mario, notando que tenia una expresión sombría que jamás creyó ver en él. Una vez que recuperó la compostura, se quedó sentada en silencio unos segundos, tras lo que habló.

Daisy : ¿Sabes? ... eso no me importa.

Mario volteo a ver a Daisy bastante confundido, y ella simplemente siguió hablando, sin verlo a los ojos.

Daisy : No creas que eres el único que se siente como un verdadero idiota. Claro, yo no he llegado a matar a nadie, pero ... si he cometido errores. Y tenías razón ... creo que ... me enamoré de tu estúpido hermano ...

Mario (la interrumpe) : Oye ...

Daisy (le da una suave patada en la pierna) : No me interrumpas, que tu igual eres estúpido.

Mario sonrio levemente, regresando a una expresión seria rápidamente.

Daisy (ve a Mario a los ojos) : Y como iba diciendo, me ... siento mal por él y lo que le esta pasando, así como me siento mal después de estar contigo y ... ... ... creo que ... jugar con ambos solo me hace ser una persona detestable.

Mario : Creo que ambos somos idiotas entonces ¿eh?

Daisy (levanta su vaso) : Propongo un brindis entonces, por ser unos idiotas.

Mario levantó su vaso y lo chocó con el de Daisy, tras lo que ambos se lo tomaron de un trago.

Daisy : ¡Fuuuu! Si que esta fuerte esta cosa.

Mario : Jeje, realmente te falta práctica.

Daisy vio reflejado en su vaso al grupo de habitantes del reino koopa, quienes habían dejado de jugar billar y ahora la miraban fijamente.

Daisy : Oye Mario ¿ya notaste a los tipos que no dejan de vernos?

Mario : Desde que entraste. Parecen estar muy interesados en ti ya que no han dejado de verte, a mi ni me ponen atención.

Daisy : Pervertidos.

Mario : Creo que es más complicado que eso, tal vez te reconocieron como princesa y esten evaluando que tanto dinero ganaran con tu rescate, así que espero que sepas pelear.

Daisy : Creeme, no practico boxeo por amor al deporte, lo hago para tener una excusa legal para romperle la cara a otra persona.

Mario : Tomare eso como un sí.

El grupo de tortugas se levantó de sus asientos y comenzó a caminar hacia la barra, por lo que Daisy sostuvo su vaso con fuerza, pero Mario la tocó ligeramente con su pie.

Mario : No inicies una pelea o estaremos en problemas. Dejalos iniciar, siempre es bueno poder alegar defensa propia.

Boom Boom 1 : Vaya, vaya, miren a quien nos pudimos encontrar aquí (se apoya en la barra a la par de Daisy) la princesa Daisy de Sarasaland.

El otro Boom Boom se puso al lado de Mario, y los dos hammer bros y el magikoopa se pararon detrás de ellos.

Daisy (con una falsa sonrisa) : Así es, y debo decir que la porquería que se encuentra en estos lugares es peor de lo que imagine.

Boom Boom 1 (rie) : Veo que eres atrevida ... me gusta.

Magikoopa : Puede que no seas la princesa Peach, pero estoy seguro de que al menos tus papás se preocuparan si desapareces.

Mario (se pone de pie) : Oigan, no tenemos porque ponernos tan agresivos ¿saben? Yo propongo que simplemente nos sentemos a conversar sobre esto mientras tomamos algo.

Boom Boom 2 : ¿Y tu quien eres, su guardaespaldas?

Daisy (se levanta) : ¡Claro que no! Yo soy perfectamente capaz de darte una paliza por mi misma.

El ambiente se puso realmente tenso dentro de la cantina, y tanto el cantinero como el toad que estaba limpiando la mesa se escondieron del otro lado de la barra.

Mario (serio) : Bien, creo que sus intenciones son más que claras, así que les dare la opción de irse de aquí.

Boom Boom 2 (tono amenazador) : ¿Y si no queremos?

Mario : ¿Cantinero?

Cantinero (en un tono agudo lleno de terror) : Dddd ... diga.

Mario : Sera mejor que llame cinco ambulancias, porque dudo que estos idiotas quepan todos juntos en una sola.

El Boom Boom que estaba cerca de Mario comenzó a reír, tras lo que le lanzó un puñetazo, pero Mario se agachó rápidamente y envolvió su mano en fuego, dandole un fuerte golpe en el caparazón, el cual lo rajó y lo mandó a volar atraves de la pared del bar. Daisy, aprovechando la confusión, tomó ambos vasos y los estrelló en la cabeza del otro Boom Boom, haciendole varios cortes por el cristal. Luego le dio una patada en el caparazón, haciendo que se tambaleara y cayera al suelo, tras lo que tomó el banco en el que estaba sentada y se lo rompió en la cabeza.

A todo eso, los hammer bro sacaron sus martillos dispuestos a atacar a la castaña, pero Mario se incorporó rápidamente y creó un aro de fuego alrededor de ellos, tras lo que saltó y entró al aro, cerrandolo. Los hammer bros no tuvieron más opción que pelear con él, pero Mario se volvió de metal y los embistió, saliendo del aro de fuego y estrellandolos contra el magikoopa, cuyo hechizo de ataque dio en el techo, rompiendolo. Daisy logró saltar a un lado, esquivando el fragmento de techo, pero el Boom Boom que había golpeado se incorporó y la tomó de los brazos, estrellandola contra la barra.

Mientras, Mario tomó los martillos de los hammer bros y los usó para golpearlos en el rostro, dejandolos inconscientes. El magikoopa volvió a dispararle su magia, pero Mario la desvió, explotando unas mesas. Él se lanzó hacia el magikoopa e intentó atraparlo, pero este desapareció de su vista. Rápidamente volteo a ver, dandose cuenta de que Daisy estaba en problemas, por lo que dio un salto hacia donde ella estaba y le quitó al Boom Boom de una fuerte patada, tras lo que regresó a la normalidad.

Daisy (incorporandose) : Gracias ... argh, en serio odio ser la damicela en apuros.

Mario : Me agradeces después, esto no ha ...

Una bola de fuego impactó en la espalda de Mario, mandandolo al suelo. Daisy se dio la vuelta mientras lanzaba un banco, pero no alcanzó a darle al magikoopa, quien volvió a desaparecer. El Boom Boom, adolorido y furioso, tomó a Daisy por la espalda, quien comenzó a darle patadas y cabezasos, pero nada lo hacía soltarla.

Boom Boom 1 (molesto) : ¡¡Veo que eres una perra mala, si no puedo llevarte y cobrar rescate al menos me quitare la gana matandote!!

Daisy (forcejeando) : ¡¡Ya quisieras!!

Daisy logró acomodarse y le dio un fuerte pisotón, tras lo que le dio un cabezaso en una de las heridas de su cabeza, haciendo que la soltara. Rápidamente le dio una fuerte patada en la cabeza, y al caer al suelo le somató la mesa de billar con todo y las pelotas, finalmente dejandolo inconsciente. Ella comenzó a buscar a Mario, encontrandolo tirado en el suelo. Su espalda no estaba quemada, y en ella podía ver un tatuaje con forma de dragón. Confundida, iba a agacharse para ver como estaba cuando se escuchó un doble estallido.

El magikoopa, quien estaba detras de Daisy, salió volando por la pared, quedando a la par del otro Boom Boom. Mario se había puesto de pie y estaba a la par de Daisy, pues se había levantado rápidamente al sentir la presencia del mago koopa y había aprovechado para atacarlo. Lentamente comenzó a ver a Daisy, y ella hizo lo mismo, tras lo que un hilo de sangre comenzó a salir de su boca. Mario se acercó a ella y la atrapó antes de que se desplomara, dandose cuenta de que tenía una enorme herida en su espalda: el magikoopa la había atacado a ella y no a él.

Mario (alterado) : No, no, no ¡Daisy, Daisy respondeme por favor, Daisyyyyy!

La castaña no podía hablar y solo se sostuvo fuertemente del joven dragon, quien la levantó en sus brazos, cargandola, y salió rápidamente del bar.

Mario (corriendo por la calle) : Tranquila Daisy, todo va estar bien, vas a estar bien, solo debo ... debo hallar donde curarte y todo estara bien.

Después de correr unos segundos, Mario vio un pequeño motel, y de un salto alcanzó una de las ventanas y derritió el seguro, colandose en la habitación. Dejó a la castaña en la cama boca abajo, corrió a la puerta para asegurarse de que estuviera cerrada, y regresó con ella para comenzar a sanar su espalda. Una vez que la herida fue curada, le dio la vuelta y la dejó recostada en la cama, tras lo que tomó su pulso, aliviandose finalmente al ver que estaba viva. Una vez que se calmó, notó que su camisa se había carbonizado por el ataque del magikoopa, por lo que muy probablemente Daisy vio la marca en su espalda.

Él se acercó a la ventana, desde donde pudo ver a varias ambulancias en el bar, aunque no vio ninguna patrulla. Volteo a ver a Daisy, quien parecía estar inconsciente, y él cerró la ventana y corrió las cortinas, tras lo que se puso a dar vueltas en la habitación mientras pensaba. No podía llamar a la estación ni a sus amigos, pues tendría que explicarles la marca en su espalda y el porque Daisy estaba inconsciente. Por ello, si quería irse de allí antes de que anocheciera, debía llamar a Lana o a Catherine, pues sabía que Ale no sabe conducir.

Rápidamente sacó su teléfono especial y marcó, pero este lo mandó a buzón. Intentó llamar otras tres veces, pero no le contestaron. Frustrado, decidió que su única opción era pasar la noche en esa habitación, esperando que no los descubrieran, y ya al día siguiente vería que hacer. Entonces se sentó en una silla y comenzó a cerrar los ojos, intentando descansar un poco...

Unas horas después fue despertado por Daisy, quien lo estaba sacudiendo para que despertara. Al hacerlo, ella se relajó y se sentó en la cama, y él se terminó de despertar.

Mario (bosteza) : Veo que ya estas mejor ... que bien.

Daisy : Sí, em ... gracias por ... salvarme la ... vida.

Mario (niega con la cabeza) : No me lo agradezcas, después de todo fui yo quien te puso en esa situación.

Daisy le dio un pequeño golpe en el hombro.

Daisy (tono juguetón) : No te pongas cursy ¿quieres? Vas a hacerme vomitar. Yo solita me metí en esto por seguirte.

Mario (sonrie) : Si tu lo dices...

Daisy : Por cierto ... ¿porque tienes un tatuaje de dragón?

Mario (serio) : Lo viste.

Daisy : Sí, lo vi cuando estabas tirado en el suelo ¿es por eso que siempre te aseguras de que nadie vea tu espalda?

Mario (desvía la mirada) : Recuerdas que te dije que le había mentido a mi hermano y a Lina.

Daisy : Siii ... pero un tatuaje no es gran cosa ¿sabes?

Mario (rie de forma irónica) : Es más que un tatuaje, es una marca ... que me identifica como el resultado de un experimento. (mira a Daisy a los ojos) Veras, mis padres biológicos, ellos ...

Mario le contó a Daisy toda la historia sobre Tenebrum y sus poderes, y ella lo escuchó todo atentamente.

Mario : ... y por eso no quiero que nadie sepa de mi marca, porque no estoy listo para decir la verdad de ... lo que soy. Y por eso, quisiera pedirte, no, rogarte, que por favor no le digas a nadie de esto.

Daisy se quedó en silencio unos segundos, tras lo que vio a Mario a los ojos.

Daisy : Lo hare, pero con una condición.

Mario : Dime.

Daisy se inclinó un poco y le dio a Mario un beso en los labios, separandose momentaneamente de él.

Daisy : Creo que ya sabes cual es la condición.

Mario : ¿Que hay de mi hermano? En el bar dijiste que te habías enamorado de él.

Daisy : Bueno, él no esta aquí ¿verdad? Además, tu fuiste quien salvó mi vida.

Mario no respondió, sino que se inclinó y procedió a besarla apasionadamente. Ella se levantó de la cama, y él se levantó de la silla, tras lo que se abrazaron y continuaron besandose. Mario movió sus manos hasta el trasero de Daisy, el cual sostuvo entre sus manos.

Daisy (separandose del beso) : Eso es, juega conmigo, ponte rudo si quieres y nalgueame un poco.

Mario le dio un par de nalgadas a Daisy, causando que dejara salir pequeños gemidos.

Daisy : Siiiii, eso es ...

Daisy se separó de Mario y se quitó la pantaloneta, tras lo que se apoyó en una de las paredes y se inclinó, mostrandole su voluminoso trasero a Mario.

Daisy : Jijiji, ya sabes que hacer ... pero esta vez juega un poco más con mi trasero ¿de acuerdo?

Mario se acercó a ella y se inclinó, tomando su trasero entre sus manos.

Mario : Mmmm, tienes una excelente retaguardia jeje, así que puedes estar segura de que me divertire con ella.

Mario comenzó a besar su trasero mientras lo masajeaba, causando que Daisy comenzara a gemir.

Mario : Eres tan sucia Daisy ...

Daisy : ¡Ahhhh! Tienes razón, lo soy ¡ahhhh! Así que castigame (le da una nalgada) ¡Ahhh!

Mario hizo a un lado la ropa interior de la castaña y comenzó a lamer su vagina, causando que sus gemidos aumentaran, tras lo que ella movió su mano derecha a la cabeza de Mario, pegandola a su parte íntima.

Daisy : ¡Ahhhh, ahhhhh, ahhhhh, increiiiiible, lo haces taaaan bien, ahhhh, ahhhhh, realmente mejoraste desde la última vez, ahhhhh, ahhhhh!

Ambos siguieron así unos segundos más, hasta que Daisy hizo que Mario retrocediera y lo sentó en la cama, tras lo que ella se pegó a él y comenzó a besar su pecho. Mario comenzó a acariciar su corta cabellera castaña mientras ella besaba su cuerpo, y en un momento movió sus pequeñas manos al pantalón de Mario, subiendole el ziper y moviendo su ropa interior para sacar su pene, el cual comenzó a masturbar.

Mario : Ahhhhh, si, lo haces muy bien Daisy, sigueee ... y dime ¿vas a hacerme lo mismo que te hice a ti?

Daisy se detuvo y levantó su rostro, dandole un corto beso a Mario en los labios.

Daisy (tono seductor) : Voy a hacer algo mucho mejor.

Ella se hizo para atrás y se dio la vuelta, acercando su trasero al pene erecto de Mario. Él tomó su trasero con sus manos e hizo a un lado su ropa interior, revelando su húmeda vagina.

Daisy : Esta es tu primera vez ¿verdad?

Mario : Sí ...

Daisy : Bien, por suerte yo tengo algo de práctica con unos juguetes jiji, así que deja que yo me mueva. Y recuerda terminar fuera.

Ella comenzó a acercarse a él mientras Mario iba insertando su pene dentro de ella, el cual pasó rápidamente, sacando un leve quejido de parte de Daisy.

Mario : ¡Fuuuu! Estas bastante holgada, no costó nada que entrara.

Daisy : Mmmmm, y aún así llegó más profundo que el vibrador ahhhh, no pense que fuera posible...

Daisy comenzó a mecer su trasero de adelante hacia atras mientras se apoyaba en las piernas de Mario, quien simplemente sostuvo su trasero. Los gemidos de Daisy no se hicieron esperar, y Mario comenzó a darle nalgadas.

Daisy : ¡Ahhhhh, ahhhhh, ahhhhh, siiiiii, esto es increiiiiible, es más rico que con el vibradooooor, ahhhhh, ahhhhhhh, ahhhhhh, me vuelves loca, ahhhh, ahhhhh!

Mario : Ahhhhh, Daisyyyy, eres asombrosaaaa, ahhhhh, sigue, sigue.

Daisy : ¡Ahhhhh, ahhhhhh, y tu tampoco lo haces mal, vamos, nalgueame más duro papi, ahhhhh, ahhhhh, ahhhhhh, quiero que llegues todo lo profundo que puedaaaaas, tu enorme y duro pene me encanta, ahhhhh, ahhhh, ahhhhh, veo que te estan gustando estos sentoneeeees!

Mario : Siiii, me estan encantando, ahhhhh, esto es mejor de lo que imagine, ahhhhh, realmente eres pervertida...

Daisy : ¡Ahhh, ahhhh, tu también lo ereeeees!

Ambos continuaron teniendo sexo en esa posición hasta que Mario comenzó a sentir que iba a correrse.

Mario : Ahhhhhh, Daisy, vas a hacer que me corra ...

Daisy : ¡Ahhh, ahhhh, tu también, jamás había sentido que voy a correrme tan rápido, pero tu lo lograste, ahhhh, ahhhhhh!

Mario : Grrrrr ¡allí vaaaa!

Mario levantó el trasero de Daisy, sacando su pene de dentro de ella, tras lo que se corrió sobre su trasero. Ella, por su parte, también se corrió, tras lo que se quedó apoyada sobre Mario unos segundos antes de comenzar a desmayarse, siendo atrapada por Mario antes de caer al suelo. Él la dejó recostada sobre la cama, fue al baño y le limpió el trasero con papel, limpiandose él también el pene. Le colocó la pantaloneta y él se arregló el pantalón.

Mario (viendo a Daisy con una sonrisa) : Realmente caíste fácil ¿eh? Menos mal que casi mueres por ese ataque o te me habrías escapado.

De repente, la puerta de la habitación se abrió, y por esta entró Ale llevando una escopeta futurista.

Mario (sorprendido) : Ale.

Ale (molesto) : Hola imbécil.

De un rápido disparo de electricidad, Ale lanzó a Mario contra la pared, dejandolo inconsciente. El ruido alertó a todos en el edificio, por lo que Ale tomó a Mario y a Daisy y usando un invento de Catherine los transportó a todos a su casa. Al llegar recostó a Daisy en el sillón de su sala y dejó a Mario en la celda de máxima seguridad, alertando a Alfa de que le avisara si despertaba.

Una vez hecho eso, fue con Daisy y colocó su mano sobre su frente.

Ale : Mmmm ... bien, justo a tiempo.

Él colocó ambas manos sobre la boca de Daisy, y una nube morada comenzó a salir de esta mientras ella se estremecía. Una vez fuera, Ale cerró sus manos y desapareció la nube, tras lo que Daisy comenzó a toser, y finalmente despertó.

Daisy (abriendo los ojos) : ¿Do ... donde estoy?

Ale : Estas en mi casa, soy el compañero de Mario. Nos conocimos en la entrada de un restaurante de pizza ¿recuerdas?

Daisy se incorporó en el sillón, y Ale se puso de pie para hablar con ella.

Daisy : Sí ... te recuerdo ... pero ¿como terminé aquí? Y ... ¿porque ... ?

Ale : ¿Porque te sientes como si te hubieras masturbado pero con un poco de dolor? Pues porque acabas de perder la virginidad con la segunda personalidad de Mario, y si quieres que te explique será mejor que me sigas.

Ale comenzó a caminar hacia la cocina, y Daisy, aún confundida, decidió seguirlo para tratar de entender que estaba pasando...

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